Extra: Sign.
"Sing"
— Jeon Jungkook, ya estoy unido a ti, pero hoy me uno como tú 𝘦𝘱𝘰𝘴𝘰-
— Es-𝘱𝘰-𝘴𝘰 — dijo la señora Park, corrigiendo a su hijo, que tanto se estaba esforzando para aprender a decir sus votos sin que nada sonara mal.
Y sabía que a su esposo, su Kookie, no le importaría, que él lo amaba sin importar si podía pronunciar dos "S" en una palabra o no, pero él quería darle una sorpresa.
— Es- po- so— deletreo Jimin, mirando a su madre, quién asintió, con una sonrisa— Es-po-so, Es-po-so...
— Sigue así, bebé— la señora Park tomó sus mejillas y dejó un beso en su frente—. Practica el resto, Minnie, ya regreso.
El joven asintió, mientras repetía esa palabra una y otra vez, y juntaba las sílabas hasta que saliera bien, como él quería.
La mujer fue hacia la otra sala, saludando a quienes estaban haciendo los preparativos para la boda de su hermoso hijo y de su igual de hermoso yerno.
La boda no era nada más que simbólica, esa misma mañana habían firmado los papeles legales en una horrible oficina, pero querían una ceremonia, un lindo evento donde se irían a vestir de trajes e iban a compartir anillos e iban a ser "casados" bajo la palabra de Seokjin, quién se había ofrecido especialmente para hacer de "Cura" a lo que Taehyung no había perdido la oportunidad para decir que la lujuria había poseído su culo entre muchas otras cosas como para ser Cura.
Al llegar a la otra sala, Jungkook miraba las páginas con los gestos que tenía dibujados para interpretar, frunciendo el seño y moviendo sus manos con torpeza.
Porque sí, quería decir sus votos en señas especialmente para su bebé.
Aunque sabía que a su esposo no le importaría escucharlo todo con su hermosa voz y no con sus gestos de manos, pero él quería darle una sorpresa.
— ¿Cómo vas, Kookie?
— Mal, horrible, terrible, quiero huir en un avión hasta Calcuta y cambiarme el nombre.
La señora Park rió por sus ocurrencias.
— Mamá, ¿Y si digo algo mal?
— ¿Qué podrías decir mal?
— No sé... Confundir los gestos y en vez de decir "Te amo" digo "Te penetro el ano".
La señora Park golpeó su brazo para que callara.
— Primero, no digas esas cosas, segundo... Son gestos muy distintos, Jungkook.
El otro suspiró y asintió.
— Vamos, practica conmigo, que tengo que volver con Minnie— dijo la mujer, colocandos frente a él, mientras el otro comenzaba con sus gestos, aunque sus expresiones no ayudaban en nada porque dudaba a cada movimiento, el mensaje era hermoso, y la mujer lloró con una
sonrisa en su rostro cuando terminó.
🐾
— ¿Listo campeón? — preguntó Seokjin en cuanto Jungkook llegó al altar y tenía que esperar aún por Jimin.
El menor de los dos se acomodaba su traje negro a cada segundo, mientras esperaba a quizás morirse ahí mismo.
— Aún puedes escapar conmigo, amor— dijo Taehyung sobre su hombro, y Jeon se cuestionó el por qué lo habían elegido como la "dama" de honor.
Jungkook ahogó las palabras para no insultar a ninguno de los dos y quedar mal en su propia boda, comenzó a contar para calmarse, y antes de lo que pudo creer, la canción comenzó a sonar.
Era especial, era la canción que algún día él tocó en el piano para ver a Jimin bailar.
Y sintiendo su estómago cosquillear, alzó la vista hasta el final de aquella roja alfombra, que contrastaba tanto con el pasto verde de aquel patio, tan bien iluminado por el sol, una ligera brisa recorrió la escena, y al ver al amor de su vida no podría haber sentido que estaba haciendo algo más correcto que aquello.
