Lago Loud, 1990

Era una agradable mañana en la cuidad de Lago Loud, todos los ciudadanos se encontraban realizado sus actividades y entre ellos un chico de catorce años, de cabello castaño y ojos marrón, usaba una camisa de cuadros color verde olivo sobre una playera manga larga color pistache y pantalones cafés, este chico andaba en su bicicleta por las calles de la ciudad hasta estar en un paso peatonal el guardia de  de transito lo vio y detuvo a los autos

—Puedes pasar Lynn— le dijo al chico dejándolo pasar

—Gracias señor Albert— le dijo al estar al otro lado de la calle

—¡Ve con cuidado!— respondió entre risas y siguió con su trabajo

Lynn continuó su camino pasando por una estatua al Duque Lornell Loud hasta llegar al parque de la ciudad

—¡Ey Lynno!— escucho el grito y miro hacia la fuente donde estaba su mejor amigo 

—¡Ey K-Do!— lo saludo y se dirigió a él resaltando sus rasgos asiáticos su cabello negro y ojos marrón, vestía una playera de rayas color blanca, gris y azul, pantaloncillos color azul claro y tenis color azul— ¿Lo tienes?—

—¿Qué si lo tengo?— cuestiono y le entrego una bolsa de papel— ¡Claro que los tengo!— exclamo y Lynn saco dos cencerros de metal 

—¡Oh si! ¡Ahora podemos tocar cuando se nos de la gana!— exclamo Lynn comenzando a golpear el cencerro con fuerza junto a Kotaro para disgusto de los que estaban cerca de ellos hasta que el sonido de las campanas y se dieron cuenta de la hora— ¡Vamos a llegar tarde!— exclamo y cada uno tomo sus bicicletas, pedalearon hasta llegar a la escuela

—Vamos Lynno— dijo Kotaro estacionando su bicicleta y entrando a la escuela "Lago Loud High", ambos corrieron por los pasillos evitando al monitor escolar para llegar a su clase

—Estuvo cerca— suspiro Lynn

—Ya era hora— dijo una niña de su edad, era alta de cabello rubio, ojos azules y vestía una blusa color rosa con el borde del cuello y las magas blancas, falda azul, calcetas blancas y zapatos negros— Creí que ya no iban a venir—

—Oh créeme Rita— hablo Kotaro— Lynn no podría sobrevivir a las clases sin no puede verte a ti—

—Kotaro— reclamo sonrojado evitando que Rita lo viera

—Ok clase todos a sus lugares— aviso la profesora Smith— Hoy vamos a hablar sobre la fundación del pueblo de Lago Loud en Escocia— al comentar eso Lynn no pudo evitar sentirse frustrado— ¿Alguien sabe quién fue el fundador del pueblo?— pregunto y Rita levanto la mano— Willard— 

—Fue el Duque Lean Loud—

—Exactamente, Rita. El Duque Lean Loud fue el fundador del pueblo de Lago Loud. Lynn, como descendiente directo del Duque Lean Loud, ¿puedes decirnos un poco más sobre la historia de tu familia?— pidió viendo fijamente a Lynn

—Umm sí, claro— respondió— Mi familia ha vivido en Lago Loud durante siglos. El Duque Lean Loud fundó el pueblo en el siglo XVI y desde entonces, mi familia ha jugado un papel importante en la historia del pueblo— explico un poco avergonzado

—¡Se nota que lo haces!— se burlo uno de sus compañeros— No eres más que un idiota—

—¡James McCann! No voy a tolerar ese tipo de comportamientos en mi clase— regaño la profesora

—No hice nada más que resaltar su papel en la historia— respondió sin importancia James McCann, piel clara, ojos verdes y cabello castaño cenizo, vestía una chaqueta de mezclilla sobre playera roja y pantalones de mezclilla

—Un comentario así e iras a la oficina del director— advirtió la profesora — Ahora continuaremos la discusión sobre la fundación del pueblo de Lago Loud— Kotaro levanto la mano— ¿Si, Miyasaki?—

—Me gustaría saber más sobre las dificultades que enfrentó el Duque Lean Loud al fundar el pueblo—

—Bueno, Kotaro. El Duque Lean Loud enfrentó muchas dificultades al fundar el pueblo. Una de las principales dificultades fue la geografía del lugar. El pueblo se encuentra en un valle rodeado de montañas, lo que hizo que fuera difícil acceder al lugar y transportar suministros—

—¿Y qué hay de los conflictos con los clanes vecinos? ¿No fue eso una de las principales dificultades que enfrentó el Duque Lean Loud?— pregunto una de las niñas de la clase

—Los conflictos con los clanes vecinos fueron una de las principales dificultades que enfrentó el Duque Lean Loud. Sin embargo, a pesar de estas dificultades, el Duque Lean Loud logró entablar un acuerdo de paz entre los pueblos y siendo parte también de Lago Loud— 

El tiempo paso y continuaron con cada clase hasta que fue la clase de educación física, el profesor Thomson propuso un juego de baloncesto, el grupo se dividió en dos dejando al pequeño grupo de amigos juntos, pero apara su desgracia Jason estaba en el otro equipo.

