Edaylis

Habían pasado dos días desde que Harry y yo nos encontramos en el supermercado, todavía no puedo olvidar cuando dijo que éramos amigos. Recuerdo como mi corazón palpitaba muy rápido y quería aguantar las ganas de reírme feliz porque me considera su amiga...¿Todavía tendré sentimientos por el?

Estaba trabajando y pensando si mis sentimientos por Harry habían cambiado o todavía mi corazón insistía en que me gustaba. Cuando de repente escucho como la tienda de ser calmada pasa a ser una tienda de muchísimo ruido. Cuando me volteo veo que son los mismos chicos que estaban la otra vez sin dejar que las personas se concentraran.

— Buenas tardes ¿Que les puedo ofrecer?— pregunté.

— Miren quien es ¿Todavía sigues aquí? Se supone que ya te hubieran despedido.— dijo la misma chica de ojos claros que fue grosera conmigo la primera vez.

— ¿Que se le ofrece?— pregunté sería.

— Quiero un Iced White Almondmilk flat white.— dijo.

—¿Sería todo?— pregunté.

— Si.— dijo.

Le di al botón para que pagara y paso la tarjeta, cuando la guardo en su cartera para luego levantar sus ojos y mirarme.

— Y no se te olvide hazlo bien.— dijo.

¿Quien se cree que es? ¿Ahora ella trabaja en Starbucks y sabe más que yo? No lo creo.

— Venga a recogerlo cuando esté listo.— dije.

Me di la vuelta y comencé a preparar la bebida, cuando estuvo lista coloqué el vaso sobre la mesa y ni siquiera la llame aún así no le pregunté por su nombre porque no me interesaba saber cuál era. Continué haciendo mi trabajo y no veía la hora de irme a mi casa, al llegar la tarde esos chicos todavía estaban en la tienda, pero de la nada se levantaron y la chica se acercó.

— Oye Edilis...como sea que te llames la mesa se quedó un poco sucia, para que vayas a limpiarla antes de que llegue un cliente y te quedes sin trabajo.— dijo.

— Ya váyase.— dije para no darle un golpe que de seguro se lo merecía.

Ella sonrió y se fue con sus amigos de la tienda, cuando cerramos me acerqué a la mesa donde estaban sentados y había un desorden espantoso. Había crema batida, servilletas y papeles de los sorbetos por todas partes.

— No permitiré que entren jamás.— dije.

Después de terminar de limpiar cerré la tienda y fui a casa, al llegar la casa estaba a oscuras...me imagino que papá estará durmiendo o trabajando. En fin me di un baño y me acosté a dormir ya que estaba muy cansada, en la mañana tendría que ir a la escuela y prepararme para el sábado, el primer día de las horas comunitarias.

Abrí mis ojos y tome mi teléfono y comencé a escribir para nuestro proyecto, ya casi lo estábamos terminando cosa que era perfecto. Cuando el reloj dio la una de mañana deje mi teléfono y decidí que en verdad ahora si me iba a dormir.

Cerré mis ojos y se me vino a la cabeza la primera vez que Harry entro a mi salón. Recuerdo que las filas de las sillas estaban mirándose en el salón, yo me senté en mi silla mientras los niños estaban llegando a su salón y de la nada entro el chico nuevo. Me le quede mirando mientras tomaba su asiento en una fila contraria a donde yo estaba sentada, era muy lindo, su cabello era color café y sus ojos eran marrones claros, yo me concentraba en mi libro pero de vez en cuando lo miraba. Se veía tan concentrado en su libro como si quisiera en verdad aprender de lo que la profesora estaba hablando.

¿Cuál será su nombre?

— Bien estudiantes antes de que comencemos la clase quiero que le den la bienvenida a nuestro nuevo alumno ¿joven puede decirnos su nombre?— le pregunto la profesora.

— Me llamo Harry Styles.— dijo mientras seguía sentado y yo seguía recordando su nombre en mi cabeza.

Harry Styles.

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Holiiiii♥️♥️♥️

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