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xliv

Jungkook observa el reloj que decora su muñeca con ansiedad, marca casi las doce de la noche y él sigue ahí, en el área VIP del hotel, observando a sus colegas y clientes completamente borrachos, ríendose y conversando como sí nada.

Observa a su jefe, el CEO, quíen inesperadamente le ofrecío el puesto de Vicepresidente, un puesto que jamás creyó lograr alcanzar, lo tiene ahí, al alcance de su mano, es por ese mótivo que un sonrisa se dibuja en sus labios.

Porque el pusto de Vicepresidente generalmente lo ocupa alguíen de la familía dueña de la empresa, cosa que él no era, esta es una oportunidad que no puede desperdiciar por nada del mundo.

Ese puesto lo significa todo, una mejor vida, más vacaciones, más dinero, más tiempo libre, todo lo que necesita.

—Jungkook, anda a casa.

Esas son las palabras que escucha de su jefe, en cuanto este se acerca a él con una sonrisa en el rostro.

—No se preocupe, señor Kim, ya avise que voy a llegar tarde.

—Manejaste la situación y te quedaste para asegurarte que todo salga bien, deja que yo me encargue de ver que la señora llegue sin desmayarse a su habitación, vos anda con tu familia, y sobre el ascenso...vas a ir a Japón como Vicepresidente, a partir del lunes el puesto es tuyo, cierres o no los contratos...te lo ganaste.

En cuanto escucha esas palabras Jungkook debe hacer uso de todas sus fuerzas para no ponerse a saltar y gritar de felicidad, se limita a sonreír y hacer una gran reverencía en dirección al CEO.

—Muchas gracias, señor Kim, prometo no decepcionarlo.

El señor asiente con tranquilidad y palmea su hombro amigablemente.

—Se que no lo vas a hacer, trabajas hace casi diez años para mi, Jungkook, por algo te estoy ofreciendo este puesto.

El mencionado asiente, sintiéndose orgulloso de él mismo y de todo lo que logro, estrecha la mano de su jefe, y finalmente sale se ahí a toda velocidad para volver a casa.

Todo su esfuerzo finalmente dío sus frutos, las horas que sacrifico, los días que llego a casa a la madrugada, todo valío la pena porque sabe que ahora es seguro, a su hija, económicamente hablando, jamás va a faltarle absolutamente nada, hasta puede mudarse a un barrio mucho más seguro, cambiar el auto, hacer cosas que antes le costaba años realizar, ahora las va a tener con facilidad, finalmente su vida empezaba a centrarse.

Así es como llega al estacionamiento de la empresa y se sube en su auto con una enorme sonrisa en el rostro, ya era considerado de clase alta, pero ahora, ahora iba a tener un poder adquisitivo mucho mayor.

Ahí esta Jimin, sentado en el suelo de su sala de estar, la espalda apoyada en su sofá, mientras come pochoclos (🍿) que son asquerosos porque se le quemaron, pero los come de todas formas.

No va a mentir, si esta un poco decepcionado por la forma en la que término saliendo todo, pero ya no es un adolescente estúpido, sabe lo que significa ese ascenso, no sólo para Jungkook, también para Sebyeol, es algo que necesitan, por ese motivo decide no decir absolutamente nada.

Porque a la larga es todo para mejor.

Pero aún así, no pudo evitar sentarse a ver películas tristes, y la que esta viendo justo ahora le esta rompiendo el corazón.

"La razón de estar contigo" se reproduce en la pantalla, va por la parte en la que el perrito encuentra a su primer dueño de nuevo, a su Ethan, a su nene, voy a llorar de nuevo.

Jimin  llora viendo como el hombre lleva al perro a la perrera, para luego irlo a buscar nuevamente y adoptarlo, que película más hermosa y dolorosa.

Pasan los minutos y finalmente llega a la última escena, donde el hombre logra darse cuenta de que el perro frente a él, es el mismo perro que tuvo de niño, solo que en un cuerpo diferente.

