Cap. 10
Realmente había sido un día realmente raro, es decir, no es como si todos los días vieras a la persona más calmada y tierna congelar al demonio de Namimori y muchos estudiantes considerados fuertes solo porque lo hicieron enfadar.
No es como si las paletas de hielo se hicieran con personas... ¿o sí?
Bueno realmente eso era bastante pasable, el problema aquí se hallaba en un Hitman el cual tenía una sonrisa en su rostro la cual asustaba al que la viera, se podría decir que estaba feliz de encontrar su alma gemela en todos los sentidos, y tenía ganas de ver cómo es que este pelearía con un fuerte rival... ¿Qué tan grande seria la destrucción?, ¿debería enseñarle como disciplinar a sus subordinados?, ¿por dónde debería comenzar?... por primera vez en su vida se sentía tan emocionado de enseñarle algo a alguien.
Lo peor es que el rubio jefe de la familia Cavallone se encontraba en la misma sala y no podía salir sin permiso de este... claro que no le pediría permiso ni le hablaría, ya que conocía esa cara y sabía que si quería sobrevivir no debía meterse en el camino de este para nada.
~Mientras en la sala del comité disciplinario~
-maldita sea carnívoro, eh dicho que estoy bien- por décima cuarta vez el prefecto intento de que el profesor de artes marciales lo dejara en paz, pero este superaba un poco lo sobre protector.
-Hibari Kyoya no digas esos insultos- más que una pareja parecía una madre preocupada, y que peor que alguien así para el azabache, estaba que explotaba... ya no lo soportaba más, podía ser su pareja pero no podía aguantar que fuera pesado... él podía hacer lo que quisiera y nadie podría evitarlo.
El demonio de Namimori se levantó de la silla en la que se encontraba sentado para caminar hacia la puerta con suma calma, el azabache de trenza iba a decir algo pero se resistió debido a que a pesar de haberlo notado tarde lo había hecho y eso que noto era obviamente un enfado terrible, perecía que si le decía algo lo mataría de verdad.
Claramente lo dejo salir, pero nadie dijo que no lo iba a estar vigilando para ver si no se dañaba... nunca se sabía si algo le podría llegar pasar.
~En la terraza~
Se encontraba un albino comiendo malvaviscos con una gran sonrisa en su rostro, aunque un tanto perturbadora, pero sonrisa al fin y al cabo... en su regazo se encontraba recostado la piña... es decir, Mukuro el cual estaba allí por casualidad... pero había terminado así por la insistencia de Byakuran.
De todas formas la piña no lo sabía, pero el monstruo de los malvaviscos había visto todo desde la terraza, ya que daba justo al lugar en donde los congelaron... le molesto un poco pero de todas formas no hizo nada por ya sabía que todo eso iba a suceder ese día.
~En la enfermería~
En la enfermería se encontraban Yamamoto y Gokudera con unas mantas arriba de ellos y unas tazas con té caliente porque de todos a ellos fue a los que más les afecto, exceptuando a Ryouhey que estaba inconsciente en una de las camillas de la enfermería.
A pesar de que al peli-plata no le agradaba parecer débil en este momento se encontraba bastante más indefenso de lo que el desearía.
-E... el deci...mo es... genial- se encontraba tiritando de frio, pero aun así Gokudera seguía Gokudera.
El pobre de Yamamoto, no cabía en la idea de porque es que su pareja era tan extraña... no es que le molestase, sino que más bien le intrigaba.
~Con Verde y Skull~
Luego de darse por terminada la clase el científico salió rápidamente, hacia un destino incierto... realmente no tenía idea de donde se podría encontrar Skull, rápidamente saco un celular del bolsillo de su bata y comenzó a escribir algo así como comandos... estaba intentando de encontrar la ubicación del Omega inmortal, pero claro... no iba a funcionar, el de cabellos morados ya había tomado en cuenta que eso podría pasar y busco los aparatos que verde había escondido para saber su ubicación y los rompió a todos y cada uno de ellos.
Con agilidad digna de la reencarnación de Da Vinci comenzó a buscar en todas las cámaras que había instalado en la escuela, claramente sin que nadie lo supiera... bueno casi nadie, otra vez el omega le gano por nada y las había desactivado... lamentaba el momento en el que le enseño como hacer eso.
Se encontraba corriendo por los pasillos de la escuela cuando escucho el sonido de una motocicleta, y solo había una persona que podía hacer eso... rápidamente se acercó a la ventana para ver como su pareja le sacaba la lengua y se iba en su motocicleta, claramente eso era infantil... pero como si Verde no lo fuera, bajo lo más rápido posible por uno de sus atajos que había creado, este lo llevo hasta donde se encontraba su auto al cual se subió para salir apuradamente tras el de cabellos violáceos, una lástima que este fuese el mejor concepto a la velocidad.
Lo que ellos no sabían es que había un Hitman que se encontraba observando esto con sumo interés, era bastante gracioso ver sufrir a ese científico con complejo de frutilla.
...
...
...
Bueno y eso fue todo, deben estar diciendo "fue muy corto" pero lo que pasa es que acabo de terminarlo y ya en un ratito me tengo que ir al colegio... ahora dirán "por qué no lo hacías después" bueno eso es porque me olvido y los voy a terminar por dejar sin capitulo.
Gracias a todos los que leen, comentan y votan... Grazie mille.
Bye~ >w<
Nadii1827
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro