LXVIII
—¿Qué es todo este bullicio? — la tía Loon habló en un tono más agudo de lo normal.
Esos chicos movieron todos los muebles de su sala de estar rechinando todo contra el suelo y ya la habían alterado.
Con su grito los seis se detuvieron en seco, mirándola con lo que parecía miedo.
La mujer los vió como un montón de niños atrapados haciendo algo mal, y no pudo evitar reír por la imagen mental de todos esos jóvenes como unos bebés.
— Jiminie va a bailar— respondió el chico de la silla de ruedas, del cual no se había aprendido el nombre.
La rubia miró con sorpresa a Jimin.
— Jiminie, nunca te ví bailar, ni siquiera me contaste que bailas— dijo la mujer—. Nunca me dices nada.
Jimin estuvo por contestar pero la voz de Taehyung lo interrumpió.
— Pues Jiminie no era muy hablador, no me sorprendería— dijo, ganándose una mirada asesina por parte del pelirosa.
— Tranquilo, Jimin, yo lo golpeo— dijo Hoseok, antes de acercarse lo suficiente como para dar un sonoro puñetazo en la pierna del rubio, haciendo que este comenzara a quejarse y a frotar la zona.
Tanto Jimin como la tía Loon rieron por lo ridículo de la pareja.
— Pero bien, ya que lo mencionas, me quedo— dijo la mujer, y avanzó hasta sentarse en uno de los sillones, espectante a que Jimin comience su acto.
El pelirosa estaba ruborizado, una sonrisa tímida se instaló en sus labios, miró hacia sus pies.
Él no estaba acostumbrado a bailar frente a un público, le parecía suficiente hacerlo frente a su profesor de baile.
— Cuando quieras— dijo Loon, en tono alegre y casi cantando.
Jimin suspiró con nervios, repasó el rápido baile en su mente y rogó porque los movimientos le salieran al menos decentes.
Le alcanzó el celular a su novio, quien le dedicó un pequeño asentimiento al tomarlo.
— ¿Listo?
Jimin asintió una vez, cerrando sus ojitos.
Jungkook puso play.
De nuevo, la suave melodía del piano mezclada con la del chelo comenzó a sonar, acompañado de pasos de baile de Jimin, que impresionaron a los presentes.
Complejos y algo diferentes a la melodía de la canción, los movimientos eran bastante enérgicos, en la parte más lenta de la melodía, llegaban a ser hasta sensuales.
Sin duda el cuerpo de Jimin estaba hecho para bailar.
Inconsientemente, Jungkook había estado mordiendo su labio o relamiendolos durante los dos minutos que duraba la coreografía, totalmente encantado con el lindo y talentoso chico frente a él.
Al finalizar, Jimin permaneció en su lugar unos segundos más, respirando algo agitado, antes de alzar la vista hacia su público, quien aplaudió con ganas, haciéndolo reír.
— ¡Y eso me estuviste escondiendo todo este tiempo! — se quejó Seokjin—. Park Jimin, debería castigarte por haberte guardado semejante baile y tanto talento por todo este tiempo.
— ¡Seokjin deja al chico! — lo calló Namjoon, quien rió por la infantil actitud de su novio.
Sin más que hacer, Jimin fue hacia Jungkook, quien lo acomodó sobre su regazo, besando su mejilla.
— Es hermoso— dijo, se notaba el encanto en su voz.
🐾
Baile:
Instrumental:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro