16.
Los pocos empleados que se encuentran en la cafetería de las empresas Jung, rápidamente centran su atención sobre el elegante y muy galante presidente Jung HoSeok, quién a pasos lentos se adentra saludando muy educadamente a los mismos, pidiéndoles con la mirada que para nada se detengan y sigan desayunando tranquilamente.
Sobre si, trae puesto un lindo pero muy distinguido traje azul marino, que resalta perfectamente tanto su figura fuerte y bien cuidada, como su cargo en aquella empresa.
Su rostro es fino, sin bello alguno sobre la barbilla, sus ojos color café claro brillan con singular alegría, denotando que es jóven.
Tomando asiento en una de las casi últimas mesas de la cafetería, libera uno de los botones de enmedio de su saco, para así tener un poco de más comodidad.
Al cabo de unos cinco minutos, un caballero de cabellera rubia e brillante, aparece por una de las dos entradas de la cafetería, con un sencillo traje de color negro, sin corbata pues no va a tratar absolutamente nada de negocios.
—Lamentó la demora pero alguien quería venir conmigo, para verte.
—¿Quién? —preguntaba Jung, tan de pronto y con demasiado interés.
—Estoy seguro que sabes de quién habló.
—¿TaeHyung?
—Así es... Al parecer desde que se besaron, quedo un poco inmerso en sus acciones.
—¿A qué te refieres?
—Le gustó —pausaba —o más bien, tú le gustas.
—¿Por qué le gustó? —abordaba con demasiadas ansias.
—¿Por qué rayos me preguntas a mí? Preguntaselo a él.
—Correcto —respondía, levantándose de la silla de metal donde yacia nerviosamente —Está en tu casa, ¿cierto? —caminando hacía la salida, dejaba a un sólo y totalmente desconcertado Min YoonGi.
Todo parecía indicar que TaeHyung, no era el único confundido, pero sobre todo anheloso en ver al otro.
—Genial —clamaba con sarcasmo —Y ahora que —se preguntaba así mismo, sin notar como una peliroja lo miraba desde fuera de la cafetería.
Min YoonGi.
¿Creés que puedas regalarme
unos minutos de tu valioso tiempo?
Por favor.
Jin
Desde luego
¿Dónde nos vemos?
Min YoonGi.
En la cafetería de la empresa.
¿Está bien?
Jin
Bien
Estoy ahí en 2 minutos
Min YoonGi.
¿Cómo?
¿2 minutos?
¿Eres flash o qué?
Jin
No, pero también soy veloz
Min YoonGi.
¿Que tanto?
Jin
Date la vuelta
Obediciendo cuál niño pequeño, YoonGi gira su cuello apenas unos noventa grados y grande es su sorpresa cuando ve a Jin parado detrás de él con una enorme sonrisa plasmada sobre su rostro, demostrándole que no importaba cuánto tiempo pasase él siempre sería el fan número uno de la extensa y muy sincera sonrisa del pelinegro y su persona favorita en general.
—¿Hace cuánto estabas detrás de mí? —pregunta sintiéndose un poco tonto, pues siente su rostro ruborizarse —. Por favor —menciona rápidamente el mayor mientras le pide al menor frente a él que tome asiento ya fuera junto a él o enfrente de él, realmente no le importa, siempre y cuándo este con él.
—Unos dos minutos —contesta divertido, dejando un vaso mediano de al parecer café frente al pálido —. Para ti.
—¿Qué es? —indaga con demasiada curiosidad.
—Café un tanto amargó —responde, guardando silencio durante unos pocos segundos —. Como te gusta.
—¿Cómo sabes que me gusta? —La felicidad dentro del rubio se apodera incesablemente de sus ojos, dándoles un brillo por demás especial.
—Y-yo lo supuse por-porqué hueles así —murmura con cierta dificultad, como si no pudiese concentrarse en lo que dice.
Removiendose impacientemente sobre su lugar, Min observo como las manos y dedos de Jin, comienzan a moverse con inquietud sobre su vaso de café —. ¿Estás nervioso?
Contemplando los ojitos brillosos de Jin sobre los suyos, al mismo tiempo en que relame sus labios con tranquilidad, le produce cierta ansiedad al mayor y es que hace tanto que no besa aquello labios que siente que se volverá loco —Mmm n-no.
—¿Estás seguro?
Por alguna razón, todas las actitudes que Jin está teniendo para con Min, al mismo hombre le resultan tan extrañas, pues es que aunque salgan de su preciosa boca, no puede ser el mismo Jin que muchos años atrás conoció.
—Sí, seguro —añade, fijando su vista por sobre el hombro del contrario, hacía el ventanal de la cafetería —. ¿Podemos posponer esta plática unos 10 minutos? —pregunta, levantándose calmadamente de su asiento.
—Claro —asegura YoonGi, intentando levantarse también por educación, cosa que SeokJin no le permite.
—No te levantes, no tardaré mucho —dice, para encaminarse nerviosamente hasta la salida.
—Bien, de nuevo estoy sólo.
Con la mayor paciencia que usualmente YoonGi no tiene, el mismo espera a Jin, alrededor de primero, dos horas, horas que pronto se convierten en cuatro, para finalmente terminar en seis horas, hasta que nota que es hora de retirarse. Dispuesto a pararse con toda la disposición de irse, el celular del pálido velozmente empieza a sonar y por un momento desea que sea Jin, con una buena razón por la que no volvió o mínimo una pequeña disculpa, aunque nada de ello paso.
Pues era su madre.
Mamá
Vuelve
Tenemos un gran problema
Cariño
Voy saliendo para allá.
Llegó para el atardecer.
Mamá
Perfecto
No le digas nada a TaeHyung
Cariño
¿Porqué?
¿Que es lo que pasó?
Mamá
No puedo decírtelo por mensaje
No tardes demasiado
Sin más detalles de parte de su madre, YoonGi sube a su auto, no sin antes enviarle un corto mensaje a TaeHyung, quien todavía se haya con HoSeok, pues al igual que él, tampoco le ha dado por reportado con él.
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