¡¡ADVERTENCIA CAPITULO CORTO!!

Los rayos del sol se filtraban a través de la ventana molestando a aquellos que descansaban luego de una noche un tanto acalorada, el pequeño castaño al sentir la luz del sol se aferró aún más al cuerpo a su lado escondiendo su rostro en el pecho de este... Mientras que el azabache abría poco a poco sus párpados logrando observar una bella vista.

Tsuna se encontraba desnudo aferrado a su cuerpo, la verdad no le molestaria despertarse así todas las mañanas, si podía tener a ese pequeño a su lado no le importaría el ser un tanto más humano.

El azabache solo se quedó observando detenidamente cada detalle del pequeño, esos pequeños y casi imperceptibles lunares que tenía en algunas partes del cuerpo, esas largas pestañas que resaltan los claros y hermosos ojos color miel, esos rosados labios, la angosta cintura y esas marcadas curvas... esa piel clara y suave al tacto, y como no... las abundantes nalgas que tenía, la verdad se sentía bendecido de que su pareja fuera tan hermoso, y ahora era suyo... solo y completamente de él, nadie podría ponerle una mano encima sin morir en sus manos acto seguido.

Repentinamente sintió la necesidad de tocar la marca que había hecho, esa marca que demostraba que era el pequeño era suyo... podía sonar egoísta pero estaba realmente orgulloso, a pesar de no haber sido como lo planeo, pero aún así ya no había marcha atrás.

Las suaves caricias terminaron por despertar al castaño el cual al ver la cercanía que tenía con el azabache se sonrojo, intentado de alguna manera alejarse. Una vez Reborn noto que el castaño ya se encontraba despierto sonrió, y desde la nuca de este lo atrajo hacía la cercanía de su rostro, para dejar un suave beso en los rosados labios del omega.

-Buenos días...- la voz del azabache sonaba aún más profunda de lo que recordaba y esa sonrisa que tenía en su rostro de verdad lo estaba volviendo loco, se sentía desmayar.

-Bu... Buenos... dí... as...- Tsuna sonaba realmente tímido, y eso solo lograba que el azabache quisiera molestarlo más, en verdad era tierno cuando su voz se rompía debido a la vergüenza y se ponía todo rojo.

Una risa se escapó de los labios del sicario causando que el de ojos miel se enfadara, pero el puchero que este estaba haciendo simplemente lo hacía más tierno a los ojos del alpha.

-No te rías...- dijo el castaño, todo rojo y haciendo un puchero que lo hacía ver tierno.

-No es mí culpa que seas tan condenadamente tierno, en verdad me dan ganas de molestarte cuando te pones así...- dijo el azabache mientras se reía.

Tsuna ofendido se dio vuelta, lo cual no fue buena idea, y lo noto cuando el Hitman dejó de reír y lo abrazo por la cintura, mientras que acercaba la nariz al cuello de este.

-¿acaso me estas tentando?...- dijo con una voz profunda el alpha mientras que olía el ese dulce aroma que el omega portaba, en verdad sentía que en cualquier momento enloquecería.

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-¿no creer que deberíamos llamar?, es decir tal vez le paso algo a Tsuna...- dijo por décima vez el rubio, intentando buscar una excusa convincente para llamar... la verdad solo quería saber que es lo que pasó al final, como vieja chusma que era.

-En serio, si vuelves a decirlo una vez más te voy a golpear- mencionó ya enojado el pelirrojo, en verdad ya no toleraba a ese rubio... parecía no callarse nunca.

-Pero... pero...- antes de poder decir nada el chico le había dado un golpe en la cara dejándolo noqueado en el suelo.

-Por fin silencio, creí que no se callaría nunca...- el pelirrojo podía ser omega, pero al final seguía siendo un capo de la mafia, y paciencia no era lo que le sobraba precisamente, al menos no en ese momento.

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Bueno eso fue todo por ahora, lamento el que el capitulo sea tan corto, pero si o si quería actualizar... espero que les haya gustado y mil gracias por todas las lecturas, los comentarios y los votos.

Bye~.   >w<

Nadii1827