"¿Bailey? ¿Sos bailey?"

Jimin llora a moco tendido mientras observa ese hermoso reencuentro, eso es lo que ve Jungkook que acaba de llegar a la casa.

Jimin llorando desconsoladamente por esa película que él no se anima a ver porque sabe que va a llorar semanas sí lo hace (yo la vi y sí me acuerdo lloro es más llore escribiendo esto)

Se queda en silencío mirando con una sonrisa como Jimin llora y llora sin parar, lo observa tomar el telefono y llamar a alguíen, incapaz de notar su presencia a algunos metros de él.

—¡Abuelo!...si, estoy llorando...nooo, mi novio no me hizo nada...deja de decir que lo vas a matar, estoy llorando por la película que VOS me dijiste que vea...si, la del perrito...cómo me vas a decir que vea esto, vos queres que yo muera deshidratado...qué me importa que sean pasadas las doce y estabas durmiendo, yo estoy llorando por tu puta culpa...¡¿ME COLGASTE?! ¡¿ABUELO?!

—Sí te colgo, no te va a escuchar, Jims.

Esas palabras de su parte hacen que el rostro del chico se gire en su dirección, entonces lo ve, luce horrible, su nariz y ojos hinchados, sus mejillas bañadas en lágrimas, y aún así, luce tan hermoso como siempre.

—¡Guks!

Jimin se para de su lugar y corre a abrazar a Jungkook quíen lo abraza con fuerza sintiendo como el chico sigue llorando contra su pecho.

—¡EMPEZO LA PELÍCULA Y LO MATARON Y SE MUERE COMO 3 VECES MÁS ES HORRIBLE!

Exclama Jimin, mientras Jungkook soba su espalda con delicadeza y una hermosa sonrisa se forma en sus labios, esta tan enamorado, tan feliz por todo.

—¿Quéres que te cuente algo bueno?

Pregunta causando que Jimin eleve su rostro y lo mire con curiosidad, asintiendo en silencío.

—Me dieron el ascenso, soy Vicepresidente.

Esas palabras logran que Jimin empiece a saltar y gritar de emoción.

—¡Vas a estar más tiempo con Byeol, vas a tener más días libres!

Exclama el chico completamente emocionado, y es que había días en los que Jungkook llegaba realmente tarde, y Byeol preguntaba por él hasta el cansancio, esos días finalmente parecen haber términado.

—Lo se, ahora vamos a estar los tres juntos mucho más tiempo.

Asegura Jungkook emocionado, eso es todo lo que necesita, su familia.

—Me voy a lavar la cara y salimos a festetejar.

Asegura Jimin corriendo escaleras arriba causando que Jungkook mire en esa dirección confundido.

—¡¿A esta hora?! ¡¿A dónde?!

Pregunta elevando el tono de voz para ser escuchado.

—¡Hay un puesto de comida en el parque que queda a algunas calles, vamos ahí a comer y tomar mucho soju!

Afirma Jimin apareciendo por las escaleras con su rostro limpio y dos camperas en su mano.

Así es como salen de la casa del chico, caminando de la mano por la calle, con el cielo nocturno sobre ellos, hablando de todo, Jungkook le cuenta de los malabares que tuvo que hacer para que la vieja de mierda se calme, como finalmente se le ocurrió la brillante idea de darle alcohol para que se tranquilice y se ponga de buen humor, lo cual funciono.

Finalmente llegan al puesto de comida, sentándose en una de las tantas mesas vacías, piden algo de comida y unas cuatro botellas de soju.

Casi de inmediato todo les hes servido.

—Ni una hora había pasado y la cambio de ropa porque se le mancho de chocolate ¡Era ropa nueva!

Comenta Jimin, causando que Jungkook empiece a reír, ya habían dos botellas de soju vacías y dos a medio tomar sobre su mesa, al igual que varios recipientes de comida vacíos.

