Terminaron por salir de la clase para hablar de forma apropiada del tema, entre risas nerviosas de ambos.

—Detalles —pidió Yoongi, a lo que Taehyung ruborizó más, negando un par de veces, deteniendo su silla en mitad del vacío pasillo.

—P-Pues... —Taehyung movía sus dedos con nervios, se encogió de hombros—, fue interesante.

Yoongi no podía evitar sonreír.

—Eh... Jungkook hizo todo, y-yo no... —Taehyung abrió un poco sus brazos, señalando ligeramente sus piernas con las manos—. Y... No sé, Yoonie, deja de mirarme así —el pelinegro cubrió su rostro con vergüenza.

Yoongi no pudo evitar volver a reír.

—¿Cuándo? —preguntó el castaño, Taehyung bajó las manos de su rostro, para volver a jugar con sus dedos sobre su regazo.

—Habrá sido hace dos días, quizás —dijo—. Lo más incómodo fue cuando tuve que sentarme después, y estoy todo el día sentado, ¿te imaginas mi sufrimiento?

Yoongi no pudo evitar reír, una de las pocas bromas de Taehyung que en serio le habían dado gracia.

Taehyung se veía realmente feliz, Yoongi no pudo evitar felicitarlo.

—Y, ¿tú y Jimin? —preguntó el pelinegro.

Yoongi hizo una mueca.

—Lo inten-tamos —acomodó su pelo de forma nerviosa—, una vez —añadió.

Taehyung frunció un poco el ceño.

—Define "intentar".

Yoongi se ruborizó por el recuerdo, su corazón se aceleró por aquellas imágenes.

—M-Me asusté —dijo—, y no segui-mos.

Taehyung asintió lentamente.

—Creo que es algo que deberías hablar con Jimin —dijo el pelinegro—. Hablé mucho con Jungkook antes de hacerlo, incluso en lo que se relacionaba con este tema —golpeó su silla—. Pero no es tan terrible, más si lo hablan bien, más si es con la persona correcta. Yo creo que Jimin es tu persona correcta.

Yoongi sonrió un poco, asintió.

Lo sabía.