El partido comienza y los dos equipos se enfrentan en la cancha. Lynn, Rita y Kotaro están trabajando juntos, pasándose la pelota y moviéndose por la cancha con facilidad. James, por otro lado, está jugando de manera agresiva, empujando y bloqueando a los jugadores del equipo contrario. Claramente el grupo no se dejo ganar a pesar de las jugadas que hacia James con sus amigos, para sorpresa de todos el equipo de Lynn, Rita y Kotaro gana con un marcador de 20-18.

Después de ese partido el grupo se dirigió a la cafetería, cada uno sirviéndose su almuerzo y tomando un lugar en las mesas disponibles, estuvieron tranquilos conversando y disfrutando su descanso de las clases. Hasta que ellos llegaron

—¡Ey, Lynn! —dice Jason con una sonrisa burlona— ¿Qué pasa, eres demasiado bueno para sentarte con nosotros?— cuestiono para molestia de Lynn

—No quiero problemas, Jason— dice Lynn— Déjanos en paz— pidió provocando que Jason se riera y se sienta al lado de Rita.

—¡Oh, no te preocupes, Lynn!— dice Jason— Solo quiero hacer un poco de compañía. ¿Verdad, chicos?— les pregunto a sus amigos quienes asienten con la cabeza y se sientan alrededor de la mesa. Kotaro y Rita se sienten incómodos y intentan mantenerse alejados de la situación.

—¿Qué te pasa, Jason?— dice Kotaro— ¿Por qué siempre tienes que molestar a Lynn?—

—¿Y quién eres tú para hablar?— dice Jason —¿Eres el protector de Lynn o algo así?—

—Jason, por favor— dice Rita— Déjalo en paz—

—Bueno podría hacerlo— comento Jason mientras con su brazo rodeaba los hombros de Rita— Si tienes una cita conmigo—

—Ni muerta— murmuro dándole un codazo para alejarlo algo que hizo reír a Lynn y Kotaro

—Bueno dejo la decisión a Rita— dijo mientras se levantaba y sus amigos lo imitaron— Recuerda muñeca soy mejor partido que este Loud— menciono y luego se fueron. Lynn, Kotaro y Rita se quedan sentados en la mesa, sintiéndose aliviados de que la situación haya terminado.

—Que tipo tan desagradable— 

—Lo siento, Lynn —dice Kotaro— No debería haber dejado que Jason te molestara—

Lynn sonríe.—No te preocupes, Kotaro —dice Lynn— Estoy acostumbrado a lidiar con Jason— Luego miro a Rita— Lamento que te tratara así y no haber hecho nada—

—No te preocupes si fuera por mi le hubiera dado un puñetazo que me enseño mi padre—

—Me hubiera gustado verlo— comento Lynn

—Tal vez te enseñe algún— Rita le coloco su mano sobre la de él sonrojando a Lynn, todo eso fue observado por James y no estaba contento.

Las clases habían terminado, Lynn se despidió de sus amigos, tomo su bicicleta y pedaleo con dirección a su casa, sin darse cuenta de que era perseguido por James y sus amigos.

—Hay no— susurro comenzando a pedalear más rápido

—¡¿Oye Loud cuál es la prisa?!— se burlo James al ver la reacción de Lynn

Mientras Lynn pedaleaba más rápido sabía que no llegaría a su casa, al menos no completo e intacto, así que fue por un camino conocido para él.

—¡Va a la fabrica!— dijo uno de los chicos 

Efectivamente, Lynn entro a un lugar cerca del puerto a la fabrica textil de Lago Loud, Lynn freno aun dejando su bicileta en el suelo y correr a la entrada.

—¡Vamos, vamos, Loud! ¡Corre con papi!— se burlo Jason— Aquí te esperare— 

Lynn entando adentro se sintió un poco aliviado, aunque el ruido de las maquinas de la fabrica lo hicieron reaccionar y se adentro más. El lugar estaba lleno de movimiento y ruido tanto de los trabajadores como de las maquinas quienes se dedicaban a hacer todo tipo de ropa y otros artículos de moda que se relacionaran con las telas, muy pocas veces iba pero cuando estaba ahí pasaba el tiempo con un amigo.

