Jin mentiría si acaso dijera que todo el transcurso al hotel -en donde tanto TaeHyung como él, habían dejado a HoSeok y YoonGi- no le tenía aterrado. Y es que, habían sido casi dos años desde que el pelirrubio y él no se habían visto después de aquel fatídico accidente que SoHyun había aprovechado para separarlos.

—¿Lo recuerdas todo ya? —preguntó TaeHyung de pronto, ganando no sólo la atención de Jin, sino también la de Jungkook y Namjoon, quién bien o mal habían sido participes de toda la historia de aquellos chicos.

—Sí —respondió el pelinegro con algo de lentitud—. Recuerdo lo que pasó, antes y después del accidente, pero tengo miedo...

—Miedo, ¿de qué? —abordó su mejor amigo, mientras colocaba la palma de su mano sobre el rodilla de Jin en clara señal de apoyo.

—De que todo esto no sea más que un cruel y amargo sueño. De que la sensación de esperanza y alegría no sea nada más que producto de alguna clase de anestésico.

Temeroso, TaeHyung entiende todo aquello que tortura a su amigo, pues por mucho tiempo pensó que la supuesta muerte del mismo, no era nada más que eso, un sueño amargo.

—Todo esto es real —aseguró TaeHyung, dándole una palmada de apoyo en la pierna a Jin, haciéndolo sentir un poco más relajado y seguro—. YoonGi, te está esperando en el hotel. Te ha estado esperando durante todos estos años y jamás, jamás pensó siquiera en dejar de buscarte. Él siempre supo que estabas vivo, que seguías en alguna parte esperando por saber que había pasado.

—Hobi me platicó todo lo que pasó estos años —contó seguro SeokJin, sorprendiendo un poco a TaeHyung—. HoSeok te quiere mucho, Tae.

—Lamento haber estado con él, mientras aún tú no recordabas nada —se disculpó algo temeroso TaeHyung, sintiendo aquella enorme necesidad de hacerlo o de lo contrario no hubiera podido dormir de ahí en más.

—Tranquilo. Sé bien que no lo hiciste con mala intención. Además, HoSeok y tú hacen una hermosa pareja.

Apoyó sin dudar Jin, pues en verdad quería ver a su mejor amigo feliz.

Podría decirse que cuando Jin y YoonGi volvieron a encontrarse aquella madrugada de Junio, todo fue besos y caricias dulces sin ninguna otra intención de parte de ambos, que no fuera decirse y demostrarse cuanto se habían extrañado el uno al otro.

Más sin embargo, entre aquellas dulces rutinas de besos y caricias, una pregunta surgió entre ambos hombres de fina estampa, y esa era...

¿Cuándo sería la boda?

El ver frente suyo, la impoluta imagen de un precioso pelinegro con traje y corbata perfectamente acomodados de una tonalidad negra, más que perfecta, estremecieron por completo la piel de Kim SeokJin y, es que su madre, lo había dejado particularmente precioso y sobre todo muy hermoso, para ese día tan especial que se aproximaba en la vida de su niño ya no tan niño... un mes después de todas aquellas cosas tan horribles que todos habían tenido que pasar.

—¡Eres el novio más lindo de todos! —exclamó con total alegría su madre, recibiendo un rápido y corto abrazo de parte de su pequeño, al mismo tiempo en que el padre y esposo de aquellos dos Kim, iba adentrándose a la carpa blanca que habían colocado especialmente para la boda de su único niño.

—Concuerdo con tu madre. Eres el novio más atractivo de todos, y en cuánto salgas todos van a morir de envidia —sonrió sincero el padre de Jin, dándole en principio un fuerte y vivaz apretón de manos, para enseguida darle un abrazo de padre a hijo—. Lamento no haberte transmitido la confianza desde chico de que podías confiar conmigo siempre, y ante cualquier situación.

—Ya olvida eso, papá. Lo importante es que de ahora en más, ya no habrá más secretos entre nosotros, que nos lleven a destinos trágicos.

—No más secretos —dijo firme y claro Jin, recibiendo un asentimiento por parte de sus ambas, figuras familiares.

—Vamos, tenemos que acomodar los últimos detalles de la alfombra —habló desde el otro lado de la habitación la madre de Jin, tomando entre sus brazos el firme brazo de su esposo, dándose rápidamente cuenta Jin de quién se encontraba en la entrada de la carpa de color blanco, con una enorme sonrisa sobre su rostro algo blanquisco.

—Futuro Señor Min... —habló sonriente YoonGi, sonrojando en principio a Jin—. Me sentí en la necesidad de venir y darle un beso antes de que nos veamos de nuevo frente al altar como esposo y esposo—siguió hablando, ganándose una sonrisa emocionada de parte de Jin.

—Señor Min, ¿le he dicho que lo amó más que a nada? —indagó juguetón el menor de los dos, ganándose una afirmación por medio de un beso más que dulce y lleno de amor.

—Lo ha hecho, pero, ¿no le he dicho yo que lo amó más que usted a mi? —jugueteó YoonGi, volviéndose todo, de pronto muy cursi para ambos.

—Te veo en el altar... —susurró esperanzador Jin, a lo que YoonGi rápidamente asintió y emprendió el camino a la salida, no sin antes oír el —Te amo —más dulce de toda la vida.

—Te amo muchísimo más...

Quizá y después de todo, la vida no era del todo mala a veces con las personas más correctas y menos merecientes del daño y envidia de otros. Quizá y después de todo, es cierto aquello de que después de la tormenta, la calma viene. Quizá y después de todo, Min YoonGi, si es el hombre más afortunado de todos, por más serio que a veces luciera. Quizá y después de todo, Kim SeokJin caminando al altar del brazo de su padre, era la imágen más hermosa de todas para todos los presentes en la fiesta, pero en especial para el hombre al frente del altar. Quizá y después de todo, el amor de Kim SeokJin y Min YoonGi si venceria cualquier obstáculo que se les pusiera enfrente...

Quizá esta historia ya acabó, pero todos los protagonistas van a vivir y celebrar aquella unión matrimonial tan perfecta, que la misma autora les dificultó tanto...

Soy débil al Yoonjin 😭

Este final se me ha ocurrido en el momento más extraño de mi día, pero espero les guste, porque aunque es cortito, lo escribí con mucho amor y cariño, porque este bebé, es secuencia de primer bebé “Serendipia”, y estás historias siempre tendrá un lugar demasiado importante en mi corazón. 😭😭💗

Sigan leyendo, creyendo y escribiendo sobre el amor, porfis. 🤧❤️

Nos leemos en otra historia. 💜