Jungkook detiene el auto en cuanto lo termina de estacionar a media calle del Jardín de Infantes.

Esta nervioso, muy nervioso, ve a su pequeña hija con su uniforme y la mochila en su espalda y siente ganas de vomitar.

Todavía no podía creer que finalmente había llegado ese día, le asustaba lo rápido que pasaba el tiempo.

-Byeol ¿Te acordas de todo lo que te dije?

Pregunta Jimin tomando la mano de niña, mientras camina junto a Jungkook, que se encuentra pérdido en sus pensamientos, hacía la institución.

-Si quero pipi o caca, teno que pedir inonoro. Si un nene o nena es malo teno que decirle a la señorita. Teno que compartir, y ser nena linda con todos, pero si me tatan mal nena mala.

Jimin asiente orgullo ante esas palabras, si, le había enseñado muy bien.

Pero Jimin nota el nerviosismo de Jungkook, por ese motivo golpea su espalda con delicadeza logrando bajarlo a tierra.

-Se que estas nervioso, yo también lo estoy, pero sí nos ve alterados a nosotros se va a alterar ella también.

Advierte el niñero sabiendo que la calma de la niña va a desaparecer por completo cuando vean que la dejan en ese lugar y se van a ir por varias horas.

Jungkook asiente, finalmente llegan a la puerta de la institució, y el hombre de inmediato reconoce a la señorita de Byeol, esa mujer con la que ya hablo de todas las circunstancias de su familia.

-Hola, señor Jeon, es un placer volver a verlo. Usted debe ser el niñero, encantada de conocerlo mi nombre es Lee Jieun.

Se presenta la amigable y hermosa mujer ante Jimin quien de inmediato hace una reverencia en su dirección.

-Park Jimin, un placer. Ella es Sebyeol.

Jimin es quien presenta a la niña wue en cuanto vío a la desconocida se escondío de inmediato detrás de su pierna.

La maestra ve eso y se agacha psra quedar a la misma altura que ella para sonreírle con cariño.

Jieun ama su trabajo y ama a cada uno de sus pequeños alumnos.

-Es un placer, Sebyeol, voy a ser tu señorita por todo el año, espero que nos llevemos bien.

-¿Señorita?

Pregunta Byeol causando que la mujer asienta en respuesta.

-Vamos, tenes que conocer a todos tus compañeritos y compañeritas.

La hermosa mujer la invita a tomar su mano, la niña lo hace con un poco de desconfianza saliendo al fin de su escondite.

Es en ese momento que Jungkook empieza a sentir sus nervios aumentando aún más.

-Papi, Jimin, vamos.

Pide Sebyeol mirando a su papá y a su niñero, ya le habían dicho que iba a entrar sin ellos en ese lugar, pero ahora que llego el momento la niña parece haberlo olvidado por completo.

-Byeol, mi amor, este es un lugar donde sólo pueden entrar las señoritas y los nenes y nenas. Tu papi y yo ya estamos muy grandes y no nos dejan entrar.

Explica Jimin agachándose a la altura de la niña junto a Jungkook que ya sentía sus ojos llenándose de lágrimas al ver la expresión de su hija.

-¿Yo solita? No quero solita, no me guta.

De inmediato Byeol suelta la mano de Jieun que la mira con compresión, no era extraño ese tipo de comportamiento, de hecho era muy común los primeros días.

-No vas a estar solita, mi amor, vas a estar con la señorita Lee y con tus nuevos compañeros, vas a ver que las vas a pasar bien.

Asegura Jungkook fingiendo tranquilidad, en ese momento Byeol se acerca a él y lo abraza con fuerza.

-Papi quero ir a casa.

El corazón del padre se rompe al oírla pedirle eso, la abraza con delicadeza y se separa de ella mirándola con todo ese amor que le tiene.

Jamás creyo ser capaz de amar tanto a alguien, y ahí esta, sabiendo que es capaz de cualquier cosa por esa pequeña personita.

-Mi amor, te prometo que te vasna divertir y cuando te des cuenta, Jimin va a venir a buscarte para volver a casa, y enseguida voy a volver yo también para cenar juntitos como siempre.

