Mi caótica primera semana
Por: el autor Gaster Fanfics.
________________________________________= cambio de escena.
—detente perro. = personaje hablando.
El tipo se la comió toda=acción.
"Sé que escuchas mis pensamientos muchacho ñam ñam ñam" = pensamientos.
M-mi ti-tia me pe-pego=tartamudeo.
SPLASH= igual efecto de sonido.
Capítulo: 1
Mi caótica primera semana.
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Un joven castaño estaba vistiéndose con su uniforme escolar mientras se notaba frustrado, mientras pensaba "apenas llevo una semana aquí y ya me estoy volviendo loco, estos meses de vacaciones no fueron suficientes, las bestias son tan molestos... ni siquiera sé qué hago aquí toda mi vida estuve en escuelas llenas de bestias, nunca salió nada bueno de eso, fui amable y acabe solo, fui violento y acabe solo, le suplique a mis padres ir a la academia sapiens que está llena de humanos, pero en su lugar me mandaron aquí, pero al final quienes pagan las cuentas son ellos" el muchacho suspiro mientras caminaba fuera de su habitación.
El chico se estiró en el pasillo de los dormitorios mientras observaba con desdén a sus compañeros, ellos corrían y hablaban entre ellos, "porque tengo que vivir en un mundo tan raro" el muchacho pensó mientras era testigo de una pelea entre un león y un tigre antropomórfico.
—Te mostraré que los tigres son más fuertes —el tigre grito mientras se arrojaba hacia el león.
—Te vas a comer tus palabras maldito —el león respondió con un zarpazo.
El chico suspiro mientras pasaba a un lado de la pelea, esto era algo común entre sus compañeros, a veces parecían ni siquiera tener cerebro, eran puro instinto.
"Qué idiotas, a menos que el tigre lo arruine, en serio debería ganar, es más grande, más fuerte y su mordida era un poco más letal que la del león" El castaño pensó mientras se alejaba hacia su clase.
En el camino al edificio central de la academia, Jin casi es derribado por un rinoceronte blanco que estaba intentando embestir a un elefante.
—¡¡¡¿Qué mierda les pasa estúpidos?!!! —El chico le grito enojado al rinoceronte.
El animal volteo a mirar al chico— oh lo siento, no te vi —El rinoceronte se disculpó con simpleza.
El castaño iba a soltarlo un discurso sobre lo estúpido que era, pero la campana sonó indicando que quedaban 5 minutos para que las clases iniciaran, el chico suspiro y se tragó su enojo y volvió a su camino.
Ya con la mente más, tranquila, el chico se dirigía a su salón de clases mientras leía un libro, ya a pasado unos tres días aquí y procura mantener un perfil bajo y socializar con las bestias solo lo justo y necesario.
De repente cuando estaba en la puerta de su salón, el piso comenzó a temblar y un ruido se escuchó a lo lejos una estampida de animales de todo tipo corrían desesperados hacia sus respectivos salones con miedo a la amenaza de ser devorados por parte de sus maestros, se apresuró a entrar, pero no fue una gran diferencia, respecto al pasillo. En el salón había un montón de animales, desde mono colgándose del techo, hasta gatos persiguiéndose, siguiéndose, por kanguros presumiendo sus músculos para atraer hembras.
El joven, solo suspiro, ligeramente frustrado por el ruido que todos hacían, se acercó a su asiento en la parte trasera del salón, él solía tener la costumbre de sentarse adelanté, pero era simplemente demasiado ruidoso, este se sentó al lado de su silenciosa vecina de asiento y la saludo casualmente.
—Buen día, perezosa—Saludo de manera casual el castaño.
—Buen día, para ti, también... Mazama— hablo lenta pero alegremente la chica.
Las clases comenzaron con el profesor entrando al salón nada más y nada menos que un ridículamente grande oso polar, todos los animales se callaron, ninguno se atrevió a alzar la voz o salirse de control con su intimidante maestro vigilándolos; las clases transcurrieron sin incidentes hasta el almuerzo.
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El almuerzo empezó y Jin decidió quedarse en el salón en vez de ir a la cafetería, después de todo no se servía comida cocinada y se vio obligado a tener que preparar sus propios alimentos, así que no valía la pena caminar hasta la cafetería para escuchar el escándalo de las bestias.
El chico saco su bento y unos palillos y comenzó a comer bajo la atenta mirada de su vecina que comió un poco de su musgo que tenía en la cabeza, justo sobre su despeinado y desordenado cabello el chico se sintió un poco mal por la única chica que no detestaba, así que tomo un pequeño pedazo de la manzana que estaba comiendo y se lo acerco ala chica.
—Toma —dijo el chico acercándole el pedazo de fruta a la perezosa.
La chica lentamente tomo el pequeño pedazo de manzana con ambas manos, se enderezó en su asiento y lo acerco con cuidado a su boca, tomando un pequeño bocado de la fruta saboreándolo.
—Gracias Mazama —dijo la chica con una pequeña sonrisa.
—Descuida perezosa, no es nada— el chico al notar lo lento que masticaba y saboreaba la chica empezó a comer más lentamente su comida y disfrutarla más.