El traje de Jimin era blanco, con un fino encaje en el cuello, se ajustaba en su cintura, y acentuaba la figura de su escultural y delicado cuerpo, pero lo que en serio hacia a su corazón morir era la corona de rosas sobre su cabello, que sostenían un fino velo, detrás de este, Jimin le sonrío ampliamente, y sus ojos desaparecieron detrás de sus mejillas.
La señora Park iba a su lado, y fue quien escoltó a su hijo hasta llegar al final, junto a su esposo, quién tomó sus manos en cuanto llegó frente a él, quiso llorar en cuanto sus ojos se encontraron con los de Jimin.
Escuchó a Seokjin hablar pero sólo podía mirarlo, y amarlo con todo su corazón y sonreír como un tonto, así que quedó sorprendido cuando su mayor dijo que era hora de los anillos, y comenzó a repasar nervioso en su cabeza todos los movimientos de sus manos.
Hoseok llevó los anillos, Taehyung iba a su lado, sosteniéndolo por su brazo, por cualquier cosa que pudiera ocurrirle.
Hoseok le había advertido que se iba a poner sensible y que no sabía si podía mantenerse en pié con seguridad, y su novio no había tardado en decir que estaría allí para él.
— Eres un llorón — dijo Taehyung en su oído, porque no había dejado de sorber su nariz y sus manos temblaban llevando ambos anillos en aquella cajita, decorada de blanco y con un par de rosas acompañando.
Hoseok quiso golpearlo pero estaba muy sensible.
Sus amigos tomaron los anillos y lo sostuvieron en sus manos, le agradecieron con gran sinceridad y Tae lo acompañó hasta una silla junto a ellos, para que finalmente pudiera llorar tranquilo, para escuchar el momento importante.
— Y ahora, los novios dirán sus votos.
Ambos se miraron con una sonrisa.
— Jiminie— Jungkook lo alentó a que él fuera primero, el más bajo asintió.
— Jeon Jungkook— comenzó, mirándolo a los ojos, sus manitos fueron a las del otro, acomodando al anillo en su anular—. Ya estoy unido a ti, pero hoy me uno como tú esposo, y con todo mí corazón... Te digo que te amo, para toda esta vida, y las otras, por siempre.
Jeon estaba al borde de las lágrimas.
— L-Lo dijiste todo... — Jimin asintió con emoción, y una sonrisa gigante—. Estoy tan orgulloso de ti.
— Guardarlo para los votos, tonto, para eso están — susurró Taehyung a su oído, lo que lo hizo volver a la realidad y asentir.
Jungkook tuvo que apartarse un paso, Jimin lo miraba expectante, alzando su mano, lo primero que hizo fue señalarlo, la primera seña.
— Park Jimin— murmuró, bajo, para guiarse a sí mismo, y quizás solo los que lo acompañaban en el altar lo escucharon, continuó—, mí amor, es un honor haberte conocido, y es un orgullo estar a tu lado para siempre, para abrazarte fuerte, para amarte con mí vida, y ser tu mejor compañero... — ver las señas era hermoso y casi poético, aún sin entender del todo, se veía que era era bonito, los movimientos eran fluidos, suaves y trazaban formas orgánicas en al aire, Jeon había tocado su corazón, se había abrazado, lo había mirado con todo el sentimiento, para finalizar todo con su costumbre—. Porque te amo— alzó su meñique, índice y pulgar, y el anillo en su anular brilló en un reflejo que atrapó la vista de Jimin, quién estaba al
borde de las lágrimas.
Sin palabras de todo lo hermoso que había sido, Jimin sólo pudo volver a recurrir a las señas e hizo un monton de movimientos rápidos de todo lo que lo amaba y de lo hermosos que era y lo bien que había salido todo, haciendo reír de ternura a su público.
Jungkook se acercó a él para tomarlo por los brazos para que se calmara, mirándolo con la misma sonrisa tonta que tenía sólo para él, vió el puchero de Jimin detrás del velo, y era
hermoso.
Acomodó el anillo en el pequeño y algo gordito y completamente hermoso dedito anular de su compañero de vida.
