Edaylis

Estaba con Melody en el centro comercial ya que hace tiempo no salíamos juntas a comprar ropa, estábamos en una tienda y comenzamos a buscar ropa. Tome varias camisas y monos para probármelos, en fin la camisa rosada me gusto, la negra también, la blanca no se veía tan bien en mi. El mono azul me quedaba bien y el rojo también.

- ¿Terminaste?- preguntó Melody.

- Si ya salgo.- dije.

- Espero que los monos te hayan quedado bien.- dijo Melody.

Tome la ropa que iba a comprar y fui a la caja registradora para pagarlo. Cuando salimos de la tienda decidimos pasar por un helado y seguir hablando de todo. Tome un helado de brownies con fresas cortadas y oreos, mientras que Melody tenía un helado de fresa con pedazos de cheesecake. Pagamos los helados y fuimos afuera para sentarnos en una mesa y hablar.

- Hablemos de la vida.- dije.

- Si, hablemos de la vida.- dijo mientras sonreía y comía su helado.

- Estamos leyendo Romeo y Julieta en la clase.- dije.

- Wow tu favorito.- dijo.

- Sabes que a Harry no le gusta Romeo y Julieta...eso es algo que no tenemos en común.- dije comiendo mi helado.

- Pueden tener más cosas en común Edaylis no te preocupes.- dijo riendo.

- Pasó algo en el gimnasio después de que hable contigo.- dije.

- ¿Que paso?- pregunto.

- Estaba haciendo ejercicio y adivina ¿quien apareció?- pregunté sonriendo.

- No me digas.- dijo.

- El mismo.- dije sonriendo.

Melody abrió sus ojos y comenzó a dar patadas al suelo emocionada mientras tenía la cuchara todavía en su boca. Yo reí y ella comenzó a calmarse para volver a comer de su helado y que yo volviera a hablarle de lo que pasó.

- Cuéntamelo todo.- dijo.

- Si, estaba haciendo ejercicio y se trepó a la caminadora al lado mío y comenzamos a hablar.- dije.

- Ay que lindo.- dijo.

- Hasta que le di muy fuerte a la caminadora y comencé a correr y me caí frente a él.- dije.

- oh por Dios no me digas eso.- dijo.

- Si, pero el se preocupó por mi y fue muy cerca de mi a ayudarme.- dije.

- ¿Cerca que tanto?- pregunto.

- Cerca.- respondí.

- No me digas que se tocaron los labios.- dijo.

- Por Dios Mel, todavía no he dado mi primer beso todavía así que no.- dije.

- Edaylis como es que nunca has tenido novio si eres hermosa.- dijo.

- No se honestamente.- dije comiendo mi helado.

- Los chicos que no han querido estar contigo con unos idiotas.- dijo.

- Mel.- dije riendo.

- ¿Que? Es enserio o están ciegos.- dijo.

Reímos y después de un rato cuando terminamos nuestro helado ambas nos fuimos a nuestras casas. Al entrar a mi casa para estaba cocinando el almuerzo y me sorprendí ya que era raro ver a papá sin el teléfono para el trabajo.

- Hola Hija.- saludo mi papá.

- Hola papá ¿Y esto?- pregunté riendo.

- Vamos a tener una tarde de películas juntos, así que ve a prepararte y te veo en la sala.- dijo.

- Está bien.- dije sonriendo y corriendo a mi habitación para prepararme.

Me di un baño y me cambié a algo más cómodo, baje las escaleras y mi papá había preparado la mesa, me senté a su lado y comenzamos a hablar.

- ¿Y cuántas locales vendiste hoy?- pregunté.

- Vendí cinco.- dijo mientras tomaba agua.

- Wow eres el mejor en tu trabajo papá.- dije.

- Gracias, si trabajas duro ya verás la recompensa, recuerdo cuando tú madre y yo trabajábamos para tener nuestra casa y aquí la tenemos.- dijo.

- Si, mamá quería una casa espaciosa.- dije.

- Si hubiera sido por mi le hubiera comprado una mansión a tu mamá.- dijo y yo reí.

- Pero esta está bien, no es una mansión pero es grande y tiene bastante espacio.- dije.

- Bueno cariño prepararé la sala para la película.- dijo tomando los platos y llevándolos al fregadero.

De la nada escuchamos como su celular comenzó a sonar, el saco su teléfono de su bolsillo y contestó, yo me detuve frente a la silla y lo miré.

- Buenas Tardes Kyle...¿Acaba de pasar ahora? Esta bien tranquilo ya me conecto y hablo con los clientes.- dijo y colgó.

- ¿Que paso?- pregunté.

- Hija...se que teníamos algo planeado pero un auto choco con el local de uno de los clientes que tuvo su local hoy y tengo que hablar con ellos...

- Está...bien papá por lo menos almorzamos juntos.- dije un poco triste.

- Está bien mi amor, te prometo que lo haremos otro día.- dijo y me dio un beso en la frente para luego irse.

Apreté mis labios y me puse a lavar los trastes, todo estará bien...solo es una emergencia Edaylis le puede pasar a cualquiera.

En fin cuando termine fui a mi habitación y cuando entre tuve un recuerdo de mi madre y yo cuando era pequeña entrando por primera vez a mi habitación cuando nos mudamos

- Mira Edaylis está va a ser tu habitación.- dijo sonriendo mientras abríamos la puerta.

Entre saltando y sonriendo ya que mi habitación estaba sola y era gigantesco. Ya estaba pensando donde poner mi bicicleta y un trampolín aquí adentro.

- ¿Es mio mami?- pregunté mirándola.

- Si, es todo tuyo ¿Aquí quieres la cama?- pregunto.

- No, va a ir en el centro y que esté pegada a la pared.- dije.

- Está bien, y ¿de que color quieres tu habitación?- pregunto.

- Amarillo.- dije.

- ¿Amarillo? Jaja esta bien mi amor vamos a seguir pensando en eso.- dijo mientras se arrodillaba a mi lado y me abrazaba.

- ¿Como están mis amores? ¿Les gusta la casa?- pregunto papá entrando a los habitación.

- Papi es enorme.- dije.

- Estábamos viendo la habitación de Edaylis.- dijo mamá mientras que papá se arrodillaba a su lado y ambos están frente a mi.

- Estoy feliz.- dije y los abracé.

Volviendo a la realidad suspire recordando esos lindos momentos con mi mamá cuando estaba viva. En fin me acosté a dormir esperando el día de mañana que tenía que volver al Clases.