Todo iba bastante bien, ambos comieron en paz, ambos acostumbrados al silencio, no hubo intercambio de palabras, solo paz y silencio en el vacío salón de clases... Pero la paz desgraciadamente no es eterna.
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La puerta del salón fue bruscamente abierta al finalizar las clases con el salón casi vacío a excepción de una perezosa y un humano, este último guardaba sus cosas para retirarse y la última reposaba su cabeza en el escritorio y tenía una leve sonrisa con su vista dirigida hacia el muchacho.
Un lobo gris ingreso acompañado de 2 hembras y otro macho, aparentemente el lobo gris era el alfa, Jin miro con cautela a los canidos que entraron, el chico pudo ver que no entraron precisamente con buenas intenciones, el castaño se puso rígido y miro atentamente a los recién llegados.
—Así que este es el famoso cadáver del que hablo esa tonta de pelo rosa —una de las hembras hablo, refiriéndose evidentemente a la perezosa que seguía mirando a Jin.
—¿Me pregunto a qué sabe?—Hablo el macho más pequeño mientras se relamía el ocio y veía a la perezosa.
—O vamos ni tú te comerías, salgo así de asqueroso —comento la otra hembra con asco por la perezosa.
—Bueno... No sé quizá solo me afilaré los dientes con ella —sonrió maliciosamente el veta de la manda.
La perezosa tembló levemente con miedo y sus labios temblaron por el terror que sentía y pese a tener sus ojos cubiertos, Jin pudo sentir como le suplicaba por ayuda.
Jin había tenido suficiente, se acercó hacia los lobos con las manos en los bolsillos de forma tranquila, y confiada se paró cerca de estos a unos metros de la perezosa.
—O miren, no lo noté un pequeño humano, parece que tenemos una doble cena —hablo por primera vez el lobo gris, aunque irónicamente Jin era mucho más alto que el delgado lobo.
—Para tu suerte hoy me siento piadoso, así que dejaré que te retires humano, a menos que quieras ser nuestra cena —amenazó él veta enseñando los dientes.
—Valla ni me di cuenta de que era un humano, supuse que era un mono —dijo una de las hembras con gracia.
—No te culpo, son iguales—comentó burlonamente la otra hembra.
—Entonces humano, no tienes tu precioso fueguito y estás contra cuatro poderosos lobos, así que será mejor que te retires— dijo el alfa bastante confiado.
—Hmp —el castaño resoplo congracia— no hay necesidad de fuego si tengo esto —el joven humano comento con una gran sonrisa saco de su bolsillo un pequeño frasco de vidrio mientras lo destapaba.
Por instinto los lobos olfatearon el aire, pero se arrepintieron al instante, repentinamente sus ojos lagrimearon e intentaron taparse la nariz, pero el chico Acerco más el frasco, provocando que primeramente el veta corriera despavorido, seguido poco después de las hembras. El único en la habitación era el alfa, intentando soportar el penetrante olor.
—Maldito... ¡¡¡Maldito simio!!! —El lobo gris grito mientras temblaba por el olor —quizá no pueda comerte, pero ¡¡¡devoraré a ese maldito cadáver!!!— Grito el alfa mientras se dirigía a toda velocidad hacia la perezosa.
Sin más opción el chico arrojo todo el contenido del frasco en dirección de la perezosa y el lobo, afortunadamente la mayor parte del líquido le cayó en el lobo y un poco en su hocico, desafortunadamente también callo en el cabello de la perezosa.
El lobo sin poder tolerar, más el lobo corrió del salón en cuatro patas mientras lloraba y maldecía al castaño.
El chico suspiro con alivio, porque la amenaza fue detenida de forma efectiva.
—Oye perezosa, ¿Estás bien?—Pregunto el muchacho.
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Nota: bueno espero les haya gustado este corto capítulo he de aclarar que los capítulos siguientes serán más largos, pero tenía que sacar este ahora para no retrasarme con otras historias que estoy escribiendo, honestamente diré que Jin jamás calo conmigo como otros protagonistas de otras obras, pero tampoco quería darle un cambio de personalidad solo porque si, entonces decidí que le daría un mejor justificativo para su forma de ser, pero eso vendrá algunos capítulos después, les aclaro de una vez esto acaba en harem formal así que si esas historias novan con ustedes son libres de leer algo más, mi intención no es quitarles tiempo con un final que no les va a gustar, planeo mantener las bases de la historia como el club de cocina y eso, pero también haré varios cambios basándome en el cambio de personalidad y actitud de Jin.
Pero bueno si tiene alguna duda o sugerencia para era historia no duden en comentarla, si encuentran una falta de ortografía les agradecería si me corrigieran, o si tiene alguna crítica o aspecto que podría mejorar de la historia no teman decírmelo recuerden que las historias se pueden editar, ok después de este pinche relleno no me queda más que despedirme.
Lávense las manitas tomen agua y ¡¡¡Gaster Fuera!!!
Palabras:1329
Editado:jueves 17/ agosto/ de 2023
Ultima edición: Domingo 1/09/2024
Palabras:1693
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