Al otro día, debían ir al hospital, y como siempre, TaeHyung estaba nervioso, y permaneció casi sobre JungKook toda la mañana, recibiendo mimos que lo hacían sentir un poco mejor.

En el momento que tuvo que entrar a la sala donde estaría la máquina de tomografía, separándose de JungKook y de su madre, intentó no temblar tanto.

Había hecho eso incontables veces, pero no podía superarlo.

En una sala aparte, la señora Kim, JungKook y su doctor, miraban la pantalla del ordenador.

El hombre hizo una mueca cuando notó la imagen del tumor, más brillante y clara entre toda la masa gris de su cerebro, movió un poco el mouse de la computadora, tomando unas medidas, anotando un par de cosas, estuvo así unos minutos, hasta que anunció por un micrófono que ya había terminado, con lo que TaeHyung fue libre.

El doctor se volteó hacia ambos, le dedicó una pequeña mirada a JungKook, acostumbrado a que el joven se vaya cuando tenía que hablar con la mujer, pero el pelinegro se adelantó antes de que dijeran algo.

—¿Podría quedarme, Omma Kim?

La mujer lo miró un segundo, antes de asentir, JungKook ya era grande y tenía derecho a saber lo que le ocurría a TaeHyung.

—Bien. — dijo el médico. — La parte buena, el tumor no ha crecido, sigue igual que hace unas semanas, la parte un poco más mala es esa misma, apenas se redujo algo de milímetro. — añadió. — Los medicamentos parecen estar no funcionando mucho, debería hacerse reducido mucho más. Es algo extraño que su cuerpo se haya acostumbrado a los medicamentos que le recetemos, pero puede pasar... Deme un momento  luego y le daré otros. Pasando a otro tema, ¿no tuvo ningún síntoma?

—No ha vuelto a tener fiebre, ni dolor. — la señora Kim miró a JungKook, para corroborar lo que había dicho, el pelinegro negó.

El doctor asintió, anotó en una hoja una palabras.

—Bien, les comentaré, los tumores cerebrales pueden tener distintos síntomas dependiendo de la persona, fiebre y dolor de cabeza con recurrentes, pero pueden surgir otros, les diré los más comunes. — el hombre se apartó un poco para ver hacia la computadora, tomando una lapicera para apuntar a las imágenes. — El tumor está en la parte más externa del cerebro, entre éste y el cráneo, por eso se lo considera benigno, de estar más adentro, sería maligno. — explicó. — Pero también tiene sus cuestiones... Por la zona en la que está, que llamamos lóbulo frontal, está misma, la parte de arriba y adelante del cerebro. — abarcó, haciendo un círculo con la lapicera una parte de la imagen. — Es la encargada de cosas como el lenguaje,  el pensamiento racional, las funciones motoras, y también se funciones sociales y hasta sexuales, incluso de la memoria a corto plazo, y cualquier síntoma que pudiera tener TaeHyung está relacionado a esas cosas. Desde crisis de ansiedad, dificultad para hablar, para hacer amigos o movimientos de baile, o hasta falta de equilibrio pueden ser síntomas, presten atención a esas cosas, si las hay, si no, o si empeoran. — dijo. — Tengo entendido que TaeHyung ya es propenso a tener ataques de ansiedad, aunque puede tener relación con esto, creo que son más psicológicos, no sé mucho de ese tema, pero recomiendo que vaya a un psicólogo, dígame: ¿continuó yendo a clases con la fonoaudióloga que le recomendaron?— sus ojos fueron hacia la señora Kim.

Antes de poder contestar, golpearon la puerta con rapidez, sin esperar respuesta, una enferma abrió y asomó su cabeza por la puerta.

—Disculpe, doctor, pero Kim TaeHyung está entrando en pánico. — dijo, su tono tranquilo no hizo que los demás se sintieran bien. — No deja de repetir "Koo".