— Ya, besense, así puedo ir a llorar— dijo Seokjin, quién ya no podía mantener la compostura por todo aquello, con las risas de los presentes, Jungkook volteó el velo, quitandolo del camino.
Con sus manos unidas, ahora unieron sus labios, hundiéndose en un beso suave de todo su amor y cariño, Jungkook sonrió cuando sintió el sabor del ligero labial que recién en ese momento se dió cuenta que Jimin llevaba, de suaves fresas, y su sonrisa contagió al otro también.
No podría decir que se separaron realmente, luego de largos segundos de aquel beso, se abrazaron sin alejarse ni un poco, y rieron con toda la dicha de sus almas.
🐾
— ¿Quieren conocer a JungMin—Ambos asintieron, la mujer de aquel orfanato asintió y los llevó por un largo pasillo hasta la sala de maternal, donde los niños más pequeños estaban, y entre ellos, el pequeño JungMin.
— Junggie— la mujer colocó una mano sobre su hombro, el niño se volteó hacia ella y el aparatito sobre su oído se movió un poco, la mujer lo acomodó por él, el pequeño tenía tres años—. Tienes amigos nuevos que quieren conocerte.
La joven pareja se sentó frente a él, el niño los miró con ojos grandes y brillantes que Jimin notó iguales a los de Jungkook y se enamoró aún más del pequeño.
Ambos movieron sus manos frente a él, el pequeño respondió de la misma manera.
Se presentaron ante él, jugaron con él, tenían que hablarle claro y cerca de su aparatito para que pudiera escucharlos bien, puesto que este no andaba del todo bien, y ambos se
sorprendieron de ver que el pequeño niño sabía algo de señas básicas.
Y fue cuestión de pocas visitas para que decidieran dar un gran paso, donde le llevaron unos audífonos nuevos para él, Jimin se atrevió a decirle de quien eran.
"De papá y papi" dijo, en señas y el pequeño los miró como si fuera en serio.
Jungkook entendió que había dicho porque eran señas básicas, y rió cuando su niño fue a abrazarlos como agradecimiento.
Cómo no podrían amarlo, era lo que necesitaban para sentirse como una familia completa, para tener su pequeño mundo como más deseaban.
Y el pequeño JungMin hizo una seña que nunca lo habían visto hacer hasta entonces, en cuanto se colocó sus audífonos nuevos y escuchó mejor que nunca, miró a ambos y alzó su meñique, índice y pulgar hacia sus padres.
Y Jimin lloró un poco, Jungkook sonrió por lo lindo que se sentía, tomó la mano de su esposo y ambos devolvieron el gesto a su niño.
Sin duda era de ellos, era su hijito, y lo que desde hacía mucho, querían adoptar y que habían encontrado para la mejor de sus suertes.
Y ya en casa, con Jimin acurrucado en su pecho, y ambos risueños y sonrientes por tan bonito día con su hijo, el más bajo volvió a agradecerle.
— Kookie... Gracias, por todo
El pequeño Jimin ya no era tan pequeño, contra lo que le había dicho un doctor una vez, había mejorado su habla muchísimo, y apenas eran un par de palabras que a veces, no pronunciaba tan bien o se confundía un poco las letras.
— Minnie, gracias a tí— dijo el otro, besó su frente con amor—. Eres lo mejor que podría existir, bebé.
— Te amo.
— Yo te amo más.
— No, yo más.
— Que yo más.
— Yo amo más.
— Jimin, yo amo más...
❝ Y está historia no tiene fin, porque ellos estarán juntos por siempre ❞
🐾
Y aquí esta la sorpresa de la que les hablé. La autora original escribió este extra especialmente para la versión kookmin.
No sé ustedes pero yo la amo.
Puede que aún quede otra sorpresa 👀
Y aprovecho para invitarlxs a leer mi nueva adaptación. Ya está en mi perfil.
Bye 💕
Cuenta de respaldo: parkjeongguks
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