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Taehyung observa como su mejor amigo de toda la vida le abre la puerta sin siquiera mirarlo.

Observa su espalda, lo ve caminando hasta su gran escritorio, donde se sienta tomando su cabeza entre sus dos manos sin dignarse a mirarlo en ningún momento.

Taehyung entra en la gran oficina del director cerrando la puerta detrás suyo, se acerca a él y toma asiento en la silla frente a Jungkook, ambos siendo separados por el escritorio detrás del cual Jeon parece escudarse.

—¿Qué vas a decirle a Jimin?

Pregunta Taehyung haciendo que Jungkook eleve el rostro con cansancio.

Después de todos esos años, después de todas las cosas que paso, todavía le impresionaba el hecho de que nunca, ni siquiera una vez, jamás vío llorar a Jeon Jungkook, ni siquiera una puta lágrima de mierda, nada.

—No lo se.

Responde apoyando su espalda en el respaldo de la silla mientras tira su cabeza hacía atrás y mira al techo blanco inmaculado como sí fuese lo más interesante del mundo.

—Jungkook, Hyori sabía que no la amabas, porque ella tampoco te amaba a vos.

Taehyung dice esas palabras pero no obtiene ninguna reacción de parte de su mejor amigo.

—Se que los meses que estuvieron casados fueron los mejores meses de su relación, y entiendo que sea la persona que te dío el regalo más hermoso de tu vida. Pero creo que sabes muy bien que sí no hubiese sido por Byeol, ustedes sólo serían amigos, y dejame incluso dudar de eso.

El hombre asiente cuando Jungkook sigue sin responder algo, ni siquiera se mueve, solo mira al techo, lo hace preguntarse sí siquiera lo esta escuchando.

—¿Amaste a Hyori, Jungkook?

Le pregunta con paciencia, ya lo conocía, sabe como es cuando no quiere hablar, se cierra en su propia cabeza y se tortura a sí mismo, y cuando finalmente sale de ese momento finge que nada paso y actua como sí absolutamente nada hubiese pasado.

—No.

Responde con seguridad, y es que eso era algo de lo que Jungkook estaba seguro hace muchos años, la primera vez que lo noto fue durante su servicio militar, creyo que meses separado de ella iban a ser una tortura pero no fue así. El había entrado convencido de que al salir iba a proponerle matrimonio, pero cuando ese día llego, sólo estaba seguro de una cosa, no iba a casarse jamás con Lee Hyori, porque no la amaba, simplemente no era su persona, por más que le doliera, por más de que la haya querido con locura, era tan sencillo y doloroso al mismo tiempo.

Tantos años a su lado y sus sentimientos jamás fueron más allá de un cariño muy grande. Tantas cosas vivío a su lado, pero jamás paso de ser alguíen a quíen quería, no era ella, definitivamente no lo era.

Lo aseguraba cada vez que veía la forma en la que su padre veía a su madre, o la forma en la que Jin miraba a Sun, él jamás había mirado de esa forma a Hyori, ni a ella ni a nadie.

Pero esa relación se alargo mucho más de lo necesario debido a ese inmenso cariño que se tenían, debido a que estaban tan acostumbrados a la presencia del contrario que les resultaba cómodo.

Pero todo eso tuvo un final que originalmente debía ser el definitivo, sobretodo cuando Hyori le confenso que estaba empezando a sentir cosas por otra persona.

Jungkook jamás podría olvidar esa noche, cuando escucho a Hyori hablar de lo sentimientos que tenía por una de sus amigas, no le dolío, simplemente se sintío aliviado de no tener que ser él quíen terminara la relación. Se despidieron como dos buenos amigos, prometíendose seguir en contacto aunque ambos sabían muy bien que esa era una gran y vil mentira.

Originalmente, no iban a volver a verse, no iban a siquiera hablarse, simplemente iban a desearse lo mejor el uno al otro y seguir con sus vidas, habrían cerrado ese capítulo de una vez y listo.

Así fue hasta que Jungkook recibío esa llamada de parte de ella, estaba llorando, sonaba asustada, cuando fue a su encuentro recuerda el pánico en su rostro.

Recuerda como fue que la mujer estaba aterrorizada de lo que le dirían sus padres, de lo que dirían de ella en el trabajo, en todas partes. Ahí fue cuando Jungkook le prometío quedarse a su lado, que no iba a irse a ningún lado.

A pesar de saber que en el corazón de ella había otra persona, a pesar de saber que en su propio corazón no había nadie, Jungkook le propuso matrimonio dispuesto a todo por su bebé.

Esos meses de embarazo y matrimonio fueron muy diferentes a lo que Jungkook creyo que serían.

