Una vez que Tsuna entro a su casa con la ayuda de Reborn se dirigió lo más rápido que sus piernas le daban a su habitación para poder tomar los supresores y lograr calmarse aunque fuera un poco, Reborn por su parte estaba poniendo a prueba todo su autocontrol para no ir y hacer suyo a ese castaño, si el no fuera el mejor Hitman del mundo no podría lograr eso... realmente era de admirar su resistencia.

El azabache de patillas rizadas se encontraba sentado en el sillón (o sofá como ustedes le digan) y parecía bastante menos alterado. Mientras tanto Tsuna tomo los supresores y se cambió la ropa ya que esta tenia todavía el olor a celo... raro ya que no debería de haberle llegado, todavía faltaba bastante.

Una vez todo parecía haber mejorado el castaño bajo para preguntar quién era esa persona que estaba en su casa, al parecer su mamá no estaba, seguro que se había ido de compras y había dejado a este hombre en la casa aun y sin preguntarle quien era... digamos que su madre podía ser muy confiada "a veces".

-Ho.. Hola... ¿puedo saber quién se supone que eres?- el castaño estaba bastante nervioso, ese hombre frente a el no solo era bastante intimidante y no lo conocía, sino que también estaba ese olor que le hacía perder la cabeza... debía mantenerse firme, no era momento para pensar en eso.

Reborn al escuchar esa suave voz se quedó un poco impresionado, que tan mal debía estar como para no haber notado que el castaño estaba allí, ya era oficial ese pequeño seria su cielo y perdición al mismo tiempo.

-Soy Reborn y a partir de ahora seré tu tutor- Con una voz profunda el azabache se hizo notar, un estremecimiento fue lo que paso por el cuerpo de Tsuna al escuchar a esta profunda y sensual voz... espera, él había pensado que la voz de ese azabache era sensual. Un notorio sonrojo se mostró en la cara del castaño, causando que Reborn sonriera victorioso, de alguna manera le alegraba bastante saber que era el que causaba eso en el castaño.

-Yo... soy Tsuna... Tsunayoshi Sawada- aun a pesar del sonrojo que decoraba su rostro el castaño extendió su mano en señal de saludo y le regalo una radiante sonrisa al azabache.

Con una elegante sonrisa en su rostro Reborn se acercó al pequeño del tierno sonrojo y beso la mano de este mientras con sus ojos color ónix miraba fijamente los ojos color caramelo del castaño.

-un gusto- dijo este sin apartar en ningún momento su mirada.

Justo y cuando Tsuna iba a hablar se escuchó a la puerta abrirse, era Nana Sawada que había regresado.

-ara~ ¿Tsu-kun ya conociste a Reborn-kun?... el será tu tutor a partir de ahora, se quedara a vivir con nosotros a cambio de la tutoría- menciono con simpleza nana, lo dijo con tal tranquilidad que causo que Tsunayoshi aún no saliera del estado de shock inicial.

Mientras que Tsuna aún continuaba razonando lo dicho por su madre está ya se había ido a la cocina para empezar con la preparación de la cena... Reborn simplemente sonreía ante lo dicho por nana, al parecer debería de agradecer a nono por tan interesante misión que le había tocado... al parecer iba a disfrutar mucho de enseñar a su nuevo alumno.

-vamos dame-tsuna, dime donde queda tu cuarto- el azabache agarro al castaño como si de una bolsa se tratara y lo cargo escaleras arriba, el pequeño castaño murmuro suavemente donde era que esta estaba e intento de esconderse lo máximo posible, estaba realmente avergonzado de la situación actual.

De una patada Reborn abrió la puerta y dejo a Tsuna sobre la cama sentado, allí comenzó a explicar la verdadera razón del porque estaba allí... extrañamente el castaño lo tomo muy bien, esperaba que este dijese algo como que no iba a ser el décimo o ese tipo de cosas que solo complicarían su trabajo, realmente agradecía que no hiciera eso.