—El hecho de que no hayan llamado ni mandado mensajes significa que todo esta bien.

Asegura Jungkook, sabiendo que ante la menor situación Taehyung le avisaría.

—Tendrías que haber visto la sonrisa con la que se fue Byeol, se nota que ama al padrino.

Dice Jimin, recordando como la niña se tiro a los brazos de Taehyung en cuanto lo vío llegar, para luego pedir por Yoongi, realmente había empezado a poder relacionarse mejor con las personas, era increíble el cambio comparándola con la niña que conocío hace algunos meses.

—Cuando Byeol nacío...Tae se quedo varios meses viviendo con nosotros, hasta que fuí capaz de arreglarme solo, es como un hermano para mi.

Asegura Jungkook sonriendo, y pasan los minutos y la comida y el alcohol se acaban, deciden no tomar de más porque ambos querían ser capaces de llegar a su casa sanos y salvos, por ese mótivo es que pagan la cuenta y se retiran caminando con felicidad por las calles en medio de la noche.

No estaban para nada borrachos, sólo un poquito alegres.

Así es como llegan a sus casas, y ambos deciden optar por entrar en la casa de Jimin nuevamente, después de todo era la que estaba más ordenada, la casa de Jungkook...hasta él admite que es un desastre, a pesar de que Jimim hace todo lo posible por ordenarla, es un caos, un completo caos.

(🔞🔞🔞)

Jungkook sonríe en cuanto cierra la puerta detrás suyo y observa la sonrisa provocativa en los labios de Jimin, sabe que la noche esta lejos de terminar en cuanto el chico toma su mano y lo arrastra hacía las escaleras para finalmente entrar en su habitación.

Siente la expectación recorriéndole todo el cuerpo en cuanto Jimin lo obliga a sentarse en el borde de la cama, para finalmente subirse a horcajadas sobre su regazo.

—¿Y esto?

Pregunta haciéndose el inocente causando que Jimin ría de forma traviesa en su oído, de inmediato lleva las manos al increíble trasero del chico para ser capaz de sostenerlo apropiadamente.

—Disculpe, señor ¿Es muy tarde para usted? Sí quiere podemos dejar el sexo para mañana.

Jungkook ríe a carcajadas ante esas palabras y niega con la cabeza para finalmente probar esos labios una vez más, sabiendo que los besaría toda una vida sin siquiera dudarlo, sin cansarse.

Jimin siente todo su cuerpo temblar en cuanto los finos labios de Jungkook abandonan los suyos, para empezar a probar su cuello, de forma lenta, tortuosa y asfixiante.

El menor es capaz de darse cuenta de que esta vez no va a tener el control de la situación, lo entiende en cuanto Jungkook se para de forma rápida y lo recuesta sobre la cama, para finalmente subirse encima suyo y volver a reclamar sus labios.

Jimin es un experto en sexo, tuvo más parejas sexuales de las que puede contar, y aún así, a pesar de toda esa experiencia, jamás había sentido algo siquiera remotamente parecido a lo que se encuentra sintiendo justo ahora.

Sigue con toda la ropa puesta, pero quíen lo toca es Jeon Jungkook, con sus grandes y fuertes manos que parecen tener la intención de delinear asbolutamente todo su cuerpo, siente cada uno de sus músculos reaccionando bajo su toque tan cálido, capaz de incendiarlo.

Quíen lo mira justo ahora con esa sonrisa cargada de deseo y segundas intenciones es él, Jeon Jungkook, quíen justo ahora parece estar dispuesto a devorar cada puto centímetro de su piel.

Es Jungkook quíen empieza a deshacerse de la ropa de Jimin con lentitud, besando cada porción de piel que se encuentra descubriendo por primera vez, admirando cada lunar o pequeña marca, cada tatuaje, absolutamente todo de él. Hasta tenerlo debajo suyo completamente desnudo, suspirando y jadeando por él.