Se la pasaban hablando por horas y horas, su relación finalmente parecía haberse convertido en eso que jamás había sido, y aún así, jamás se dijeron un "Te amo" porque ambos sabrían que estarían mintiendo.

Porque no importaba cuanto se querían nunca llego a ser amor.

Y tal vez ese es el motivo por el cuál Jungkook se siente tan culpable, porque en tan sólo dos meses, fue capaz de sentir con Jimin todo eso que jamás había llegado a sentir con Hyori.

Porque nunca había sentido ese nerviosismo recorríendole todo el cuerpo al mirarla a los ojos a ella. Jamás se había sentido celoso. Jamás sintío a su corazón latir tán rápido. Su garganta nunca se seco, su aliento nunca lo abandono. La palabra amor simplemente nunca había aparecido.

Pero lo ve a Jimin, ve esos ojos almendrados y el nerviosismo lo invade por completo. De sólo pensar en él hablándole a su ex novio quiere arrancarse la piel. Su corazón parece latir desbocado en su pecho cada vez que ve que esos pares de ojos aletean para pestañar. Lo ve sonreír en su dirección y su garganta se seca, su aliento lo abandona y siente que el mundo deja de girar por un instante, que dura el tiempo que dure el accidente provocado por sus miradas encontrándose. Porque cada vez que lo mira solo es capaz de pensar en que de esa forma se siente el amor, es eso, es él.

Sabe que Hyori y él no se amaban, sabe que ella lo sabía muy bien, lo entiende. Pero nunca tuvo un debido cierre a ese capítulo, fue incapaz de decirle una sola palabra de despedida, ni siquiera le pudo pedir perdón por todo.

Es por ese motivo que se siente un traidor, porque los anillos de matrimonio que los unían siguen guardados en su mesa de luz, porque los cuadros que ella solía pintar siguen guardados en el cobertizo junto a toda su ropa, fotos y demás cosas que eran sólo de ella.

Aún recuerda ese día, poco despues de su muerte, empezo a ordenar sus cosas para guardarlas lejos, porque cada vez que las veía se desarmaba por completo y el necesitaba ser fuerte para su hija recíen nacida.

Recuerda como fue que ese diario cayo de entre sus cosas, como fue que al leerlo sintío el alma cayendo a sus pies.

Ese diario decía muchas cosas, incluso narraba la vez que ella le había sido infiel poco antes de terminar la relación, cuando beso a esa amiga de la que se había enamorado, como fue que en ese instante había decidido dejarlo, pero eso no fue lo que le importo, eso no fue lo que le dolío.

Lo que le partío el alma en pedazos fue leer la última entrada de ese diario, son palabras que jamás va a poder olvidar, nunca.

"No amo a Jungkook, se que jamás voy a hacerlo, como se que él jamás va a amarme a mi, pero se que ambos vamos a amar con locura a nuestra bebé. No lo amo pero a su lado voy a ser feliz de todas formas porque voy a amar lo que creamos por accidente. Pero el hecho de saber que voy a vivir el resto de mi vida sin saber lo que es el amor me duele un poco, me gustaría haber conocido a esa persona que me haga feliz con sólo mirarla. Y odio el hecho de que Jungkook no pueda ser ese alguíen para mi"

Esas palabras fueron las últimas que tuvo de parte de Hyori, esas palabras que lo hicieron llorar durante horas sentado en el suelo helado de su habitación mientras su bebé dormía.

Tal vez Jungkook se siente un traidor porque él esta descubriendo lo que es el amor y Hyori no lo pudo hacer.

Tal vez simplemente, sí le dieran la oportunidad de cambiar de lugar con ella lo haría, si tuviera que morir él en su lugar, lo haría sin pensarlo.

Porque su deseo más grande es que Byeol conozca a su madre y que sepa por viviencia propia lo hermosa persona que era, tan amable, graciosa, dulce, tan perfecta que se sentía un imbecil por no amarla.

—Sí la que estuviese en tu lugar fuera ella, Kook ¿No le desearías que sea capaz de salir adelante y de encontrar el amor junto a alguíen que la ame?

Pregunta Taehyung logrando que Jungkook salga de sus pensamientos cruelmente, como sí hubiese sido arrastrado a la fuerza.

—Le desearía todo eso que fue incapaz de encontrar a mi lado.

Admite Jungkook sin siquiera pensarlo, porque eso es lo que él le deseo incluso cuando no sabía de Byeol, porque ese día cuando se separaron jamás le deseo menos que eso, la despidío con una sonrisa en el rostro deseandole nada más que la felicidad.

