Edaylis

A ti...

Te he amado solamente a ti Harry Styles.

Desde décimo grado si venimos a ver...

Te he querido y te he amado solo a ti.

Me imaginaba poniendo mi cabeza en su hombro y diciendo estas palabras. Quisiera decirle en verdad que me gusta pero...¿Que pensara de mi?

—Yo...

Y en ese momento la alarma sonó de que terminamos, Harry apagó su teléfono y se levantó para ayudarme a levantarme de el suelo. Gracias a Dios que no insistió y que no tuve que contestar su pregunta apuesto a que estoy ruborizada en este momento.

— Bueno Primer día listo.— dijo.

Comencé a reír y tome mis cosas para caminar a la salida. Le entregamos la llave a la señora de la oficina y salimos de la escuela, al llegar a nuestros autos nos despedimos y yo me fui a mi casa. Al entrar mi papá estaba hablando por teléfono así que solamente me le acerqué y le di un beso en su mejilla para luego irme a mi habitación. Cuando me doy un baño y me cambio recibo un mensaje de Melody diciéndome que la llamara, así que la llame.

— Hola.— salude.

— Hola Belleza.— saludo.

— ¿Como estas?— pregunté riendo.

— ¿Muy bien y tú?— pregunto.

— Bien cansada, acabo de llegar de el primer día de horas comunitarias de la escuela.— dije.

— Por lo menos ya comenzaste.— dijo.

— Si...¿Quieres venir a mi casa y tener tarde de chicas?— pregunté.

— Llevaré el helado y mascarillas.— dijo.

— Te veo aquí.— dije despidiéndome y colgamos.

Una hora después Melody llegó a mi casa, ambas estábamos en mi habitación comiendo helado, pintándonos las uñas y con mascarillas de sandía en nuestro rostro.

— ¿Entonces hablaron?— preguntó Melody.

— Si hablamos bastante.— respondí.

— Bien.— dijo.

— Se que ya tengo que hacerme la idea de que el tiene novia Mel...pero es difícil dejarlo ir después de tantos años el gustándome.— dije.

— Me imagino que es difícil, pero hay que hacerlo Edaylis.— dijo.

— Si, se que puedo y no debe de ser tan difícil.— dije.

— ¿Oye alguna vez te has imaginado si tuvieras el cabello oscuro?— pregunto Melody.

— No.— respondí riendo.

— Te quedaría súper bien.— dijo.

— Más bien súper raro, ven vamos a quitarnos la mascarilla.— dije.

Ella comenzó a reír y fuimos al baño para lavarnos la cara, al rato nos despedimos y yo me fui a la cama ya que te is que trabajar mañana nuevamente.

Mientras estaba preparándome para dormir recordé esos primeros momentos difíciles cuando mi madre comenzó con sus quimioterapias y decidió raparse la cabeza...esos días fueron...muy fuertes.

Estaba ayudando a mamá a buscar su comida ya que papá estaba trabajando. Fui a la cocina para buscar su almuerzo y cuando entre a su habitación ella no estaba en su cama. Deje la comida en su mesa y noté que estaba de pie frente al espejo mirándose. Me imagino que estaba impresionada por cómo su aspecto se estaba poniendo con su enfermedad. Suspiro y se acercó un poco más al espejo para sonreír y decir unas palabras que la llenaron de mucha alegría.

— Todo va a estar bien.— dijo sonriendo.

Desperté por el sonido de mi alarma, me levante de la cama y comencé a arreglarme para irme a trabajar.