Se toma la libertad de alejarse un poco para poder admirarlo de la forma en la que se lo merece, sus piernas, su cadera, su abdomen, cintura, pecho, hombros, cuello, su rostro...su bendito rostro, esa jodida expresión en su cara que lograba despertar en él algo que no sabía que existía dentro suyo.

Esta viendo a otro hombre completamente desnudo en la cama, esperando a ser tocado por él, y lejos de sentir rechazo, lo único que quiere hacer justo ahora es darle exactamente lo que le esta pidiendo con la mirada, tirarse encima suyo y tomarlo por completo.

Esos ojos almendrados cristalizados mirándolo con expectación, sus mejillas rosadas debido al alcohol, sus labios que parecen invitarlo a pecar, cada una de las curvas de su cuerpo provocándolo a que las acaricie, las delinee y las descubra una por una.

—¿Te gusta lo que ves?

Le pregunta Jimin en un tono burlón causando que sonría para acercarse a él nuevamente, esta vez, deshaciendose de su saco y aflojando su corbata para tirarla a algún rincón de la habitación.

—Cómo no te haces una idea.

Responde para empezar a recorrer cada cenímetro de su cuerpo con sus labios, desde sus clavículas, bajando por su abdomen, para finalmente llegar a su ingle donde se encuentra el miembro erecto del chico.

Jamás le había prácticado sexo oral a um hombre, y podía jurar que la sola idea le provocaba un poco de rechazo, pero ahí esta, con ansías de devorarlo por completo. Es precisamente eso lo que hace, ni siquiera lo duda, envuelve con sus labios toda la erección subiendo y bajando desde la base hasta el glande, escuchando los suspiros de placer que se escapan de los labios de Jimin, sintiendo como la espalda del chico se arquea en reacción a sus movimientos.

El menor se deja complacer por unos minutos, pero estaba desesperado por llegar a la mejor parte, es ese el mótivo por el cual obliga a Jungkook a levantarse y lo ayuda a deshacerse de su ropa, empezando por la camisa, deshaciendo el agarre de cada uno de oos botones, para finalmente ser capaz de sacársela y admirar su torso sin ropa por primera vez.

Jimin siente su garganta secarse al ver lo que tiene justo en frente de sus ojos, los brazos de Jungkook, los tatuajes que decoran uno de ellos, su cuello, sus clavículas, sus pectorales trabajados que parecen crear una curva que lo deja sin aliento y lo dirige al inicio de su abdomen donde puede apreciar sus abdominales marcados, era como sí alguíen se hubiese tomado el precioso tiempo de trazar cada línea de su cuerpo con un pincel, con el único objetivo de hacerlo exactamente de la forma en la que a Jimin le gusta.

Jungkook entiende las intenciones del chico, por ese motivo se para de la cama para deshacerse de su pantalon y boxer, quedando completamente desnudo, obligando a Jimin a relamerse los labios de una forma que lograba matarlo internamente.

Justo cuando Jungkook pretende volver a la cama, Jimin lo detiene, se para enfrente suyo y lo besa para luego hacer un recorrido con sus labios, iniciando por su cuello, bajando por sus clavículas y pectorales, hasta llegar a sus abdominales mientras sus manos se encargan de tocar lo que sus labios no pueden.

Ese asfixiante recorrido, culmina en la ingle de Jungkook, quíen justo ahora se encuentra mirando completamente fascinado la forma en la que Jimin lo mira, arrodillado frente a él.

Por dios, él es quíen esta de pie y aún así, sabe que la persona que esta de rodillas es él, cayo rendido a los pies de Jimin, ni siquiera intento resistirse, simplente se tiro al suelo a rogar por tenerlo, como sabe que muchos otros deben haberlo hecho. Pero nada de eso le importa, porque Park Jimin, justo ahora, esta de rodillas frente a él, mirándolo como jamás nadie lo había mirado.

Entonces entiende esas palabras que le dijo una vez "No existe sexo normal" es cierto, por lo menos no cuando se trata de Park Jimin.

