5.
El agarré gentil del pelinegro sobre la cintura de su bello esposo, comenzó a aflojarse en el mismo instante en que aquella tos fingida se hizo sonar por su oficina —Hola —saludó nerviosamente HoSeok, dirigiendo su mano izquierda a la parte trasera de su cabeza, su cabellera negra sacudió mientras volvía a hablar —. Veo que aquí también se atrasó la reunión —su mirada se centro rápidamente en la de su esposo, a quién pedía ayuda discretamente entre pequeñas sonrisas.
Jin, se limitó a reír por la mirada nerviosa y necesitada de ayuda de su esposo —Sí, así es —aclaró, intentando deshacer el ambiente tensó de la reunión. Lentamente SeokJin se empezó a apartar unos cuantos centímetros de su esposo, quién entendió a la perfección la situación en la que se encontraban —Te presentó al señor Min YoonGi y Kim TaeHyung —las presentaciones formales se hicieron presente, mientras señalaba cortésmente a ambos caballeros frente a ellos.
La mano de Min se extendió hasta aquel caballero de cabellera negra que se veía endemoniadamrnte bien con el traje de color gris que portaba su persona, pese a ya no tener su sacó puesto, el chaleco aún lo hacía verse tan bien.
HoSeok no dudo ni por un segundo en tomar la mano del pelirubio frente a él —Un gusto —habló, con una pequeña reverencia entre aquellas sus palabras —. Jung HoSeok, a sus órdenes —mencionó cordialmente.
Cuidadosamente la mano del pelinegro y la del pelirubio se empezaron a apartar con algo de seriedad —De igual manera, me encuentro a sus órdenes —dijo el pelirubio, en total seriedad.
La mirada de Min -discretamente- se volvió a Jin, quien sentía aquella mirada que lo hacía ponerse a un más nervioso de lo que ya lo estaba.
Por otro lado, la mano de HoSeok se encontró con la de TaeHyung sujetándola gentilmente, notando como los latidos de su corazón empezaban a acelerarse —Kim TaeHyung, ¿cierto? —preguntó falsamente al pelinegro frente a él.
—Sí —contestó, dedicándole una ligera sonrisa que hizo los nervios de ambos aumentar.
Al momento en que las manos de HoSeok comenzaron a separarse de las de TaeHyung, un pequeño vacío se instaló sobre su pecho, sentía que necesitaba un poco más de contacto con aquél hombre me melena negra, que lucia muy bien por sus rulos. No es que le quisiera ser infiel a su ahora esposo pero este hombre lo estaba intrigando en demasía.
—¿Y bien? —volvió a hablar HoSeok, mientras se apartaba de TaeHyung —¿En que iban? —los interrogó con una sonrisa sobre sus labios.
—Ya estábamos finalizando la reunión. El señ... —con calma dirigió su mirada a TaeHyung, quién miraba de manera divertida a Jin para que recordará que este evitaba los formalismos —. TaeHyung —corrigió, aún con su mirada sobre el pelinegro —. Hará el contrato y nos lo traerá el día de... —pausó, pues apenas estaban por plantear una fecha para el primer borrador del contrato, ya que tanto YoonGi como TaeHyung, querían hacer sentir completamente feliz a Jin.
—¿El día de? —preguntó risueñamente HoSeok.
—Mañana —respondió rápidamente el pelirubio, ganándose las miradas de sorpresa tanto de HoSeok como de Jin —. Mañana les haremos llegar el primer borrador del contrato —explicó, recibiendo un asentimiento junto con una sonrisa por parte de Jin.
—Muy bien. Lamentó no haber estado presente en la reunión de hoy —se disculpo el pelinegro —. Al igual que mi intromisión tan inoportuna en medio de ella — realmente se encontraba apenado.
—No pasa nada. No lo culpó por querer y necesitar un beso de la persona que usted más quiere, si pudiera también haría lo mismo.
YoonGi estaba siendo realmente sincero con respecto a lo que sentía, pues ver al presidente de empresas Jung besar a Jin, le hizo recordar todos los momentos en que Jin y él se besaron con tanto cariño y amor en el pasado.
—¿Esta casado? —la intriga empezó a carcomer a Jin, quería confirmar si el pelinegro a su lado y él tenían una relación.
