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☾︎ 30 ☾︎

La llamé una y otra vez pero todos mis intentos eran rechazados inmediatamente, le envié mil mensajes pero ninguno de ellos fue enviado con éxito, no tenía ni una sola duda, me había bloqueado.

Fui a su casa pero nadie abrió la puerta, pregunté al guardia de la entrada y lo único que pudo decirme es que la vio salir con maletas solo a ella, su hermano aún estaba en el departamento.

No sabía que estaba pasando, renuncio sin decir nada y además se fue de viaje sin más, algo extraño estaba pasando y yo tenía que descubrirlo a toda costa por lo tanto me dirigí al hospital a ver a mi padre, si algo era seguro era que él sabría todo respecto a ese tema.

Toqué a la puerta y al recibir la confirmación entré en la habitación, mi padre estaba de pie junto a un hombre que lo ayudaba a colocarse el saco de un traje. Al mirarme bufó y rodó los ojos para seguido acomodarse sus lentes.

—Papá, necesito tu ayuda —chasqueó la lengua.

—No —fue firme. —No voy a ayudarte en nada después de la estupidez que hiciste, lo único que te pedí fue que te comportarás con madurez y me ignoraste así que olvídate de ese curso de cocina y de cualquier cosa que quieras hacer hoy mismo iniciaras una capacitación adecuada para tomar el mando de la empresa.

—En primer lugar sabes que no haré eso y en segundo, ¿de qué estupidez hablas? Me he comportado decentemente desde que llegué aquí.

—¿Acaso no sabes que Somin renunció? ¡Lo hizo por tu maldita culpa, mocoso! ¡Te dije que la respetaras! ¡¿Y qué es lo que haces?! ¡Hablas de ella como si fuera una cualquiera! —estaba realmente enojado tanto que incluso temí que volviera a recaer. Yo por mi parte me encontraba confundido, nunca había dicho algo como eso, ni siquiera pensaba en ella de esa forma, yo la amaba. —Escucha, no me importa si te acostabas con ella si ambos lo querían pero eso era cosa de ustedes, no tenías porqué hablar así delante de millones de personas, Jimin, un verdadero caballero nunca habla de lo que hace con una mujer. Estoy muy decepcionado de ti.

—Pero nunca he hablado de Somin de esa forma, papá te juro por mi vida entera que ella es la persona más importante para mí, ¿Por qué diría algo como eso? Además, de dónde sacaste eso, ¿eh? ¿Cuando hablé delante de millones de personas?

—En esa estúpida entrevista que hiciste para tu amigo, dejaste todo muy en claro —sacó su móvil y me mostró el video

Por más veces que viera esa asquerosa entrevista no podía creerme lo que sucedía. Me vi como un patán de primera y ni siquiera había dicho esas cosas, por lo menos no hablaba de Somin, yo simplemente le contaba sobre mi pasado a Taehyung, ese pasado en el que era un mujeriego idiota e inmaduro, todo estaba editado de una manera en que la gente fácilmente pensaría que todas y cada una de mis palabras iban dirigidas a mi Somin.

Lo peor de todo era que al final aparecía Hana encima de mí como si estuviéramos teniendo sexo, no recordaba esa parte, mi mente solo me mostraba recuerdos en los que caía dormido en la cama y despertaba al día siguiente con una jaqueca horrible, no obstante, sabía perfectamente que nada había pasado pues conocía mi pene muy bien como para estar seguro de cuando tuvo diversión.

Lo que no podía llegar a entender era el porqué Taehyung había modificado la entrevista o que hacía Hana en ese lugar, ¿por qué me habían hecho eso? Tenía que descubrir la verdad de una u otra forma.

No toleré más, al finalizar el video mis piernas flaquearon y caí al suelo, el simple hecho de pensar en lo mal que Somin la estaría pasando por mi culpa me hacía llorar, abracé mis piernas y oculté mi rostro entre mis rodillas mientras sentía que todo se derrumbaba a mi alrededor.

—No, esto no puede estar pasando —pronuncié en medio de mi llanto, sentí como mi padre se hincó delante mía y puso una de sus manos en mi hombro. —Papá, yo no dije eso sobre ella, editaron la entrevista... yo... yo amo a Somin con todo mi ser, ella es la luz que ilumina mis días oscuros, por ella dejé de ser aquel niño que no le importaba nada en la vida, sin ella no soy nada, pero ahora por mi culpa renunció, seguramente por mi culpa la está pasando mal.

