Estaba tan nervioso que incluso mordí las diez uñas de mis manos, movía mi pierna de arriba hacia abajo y sabía que si continuaba podría hacer un hoyo en el suelo.

Jungkook se encontraba sentado a mi lado jugando con su móvil y la chica de sus sueños a su lado mirando atentamente los movimientos en la pantalla, a pesar de ser idol, Jiwoo tenía mucho tiempo libre el cual pasaba junto a Kook.

—Rayos... —suspiró el menor cuando una notificación apareció en su teléfono y lo obligó a salir del juego. —Es la tía Misun, dice que el chófer y Somin salieron antes y ella tendrá que tomar un taxi.

—¿Entonces ya viene? —asintió y yo me puse más nervioso.

—Me quedaré cerca de la puerta para esperarla, tú deberías calmarte y ponerte en tu lugar para cuando llegue.

Los minutos pasaban como si fueran una eternidad y Somin no aparecía por ningún lado, me daba tanto miedo imaginar que se había arrepentido de la decisión que había tomado sobre estar conmigo por el resto de su vida pero tampoco podía hacer mucho si ella decidía dar marcha atrás.

Mi corazón se aceleró cuando escuché que alguien había entrado a la casa y se acercaba al jardín, estaba listo para verla a ella en el vestido que tanta curiosidad me causaba, no obstante, la única persona que entró fue su tía acompañada de Jungkook.

—Ah Misun, por fin aquí estás y tan hermosa como siempre —mi padre como todo un galán saludó a la mayor y ella sonrió ligeramente.

—Hola Jihoo, es un gusto verte de nuevo —y mientras ellos se ponían al día Jungkook me llamó para hablar en privado.

—¿Qué pasa? ¿Por qué Somin no ha llegado?

—No estoy seguro pero me temo que es algo grave, hace unos minutos recibí la llamada del chófer que contratamos y por su tono parecía que le estaba dando una crisis de nervios, dijo que le habían robado el auto y no estaba seguro de donde estaba la novia ni su tía que la acompañaría pero como ya vimos, mi tía ya está aquí.

—¿Y si se robaron el auto para secuestrar a Somin?

—Eso es una tontería, ¿Quién haría algo como eso?

—Min Yoongi —me miró con confusión. —Es posible, él está enamorado de ella y quizá al saber que se casaría conmigo decidió secuestrarla para impedirlo.

—Disculpen que me meta —Jiwoo se unió a la conversación. —Pero el CEO Min no es alguien que haga esa clase de cosas, en todo caso si quisiera impedir la boda seria más dramático, como por ejemplo al momento de que el juez dice "alguien que se oponga, hable ahora o calle para siempre" seguro que él lo haría y sería de lo mas romántico —la miré con cara de pocos amigos. —Bueno, no sería romántico para usted, lo siento.

—Ustedes tres —una cuarta voz se unió. —¿No sabían que hablar de los demás a sus espaldas es de mala educación?

—Min Yoongi —pronuncié su nombre entre dientes y sin poder evitarlo me tiré encima de él tomándolo de la camisa. —¿Dónde está Somin? ¿A dónde la llevaste?

—Eh tranquilo, no tengo ni la menor idea de lo que estás hablando —se separó de un solo movimiento. —Vine aquí por que Somin me invitó y mira que recibimiento es este.

—Desgraciado, seguro solo vienes a burlarte, porque gracias a ti no habrá boda.

—Hyung, tranquilízate, no creo que Yoongi hyung tenga algo que ver.

—¿Le dices hyung a este? —me quejé con Jungkook.

—Esperen un poco, creo que me estoy perdiendo de algo, ¿alguien quiere explicarme que está pasando? —Yoongi se echó el cabello hacia atrás con un poco de frustración.

—Somin está desaparecida —habló Kook. —Robaron el auto del chófer que la traería y creemos que también la secuestraron.

—Maldición —se quejó. —Que idiota, Park. Tus celos te hicieron creer que yo era el responsable solo por estar enamorado de ella pero te olvidaste del desgraciado que tiene como ex —sacó su móvil e hizo una llamada. —Hola teniente, perdone que lo moleste pero necesito de su ayuda —le hizo una seña a Jungkook para que lo acompañara.

Era cierto, fui in completo estúpido por haberme olvidado de Seokjin, él estaba obsesionado con Somin y si fue capaz de entrar a su departamento también sería capaz de secuestrarala.

Me sentí un inútil cuando vi que Yoongi incluso estaba hablando con un teniente para que rastreara el auto en el que iba, él estaba tratando de resolver la situación y yo, yo simplemente era un incompetente que no podía hacer nada más que enojarme conmigo mismo ya que no pude proteger a la mujer que amaba.

—Van a rastrear el vehículo —dijo guardando el móvil. —Me llamara en cuanto tenga noticias, por el momento hay que guardar la calma.

—Iré con mi tía para explicarle la situación —Jungkook y Jiwoo se alejaron dejándonos solos a Min y a mí.

