Edaylis

Recuerdo cuando cumplí mis quince años...fue un día que jamás olvidare...

Estaba celebrando mis quince años en una fiesta que mis padres organizaron, la mayoría de las personas eran amigos de mis papás y sus hijos. Mi única amiga era Melody, pero aunque no conocía a muchas personas la pase muy bien, esa noche cuando llegamos a casa después de la fiesta entramos a la casa y me di la vuelta para observar a mis padres.

— ¿Disfrutaste tu noche cariño?— pregunto mamá

— Si, y mucho.— dije.

— Te mereces eso y mucho más hija.— dijo papá.

— Gracias...los amo.— dije.

Les di un abrazo y tome mi vestido en mis manos para ir a mi habitación y quitarme el vestido. Al tratar y ver que no pude fui a la habitación de mis padres para que mamá me ayudara a quitarme el vestido.

— Mamá necesito...

Al entrar a la habitación noté que mi mamá estaba muy fatigada, nunca la había visto de esa manera. Me asuste ya que vi que estaba tratando de respirar y no podía controlarse, me asuste al verla así.

— !!!PAPA!!!— Grite y mi papá no tardo en entrar a la habitación asustado y al ver como estaba mi mamá se asustó.

— ¿Ayliss? Amor...

— No...puedo...respirar...

— Edaylis toma las llaves y ve al auto.— dijo Papá mientras se quedaba con mi mamá.

Asentí mientras tomaba mi vestido con mis manos y corría hasta la cocina para tomar las llaves de el auto y iba a encender la camioneta. Cuando estuvo encendida me fui a la parte de atrás y vi como papá traía a mi mamá en sus brazos y la sentaba en el asiento copiloto.

— Ayliss estarás bien...tranquila amor.— dijo mientras subía al auto y comenzaba a manejar al hospital.

Abrí mis ojos y me lleve mi mano a mis ojos para despertarme mejor. Tenía que ir a trabajar hoy así que me di un baño y me puse mi uniforme para caminar a la cocina y desayunar. Cuando termine subí a mi auto y maneje hasta Starbucks, al pasar por la puerta el olor a café inundó mis fosas nasales y era un aroma delicioso.

— Buenos días Wilma.— salude a mi supervisora.

— Buenos días Edaylis, cuando puedas por favor ven a mi oficina.— dijo.

— Okay.— dije.

¿Que hice ahora? ¿Estoy en problemas? ¿Me va a despedir?

Comencé a trabajar y después de un rato a que la fila bajara fui a hablar con Wilma. Solamente quería dejarme saber que su último día en Starbucks era el viernes para que estuviera preparada por si no la veía después de ese día. Hablamos un poco más ¿De que haríamos sin ella? Ya Que Wilma ha sido la mejor supervisora que está tienda ha tenido. Cuando mi turno termino fui a casa a bañarme y estuve un buen rato hablando con Melody sobre su clase de ciencias.

— Todavía no he hecho un experimento...pero si algo explota ya sabras que fui yo.— dijo.

— No digas eso Melody.— dije riendo.

— ¿Y a ti como te va?— pregunto.

— Bien.— dije.

— ¿Segura?— pregunto.

— Si...es solo que extraño a mi mamá.— dije.

— Se cuánto la extrañas, tú mamá era como mi Segunda madre.— dijo.

— Gracias.— dije.

Nos quedamos hablando un poco más hasta que tuvimos que acostarnos a dormir ya que mañana volveríamos a la universidad. No podía conseguir el sueño así que me puse a escribir un poco más en la historia y le presentaría mi idea a Harry para ver si estaba de acuerdo.

— Okay Edaylis ahora si tienes que dormir.— dije y puse mi teléfono en mi mesita de noche para cerrar los ojos pero no podía conseguir el sueño.

Tome mi teléfono otra vez y me puse a leer una novela y cuando era la una de la mañana decidí que ya era tiempo para dormir y ahora si que es a dormir enserio.