LXVII
—... Entonces ahora TaeHyungie está sin medicación para que pueda ir a cirugía lo más pronto posible, hasta entonces nos quedaremos en Daegu. — finalizó JungKook.
Los demás estaban impresionados, algo mareados por tanta información junta.
Ponerse al día costaba.
El grupo se había acomodado en la sala de estar, y fue la primera vez que los presentes pudieron observar a la nueva pareja –SeokJin y NamJoon– actuar como tal, ya que estaban más que juntos y se tomaban de las manos.
SeokJin estaba evidentemente ruborizado, y NamJoon sonreía cada vez que lo veía así, aunque en cuanto comenzaron a hablar de la salud de TaeHyung, se habían puestos serios y habían dejado los mimos.
—Hasta ahora parece que nada cambió. — murmuró el azabache, continuando con su relato. — Nada de fiebre, ni dolor de cabeza. Ya van dos días.
TaeHyung hundió su vista en el té que estaba tomando, no podía evitar sentirse incómodo cuando toda la conversación giraba entorno a él.
En su opinión, prefería que las cosas siguieran así, sin fiebre, ni dolor, pero se ahorró su comentario.
Tomó un sorbo, intentando parecer tranquilo, como si ignorar todo aquello dependiera de su té.
—Cambiando de tema. — dijo SeokJin, un poco más alto de lo normal, haciendo que los demás se sobresaltaran. — TaeHyung, quiero ver tu baile.
TaeHyung rio con cierta vergüenza.
—Y-Yo creo que lo ol-vidé.
—Quiero ver lo que recuerdes. — exigió el pelinegro. — ¿Tienes la pista?
TaeHyung asintió sacando el celular de su bolsillo. Buscó la canción durante unos segundos hasta encontrarla, apretando play en seguida.
Una melodía suave, lenta, tocada delicadamente entre un piano y un chelo, dejaba una combinación de sentimientos, entre inocencia, tranquilidad y algo de tristeza.
—Quiero verte bailar eso. — murmuró el mayor, aún a mitad de la canción.
TaeHyung se puso rojo.
Soltó un ligero suspiro, sabía que su mayor no se cansaría de molestarlo hasta que lo hiciera, así que asintió, pasando la música.
—Momento, momento. — lo frenó NamJoon. — Corramos un poco los muebles así tienes espacio, y que alguien lo grabe.
TaeHyung se sintió aún más avergonzado, cubrió su sonrisa vergonzosa con sus manos.
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