—¿Enserio no dijiste nada de eso sobre ella? —asentí.

—Te lo juro, todo, absolutamente todo en ese video está fuera de contexto y el final estoy seguro de que me drogaron, por esto mismo no había visto la entrevista antes, porque yo sabía lo que había dicho y nunca creí que mi amigo sería capaz de dejarme en mal -limpié rápidamente mis lágrimas. —Por favor, papá, si sabes dónde está Somin dímelo, necesito hablar con ella y aclararlo todo.

—Lo siento, Jimin pero le prometí que no te lo diría además incluso si te lo digo ella es muy testaruda, jamás te dará la oportunidad de explicar —suspiró. —Supongo que tendrás que olvidarte de ella. —se levantó y salió de la habitación.

Me quedé un par de minutos ahí hasta que las enfermeras entraron para cambiar las sábanas de la cama pues la habitación sería ocupada por otro paciente.

Salí del hospital decidido a encontrar respuestas y pruebas que me ayudaran a mostrar un poco mi inocencia para después buscar a Somin por mar y tierra y lograr estar con ella nuevamente.

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Llegué a la recepción del hotel e inmediatamente pregunté por ese desgraciado huésped que quería hacerme la vida imposible.

—Disculpe pero me informan que el señor Kim Taehyung dejó el hotel hoy en la mañana —informó la recepcionista.

—¿No sabe a dónde fue? —negó. —Gracias —me dirigí a la salida.

—Sí, es él —alcancé a escuchar como susurraba con su compañera. —Es muy atractivo pero eso no le quita lo imbecil, ¿cómo se atrevió a hablar de esa manera?

Me alejé de ellas con un nudo en la garganta, si Somin escuchó comentarios como esos o incluso peores era normal que huiría.

Llamé a taehyung una y otra vez pero me enviaba directamente al buzón, ese chico había desaparecido sin dejar rastro y yo comenzaba a frustrarme.
Si no podía encontrar pruebas y mi padre no quería decirme el paradero, no tenía otra alternativa que enfrentar al hermano de Somin y pedirle que me llevara con ella.

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Toqué desesperadamente a la puerta de mi vecino, se abrió lentamente dando un toque de suspenso a la situación, el terror me inundó el cuerpo cuando vi aquel enorme cuerpo parado delante de mí, mandíbula tensada, ceño fruncido y sus puños cerrados indicando la fuerza que estaba reteniendo.

—Lárgate de aquí ahora mismo antes de que decida matarte en medio pasillo —habló con un tono bastante furioso.

—No, no me iré hasta que me digas dónde está tu hermana —pensé que si me mantenía firme el accedería.

—A ella no le interesa tener nada que ver contigo así que vete —iba a cerrar la puerta pero lo detuve.

—Por favor, todo es un malentendido y necesito hablar con ella —supliqué.

—No me interesa —cerró la puerta de golpe.

—¡Jungkook!¡Por favor, dime dónde está! ¡no me iré de aquí hasta que me des una respuesta! —toqué con brusquedad pero él me ignoraba.

Estaba decidido a permanecer en ese lugar día y noche de ser necesario, no iba a rendirme tan fácil, de una u otra forma tenía que encontrar la manera de solucionar lo sucedido.

Me encontraba ayudando a la tía Misun en el restaurante, atendía a los clientes y limpiaba las mesas mientras ella cocinaba el pollo.

—Bienvenidos —recibí a una familia y rápidamente me dispuse a limpiar una de las mesas para que tomarán asiento.

Coloqué los platos y vasos sucios en una bandeja, me los llevé a lavar pero justo antes de ponerlos en el lavabo sentí como si todo a mi alrededor diera vueltas, la vista se me nubló y la bandeja terminó resbalandose de mis manos para terminar en el piso. El sonido de los platos rotos me aturdió por un segundo y las náuseas se intensificaron.

—Somin, ¿te encuentras bien?¿Te lastimaste? —me tía llegó inmediatamente a mí y me ayudó a sentarme en un banco.

