Edaylis

Me quede esperando a Harry fuera de el colegio ya que no quería dejarlo solo por lo que hizo. Eran las cuatro de la tarde y estaba mirando mis redes sociales en lo que el salía. Escuché unas pisadas detrás de mi y al darme la vuelta lo miré como caminaba hacia mi.

— ¿Que paso?— pregunté.

— Bueno tengo un aviso de cuidado con mi comportamiento, pero a Dayana la suspendieron de la escuela así que no volveremos a verla.— dijo.

— Wow...bueno por lo menos no te dieron un castigo tan severo.— dije.

— No me importa, tenia que decirle algunas cosas a todos.— dije y yo reí levemente.

— Estas loco Harry Styles.— dije.

— ¿Que harás esta noche?— pregunto.

— No tengo planes.— dije.

— Okay...¿Que te parece si pasó por ti a las siete y vamos a un lugar juntos?— pregunto y sentí como mi corazón se ponía contento...¿Me está invitando a salir?

— Me encantaría.— dije.

— Está bien, te veo a esa hora.— dijo y ambos nos despedimos con un abrazo para separarnos e irnos a nuestras casas.

Al llegar a mi hogar ya eran las cinco de la tarde, así que llegue y comencé a buscar ropa de el closet para tirarla a mi cama y decidir que me iba a poner mientras me bañaba. Al terminar me arreglé el cabello en ondas y decidí ponerme unos jeans negros con una camisa azul de manga larga con los hombros descubiertos. Cuando estaba vestida me miré en el espejo para aprobar la vestimenta.

— Okay...La camisa no es muy reveladora son solo los hombros descubiertos...sip así me quedaré.— dije y corrí para ponerme unas sandalias y un poco de maquillaje.

— Hola Hija.— saludo mi papá cuando me vio maquillándome.

— Hola papá.— salude.

— Estas muy linda ¿Vas a salir?— pregunto.

— Si, Harry me invito a salir.— dije y escuché como el se rio levemente.

— Muy bien, pásenla bien y no beban alcohol.—  dijo dándome un beso en la frente.

— Está bien papá lo prometo.— dije poniéndome lápiz labial.

Mi alarma sonó afirmando que eran las siete de la noche y recibí un mensaje de Harry dejándome saber que estaba afuera esperándome. Tome mi cartera y salí de la casa para ver a Harry esperando afuera de su auto. Llevaba puesto una Camisa manga larga color vino y jeans negros, al verme sonrió.

— Te vez hermosa.— dijo.

— Gracias, tú igual te vez bien.— dije y ambos nos dimos un abrazo.

— Déjame abrir.— dijo y abrió la puerta de copiloto para que yo entrara. Me senté y luego el cerró la puerta para dar la vuelta.

— No estoy nerviosa, No estoy nerviosa, No estoy nerviosa...calmada.— dije y luego el entro al vehículo.

— ¿Lista?— pregunto.

— Lista.— respondí.

— Bien, vamos.— dijo y encendió el auto para comenzar a manejar.

— ¿A donde vamos?— pregunté.

— A un lugar.— dijo.

— Eso es obvio pero quiero saber si tengo que estar asustada porque no me has dicho donde vamos y si me secuestras.— dije y el comenzó a reír.

— Eso nunca pasará.— dijo.

— Okay, confío en usted Señor Styles.— dije y escuché como suspiro.

Harry puso musica en la radio y manejo como unos treinta minutos si no me equivoco. Llegamos al estacionamiento donde habían otros autos estacionados y Harry estacionó el auto frente a una fuente.

— Llegamos.— dijo.

— ¿Que es?— pregunté riendo.

— Ya lo verás en un minuto, Gracias a Dios que llegamos a tiempo.— dijo.

— ¿A tiempo para que?— pregunte.

Las luces blancas al rededor de la fuente se apagaron y la fuente comenzó a ser Interactiva al ritmo de la musica que apareció.

— Que lindo.— dije sonriendo mientras miraba el espectáculo.— dije.

— Sabía que te gustaría.— dije.

— Pues estabas en lo correcto, me gusta muchísimo.— dije y miré hacia la gigantesca fuente mientras que el se quedó mirándome.

— Eda.— me llamo y yo volteo mi rostro para mirarlo.

— ¿Si?— pregunté.

— Todavía no me has dicho si...todavia sientes algo por mi.— dijo.

Sabía que no iba a escapar esta vez, y que tenía que responderle de una vez por todas. Me di la vuelta en mi asiento para tenerlo frente a mi y hablar con el.

— Pues...si...todavía tengo sentimientos por ti.— dije y sentí como en mi estómago se abría un hoyo gigante.

— Eda...no se como antes no me había dado cuenta de la chica maravillosa que eres. ¿Como no vi eso antes? Ahora me doy cuenta que...te necesito...quiero protegerte.— dijo.

— ¿Q...Que dijiste?— pregunté nerviosa.

— Que yo también tengo sentimientos por ti.— dijo.