Esos ojos almendrados que lo arrastran al infierno con cada aleteo de sus pestañas, no se apartan de los suyos, ni siquiera cuando la lengua de Jimin empieza a jugar con su erección, lamiéndolo desde la base hasta la punta donde hace círculos y luego vuelve a bajar lenta y suavemente haciéndolo delirar, para luego sentir como todo su miembro es introducido en la boca ajena.

No quiere apartar la mirada, pero el placer recorríendo cada centímetro de su cuerpo lo obliga a llevar la cabeza hacía atrás y cerrar los ojos.

Jimim continua su trabajo sin intención de parar, escucha los jadeos y susurros inentendibles de parte Jungkook, haciéndolo sentir orgulloso de sí mismo. Se detiene en el glande, donde succiona suavemente causando que las piernas del mayor tiemblen, para luego empezar a hacer círculos con su lengua, y volver a engullir todo el miembro una y otra veza sin darle descanso.

Una ola de placer recorre todo el cuerpo de Jungkook, quíen solo puede pensar en Jimin, en la forma en la que sus labios lo envuelven, en lo caliente y humeda que se siente el interior de su boca, en el tacto frío de sus manos recorriendo su piel.

Jamás había sido tocado de esa forma, jamás había sentido el placer que se encuentra sintiendo justo ahora, que le recorre todo el cuerpo como sí fuesen escalofríos, tiene que hacer uso de todas sus fuerzas para que sus piernas no le fallen y termine cayendo al suelo, vuelve sus ojos a Jimin, y una vez más se encuentra con esos orbes almendrados sobre él, dándose cuenta de que en ningún momento dejo de mirarlo.

Esa vista...esa maldita vista, es demasiado para un simple ser normal, puede ver a su miembro entrando y saliendo una y otra vez de la boca de Jimin, abultando una de sus mejillas de forma lasciva.

Siente como todo su placer se empieza a concentrar en su ingle, sabe que va a llegar en cualquier momento, pero simplemente es incapaz de dar aviso, no puede pronunciar ni una palabra que tenga sentido.

Así es como llega al orgasmo, una vez más en el interior de la boca de Jimin quíen parece recibirlo gustoso, ahí esta, el mismísimo Park Jimin, arrodillado frente a él, con una sonrisa mientras limpia la comisura de sus labios, para finalmente pararse frente a él una vez más.

—Espero que estes listo para una segunda ronda.

Esas son las palabras que llegan a oídos de Jungkook, quíen observa como Jimin camina hacía su mesa de luz, de donde saca una pequela botella de lubricante y un condón para dejarlo sobre la cama.

Jungkook siente su garganta secándose en cuanto ve a Jimin gatear sobre la cama mientras lo mira fijamente, colocándose en cuantro, hacíendole ver que lo esta esperando. Que no piensa darle ni siquiera cinco minutos para recuperar el aliento.

Jungkook sonríe mientras toma la botella de lubricante, lee con atención la etiqueta "Super estimulante", coloca un poco entre sus dedos, mientras se arrodilla detras del cuerpo de Jimin admirando la increíble vista frente a él.

Su hermoso y perfecto trasero, su espalda...esos benditos tatuajes que crean un camino agobiante hacía la nuca del chico, que justo ahora se encuentra mirando en su dirección con una sonrisa preciosa en los labios.

—Así que...super estimulante.

Dice Jungkook, mientras se coloca sobre el cuerpo de Jimin, empezando a besarlo desde su nuca, recorriendo toda su columna vertebral con lentitud.

—Prometí mostrarte lo que es el buen sexo ¿Verdad?

Jungkook sonríe ante esas palabras, observando atentamente como Jimin menea su trasero frente a él, como sí lo estuviese invitando a hacerle de todo.

Suspira debilmente, coloca aún más lubricante entre los dedos de su mano derecha, y finalmente, mete uno de ellos en el interior de Jimin, sintiendo como sus paredes lo aprietan, el menor suspira al sentir el contacto caliente debido al lubricante en su interior.

