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xiii

En la sala de estar de la casa del niñero, sólo se encontraban Jungkook y Jimin, mientras que Sebyeol había sido dejada en la cama del dueño de la casa, rodeada por almohadas para evitar que se caiga de la cama o algo parecido.

Jungkook observaba la pantalla de su celular mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, leía los mensajes de Jimin y sentía como un peso enorme que lo acompaño durante los últimos tres años de su vida finalmente desaparecía.

Sentía que esa presión en su pecho que a veces no lo dejaba respirar, se desvanecía.

El mayor miedo de Jungkook son las preguntas que Sebyeol pueda a llegar a hacerle cualquier día, logrando desarmarlo por completo y romperlo en pedacitos.

Tenía miedo, miedo de que su hija pregunte por su madre, miedo de que la molesten por no tener mamá, miedo de no ser suficiente, miedo de que su hija no se sienta amada al tener a sólo uno de ellos ahí.

Y ese miedo que fue su más fiel compañero desde el momento en que su esposa falleció finalmente lo abandona dejándolo respirar como una persona normal.

Jungkool, que se había acostumbrado a camimar en puntas de pies todo el tiempo, cuidando cada una de sus palabras, finalmente apoya sus pies en el suelo por completo, y todo gracias a Park Jimin, quien lo mira completamente confundido desde el otro extremo del sofá.

Jungkook finalmente eleva su rostro, Jimin siente como su corazón se rompe en pedazos al ver las lágrimas cayendo sin rumbo por las mejillas del hombre.

Se pregunta cuántas veces tendrá que haberse tragado esas lágrimas, aparentando ser fuerte para su hija que no tenía idea de absolutamente nada. Cuántas veces se abra sentido sólo y desorientado, sin saber como hacer las cosas, sin saber a donde ir, sin tener a su esposa ahí para tranquilizarlo o alterarse junto a él.

Se pregunta cuántas veces habrá imaginado esa escena con terror, ese momento en el que su hija pregunte por la madre con completa inocencia, se pregunta cuántas veces habrá practicado la respuesta en su cabeza sin nunca llegar a estar conforme con el resultado.

Por ese motivo Jimim camina hacía su vecino, porque lejos de sentir lástima por él...siente admiración.

Admiración porque no cualquiera tiene la fortaleza para salir adelante como lo hizo él, porque tal vez improviso sobre la marcha, pero por la forma en la que Sebyeol mira y ama a su padre puede darse cuenta de que Jungkook se dejo el alma en criarla como pudo, como le salió.

Jungkook estaba sólo, manteniéndose de pie por su cuenta, con el terror de no saber cuando es que iba a caer, pero entonces llego Jimin y se convirtió en un pilar de forma casi inmediata.

Jimin se para en cuclillas frente a Jungkook, observándolo desde abajo con una dulce sonrisa en los labios.

Jungkook solo es capaz de hipar bajo esa intensa mirada almendrada, sin poder ponerle um puto final a esas lágrimas que seguían brotando de sus ojos como sí fuesen infinitas.

Seokjin se había equivocado, Jungkook no llora leche.

Y ante esa mirada cargada de tristeza, Jimin sólo fue capaz de levantarse y abrazar a su vecino.

No tenían confianza de nada, Jimin ni siquiera lo considera su amigo, pero aún así lo abraza porque siente que justo ahora es exactamente lo que ese hombre necesita.

(...)

-¿Cerveza o agua?

Pregunta Jimin tomando dos latas de cerveza sin siquiera escuchar la respuesta de Jungkook, ya sabía lo que le iba a decir.

-Cerveza.

Bingo.

Jimin volvio hacía el sofá, esta vez sentándose junto a Jungkook quien lo recibio con una sonrisa.

-Jimin ¿Vas a seguir siendo el niñero de Sebyeol?

Pregunta Jungkook con seriedad causando qur Jimin lo mire extrañado.

-¿Por qué no? Para serte honesto me encariñe con ella, aparte dijiste que con otras personas la pasa mal ¿Para que hacer que la pase mal sí sabemos que quedándose conmigo esta tranquila?

La respuesta de Jimin es simple, y es que en su cabeza el ya era el niñero definitivo, osea se veía a sí mismo cuidando de una Sebyeol de 20 años sin problema alguno.