—Yo... sí... solo tuve un pequeño mareo —respiré hondo, poco a poco me controlé. —Perdóname tía, yo limpiaré esto —asintió con preocupación y volvió a la cocina.

Me agaché para levantar los vidrios rotos y mientras lo hacía mi teléfono sonó, atendí al ver que era Jungkook.

Llamada entrante: Kookie ♡

—Hola, Kookie, ¿qué sucede?

—Noona, sé que no debería molestarte con esto pero agh... —se quejó. -Jimin está en medio pasillo dormido.

—Llama al portero, él puede hacerse cargo —no me interesaba saber del idiota ese.

—Ese no es el problema —suspiró cansado. —No me dejó dormir en toda la noche, estuvo tocando a la puerta mientras lloraba rogando que le dijera donde estás. "Jungkook por favor, es un malentendido, Jungkook por favor dime dónde está, necesito hablar con ella" —imitó la voz de Jimin. —Y ahora voy saliendo y me lo estoy encontrando justo en la entrada del departamento durmiendo, tiene la cara inchada como si hubiera llorado toda la noche.

—No vayas a decirle ni una sola palabra.

—No, claro que no pero noona —hizo una pausa. —Creo que deberías darle una oportunidad de explicar lo que pasó, sabes que yo nunca me equivoco con las personas y de verdad pienso que está siendo sincero y eso del malentendido es verdad.

—¿Enserio me estás pidiendo que le de una oportunidad después de que querías matarlo? —escuché una confirmación. —Pues no, Jungkook, no quiero verlo ni mucho menos escucharlo.

—Está bien, solo recuerda que cualquier cosa que decidas te apoyaré, tengo que irme.

—Kook, espera —por suerte lo detuve antes de que colgara la llamada.

—¿Qué sucede?

—Despiertalo y dile que vaya a descansar a su casa, si estuvo ahí toda la noche puede enfermarse.

—Dios, que voy a hacer contigo... dices que no quieres verlo pero aún así te preocupas por él —volvió a suspirar. —No te preocupes, haré que se vaya a la cama.

Fin de la llamada.

Terminé de recoger los vidrios rotos y los puse sobre una mesita. En ese instante, mi tía volvió conmigo, se quitó el mandil y sin decir nada quitó el mio.

—Bien, ya se fueron los ultimos clientes, vamónos —comenzó a jalarme a la salida.

—¿Qué? Pero acaban de llegar, ¿a dónde quieres ir?

—Pidieron la comida para llevar y yo voy a ir contigo al hospital, me preocupa que tengas esos mareos repentinos, además no creas que no me di cuenta que anoche vomitaste la cena.

—Tía no hay nada de que preocuparse, hace unos días Jungkook hizo el desayuno y creo que desde ese día estoy mal del estomago, tomaré un medicamento.

—Somin, Jungkook siempre cocina y lo hace de una manera limpia, jamás te podría hacer daño alguna de sus comidas.

—Pero no es necesario ir al hospital, además no podemos cerrar el restaurante así como así.

—Claro que sí, me importa más tu salud que perder un día de trabajo, vamos —no quería ir al hospital pero no podía negarme, gracias al cielo el teléfono del restaurante comenzó a sonar y sin pensármelo dos veces contesté.

—Hola, pollo frito Golden Jeon... sí... perfecto, en unos 30 minutos llego con su pedido, gracias —la tía Misun me miró con una expresión de enojo, me arrebató la libreta donde anoté la orden y se fue a la cocina, si algo odiaba era quedar mal con los pedidos hechos.

Durante el resto de la semana fue lo mismo, no me sentía enferma sino extraña. Ya no había tenido mareos ni vómitos hasta el inicio de una nueva semana en la que no pude desayunar por estar tirada frente al retrete y yo por fin me estaba haciendo una idea de lo que sucedía pero aún así me negaba a ir a ver a un doctor.

—Somin, ¿Estás bien? —la voz de mi hermano al otro lado de la puerta del baño me hizo detener las arcadas de un instante a otro. Me levanté, tiré de la cadena y abrí la puerta.

—¿Jungkook?¿qué haces aquí?

—La tía Misun me llamó desde ayer diciendo que estás enferma y te negabas a ir al hospital por no cerrar el restaurante, así que vine para ir contigo.

