Conforme pasaban los días, me sentía cada vez más deprimida. No tenía ánimos de hacer realmente algo en casa o demás, quería sólo mantenerme en cama y solía llorar mucho. Yoongi parecía no percatarse de eso y lo agradecía, siempre que él llegaba del trabajo, yo trataba de disimular un poco y ante él demostrarle una gran sonrisa.

Solté un suspiro entre cortado soltando algunas lágrimas, hace unos minutos mis grandes "amigas" empezaron a mandar mensajes en el grupo, donde también estaba integrada la madre de Yoongi. Todas ellas armando un plan para ir a comer a algún restaurante, jugar tenis o cualquier otra actividad que resulte buena. Entre ellas, querían viajar a otro país por una semana mientras sus esposos trabajaban duro. Y bueno, según ellas así era esto, los hombres trabajan y nosotras nos damos el lujo de gastar en cualquier prenda, maquillaje o qué se yo. No me agradaba aquello pero ¿lo peor? Min Yoongi también lo pensaba de esa manera.

No quería ir, sin embargo, pareciera que no me preguntaron solo me obligaron y me dijeron que debía estar presente mañana en el aeropuerto a las seis de la mañana. Por supuesto que no lloraba por eso, era debido a sus comentarios hacía mí como: "lleva ropa bonita, Sora" "Si no tienes, nos encargaremos de ir a de compras" y el comentario que en verdad me hizo soltar lágrimas, "Hazte un favor a ti misma y arréglate. No queremos que las personas por las calles piensen que eres nuestra sirvienta o algo parecido".

Me había dolido, ese comentario provenía de la esposa de Jimin. Nuestro destino era París. Todas se encontraban emocionadas por la cantidad de prendas y maquillaje que comprarían allá y por supuesto, todo de diseñador. Aún no le comentaba del viaje a Yoongi, debía avisarle y lo más importante: pedir permiso. No podía irme nada más así sin preguntarle si me necesitara.

Me levanté de la cama con lentitud y me dirigí hacía el primer salón. Mi sorpresa fue cuando observe a Yoongi en la sala junto a su madre, me insulte automáticamente por no estar "'mejor vestida" pero no estaba enterada de su visita inesperada. Ella me miró con una mueca, cerré los ojos mientras soltaba un suspiro y decidida camine hacía ellos. Yoongi sonrió al verme, me tomo de la cintura en cuando me senté a un lado de él, acomode un poco mejor mi cabello por que estaba segura que se encontraba desordenado.

—Mi madre me contó del viaje—Comentó Yoongi, asentí con lentitud.

—¿Que opinas?—Apreté mis labios, él se tomó el tiempo de beber de su copa.

—Me parece una idea perfecta cariño, es decir, necesitas un poco de distracción—Beso mi cabeza, después de todo debía obedecerle.

—Está bien, justamente te diría hoy en la noche. ¿No me necesitarás?

—No, Sora. Él estará bien, no hay de que preocuparse—No esperaba las palabras de su madre, si no las de mi esposo.

—Exactamente amor, tú sólo disfruta tu viaje. Sabes que en tu tarjeta bancaria siempre hay dinero pero voy a transferirte un poco más ¿si?—Me ofreció vino pero negué, mire a su madre que me miraba seria pero con una sonrisa burlona. Era tan hipócrita, por Dios.

—De acuerdo, Yoongi. ¿Que haremos en París?—Su madre metió una aceituna a su boca seguida de su vino tinto.

—Oh, diversas actividades. La primera sería ir de compras Sora, anhelo comprarme muchas prendas de diseñador—Hizo una pausa para seguir comiendo aceitunas y queso manchego.—Espero tú también te unas, cariño. Es hora de gastar un poco de más ¿no crees, hijo?

—Por supuesto. Nunca te has dado el lujo de comprarte prendas, maquillaje o que se yo Sora, no importa cuanto gastes.

—Lo sé, pero es tu dinero y realmente no me siento cómoda desperdiciándolo—Yoongi me entero un vaso de jugo de naranja, el cual le agradecí con una sonrisa. Su madre bufó y rodó los ojos.

—Amor, trabajo muy duro para darte lo mejor. No me afecta ni nada parecido que tú gastes en cosas que te desees—Deposito un beso en mis labios, era cierto después de todo.

—Aún no entran en esa etapa de gastar demasiado, no han tenido hijos. Se han tardado mucho—Reprochó, ella en verdad quería hijos y no se porque tanta insistencia.

—Madre, los tendremos. Pero cuando Sora esté lista, todo a su tiempo.

—Será muy pronto, señora Min.

Ella asintió con su ceja arqueada, Yoongi empezaba a acariciar mi cintura por debajo de mi ropa. Creo que ya llevaba muchas copas de más y le estaba afectando, amaba demasiado su tacto y sus manos pálidas.

—Bueno, me iré a descansar por que el vuelo será largo—Se levantó del sofá tomando su bolso Christian Dior y besó mi mejilla al igual que a Yoongi. Ella solía hacerlo con las personas de confianza.

—¿Arreglaron los papeles del avión?—Yoongi también se levantó para seguirla y por ende, hice lo mismo.

—Si, cariño. Tu padre se encargó de eso.

Claro, el gran avión privado de los Min. Era lógico que debíamos viajar en el por que su madre no ebria volaría a otro. Yoongi también estaba en proceso de adquirir el suyo.

—Bien, te veo mañana. Descansa, madre. Te quiero—Se despidió de nosotros y al instante exhale todo el aire guardado, sentía que una gran carga se iba de mi espalda.

—Iré a arreglar las maletas—Le avise a Yoongi pero él me tomó por detrás pasando sus manos por mi estómago y entrelazándolas en el lugar.

—Espero no te interesen otros hombres allá en París por que entonces si me enfadaré—Susurró en mi oído, sonreí y negué.

—Por supuesto que no, cariño.

—¿No has pensado en tener un bebé ya?—En segundos lo tuve frente a mí con un aura tranquila. Sabía que el deseaba aquel bebé.

—Pero claro que si. ¿Lo quieres ya, cierto?

—Si, dame un bebé ya, amor—Suplicó, aquel acto me pareció tierno. Su rostro parecía de un bebé a pesar de tener veintinueve años.

Me acerque a él para besar sus labios delatados que tanto amaba y asentí. Estaba lista para tener un hijo de Yoongi.

—Está bien, cariño. Te daré un bebé.

Su sonrisa se volvió mucho más grande, me tomó de la mano llevándome a nuestra habitación. Su madre en verdad le hacía pensar las cosas.

Pero quería ese bebé, mientras sea de Yoongi todo estaba bien.