Esa respuesta tan sencilla y segura de parte del chico es todo lo que Jungkook necesitaba.

-Entonces ¿Me permitís contarte la historia de la mamá de Byeol?

Pregunta Jungkook causando que Jimin asienta con tranquilidad.

Así es como Jungkook empieza a hablar volviendo a desenterrar todo eso que se empeño tanto por enterrar lo más alejado posible de su mente.

Cómo fue que conoció a Lee Hyori a sus 17 años, como fue que se enamoro de ella, como fue la relación que tuvieron, esa relación que como cualquier otra tuvo sus altos y bajos. Cómo fue que se distanciaron mientras Jungkook cumplía con su Servicio Militar, como fue que atravesaron sus vidas en la Universidad.

Jungkook le cuenta todo eso a Jimin, también le cuenta como fue que pasaron los años, uno junto al otro, pero jamás sin dar ese paso al matrimonio, tal vez porque ellos sabían que no eran el uno para el otro, pero el cariño que se tenían era muy grande. Después de 12 años esa relación parecía no llegar a ningún destino, se había desgastado tanto que a veces pasaban días y ni siquiera se hablaban.

Cómo si estuviesen juntos por costumbre y no por amor.

Fue así cómo un día llego lo inevitable, se vieron como de costumbre, solo que esa vez empezaron a hablar de todo, terminaron una relación de casi 13 años por mutuo acuerdo, sabiendo que se querían muchisímo pero que lo que sentían...simplemente no era amor, sabiendo que jamás podrían mirarse a los ojos y llamarse "Amor de mi vida" sin siquiera dudarlo.

Jungkook le cuenta a Jimin que a pesar de todo sintío como si le arrancaran una parte del corazón cuando esa relación termino. Fueron más de 12 años los que paso adorando a esa mujer cada día de su vida, a pesar de que discutían, a pesar de que no se trataba de ese amor tan apasionado e intenso que todos dicen que ni siquiera te deja dormir el estar pensando en esa persona. Aún así, incluso ahora, Jungkook es incapaz de dejar de querer a Lee Hyori.

Tal vez es por eso que jamás pudo si quiera atreverse a mirar a otra persona, porque se sentiría un traidor.

Entonces Jungkook hace una pausa, recordando ese día a finales de febrero, ese día que recibió esa llamada tan inesperada de parte su ex novia, pidiéndole porfavor si podían encontrarse porque necesitaba hablar con él.

Jungkook no dudo ni dos segundos a la hora de ir a su encuentra con ella. Se esperaba que la chica le diga algo como para volver a intentar estar juntos pero nunca se espero que le diga las palabras que le dijo ese día.

"Estoy embarazada, Kook, perdón pero estoy aterrada"

Jungkook ni siquiera tuvo que pararse a pensar las cosas, abrazo a la mujer y le prometio que todo iba a estar bien, que él no se iba a marchar jámas.

Volvieron a estar juntos, a Jungkook no le importaba el no vivir ese amor intenso que muchas personas dicen que llega a tu vida para impactarte como in rayo impacta en el suelo.

No le importaba porque el quería con su alma a Lee Hyori, estaba seguro de que iba a vivir una vida feliz a su lado, y a pesar de que no fue planeado, también sabía que iba a amar con locura a su hija o hijo, no tenía ninguna duda, por ese motivo fue que una semana después de enterarse del embarazo de la mujer, Jungkook compro un anillo de compromiso y se le ofreció prometiéndole una vida llena de cariño y felicidad. Le prometio que jamás iba a faltarle nada, ni a ella ni al bebé.

Ella acepto pasar una vida a su lado con lágrimas de felicidad en sus ojos, poco después se casaron, y con los ahorros de toda su vida, y por supuesto con la ayuda de los padres de ambos lograron comprar su primera casa en un barrio hermoso, con buenas escuelas al rededor y cerca del trabajo de ambos.

Habían iniciado una vida feliz juntos. Finalmente su relación se convirtió en eso que jamás había sido, hacían todos juntos, se la pasaban riendo y bailando por cada esquina de la casa, mientras hablaban horas y horas de todo lo que harían en el futuro junto a su bebé.

