Capitulo 61
Edaylis
El día más esperado había llegado por fin. Abrí mis ojos y noté que Harry estaba dormido en su cama, me levante para estirarme y miré mi teléfono para ver la hora. Miré que eran las once de la mañana y el juego comenzaba a las dos de la tarde. Deje que durmiera un poco más de tiempo así que fui a bañarme y a cambiarme. Le había dicho que tuviera para hoy una ropa casual y cómoda, yo escogí una camisa blanca con pantalones cortos rosados y me hice una trenza en el cabello. Al salir del baño vi que Harry todavía estaba durmiendo, me acerqué hasta la cama de el y me senté para poner mi mano en su hombro y despertarlo.
— Buenos días Cumpleañero.— susurre, el suspiro y se dio la vuelta para ponerse boca arriba en la cama. Al verme sonrió y puso su mano sobre la mía.
— Buenos días hermosa.— saludo y se sentó en la cama.
— Este es el plan del día de Hoy, tienes que estar listo en una hora. Luego me voy a bañar y nos vamos a desayunar ¿Esta bien?— pregunté.
— Está bien.— susurro dormido todavía.
Se levantó para irse a bañar, al cerrar la puerta me levante para salir de la habitación e ir al área de desayuno. Tome un muffin de chocolate y pase por la tienda de compras que tenía el hotel para comprar unos fósforos y luego volví a subir a la habitación. Cuando entre todavía se estaba bañando, busque en mi cartera un pequeño paquete de velas. Luego de unos minutos cuando la puerta del baño se abre y Harry sale vestido sostengo el muffin frente a él sonriéndole.
— Feliz cumpleaños.— dije y el comenzó a reír, se acercó a mi para tomar mi cintura y darme un beso en los labios.
— Gracias mi amor, tú eres mi mejor regalo de cumpleaños.— dijo y luego apago la vela.
— Espero que tengas el mejor día mi amor, que Dios te bendiga y que todas tus metas las puedas alcanzar este año.— dije y nos besamos.
— Gracias y te pregunto ¿Estoy bien para la ocasión?— pregunto, tenia puesto unos pantalones cortos color crema con una camisa polo negra.
— Si, me gusta mucho ¿Ya quieres ir a desayunar?— pregunté.
— Si.— respondió.
Sonreí y salimos de la habitación para ir a desayunar. Yo estaba mirando el reloj cada diez minutos y cuando ya eran las doce de la tarde pedí el Taxi para que nos llevara al estadio. Harry subió al taxi y yo le escribí una nota al conductor para que no mencionara nada del juego o para donde íbamos porque era una sorpresa.Subí al auto y cuando comenzó a manejar el conductor bajo la música por si acaso y anunciaban el juego Harry no se diera cuenta y yo le agradecí mentalmente. Mientras nos acercábamos al estadio veía como habían Billboards de Mercadeo acerca del juego así que le tapaba los ojos a Harry y el reía.
— Nada está a mi favor el día de hoy ¿Todavía no tienes idea a donde vamos verdad?— pregunté.
— No.— respondió sonriendo mientras le tapaba los ojos con mi mano y yo sonreía también.
— Muy bien mantengámoslo así.— dije y reí.
Solo faltaban cinco minutos para llegar y había mucho tráfico, pero no me importaba tener mi mano extendida en los ojos de Harry para que no viera ni sospechara nada. Cuando llegamos al estadio le dije al conductor que podía dejarnos en la entrada principal donde estaba el Billboard del juego de hoy.
— ¿Estas listo para ver dónde estamos?— pregunté mientras caminábamos tomados de la mano pero el tenía los ojos cerrados.
— Tengo miedo.— dijo riendo.
— Pues no se porque mi amor se supone que confíes en mi para siempre...Okay ya estamos aquí ¿Estas listo?.— pregunté riendo.
— Si.— respondió sonriendo.
— Uno...dos...tres.— dije contando y al llegar al número tres quite mi mano de sus ojos. Cuando sus ojos se abrieron su boca llegaba al piso de lo sorprendido que estaba en el estadio para estar por primera vez en un juego de Fútbol americano.
— !!!QUE...NO LO PUEDO CREER...MENTIRA!!!— gritó emocionado.
— Sorpresa.— dije sonriendo y el me tomo en sus brazos para darme vueltas en el aire de lo emocionado que estaba.
— Mi amor esto es una locura...gracias por este regalo que jamás olvidare.— dijo y me acercó a sus labios para darme muchos besos.
— Te amo mi amor, espero que hoy sea un día que jamás olvides.— dije y ambos nos tomamos de las manos para entrar al estadio.
Antes de encontrar nuestras sillas nos detuvimos en un quiosco a comprar dos gorras del equipo de Kansas City, encontramos nuestras sillas y comenzamos a disfrutar el juego. Cuando anotaban un Touchdown nos levantábamos de nuestros asientos para gritar de felicidad por nuestro equipo. En el medio tiempo fuimos a comprar Hoy Dogs y soda porque teníamos hambre. Al final del día tuvimos suerte porque Kansas City había ganado y los dos tuvimos un día excelente.
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