—No... —contestó, mirándolo directamente a los ojos —Estuve comprometido hace dos años...
—¡Oh! —soltó con un poco de asombró Jin —, sino es indiscreción, ¿por qué no se casó? —la curiosidad era una de las mejores amigas de SeokJin.
TaeHyung se percató inmediatamente de la expresión triste sobre el rostro de YoonGi y respondió por él —Su prometido sufrió un accidente y...
—¿Murio? —interrogó el menor de todos.
—Jinnie, basta —mandó el pelinegro a un lado de él, al ver los ojos oscuros del pelirubio con pequeñas lágrimas retenidas.
—¡Lo siento! —se disculpó Jin, junto con una reverencia —. ¡Lo siento en serio! —volvió a mencionar, nervioso.
—Esta bien —mencionaron ambos amigos.
YoonGi escribió en una pequeña hoja, un par de palabras mientras su ahora socio terminaba de explicarles unos detalles a HoSeok y Jin.
Enseguida, TaeHyung salió primero de aquella oficina, seguido por YoonGi y Jin, dejando finalmente a HoSeok detrás, con este último cerrando la puerta.
—Mañana por la mañana nos permitiremos traer personalmente el primer borrador del contrato —les informaron.
—Excelente, son más que bienvenidos —agregaron, entrelazando sus manos.
HoSeok con TaeHyung y YoonGi con Jin.
YoonGi dejo entre las manos de Jin, aquél pequeño papel que había escrito dentro de la oficina junto con un —Mucho gusto en conocerte SeokJin, esta vez no hubo toques —sonriéndole dulcemente, acelerando inconscientemente el corazón de Jin.
—El gusto fue mio —la sonrisa de Jin por el último comentario de YoonGi, estaba siendo tranquila tanto que el pelirubio extrañaba tanto aquella risa tan escandalosa que solía oír con bastante frecuencia por los pasillos de la universidad hacía dos años.
HoSeok convenció a su mente por ese preciso segundo, no pensar en TaeHyung de otra manera que no fuera simplemente conocidos o socios. Le aterraba la idea de sentir algo por alguien que no fuera su esposo, después de todo sabía a bien que Jin no tenía a nadie más que no fuera él o más bien, no podía tener a nadie más que no fuera él.
Las circunstancias en las que HoSeok había conocido a Jin, no habían sido las mejores, pues aquella mujer despreciable se había encargado de manipular primeramente todo lo que pudo a Jin y luego, a él, recurriendo a amenazas también, pues HoSeok odiaba las mentiras.
Al momento en que Jin, conoció a HoSeok creyó fervientemente que esté era su prometido y única familia aparte de su supuesta hermana claro estaba, quién cada cierto tiempo se encargaba de visitarlos, muy encontra de la voluntad de HoSeok.
HoSeok, odiaba la sola idea de que su ahora esposo, tuviera nexos con aquella mujer tan despreciable, ya que prácticamente le había vendido a SeokJin hacía casi dos años pero claro que eso era mucho mejor, a qué Jin se quedará en manos de aquella que decía ser su querida hermana tan descaradamente.
—Hasta mañana —finalizaron ambas partes serenamente.
Mientras que YoonGi y TaeHyung se adentraban al ascensor, HoSeok y Jin, permanecían en la recepción en la espera de que aquellos hombres desaparecieran de sus campos de visión.
Una vez que ambos caballeros finos y elegantes desaparecieron tras las puertas del elevador, HoSeok tomó a Jin por los hombros —Vamos amor —pidió, queriendo entrar de nueva cuenta a su oficina pues tenían más pendientes.
—Voy al sanitario primero —comentó, recibiendo una tierna y cálida sonrisa de su esposo.
—De acuerdo.
A paso algo lento, Jin se adentró al sanitario el cuál estaba vacío pero que aún así lo hizo entrar a un cubículo por cualquier persona que pudiese llegar a entrar.
Con cuidado desdobló aquella nota que le había dado el pelirubio a su partida y que le había generado mucha curiosidad.
Kim SeokJin, sé que sus preguntas sobre mi compromiso años atrás le causaron intriga por lo que no tiene nada de que disculparse, se que no fueron para nada mal intensionadas. No se sienta mal.
—Min YoonGi.
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