—Tienes razón —suspiré.

—¿Sobre qué?

—Soy un idiota —me miró sorprendido. —Yo no la merezco, tú eres mucho mejor que yo, eres guapo, rico, tú solo fundaste tu propia empresa, eres exitoso y sé que la quieres demasiado, te preocupas por ella e incluso estás haciendo algo para encontrarla y yo... mírame, un pobre idiota, no tengo dinero ganado por mi propia cuenta, hasta hace poco decidí lo que quería hacer en la vida porque me encontraba muy perdido, no soy nadie.

—Bueno, es cierto lo que dices, soy mucho mejor que tú en todos los aspectos —se rascó la nuca. —Pero hay una gran diferencia entre tú y yo y es que ella se enamoro de ti y no de mí. Y si eso sucedió es porque Somin confía en ti, está segura de que también la amas y que harías cualquier cosa por ella, yo también quiero creer eso. Quizá no tengas mucho dinero o éxito como yo, pero si algo es seguro es que podrás darle un hogar, en el poco tiempo que llevo conociéndola me he dado cuenta que es lo único que le interesa, alguien que pueda darle una familia y eso es precisamente lo que ambos están haciendo, así que no te menosprecies a ti mismo, esfuérzate en mejorar y hazla feliz, sean felices los dos, juntos.

—¿Qué es esto? Jamás imaginé que me dirías algo así —intenté burlarme pero mi estado de ánimo me lo impedía.

—Deberías conocerme mejor antes de juzgarme, no soy tan malo como crees —rió. —Si las circunstancias fueran diferentes creo que hasta podríamos haber sido amigos.

En ese preciso instante un sonido extraño aturdió a todos los que nos encontrábamos en el jardín, por impulso agachamos la cabeza y al levantarla segundos más tarde pude ver a la persona causante de la inquietud de mis invitados.

Hana se encontraba a unos cuantos metros de la puerta del a jardín con un arma entre las manos, apuntándome.
Tragué saliva intentando asimilar la situación.

—Hana... ¿Qué crees que estás haciendo? —di un par de pasos con precaución.

—¿No es obvio? Te burlaste de mí y eso es algo que no voy a permitir, Jimin —respondió con una expresión de malicia que causaba demasiado miedo. —¿Dónde está tu estúpida novia? Creí que ya estarían en la ceremonia.

—Ella no está —soltó un gesto desinteresado. —Deberías bajar esa arma antes de que pase algo que puedas lamentar.

—¿Lamentar? —rió. —Lo único que lamento es no haberte exprimido todo el dinero de tu padre cuando estábamos juntos.

—¿Es por eso? Dios, Hana. Si quieres dinero bien, te daré todo lo que me pidas pero solo baja la maldita arma.

—No, esto ya no es por dinero, te quiero muerto, Park. A ti y a ella. Desde que el tonto de Taehyung publicó la aclaración de la entrevista todas las personas dicen que soy un monstruo y nadie quiere acercarse a mí, todo por culpa de ustedes dos.

Mientras mi vida peligraba al estar frente a una pistola y que en cualquier momento esa loca podría tirar del gatillo, mi mente únicamente se centraba en el agradecimiento que le tenía a la persona que se había llevado a Somin, así ella estaría a salvo.

Todos esos pensamientos cambiaron, sentí mi piel palidecer y mi corazón detenerse por un momento cuando de pronto la vi a ella entrar por la puerta junto a Seokjin, lucía de lo más hermosa pero la expresión de su rostro y maquillaje corrido me indicaba que había llorado y se encontraba mentalmente exhausta.

—Ah mira, hablando de la reina de Roma —Hana rió victoriosa. —Seokjinie, al final te decidiste ayudarme.

—No, estás loca, Hana yo solo intenté proteger a Somin, pero todo se acabará cuando llegue la policía.

La cara de Hana mostraba algo más que furia, se encontraba sumamente enojada, nos miró a todos uno por uno y notó como poco a poco la acorralabamos, estaba atrapada, su mano temblaba y no sabía que hacer.

—¡No se acerquen más!

—Ya déjalo, no arruines tu vida por una mala decisión —pronunció Min.

Todos creímos que cedería, que se rendiría así sin más, sin embargo, cuando me acerqué a ella para quitarle la pistola de las manos, me miró con seriedad y luego un segundo disparo que volvió a aturdir mis oídos se hizo presente.

Todo frente a mis ojos pasó en cámara lenta y cuando menos lo esperé aquel olor a lavanda que tanto amaba entró en mis fosas nasales, sentí mi cuerpo temblar cuando noté que todos los que rodeaban a Hana anteriormente la sujetaban con firmeza para no dejarla ir y el llanto salió de mis ojos cuando Somin se giró en mi dirección y ambos fijamos nuestra vista en en el bello vestido blanco que llevaba y mostraba el escenario más horrible de nuestras vidas, aquel blanco puro se tornaba en un rojo lleno de dolor.