La niña asienta con tristeza pero no derrama ni una lágrima, se acerca a Jimin y también lo abraza con todas fuerzas.

-Veni a bucarme rápido, Jimin.

Pide Sebyeol logrando que Jimin extienda su meñique hacía ella, ambos hacen una promesande meñique, y finalmente Sebyeol vuelve a acercarse a su señorita que esta sorprendida de que la niña no derrame ni una sola lágrima. Pero el padre de la niña esta con su rostro bañado en ellas.

-Me hace acordar a mi esposo, señor Jeon. Tambien lloro cuando dejamos a nuestra hija en su primer día de Jardín. Le puedo asegurar que la esta dejando en muy buenas manos. Cualquier cosa nos vamos a estar comunicando con usted y Jimin que son los números de emergencia.

Y luego de decir eso, finalmente la señorita entra en la institución con los gritos y llantoa de varios niños de fondos que no querían entrar.

-¿Estas bien?

Pregunta Jimin sacando pañuelos de su bolsillo, ya sabía que Jungkook iba a terminar llorando y él vino preparado.

-Tengo el alma destrozada ¿Mira sí piensa que la estamos abandonando? Me quiero morir.

Jimin sonríe ante esas palabras, acariciando la espalda de Jungkook mientras vuelven a caminar hacía rl auto.

-Kook, Byeol sabe perfectamente lo mucho que la amamos, por eso entro tranquila y sin llorar. Porque sabe que si o si la vamos a venir a buscar.

Jungkook sabe que Jimin tiene razó, pero aún así no puede dejar de llorar, es por eso que es el niñero quien se encarga de manejar el auto de Jungkook, devuelta a su casa.

Para cuando llegan Jungkook todavía no paraba de llorar, pero hablaba con Jimin con normalidad.

El niñero ya se había acostumbrado, Jungkook era una persona que había pasado por mucho, se volvió una persona sensible, que llora con mucha facilidad.

Pero no tiene idea de que Jeon Jungkook es así sólo delante suyo, cuando frente al resto es un pedazo de hielo que aparenta no sentir tristeza en ningún momento.

-Almorza antes de irte.

Le pide Jimin al hombre que solo había ido ahí a lavarse el rostro y luego volver a su trabajo.

Jungkook asiente y se vuelve a sentar en su lugar mientras Jimin sirve la comida que ya tenía lista, había preparado la porción de Jungkook también, porque ya sabía que el hombre iba a termina yendo para llevar a Byeol a su primer día de Jardin.

Jimin empezaba a conocer a Jeon Jungkook realmente bien.

-¿Puedo preguntarte algo personal?

Pregunta Jungkook tomando un bocado de su comida.

-Adelante.

-¿Cómo fue tu vida creciendo sin tus padres, Jimin?

El niñero asiente ante esas palabras, ya se esperaba una pregunta de esa índole.

No lo duda, le cuenta absolutamente todo.

Le cuenta como fue que crecio viendo como su abuelo se dejaba la piel para criarlo.

El anciano nunca había tenido que hacerse cargo de las tareas del hogar. Ni siquiera sabía poner un pañal, por ese motivo es que, los primerios días despues de la muerte de su hija y yerno, el señor le puso un calzon gigante a Jimin, calzón que lavaba y ponía a secar en cuanto este era cagado o meado.

También como fue que no sabía preparar la leche y siempre le quedaba toda grumosa, o como era que se le vivía cayendo de todos lados.

Jimin crecio de esa forma, sin saber bien lo que era el amor de un padre y una madre porque los perdio a una edad tan temprana, que sí no tuviera fotos de ellos, no sería capaz de saber como lucían sus rostros.

Pero de la misma forma en la que Jimin le cuenta todas las cosas que su abuelo hizo mal, le cuenta todas las que hizo bien. La forma en la que jamás le falto nada, como es que siempre se sintió amado por él.

Y fue así hasta que llego su adolescencia, esa etapa qur Jimin considera como la más dura de su vida. Y lidiaba con todos sus sentimientos con sarcasmo.