—¿Entonces por qué crees que ella estaría en contra de que trates de encontrar tu felicidad, Kook? ¿Por qué la usas de excusa a ella para no salir adelante? Lo que te paso, lo que le paso a ella, es sin duda una de las peores cosas que le pueden llegar a ocurrír a alguien. Pero la vida no espera, el tiempo pasa, y vos ya pasaste tres años caminando absolutamente solo. Ahora tenes a alguíen a tu lado tendiendote la mano, toma esa mano y seguí con tu vida, Jungkook. Porque sí no lo haces, sí dejas ir a Jimin como tenes planeado hacer...

Jungkook mira a su mejor amigo fijamente, el reloj marca las siete y media de la tarde, el sale a las seis del trabajo, sabe que el único motivo por el cual no se fue aún fue porque no quería llegar y afrontar todo.

No quería poner un límite con Jimin porque sabe que es él. Es la única persona a la que jamás le pondría un alto.

—...te vas a arrepentir el resto de tu vida.

🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾🐾

Jimin observa el reloj en su pared marcando las 7:57 de la noche, había mandado cientos de mensajes y llamado casi veinte veces a Jungkook, pero no obtuvo respuesta de ningún tipo.

Le sonríe a Byeol ocultando por completo su preocupación, mientras busca en las redes sociales si hubo algún accidente en los alrededores, realmente estaba empezando a preocuparse.

—Jimin, papi no llega.

Afirma Sebyeol mientras acomoda el vestido que le habían puesto.

—Papi tuvo un incoveniente en el trabajo, va a llegar un poquito tarde, ahora vos vas a ir a pasear con tu abuela y abuelo y te vas a divertir mucho y a portarte muy bien ¿Vas a enseñarles todo lo que aprendiste?

Pregunta Jimin fingiendo tránquilidad mientras dibuja una sonrisa en su rostro.

—¡Si! ¡Abecerario, números, colores!

Afirma la niña con emoción.

Es justo en ese momento que suena el timbre de la casa, Jimin toma a Byeol en sus brazos y camina hacía el portero que lo comunica con el timbre.

—¿Quíen es?

Pregunta sabiendo perfectamente de quienes se trata.

"Hola somos los abuelos de Sebyeol, nuestro hijo Jungkook no dijo ayer que ella iba a estar aca"

Ya voy.

Avisa para caminar rápidamente hacía la puerta.

Se sorprende en cuanto se encuentra a un hombre muy parecido a Jungkook y a una mujer que parece de treinta años.

—¿Usted es la madre de Jungkook?

Pregunta Jimim sin poder creerlo.

—Si ¿Por qué?

Pregunta la mujer desconcertada.

—Dios disculoe mi falta de educación. Es un placer conocerlos señor y señora Jeon. Mi nombre es Park Jimin. Le hice esa pregunta porque aparenta tener la misma edad que Jungkook, no lo puedo creer.

La expresión de la hermosa mujer cambia de inmediato ante esas palabras. Si, Parl Jimin se había convertido en su nueva persona favorita.

—Ya me caiste bien, cariño. Mi nombre es Seo Yeji y él es mi marido, Jeon Yoo. No se sí sabras que vamos a llevar a Byeol a ver una obra de teatro.

—Si, estoy al tanto, pasen por favor, les doy el bolso de Byeoly para que vayan tránquilos.

Ambos adultos entran con confianza, mientras son observados atentamente por Byeol que no los saludo aún.

—¿Y Jungkookie?

Pregunta el hombre con curiosidad al notar que su hijo no esta por ningún lado, a pesar de que les aseguro que éo los iba a recibir.

—Tuvo un retraso en el trabajo.

Afirma Jimin sabiendo que en cuanto vea a Jungkook le iba a patear la cabeza salvajemente.

—Bueno aca esta todo, si necesitan algo no duden en llamarme, Jungkook me dijo que ya les dío mi número.

Ambos adultos asienten con sonrisas enormes en sus rostros, la hermosa mujer estira sus brazos en dirección a su nieta, quíen la mira con desconfianza para finalmente ir a sus brazos.

—Byeol ¿No vas a saludar a tus abuelos?

Pregunta Jimin completamente extrañado con la actitud de la niña.

—Hola, abuelos.

Saluda la niña escondiendo su rostro en el cuello de su abuela quíen se derrite ante esa acción.

—Bueno, nos vamos cariño ¿La dejamos acá cuando la traemos de vuelta?

Pregunta Yeji con curiosidad.

—Sí, no se cuanto vaya a tardar Jungkook, así que yo los voy a estar esperando.

Asegura Jimin mientras observa a Yoo tomar el bolso con las cosas de Byeol dentro.