Noté como sus piernas comenzaron a flaquear y sin dudarlo ni un solo segundo mis brazos la sostuvieron hasta hacerla llegar al suelo, su respiración era entrecortada y sus ojos eran un par de cascadas al igual que los míos, no podía creer que estuvo dispuesta a recibir esa bala en mi lugar, porque de no ser por ella, yo sería el que estaría tirado en el suelo y relamente me dolía lo que había hecho, ella no debía sufrir de esa manera.

—Mi amor... —acaricié su cabeza llorando. —¿Por qué hiciste eso? Debiste dejar que fuera yo.

—Y-yo solo quería protegerte —tosió sangre. —P-perdóname.

—No, no, no, no tengo nada que perdonarte —en ese instante me miró fijamente y con dificultad levantó su mano para acariciar mi mejilla.

—Te amo.

—No lo hagas, vas a estar bien, ¿de acuerdo? No tienes que despedirte —no podía controlar más mi llanto.

No obtuve ninguna respuesta, ella simplemente cerró los ojos y dejó caer su cabeza en mi antebrazo.

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El silencio era un sufrimiento para mí, estar en la sala de espera del hospital con Min Yoongi y Kim Seokjin a cada uno de mis lados no era del todo tranquilizador.
Hacía horas que una ambulancia había llevado a Somin directamente a la sala de urgencias y Hana por otro lado fue arrestada por la policía.

No tenía ni una sola noticia de la mujer de mi vida ni mucho menos de nuestro bebé. Tenía tanto miedo de perder a nuestro hijo pero mucho más miedo tenía de perderlos a ambos.

—Esto no hubiera pasado si no la hubieras llevado de vuelta —me quejé contra Jin.

—Créeme que no quería, pero ella me lo rogó diciendo que no dejaría que te pasara nada —bufó.

—¿Estás diciendo que es mi culpa?

—Nadie te manda a tener una exnovia desquiciada.

—¡Ja! Lo dice el enfermo que se metió a su departamento para abusar de ella.

—¡Estaba ebrio!

—¡Eso no es excusa!

—¡Ya callense los dos! —Yoongi por fin intervino en nuestra pelea. —En primera no deben estar discutiendo en estos momentos par de idiotas, y en segunda, ni siquiera se como es que violaste la orden de restricción que te pusieron y ni me interesa pero ten en claro que me haré cargo de que te pongan un buen castigo.

—Tranquilo —Jin chasqueó la lengua. —Solo quiero asegurarme de que Somin esté bien, después de eso, juro por mi vida que no la volveré a molestar.

—Que fácil romperías el juramento, tu vida de escoria no vale nada —yo estaba muy resentido con él.

—Vale más que la de un bueno para nada como tú.

—¡Malditos niños inmaduros!¡Callense de una vez por todas o yo juro que los golpearé! —Min se levantó de su asiento y nos señaló a ambos, casi podía sentir que una vena quería escapar de su frente. El CEO pacífico que conocía quedo atrás y en su lugar apareció un demonio.

—Que maleducado soy mayor que tú —respondió Jin entre dientes. Yoongi sin dudar golpeó la frente de ese bocón y él inmediatamente se quejó. —Tienes la mano pesada, desgraciado. —No pude evitar reírme.

—¿Tú quieres otro? —su mirada amenazante me hizo callar y negar rápidamente con la cabeza.

—¿Familiares de Jeon Somin? —el doctor encargado por fin apareció.

Jungkook, su tía y mi padre se encontraban justo en la banca detrás de nosotros. Se acercaron al doctor y los dos idiotas y yo hicimos lo mismo para escuchar las noticias.

—¿Cómo está mi sobrina, doctor? —preguntó con preocupación la tía Misun.

—Bueno... —el mayor escaneó a todos. —¿Quién es el esposo?

—Yo —di un paso hacia adelante. —Bueno, no logramos casarnos pero soy su novio.

—¿Sabía que estaba embarazada? —asentí y tragué saliva, estaba listo para escucharlo. —La paciente está bien, perdió mucha sangre pero la bala no daño ningún órgano vital y poco a poco se recuperará. Sin embargo... —suspiró. —Yo sé que lo que voy a decir no es la mejor noticia del mundo y tanto los familiares como la pareja de Jeon deben ser fuertes y apoyarla en todo. Desgraciadamente la bala perforó el saco amniótico y por ende no pudimos hacer nada por el feto.

No dije nada, solo sentí mis mejillas humedecerse lentamente, agaché la cabeza y con ambas manos oculté mis ojos y mi boca, no quería dejar escapar mis lloriqueos pero me fue imposible, me derrumbe aún más cuando sentí unas cuantas palmadas en mi espalda. Mis dos enemigos estaban ahí tratando de apaciguar mi llanto e intentando darme los mejores ánimos para afrontar la situación.

Tengo una obsesión con esas escenas trágicas, ya me di cuenta jsjajs 😔