Y así fue como fui obligada a ir a ver a un doctor por más que me negué e hice berrinches como si fuera una niña pequeña. Me hicieron unos análisis rápidos, me sacaron un poco de sangre y mientras la respuesta llegaba el doctor me hizo un examen físico en su consultorio.

—¿Desde cuando tiene ese malestar? —preguntó mirando mis ojos con una lamparita. Jungkook se encontraba viendo todo atentamente mientras esperaba sentado sin decir nada.

—No estoy segura, quizá un poco más de una semana —traté de ser neutral.

—¿Algún otro dolor? ¿Dolor de cabeza, diarrea...? —negué. —¿Mantiene una vida sexual activa?

—Algo así... pero siempre con protección, a excepción de una vez pero tomé una píldora anticonceptiva.

—Bien, creo saber lo que sucede pero prefiero esperar el resultado de las pruebas para no equivocarme.

10 minutos bastaron para que una enfermera entrará al consultorio y le entregará un sobre con un par de papeles dentro al doctor. La enfermera se retiró y como si todo fuera en cámara lenta, el mayor abrió la documentación y la leyó para él mismo, seguido me miró y sonrió ligeramente para después mirar a Jungkook.

—¿Y bien? ¿Qué tiene mi hermana, doctor?

—Señorita... usted está embarazada, estos análisis no dan una fecha exacta pero tiene aproximadamente tres semanas de gestación.

—Pero... pero... pero... —no sabía ni como formular una oración. -Yo... yo tomé la píldora, siempre usamos condon.

—Bueno, si como me lo dijo tomo la píldora la vez en que no uso un preservativo pudo no haber dado efecto, existen casos muy extraños en los que el uso de pastillas anticonceptivas no resultan ser efectivas y por eso se recomienda el uso del condon.

—¿Y qué se supone que haga ahora?

—Tienes dos opciones, llamar al padre y agendar una cita con la ginecóloga o agendar cita para un aborto, hace un par de años esto se hizo legal así que no habría problemas por ese lado.

En el camino de regreso a casa me mantuve callada al igual que Jungkook, no preguntó ni dijo nada, algo me decía que se sentía decepcionado de mí y yo solo quería morirme.

Al llegar con la tía Misun la ignoré por completo, fui directo a mi habitación y me tiré a mi cama para llorar hasta deshidratarme, escuché que le preguntó a Jungkook lo que había sucedido o qué diagnostico me habían dado a lo que el simplemente respondió que no era nada malo pero yo tenía que decírselo y era cierto, tenía que afrontar y darle la cara a mis errores.

—Somin, cariño —mi tía tocó a la puerta y entró despacio. —Dime qué tienes.

—T-tía —pronuncié con mis mejillas empapadas —S-soy una estúpida de primera, la más idiota de las idiotas.

—Pero, ¿por qué dices eso? —cuestionó preocupada.

—¡Estoy embarazada! —escondí mi rostro en la almohada.

—Lo supuse, tenías algunos síntomas -me dio unas palmaditas en la espalda. —Cariño, eso no es para que te llames estúpida, no lo tomes como un error, como me contaste tú amas a ese muchacho así que imagina que ese bebé es producto del amor que le tienes.

—Pero él me engañó, me hizo creer que me quería cuando en realidad solo estaba jugando.

—Somin, soy muy vieja pero no soy tonta, hasta yo sé que esas tonterías de videos se pueden modificar para causar mal, Jungkook ya me dijo lo que ese chico hizo solo para tratar de hablar contigo y él y yo estamos de acuerdo en que se trata de un malentendido.

—¿Quieres decir que me precipité al escapar de la manera en que lo hice? —hablé con cara aún hundida en la almohada.

—Exactamente, creo que deberías escucharlo, hablar con él sobre ese tema y contarle sobre el bebé para que ambos decidan que hacer.

Ahí recordé lo que Jimin una vez me dijo, si algún día estuviera embarazada de él, no quería que yo lo tomara como un error, él estaba dispuesto a hacerse cargo. Sin embargo, no tenía el valor de verlo de frente ni mucho menos contarle, aún estaba dolida y enojada, por ende no lo llamaría y seguiría yo sola con mi hijo pues desde ese momento tomé la decisión de tenerlo ya que esa pequeña vida no tenía la culpa de nada.

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