Jungkook siente sus dedos casi ardientes, de sólo imaginar lo que esta a punto de pasar se siente perder la cabeza, así es como introduce un segundo dedo, hacíendo círculos y tijeras en su interior, escuchando las súplicas y jadeos de parte de Jimin.

Justo cuando esta a punto de introducir un tercer dedo, es que ese ruego llega a sus oídos hacíendolo perder todo el autocontrol que esta ejerciendo sobre si mismo.

—Por favor...quiero sentirte...

Jungkook quiere decirle que espere, que no lo quiere lastimar, pero esas palabras no salen de sus labios, porque justo ahora el se encuentra en el mismo estado de desesperación, solo quiere introducirse en él y saciarlo por completo.

Es por ese motivo que toma el condón y se lo coloca con facilidad, para finalmente alinear su miembro a la entrada de Jimin, que parece palpitar ansioso de recibirlo.

No quiere ser una bestia, se introduce lentamente, sintiendo como de forma automática es envuelto por el interior ardiente y apretado del chico, siente como todas sus ideas se nublan, es completamente incapaz de pensar en algo.

Solo piensa en Park Jimin, en sus gemidos que se encuentran llegando a sus oídos, en la forma en la que su espalda se arquea al recibirlo, en su cintura que se encuentra sosteniendo con fuerza.

Jadea con pesadez en cuanto logra introducirse por completo, escucha las palabras faltas de coherencia alguna de parte de Jimin, ni siquiera se esta moviendo pero siente al chico temblar íntegramente debajo suyo.

—Movete...te lo ruego.

Esa suplica, esa maldita voz que la dice lo hace ceder por completo, bien, después de esto, no tenía ningún problema con dejar al chico reposar en la cama y cuidar de él, pero justo ahora, necesitaba embestirlo sin contenerse.

Eso es exactamente lo que hace, se retira casí por completo para luego volver a introducirse de una sola estocada que causa que un gemido desgarrador y placentero se escape de los labios de Jimin.

Embestida tras embestida, cada una más brutal y certera que la anterior, logrando llevar a Jimin al borde la locura.

Jungkook puede jurar que el trasero del chico rebotando contra su piel, su nuca, su espalda arqueada solo para él, que todo eso combinado es la mejor vista que tuvo en su puta vida, pero quiere verlo a la cara, quiere ver la expresión que esta causando en él. Ese es el motivo por el cual sale de su interior para maniobrar su cuerpo a su maldito antojo.

Toma a Jimin de la cintura haciéndolo girar sobre la cama, se siente desfallecer en cuanto ve sus ojos pérdidos en placer, el sudor recorriendo su frente, sus labios rojos como sí tuvieran el bendito infierno ardiendo en ellos.

Lo ve sonreír, y no puede creer que a pesar de lo excitado, extasiado y fuera de sí que esta justo ahora, sólo es capaz de sentir su corazón latiendo desbocado en su pecho, sólo es capaz de sonreírle con dulzura mientras acaricia su rostro, para colocarse sobre él y besarlo con ternura.

Una ternura que desaparece en cuanto vuelve a alinearse a su entrada, y se aleja de él para volver a meterse de una estocada en su interior, sosteniendo sus piernas con fuerza, una a cada lado de su cuerpo.

Es capaz de verlo todo, sus labios entreabiertos soltando gemidos dedicados a él, sus ojos que parecen ponerse en blanco del placer, sus manos aferrándose con fuerza a las cobijas.

Lo mira atentamente, no se pierde ni un solo detalle mientras arremete contra su cuerpo con fuerza, sabiendo perfectamente que golpea el punto exacto en reiteradas embestidas debido a los gemidos de placer que llegan a él, o debido a sus piernas que parecen querer cerrarse, pero él no se lo permite.