-si puedo preguntar... ¿Por qué yo y no otro?- con una suave voz tsuna pregunto algo que era obviamente necesario saber, por lo menos para él y para cualquiera en su situación (eso creo yo al menos).

-eso se debe a que tu portas la sangre de Vongola, eres descendiente de Vongola primo... solo tú puedes estar en ese puesto- el intentaba de explicarle de la forma más sencilla para que comprendiera... todo estaba bien, claro hasta que nuevamente comenzaron a sentir esa necesidad de estar con el otro.

Reborn rápidamente al notar esto decidió que lo más coherente seria retirarse por el momento, bueno eso es lo que se supone que debía hacer... allí se hallaba el problema, una cosa es planearlo, y otra muy diferente hacerlo.

Cuando estaba a punto de alejarse del menor noto que este le estaba agarrando del saco, y parecía que no planeaba soltarlo.

-Re.. Reborn-san... por.. Por favor, no se valla- el castaño se había comenzado a acercar al azabache y este no sabía qué hacer, no faltaba mucho para que sucumbiera ante ese dulce olor y ese castaño que lo estaba volviendo más loco de lo que ya estaba.

Por su parte Tsuna no tenía ni idea de que era esa necesidad que tenía por estar cerca de su ahora tutor, el olor a café que tenía lo atraía demasiado y todo de él le parecía tentador... era la primera vez que experimentaba esa sensación que no le permitía pensar ni controlar su propio cuerpo, se sentía como si algo mas allá de lo común, algo mucho más primitivo que el instinto controlase su cuerpo.

Justo cuando estaban por llegar al punto sin retorno se escuchó una voz, era nana que estaba al otro lado de la puerta, esta los estaba llamando para comer... claro que ella sabía claramente que es lo que sucedía, después de todo era una omega, pero no iba a permitir que su "todavía" pequeño hiciera eso con alguien que acababa de conocer. Se podría decir que Nana Sawada era en verdad una mujer muy astuta y perspicaz que también era muy buena actriz.

Tsuna en el momento que escucho a su madre detrás de la puerta hablarle recobro sus sentidos y se dio cuenta de lo que estuvo a punto de hacer, su cara se tornó de un color tan rojo que parecía que en cualquier momento se podría desmayar de tener tanta sangre en su cabeza.

-lo.. lo siento... no sé porque hice eso... es la primera vez que esto me pasa con alguien- su voz era notablemente baja y en un tono de arrepentimiento, el azabache al notar esto se acercó y le dio un pequeño abrazo para calmarlo... Reborn a cada segundo se sorprendía mas de el mismo, no tenía ni idea de que él podría llegar a ser de esta manera, el castaño le estaba causado un desorden interno total, era peligroso continuar así, lo sabía pero no podía dejarlo era peor que una droga... era un sentimiento que lo enfurecía y le causaba felicidad al mismo tiempo, le enfadaba el solo pensar de que podría haber otros alfas que se acercaran a SU castaño, si SU castaño, estaba decidido a que era suyo y nadie lo podría negar si quería permanecer con vida... por otra parte la felicidad que sentía provenía del estar al lado de este, podía conocerlo desde hace técnicamente nada pero sentía como si fuera una parte indispensable de su vida, aun sin conocerlo, sentía que lo conocía... no tenía forma de describir ese sentimiento que lo enloquecía.

Una vez se separaron del abrazó se escuchó un leve pero audible para Reborn quejido por parte de Tsuna el cual quería permanecer así a pesar de que no lo dijera, esta acción causo que una sonrisa de victoria se dibujara en el rostro del de patillas rizadas.

Una vez separados bajaron para ir a cenar y degustar la deliciosa comida de Nana... o de mamma como diría Reborn.

Bueno al final no me pude resistir y termine por escribir otro capítulo, voy a escribir lo antes posible ya que mañana me voy de mi casa y no voy a tener internet para nada T~T... mañana me pongo a escribir el nuevo capítulo, así que me despido ¿hasta mañana?.

Recuerden decirme si quieren que los personajes tengan tatuajes de almas gemelas o parejas destinadas como sea que ustedes les llamen.

Bye~ >w<