— ¡Kim Seokjin!

El mayor rodó los ojos al escuchar la voz de Taehyung.

Había salido de una relajante ducha y apenas se había cambiado, no estaba de humor para que el chico comenzara a-

Frunció el ceño de golpe.

¿Qué hacía Taehyung en su casa?

Salió del cuarto apresuradamente, encontrándose al pelirubio en el pasillo.

— ¿Qué haces aquí, Taehyung? ¿Quién te dejó entrar? ¡Largo de mí casa! — habló mientras lo empujaba, haciéndolo retroceder hacia la sala, sin dejar que el chico hablara.

Se detuvo cuando en la sala vió a Hoseok, quién hablaba de algo importante con Namjoon, pues el moreno estaba escuchando atentamente sus palabras, totalmente serio.

— ¿Nam? ¿Tú los dejaste entrar? — preguntó el mayor—. Me voy a bañar por veinte minutos y ya dejas que-

— ¡Escúchame! — lo interrumpió Taehyung, ya le estaba molestando todo ese trato—. Está bien que quieras tu casa sola y sin nosotros para follar con ese tipo— señaló a Namjoon, quién abrió muy grande los ojos con esa declaración—. Pero lo que pasa es en serio importante y te necesitamos.

Las mejillas de Seokjin estaban totalmente rojas por esas palabras.

Ese chico no tenía filtro.

Suspiró y controló el enojo que cargaba.

Ese día había arreglado específicamente para pasarlo con Namjoon, y estaba realmente molesto porque lo interrumpieran, todavía no habían empezado.

— Hace dos días, Jungkook me mandó un mensaje de que estaban en el hospital, con Jimin— comenzó—. Le pregunté qué había pasado pero no me contestó ninguna pregunta. Su último mensaje fue que no irían a la escuela durante unos días.

>> No contesta mis llamadas y tampoco las de Hoseok, ni siquiera lee los mensajes.

>> No sabemos si pasó algo malo o sólo están enojados con nosotros.

Seokjin frunció el ceño.

— ¿Por qué estarían enojados con ustedes? — preguntó— ¿Qué hicieron?

— ¡Nada! — dijeron ambos jóvenes.

El mayor pasó la mirada de uno a otro.

— ¿Probaron con ir a su casa? — preguntó.

Taehyung asintió.

— Ayer fuí yo mismo, pero el auto no estaba, no había nadie— dijo.

El pelinegro comenzaba a preocuparse en serio.

— Déjame ver los mensajes— pidió, extendiendo su mano, el pelirubio le entregó su celular, y el mayor se tomó un minuto para revisar la conversación.

— Pensamos que como no responde a nuestras llamadas, podría responderte a ti— murmuró Hoseok, Seokjin le devolvió el celular a Tae, mientras sacaba el suyo con la mano opuesta.

— Creo que tampoco tendrán resultados— murmuró Namjoon, se ganó la atención de los otros tres—. Digo, creo que se lo ven venir, tampoco responderán.

Taehyung suspiró con fastidio.

— Par de idiotas— murmuró.

— No insultes— lo cayó Seokjin—. Fácil, llamaré a alguien que sé que va a responder— añadió, con un pequeña sonrisa victoriosa, mientras buscaba el contacto en su celular, al encontrarlo presionó la pantalla y espero unos  segundos hasta que contestara—. ¡Señora Park! ¿Cómo está? — saludó en tono amable, su sonrisa seguía allí—. No, no, no ocurrió nada, pero sólo queríamos preguntar por Jungkook y por Jiminie.

La señora Park habló por largos segundos, y lentamente la sonrisa de Seokjin se fue borrando.

— ¿Qué? — casi susurró el mayor—. Sí, sí, por favor— Seokjin separó el celular de su oído para hablarle a los presentes—. Me pasará con Jimin— anunció y volvió a acomodar el aparato junto a su rostro—. ¡Jiminie! Soy Jin, ¿Cómo-?... ¿Hola?

Escucharon un murmullo del celular, pero la llamada se cortó a los pocos segundos.

Seokjin miró extrañado el aparato.

— ¿Qué pasó? ¿Qué dijo?

— La señora Park dijo que tuvieron que viajar a Busán a último momento— dijo el pelinegro—. Y dijo que Jiminie estaba enfermo, pero que debía contarlo él... Pero no entendí muy bien el qué.

Los otros tres acallaron, tampoco estaban entendiendo mucho.

— ¿Se fueron de viaje? — dijo Tae— ¿De luna de miel? ¿Por... Cuarta vez? ¿No podían decirlo? No es difícil— se quejaba, seguía enojado.

Hoseok negó.

— No creo que sea sólo eso— dijo —. Digo, hospitales, ir hasta Busán... Y que Jiminie esté enfermo, no debe ser un resfriado o algo así.

— ¿Qué te hace pensar eso? — preguntó Namjoon.

— Jiminie ya estaba tomando medicamentos desde antes— habló Hoseok—. No nos dijo qué era, pero no parecía enfermo... Del tipo resfriado, debían ser para algo más... Interno, ¿No? — intentó explicarse, miró a los otros, esperando que dijeran algo—. Cuando a mí tío le detectaron cáncer, tomaba medicamentos diarios, y no parecía enfermo— contó—. ¿No puede ser algo así?

La sala cayó en silencio, como si al decir cualquier cosa algo como aquello podría resultar real.

Jimin con una enfermedad tan terrible como un cáncer no era algo de lo que querían opinar.

— Llamaremos dentro de un rato a la señora Park de nuevo— anunció Seokjin—. No hablaremos con ellos, para que nos dejen sin respuesta no vale la pena.

Los tres asintieron.

— Y... Si resulta que Jiminie está enfermo y no nos quiere decir— aventuró Taehyung—. Digo, él es muy cerrado y... Quizás hasta a mí me costaría hablarlo con otros si tengo un cáncer, por poner un ejempo— aclaró.

— De ser así, yo mismo los llevaré a Busán— dijo Seokjin—. No puede estar sólo, es cuando más necesita nuestro apoyo.

>>Por si acaso, preparen su equipaje.