Paso el tiempo y la barriga de Hyori se hacía cada vez más grande, hasta que finalmente llego ese 13 de Octubre de 2020, Jungkook aún recuerda la desesperación que sintió cuando escucho a su esposa gritando en la sala de estar mientras el hacía la cena.

Recuerda como el terror lo invadió por completo al verla retorciéndose del dolor, recuerda como fue que el oxigeno abandono su cuerpo cuando vio la sangre cayendo por las piernas de su esposa.

Dejo todo, no le importo nada, tomo a su mujer en los brazos y se subio en su auto sabiendo que iba a ser mucho más rápido que una ambulancia.

Había estudiado mucho para poder ayudar a Hyori lo más posible cuando llegue el día, todavía faltaban tres semanas para la fecha del parto, y definitivamente la mujer nl tendría que estar desangrándose.

Jungkook sabía que eso no significaba nada bueno, y la sola idea de perder al bebé que ama desde que se entero de su existencia lo aterra. La sola posibilidad de que algo pueda pasarle a Hyori logra que que la desesperación se apodere de él.

Al llegar al hospital, los médicos los atienden enseguida al escuchar los gritos desesperados de Jungkook, las enfermeras se sorprenden al encontrarse con una mujer embarazada llena de sangre.

De inmediato es llevada al quirofano, los doctores permiten que Jungkook entre en el lugar.

El hombre jámas va a olvidar ese lugar que aún aparece en sus sueños.

Una sala de quirofano, su esposa conectada a máquinas mientras una máquina indica que su corazón no esta funcionando como debería, personas vestidas de azul, al igual que él, corren alredededor de él.

Jungkook esta ahí, sentado junto a su esposa, mientras toma su mano con todas sus fuerzas.

Hyori observa el terror en los ojos de su esposo y compañero de vida desde que tiene 17 años, el único hombre con el que estuvo en toda su vida, el único hombre que llego a querer con todo su corazón, a quien le entrego cada parte de ella, ese hombre con quien estaba dispuesta a formar una familia y vivir una vida feliz a su lado hasta que la muerte los separe.

Sólo que ninguno creyo que esa muerte fuera a llegar tán rápido.

Jungkook le cuenta a Jimin como ese día que creía tan desastroso se convertió en el día más feliz de su vida al escuchar ese llanto que llego sin aviso a sus oídos.

Su rostro se elevo de inmediato, ahí estaba, su hija, su bebé, en los brazos de esas enfermeras que parecían sonreír bajo el barbijo.

-Felicidades, es un niña completamente saludable.

Esas fueron las palabras que escucho, en cuanto le dieron a la niña para que se capaz de tenerla en brazos antes de que se la lleven a cuidados prenatales para asegurarse de que realmente estaba todo en orden.

Jungkook aún recuerda la sonrisa en el rostro de su esposa al ver a su hija, como fue que elevo su brazo para acariciarle una de sus mejillas regordetas.

Pero de la misma forma recuerda como fue que ese brazo cayo a un costado de forma brusca, como fue que cuando miro el rostro de su esposa la encontro completamente inconsciente, como fue las máquinas de la sala parecían volverse locas.

Le sacaron a su hija de los brazos, y lo escoltaron fuera del quirofano a toda velocidad.

Pasaban los minutos y Jungkook sentía que habían pasado horas mientras estaba ahí, en la sala de espera sabiendo que sí tardaban tanto significaba que nada bueno estaba pasando.

Jungkook desearía poder olvidar los ojos con los que lo miro el doctor que había traído al mundo a su hija en cuanto llego a donde el estaba.

Desearía poder borrar de su memoria cómo fue que el hombre se sentó a su lado y empezo a decirle un montón de palabras que para él simplemente no tenían ningún tipo de sentido.

"Lo lamento mucho, le juro que mi equipo y yo hicimos todo lo que pudimos, pero su esposa había perdido mucha sangre, una de las paredes uterinas estaba casi destruida y no fuímos capaces de detener la hemorragia"

Jungkook cerro sus ojos sabiendo cuales eran las palabras que iba a escuchar a continuación.

"Lamento decirle que su esposa falleció, señor Jeon"

El que se suponía que debía ser el mejor día de su vida, acabo convirtiéndose en una completa pesadilla.

Jungkook no escucho el resto de palabras que dijo el doctor, ni siquiera las recuerda, simplemente se quedo ahí, sin derramar ni una sola lagrima.

Los primeros en llegar fueron los padres de su esposa, quienes llegaron con globos y peluches listos para ir a visitar su amada hija pero se encontraron con el rostro demacrado de su yerno en la sala de espera.

Corrieron a él, preguntando si el bebé era un niño o una niña, preguntando detalles completamente emocionados, pero no obtuvieron ni una sola respuesta, solo a Jungkook pidiendo perdón una y otra vez, diciendo con todo el dolor del mundo que su esposa había muerto.

No tuvo el valor de levantar el rostro y ver la cara de sus suegros, solo recuerda el grito de su suegra y haberla visto cayendo al suelo por el rabillo del ojo, nada más.

Los que llegaron sólo minutos después fueron sus padres y amigos, quienes borraron la sonrisa de sus rostros al ver la escena y escuchar a la madre de la esposa de Jungkook gritando que le devuelvan a su hija.

Todos entendieron la situación sin siquiera preguntar al respecto.

Fue Yeji la que se acerco a su hijo y lo abrazo con todas sus fuerzas susurrándole al oído que los tenía a ellos, que iba a poder con esto, que Hyori le había dejado el regalo más hermoso del mundo.

Tan solo algunas horas después Jungkook fue llevado a cuidados prenatales, donde vío a su bebe nuevamente, esta vez limpita, realmente estaba saludable, no tenía ningún solo problema, hasta su peso era ideal a pesar de haberse adelantado 3 semanas.

Era como sí Hyori hubiese dado su vida a cambio de la de su pequeña hija.

Y luego de eso vino la peor parte de todas.

Horas despues del nacimiento de su hija, Jungkook se encontraba de pie a un lado de una foto de su mujer rodeada de cientos de flores, recibiendo a todos quienes iban a darle sus condolencias, recibiendo a todos los dolientes, Jungkook estaba ahí parado pero su mente estaba alejado, casi como si hubiese resguardado en un rincón lejano para tratar de protegerse de todo eso.

Aún recuerda los gritos desesperados de su suegra mientras enterraban su esposa, aún recuerda como el cajón de madera fue colocado sl fondo de ese pozo para luego ser cubierto de tierra.

Y eso fue todo, como sí la única prueba de que Lee Hyori alguna vez vivió fuesen los recuerdos y la hija que lo espera en el hospital.

Después de ese entierro, Jungkook no tuvo ningún tipo de contacto con los padres de su esposa. A pesar de que lo intento jamás recibió una respuesta, y jamás los pudo culpar por ello.

Tres días, ese fue el tiempo que tuvo Jungkook para prepararse mentalmente.

Tres días despues de la muerta de su esposa, Jungkook estaba llegando a la casa que compartieron, pero esta vez completamente solo, con su hija recién nacida completamente dormida en su asiento portatil.

El resto es historia, como cuando Sebyeol dijo "papá" por primera vez, logrando que Jungkook llore durante horas abrazándola.

O como cuando se paro sobre sus pies sin ayuda de nadie, o cuando su dientes empezaron a crecer, o cuando empezo a decir más que sólo algunas palabras, cuando empezó a caminar, cuando empezo a convertirse en una mini personita.

O cuando llego ese primer cumpleaños, en el que Jungkook paso todo el día sonriendo rodeado de su familia y amigos tanto de él como de su fallecida esposa, sonrío hasta que se fueron todos y volvió a quedarse sólo y rompió en llanto.

Esa hermosa y trágica historia de amor es la que escucha Jimin tragándose las ganas de llorar junto a Jungkook.

Se limita a acariciar su espalda, se limita a no decir una sola palabra y simplemente quedarse ahí, ofreciéndole un hombro para llorar.

Por ese motivo es que Jungkook lo abraza tan fuerte, porque por primera vez no llora en completa soledad, porque por primera vez tiene un hombro en el cual llorar.

Porque tal vez, eso era todo lo que necesitaba, alguien que escuche su historia en silenció y lo consuele sin palabras al terminar.

Porque sin saberlo, Park Jimin había llegado para sanar los corazones de Jeon Jungkook y Jeon Sebyeol.

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En unos minutos subo el siguiente de hoy 💛



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