—Jimin, amor, quedate quieto.

— Sólo yo le puedo decir "Amor".

— Sólo a mí me puedes decir "Amor".

Hani se volteó hacia su hermano y su novio, frunciendo el ceño hacia ambos.

— El día en que seas tan adorable como él vas a recibir el apodo de "Amor"— dijo la pelinegra, centrando su mirada en Yoongi.

— Pero si igual me dices "Amor"... y soy adorable— dijo, acunando su rostro mientras hacía expresiones tiernas y algo raras, hasta que Hani perdió su seriedad y rió por lo lindo que era su novio— ¡Yah~! Te ruborizaste~

— Cállate— Hani alzó su mano para que no lo molestara, pero no borró su sutil sonrisa.

Se volteó de nuevo hacia Jimin, continuó dumifuminando la sombra que había aplicado en sus ojos, aunque el menor hacía temblar sus párpados por la extraña sensación de la brocha sobre estos.

Ese día era la presentación de fin del año escolar, y por lo tanto, el día de su dueto con Jungkook.

Su cuñada lo estaba maquillando ya que su novio era muy inútil para el maquillaje, y su madre sólo sabía aplicar máscara de pestañas y pintalabios, cosa que no le atraía demasiado para su danza.

Su maquillaje debía ser sutil y bonito, que combinará con su atuendo de color negro y con las emociones que quería mostrar con sus movimientos, y la unica persona que podía cumplir con su exigencia de manera gratis era Hani.

— Bien, Jimin, creo que está listo— dijo la pelinegra, apartándose con una sonrisa confiada—, vé a verte y dime qué opinas.

El menor estaba más que feliz, fue con una sonrisa hacia el espejo de la sala y se miró con gusto, sintiendo sus mejillas calientes, y soltó una risita alegre, asistiendo.

— Lindo— dijo—, me gusta.

— Awww, tú eres lindo— no pudo evitar decir Hani.

— ¿Yo no soy lindo? — Yoongi hizo un puchero, acercándose a centímetros de su rostro sólo para molestarla.

Hani había pasado casi una hora maquillando a Jimin y quería la atención que no había recibido en todo ese rato.

— Eres lindo cuando no molestas.

— Otra forma de decir que estás feo— dijo Jungkook, mirando con desinterés su celular, lo siguiente que sintió fue un golpe en su cabeza y ya había levantado los puños para pelear cuando notó la expresión molesta de su hermana.

— Mi Yoongi es hermoso, y sólo yo le puedo decir feo— dijo —. Y baja esos puños que con esos bracitos a quién vas a dañar.

— Hani, Hani, amor, tranquila, el bebé, relájate— Yoongi se acercó a ella con cuidado, abrazándola por la espalda, colocando sus brazos sobre su vientre—. No lo dijo con mala intención, cariño, ya está— añadió, sonriendo ampliamente.

La pelinegra suspiró, asintiendo.

— No pe-leen— dijo Jimin, acercándose a ellos, sentándose junto a Jungkook en el sofá pera abrazarlo de forma protectora, tenía un puchero en sus labios.

— No vamos a pelear, bebé— dijo Jungkook, con una sonrisa por el abrazo—. Es una charla de hermanos.

— Charlemos con los puños.

— ¡Hani!