—Fue un placer conocerte, Jimin. Espero que mañana podamos hablar en el almuerzo.

Pronuncia el padre de Jungkook con una amable sonrisa.

—Lo mismo espero, señor Jeon. Fue todo un gusto conocerlos al fin.

Afirma Jimin, quíen nots como Sebyeol lo mira fijamente en cuanto se da cuenta de que él no va a ir con ellos.

—Jimin, vamos.

Pide con un puchero en sus labios causando que Jimin se acerque a ella y deje un beso en su frente.

—Byeoly, vas a salir con tus abuelos y te vas a divertir mucho y yo te voy a esperar acá para leerte tu cuento favorito ¿Te parece?

Sebyeol asiente dudosa ante esas palabras, Jimin finalmente ve como los tres se suben al auto del señor y la señora Jeon, y se van.

Entra en su departamento, toma su celular y vuelve a llamar a Jungkook, lo insulta en cuanto lo vuelve a mandar a contestadora.

Empezaba a preocuparse, eso sería algo que fácilmente podría pasarle a él.

Una vez que alguíen le gusta, ese alguíen se muere. Si, su vida era un comedia llena de drama y eventos canonicos, estaba harto ya.

Encima justo lo que le faltaba, enamorarse del idiota de Jeon Jungkook, el perfecto hombre heterosexual, se quería matar.

Y pasan los minutos y su preocupación sigue aumentando, es cuando sus ojos observan que la hora llego a 8:23 de la noche, que escucha la puerta de su casa siendo abierta.

Se para del sillón con enojo, camina hasta el inicio del pasillo que da la entrada y ahí se queda de brazos cruzados esperando que Jeon Jungkook de la cara.

Es en ese momento que lo ve entrar y cerrar la puerta con rapidez.

—Podrías haber respondido aunque sea uno de los cientos de mensajes que te envíe ¿No te parece?

Le recrimina con enojo, estaba realmente preocupado, había hasta buscado accidentes en la zona para saber sí algo le había pasado.

—Jimin-

—Una mierda, Jungkook. No me molesta que se te haga tarde, pero avisame porque estuve hasta literalmente recíen con el puto corazón en la boca.

Reclama el chico señalando el lugar donde estaba sentado hace solo instantes.

—Jimin-

Jungkook camina hacía él mientras lo observa de forma extraña, pero a Jimin no le importa, él estaba enojado y mierda que lo iba a escuchar.

—Byeol me preguntaba por vos y yo no sabía que decirle, en serio Jungk-

Pero se traga sus palabras cuando Jungkook llega a él, detiene sus pasos a pocos centímetros de distancia, toma su rostro entre sus dos grandes manos y lo obliga a mirarlo a los ojos.

Lo obliga a elevar la mirada y ahí esta de nuevo, ese hermoso accidente que provocan cuando se encuentran.

—Sí no hago esto voy a arrepentirme toda mi vida, y estoy harto de arrepentimientos, Jimin.

Explica Jungkook causando que el mencionado lo mire extrañado.

—Jungko-

No pudo terminar de hablar, esos finos labios atrapando los suyos no se lo permitieron.

Jeon Junkook lo estaba besando, pero esta vez no era un pequeño beso, no, no era nada parecido, no había ni siquiera un punto de comparación.

Ahí estaba, siendo rodeado por los brazos de Jungkook que lo aprietan hacía él con fuerza y delicadeza al mismo tiempo.

Como sí lo quisiera cerca pero al mismo tiempo tuviese miedo a romperlo.

Sus labios se prueban como sí finalmente hubiesen saciado esa sed  desesperante que sintieron toda la vida.

Y se siente diferente a cualquiera de esos besos que sentían todos iguales.

Sus lenguas son las que abren el camino al contrario para acercarse aún más sí es que es posible.

Buscan fundirse con el contrario, Jungkook puede jurar que jamás se había sentido de esa forma al abrazar a nadie.

No le importa que sea un hombre, no le importa nada, es capaz de entenderlo perfectamente, justo ahora tiene al amor de su vida entre sus brazos.

Se separan dejando un delicado hilo de saliva que los une debilmente. Se miran a los ojos hacíendose millones de preguntas que se responden solas con cada segundo que pasa de ese accidente que llamamos miradas.

Tienen mucho de que hablar, pero ambos son capaces de entender que esa conversación va terminar con ellos juntos, no hay otra opción, no despúes de los que sintieron.

Justo ahora ellos lo saben, la persona que tienen enfrente, es ese alguíen a quíen jamás deben dejar ir.

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4/4💛

BUENOOOO HASTA ACÁ X HOY TKM 💛💛💛💛💛💛

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