Vivía haciendo chistes sobre sus padres muertos, como fue que un día se metio en problemas porque uno de sus profesores lo regaño al escuchar uno de esos chistes y le dijo que no debía hablar de esa forma de sus padres muertos, a lo que Jimin respondió:

"¿Y qué van a hacer ellos? ¿Castigarme?"

Así fue como se gano un gran castigo, como fue que la institución término convocando al abuelo Song, y como fue que término yendo al psicólogo una vez por semana por el resto del año escolar.

Logro superar todo eso gracias a su abuelo y a sus amigos que siempre estaban a su lado. La personalidad de Jimin era fría, jamás sonreía y casí nunca hablaba, pero ese Jimin, que jamás había llorado la muerte de sus padres, cambio por completo cuando un día se levanto en la madrugada, corrió a la habitación de su abuelo y se dedico a llorar durante horas en sus brazos.

Después de eso, de a poco se convirtío en la persona que es hoy en día, ese chico que todos consideran amable y no tiene problemas a la hora de hablar y sonreír.

Y Jungkook, vuelve a llorar a escuchar esa historia, Jimin ríe mientras se levanta de su lugar para abrazar al hombre que llora desconsoladamente.

-Lloras más de lo que yo llore en toda mi vida.

Se burla Jimin causando que Jungkook ría en medio de sus lágrimas.

-No puedo evitarlo. Antes, creo que no lloraba porque me sentía presionado todo el tiempo. Pero esa presión desapareció desde que apareciste, Jimin. Ahora lloro por cualquier cosa por tu puta culpa.

Jimin ría a carcajadas ante esas palabras, toma el rostro de Jungkook entre sus manos y se acerca a él dejando sus rostros a tan sólo centímetros de distancia.

-No dejes de llorar, Kook. Porque el hecho de que llores con tanta facilidad significa que tenes mucho para descargar. Te lo digo por experiencia.

Y Jungkook, que siente como el aliento lo abandona y su garganta se seca, asiente en silenció, no se aleja, pone una de sus manos obre una de las manos de Jimin que se encontraba en su rostro, y le sonríe como solo era capaz de sonreírle a su hija.

Le sonríe con honestidad y con cariño.

-¿Qué? ¿Vas a querer tu premio?

Pregunta Jimin acercándose aún más a forma de broma.

Pero esas palabras logran que Jungkook se canse.

Ya hacía poco más de una semana que el chico le hacía burla con eso.

Por ese motivo es que Jungkook pone su mente en blanco.

-Si, lo quiero.

Es lo único que dice tomando el rostro de Jimin con su mano libre y acercándolo al suyo.

Sus labios se unen en un pequeño contacto que dura sólo un instante.

Jimin de queda así:

Jungkook se para de su lugar victorioso mientras rie a carcajadas "malvadas" tratando de disimular la ola de sentimientos que se encuentra invadiéndolo justo ahora.

Quiere creer que es porque hace más tres años que no besa a nadie, pero en fondo es consciente de que se debe a Park Jimin.

-Ahora me rio yo, jajaja ¿Qué paso, Jimin? ¿Te salió el tiro por la culata o por qué esa cara larga? JA JA JA.

Jungkook camina rapidamente hacía el sofá y toma su maletín para caminar hacia la puerta. Siente todo su cuerpo siendo atacado por un terremoto pero no puede permitir que Jimin, quien lo mira con la sus ojos y labios bien abiertos, lo note.

-Me voy a trabajar nos vemos en unas horas. Te quiero, Jimin. Gracias por mi premio.

Eso es lo último que dice Jungkook para salir de la casa del niñero con rapidez.

En cuanto lo hace deja salir todo el aire que mantenía en sus pulmones llevando una mano a su pecho y gritando de forma silenciosa.

Realmente iba a enterrarse en un pozo de 16 metros de profundidad.

Y ahí esta Jimin, sabiendo que le acaban de cerrar el culo de la forma más impresionante.

-Voy a vengarme, hijo de puta.

Y mientras Jimin dice esas palabras, Jungkook corre a su auto sintiendo un escalofrío recorríendole todo el cuerpo.

Realmente, por mas corto y estúpido que haya sido, realmente había besado a Park Jimin.

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BUENOOOO HASTA ACÁ POR HOY TKM 💛💛💛💛