Edaylis

En el momento en que esas palabras salieron de su boca siento como que mi corazón se alegra demasiado. Respiro hondo y aprieto mis labios sin creer todavía lo que acabo de escuchar...¿Harry tiene sentimientos por mi? Creo que me desmayaré o algo...tal vez estoy dormida y en mi cama estoy durmiendo como tantas veces lo he soñado, pero usualmente siempre en la mejor parte despertaba...¿Porque no he despertado aún?

— Edaylis...¿Quieres ser mi novia?— pregunto.

Mis ojos se abrieron y de la nada los nervios me traicionan y comienzo a reírme. Llevo mi mano a mi boca para aguantar la risa y tratar de callarme pero es imposible hacerlo. Harry comienza a reír levemente, me imagino que pensará que estoy loca.

— Dame un momento.— dije y salí de el auto para caminar un poco mejor y ponerme a pensar en lo que le diré.

Camine unos pasos lejos de el vehículo y saque mi teléfono para llamar a Melody y que me diera un consejo porque no sabía que hacer.

— Hola linda.— saludo.

— Hola, Harry me acaba de preguntar si quiero ser su novia.— dije rápidamente y Melody parece que estaba tomando algo y se ahogo porque comenzó a toser.

— ¿Que te pregunto que?— pregunto.

— Ay Amiga, te cuento rápido me dijo que me iba a llevar a un lugar así que me fue a buscar a las siete de la noche a casa a traerme a un lugar muy bonito y me dijo que también tenía sentimientos por mi y que si quería ser su novia.— dije rápido.

— ¿Okay y donde estas?— pregunto.

— Estoy a unos pasos lejos de el vehículo.— respondí.

— ¿Y lo dejaste solo?— pregunto.

— Si porque necesitaba pensar...¿Que debo decirle?— pregunté.

— ¿Amiga todavía lo piensas? Este es el momento que has estado esperando desde hace mucho tiempo, dile que si.— dijo Melody.

— Está bien, voy a volver al auto.— dije.

— Suerte.— dijo sonriendo y ambas colgamos.

Volví a caminar hacia el auto y abrí la puerta para sentarme en el asiento copiloto para luego cerrar la puerta a mi lado. Harry se me quedó mirando mientras que sonreía levemente.

—¿Estas bien?— pregunto.

— Sip.— respondí.

—¿Te puedo volver a hacer la pregunta o volverás a salir de el auto?— pregunto riendo.

— No volveré a salir eso lo prometo.— dije.

— Okay ¿Edaylis...Quieres ser mi novia?— pregunta.

Mientras hace la pregunta noto en su mirada que está expectante a mi respuesta. Aunque creo que el ya Sabra que voy a responder pero aún así quiere saber lo que le diré. Mi corazón comienza a latir muy rápido y emocionado por lo que estoy a punto de decirle.

— Si.— susurre.

Una sonrisa aparece en sus labios y se acerca a mi para abrazarme. No puedo creerlo...al fin está sucediendo lo que jamas pensé que pasaría. Harry y yo estamos juntos en una relación más que conocidos, más que amigos, en una relación sentimental.

— Estoy feliz de que estamos juntos.— dijo.

—Yo también.— dije.

— ¿Puedo besarte?— pregunto.

— Espera.— dije rápidamente y me aparte de el.

— ¿Que sucede?— pregunto.

— Es...Es Que yo...¿Como te lo digo?— pregunté.

— Solo dilo mi amor.— dijo sonriendo levemente.

—Bueno...tú eres y haz sido mi primera relación de noviazgo.— dije.

— ¿Si?— pregunto para que siguiera hablando.

— Al tu ser el primero...yo...nunca he dado mi primer beso.— dije mira do hacia la fuente.

— Oh...está bien no te preocupes iremos despacio.— dijo.

— No es eso...si quiero pero...tengo miedo a hacerlo mal.— dije, el suspiro y tomo mis mejillas en sus manos para que lo mirara nuevamente.

— Eso no pasará...¿esta bien?— pregunto.

Suspire y asentí, vi como comenzó a acercarse a mi rostro y cerraba sus ojos. Mientras más cerca estaba yo lentamente cerraba mis ojos, en mi mente pensaba que estaba en la escena de una película viviendo este momento. Lentamente siento como sus labios se pegan a los míos dando paso a nuestro primer beso. Su cabeza se inclina un poco para cerrar nuestros labios juntos apreciando este momento. Luego de unos segundos nos separamos y abrimos nuestros ojos para mirarnos.

— ¿No se que decir?— dije y ambos reímos.

— Di lo que quieras.— dijo sonriendo y solamente se me venía una pregunta a mi mente.

— ¿Como lo hice?— pregunté y ambos comenzamos a reír.

— Fue perfecto.— dijo y volvimos a ver la fuente y como el espectáculo terminaba con mi cabeza inclinada sobre su hombro y su brazo sobre los míos.