Edaylis

Lunes había llegado y estaba comenzando a atardecer, estaba en la sala de mi casa precisamente comiendo los chocolates favoritos de mi mamá. Recuerdo ese último día cuando se los lleve de sorpresa...ese último día.

Recuerdo que era de mañana, estábamos comprándole sus chocolates favoritos, eran los Raffaelo así que cuando los encontré le compré una caja de chocolates para llevárselos a la casa  ya que ella había pedido pasar sus últimos días en nuestra casa. Cuando abrimos la puerta ella estaba acostada en la camilla mirando la ventana y luego volteo su rostro para mirarnos.

— Hola.— susurro sonriendo.

— Hola ma.— dije y camine hasta la camilla y la abracé.

— Hola amor.— saludo mi papá dándole un beso en los labios.

— ¿Como están mis amores?— susurro.

— Bien, mira te tengo un regalo.— dije y le enseñe la caja de chocolates y ella se sorprendió.

— Mis chocolates favoritos, gracias hija ¿puedes abrirme uno por favor?— pregunto.

Asentí y abrí un chocolate para dárselo, ella lentamente levantó su mano hasta mi para tomar el chocolate y comerlo. 

— Hmm me encantan.— dijo.

— Lo se.— susurre y ella me miró.

— Voy a estar bien.— susurro sonriendo.

— Mamá...no te vayas.— susurre y mis ojos se llenaron de lágrimas al instante.

— Mi amor, mi tiempo aquí en la tierra llego a su fin pero yo seguiré contigo.— dijo.

— ¿Lo prometes?— pregunté llorando.

— Lo prometo.— dijo.

Papá se sentó al otro lado de la cama y sostuvo la mano de mi mamá, ella lo miró y sonrió mientras que yo sostenía su otra mano.

— Te amo Sebastián .— dijo.

— Y yo a ti Ayliss.— dijo mientras lloraba.

— Nunca dejen de cuidarse el uno al otro, y tú Edaylis...

Levante mis ojos para verla y ella me estaba mirando sonriendo mientras sostenía mi mano.

— Nunca dejes de soñar.— dijo.

Suspire llorando y asentí, mi mamá puso su cabeza derecha mirando hacia el techo y suspiro para lentamente cerrar sus ojos para quedarse dormida. Papá y yo continuábamos llorando mientras la mirábamos prepararse para irse cuando de repente dejo de suspirar y sus manos se aflojaron en nuestras manos. Mi padre la abraza mientras que yo quiero que su mano vuelva a sostener la mía.

Volviendo a la realidad ya era de noche y no había notado que estaba llorando. En eso la puerta de la casa se abre y mi papá entra por esta y me ve llorando.

— ¿Edaylis porque estás llorando?— pregunto.

Dejo sus portafolios en la mesa y vino donde mi para sentarse a mi lado. Yo me seque las lágrimas de mi cara cosa que no funcionaba mucho porque volvían a salir otra vez.

— Nada...solo que...

Un teléfono comenzó a sonar, el se alejó para ver quien lo estaba llamando y mi corazón comenzó a sentirse peor porque sabía lo que estaba por venir.

— ¿Hola? ¿Si? Okay déjame abrir mi computadora y reviso esos archivos...está bien Adios. Hija lo siento mucho tengo que revisar unos archivos importantes pero cuando termine vengo contigo ¿está bien?— pregunto.

— Está bien.— susurre.

El se levantó y comenzó a caminar hasta el comedor para tomar sus portafolios pero en realidad...no estaba bien. No quería seguir aguantando más y un grito de dolor salió de mi boca mientras que me tomaba las manos en mi cabeza. Mi papá se dio la vuelta y me miró asustado mientras que yo me puse de pie y lo miré.

— !!!NO ESTÁ BIEN!!! DESDE QUE MAMÁ MURIÓ NO HAS ESTADO AQUÍ Y ME SIENTO SOLA...YA NO PASAMOS TIEMPO JUNTOS, NO SABES COMO ESTOY, NO SABES QUE NO TeNGO TRABAJO DESDE HACE UNOS MESES ATRÁS, NO HAS ESTADO AQUÍ PAPÁ!!!— grite molesta y llorando.

El se quedó mirándome y se llevó las manos a la cabeza...parece que no se había dado cuenta todo este tiempo que no había estado conmigo...con su hija. El deja las cosas en la mesa y camina lentamente hacia mi y pone sus manos en mis hombros y mi rostro mientras que yo lo miro llorando.

— Oh Hija...mi amor lo lamento...he sido un tonto por enfocarme más en mi trabajo que en ti. La pérdida de tu mamá ha sido muy fuerte para nosotros y yo me enfoqué tanto en que tú no necesitaras nada...Que puse primordial otras cosas.— dijo.

Solloce y ambos nos abrazamos mientras llorábamos juntos. Lo abracé fuerte ya que quería recuperar el tiempo perdido en un abrazo.

— Sabes que Edaylis...te prometo que ya nada más se pondrá entre nosotros y ahora tú eres primero ¿Okay?— pregunto.

— Okay.— dije riendo.

— Te amo hija, y otra vez lamento por no haber estado ahí cuanto más me necesitabas.— dijo y volvió a abrazarme.

— Te perdono.— susurre.

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Holaaaaaaa💙💙💙💙💙

Wow que capítulo más lindo 🥲🥲🥲🥲🥲 aquí podemos ver cómo una relación que estaba rota entre papá y hija vuelve a restaurarse con un perdón sincero ❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Voten y comenten 😁😁

Los amo 💙💙💙