Reclama su lugar incontables veces, sintiendo como el efecto del lubricante se hace cada vez más y más presente envolviéndolo en una ola de placer que en su puta vida había sentido.

Siente el oxigeno faltando obligándolo a detenerse, Jimin, quíen esta desesperado, se abalanza sobre él, tirándolo sobre la cama quedando encima suyo, logrando que Jungkook lo mire hipnotizado.

Observa como el chico salta encima suyo descontroladamente, como sus gemidos inundan la habitación, la forma en la que sus manos pueden sostener su cintura tan perfectamente.

Sale de su ensoñación, levantando su torso, quedando cara a cara con Jimin, quíen brinca encima suyo una y otra vez, mientras él se dedica a elevar sus caderas coordinando sus movimientos logrando llegar aún más profundo en su interior.

Besa esos labios carnosos de forma desordenada y sin ritmo, pega sus cuerpos por completos, como sí quisiera fundirse en el contrario.

Ambos sienten ese calor envolvente concentrándose en sus ingles, y un para de brincos más de parte de Jimin es todo lo que necesitan para llegar al ansiado orgasmo al mismo tiempo, manchandose mutuamente con la esencia del contrario.

Sus movimientos se detienen por completo, lo único que se escucha en la habitación son las respiraciones agitadas de ambos y la risa cansada de parte de Jimin, quíen justo ahora se encuentra con el rostro recostado sobre uno de los hombros de Jungkook, que acaricia su espalda baja con delicadeza.

—Eso...fue...

Jungkook es incapaz de recobrar el aliento para terminar su oración, por lo cual simplemente deja caer su cabeza en uno de lo hombros de Jimin, dejando pequeños besos en la zona.

—Tenemos que hacerlo más seguido.

Afirma Jimin causando que Jungkook ría a carcajadas.

—Ahora que se que Byeol se quesa con Tae, toca aprovechar, mi amor.

Esas son las palabras que dice Jungkook, que se da cuenta de lo que acaba de decir y simplemente se queda paralizado en silencío.

Jimim se aleja levemente de él, levántandose de su regazo con lentitud, para finalmente sentarse sobre la cama en estado de shock.

Jungkook se levanta de la cama insultándose a sí mismo en su cabeza ¿Cómo se le ocurría llamarlo mi amor en voz alta? Una cosa es que lo haga en su cabeza ¿Pero en voz alta? ¿Acaso se había vuelto loco? Realmente esa increíble sesión de sexo le había freído las ideas por completo.

—¿Cómo me llamaste?

Escucha la voz de Jimin haciéndole esa pregunta, mientras él entra en el baño para deshacerse del condon y buscar algo para limpiarse, no solo a él, también a Jimin y la cama, aunque si o si van a tener que cambiar las sábanas que parecen haber quedado todas sudadas.

—Te llame "Mi amor".

Responde haciéndose cargo de su error, sabiendo que Jimin lo iba a obligar a hacerlo de todas formas.

—¿Por qué?

Jungkook vuelve a la habitación con una toalla, se acerca a Jimin y lo limpia delicadamente tratando de tardar lo más posible en responder esa pregunta.

—Porque te amo.

Finalmente la responde, no se anima a elevar la mirada y ver la expresión del chico, es alguien diez años menor, con quíen acaba de tener sexo por primera vez ¿Qué acaso se había convertido en algún tipo de adolescente que acaba de tener sexo por primera vez y por ese motivo andaba diciendo te amo?

—Yo también te amo.

Esas palabras lo hacen levantar el rostro de inmediato, y ahí esta, Park Jimin con una enorme sonrisa en los labios, el chico se abalanza sobre él y empieza a dejar besos por todos su rostro haciéndolo reír y abrazarlo.

—Te amo.

Le repite causando que Jimin lo mire con una sonrisa aún más grande.

—Te amo, Jeon Jungkook.

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BUENOOOO solo este por hpy.pq ya saben lo q me cuesta escribir esto tkm 💛💛💛









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