—Hey Lynn mi amigo— saludo un joven de dieciocho años moreno de cabello negro, vestía el uniforme de la fabrica

—Hola Bastián— saludo Lynn con su saludo oficial

—Ven quiero mostrarte algo— lo llevo a su pequeño taller y busco entre sus cosas— Tengo una cita con tu padre para mostrarle esto— saco una mochila

—¿Una mochila?— cuestiono Lynn confundido— Bast ya hacemos mochilas aquí—

—Ah no es cualquier mochila— recalco animado— Es una mochila de supervivencia, es tan grande como los bolsos militares, tiene más bolsillos de diferentes tamaños capaces de guardar todo tipo de cosas y lo mejor de todo es que tiene estos poleas elásticas que amortiguan el peso y parece que levita—

—Genial— dijo tomando la mochila admirándola 

—Lo se y si convenzo al Sr. Loud de hacerlo se pedirán a montón en en el ejercito o para acampar, Lynn... mi polea será famosa—

—Espero que tengas éxito— comento y se acerco a la ventana

—¿Qué pasa?— le pregunto

—Nada—

—¿Lynn?— al oír esa voz Lynn volteo y vio a su padre Leonard Loud junto con algunos de sus trabajadores— ¿Qué haces aquí?— Lynn se acerco a él dejando la mochila en una de las maquinas— Te lo he dicho miles de veces la fabrica no es patio de juegos—

—¿Entonces por qué Lance si puede venir aquí con sus amigos a divertirse en la noche?— pregunto molesto

—Ya regañe a Lance por eso—

—Si claro— murmuro en voz baja— ¿Puedes llevarme a casa?—

—¿James te esta molestando?— Leonard lo miro serió y Lynn evito mirarlo, Bastián miro por la ventana y ahí estaba James con su grupo mientras aventaban su bicicleta para divertirse— Lynn... si algo te asusta tienes que enfrentarlo... ahora ve a casa— pidió y Lynn a regañadientes fue a la salida, nadie se dio cuenta que la mochila estaba entrando a la máquina

—No debe ser tan rudo con él, Señor— comento Bastián

—No aprenderá sino aprende de la vida— respondió Leonard— Además Bolhofner, sabes que no debe jugar aquí—

—Si lo siento— respondió Bastián

—Gracias... ah por cierto ¿Qué es lo que querías mostrarme?— 

—Un momento señor— sonrió emocionado hasta que se dio cuenta que la mochila ya no estaba y comenzó a buscar el lugar, hasta que la maquina a su lado empezó a hacer un ruido extraño y a sacar humo

—¡Apánguelo!— ordeno Leonard y fue a su maquina, los trabajadores la apagaron— Ábranla—

—Tiene algo atorado señor— dijo el trabajador y saco el objeto para después entregárselo y Bastián lo reconoció

—¿Quién hizo esto?— pregunto Leonard molesto mientras a lo lejos Lynn observaba todo, pero no dijo nada y mejor se fue

—Fui yo— respondió Bastián 

Lynn salió de la fabrica, esperando que James y los demás no estuvieran ahí, corrió hacia su bicicleta y cuando estuvo apunto de irse... ellos aparecieron.

—Me lleva la— susurro Lynn

—El que seas un Loud no te da derecho de tener a todas las chicas para ti— dijo James

—En primer lugar yo no tengo a todas las chicas para mi, en segundo si es por Rita ella y yo somos amigos y tiene el derecho de decir con quién estar, y en tercera el hecho de que sea un Loud no me da el derecho de nada al igual que tu seas un McCann y trates de molestarme por eso—

—Solo te pongo en tu lugar— respondió con burla

—Que curioso porque los Loud son duques, dueños de cada tienda del lugar y hasta el pueblo tiene el nombre y los McCann solo dirigen el desagüe... número dos James— se burlo provocano la risa de los amigos de James hasta que él los hizo callar

—Te daré tu número dos— luego el grupo se abalanzó hacia él y comenzaron a golpearlo, ya dándole lo suficiente lo dejaron en el suelo y se fueron llevándose su bicicleta

—¡Idiotas!— grito Lynn limpiándose la sangre de su labio, se levanto con algo de dificultad y se sacudió el polvo— ¿Por qué siempre que le hago caso a papá me termina lastimando?— murmuro molesto y en eso escucho algo.

Tambores. Un ritmo de tambores y ya que conocía de música exótica era tambores africanos, siguió el hipnótico ritmo de los tambores hasta una obra en construcción y, mirando a su alrededor, notó que ninguno de los trabajadores parecía notarlos, ya que continuaban trabajando. El silbato del almuerzo sonó para avisarle que era hora de almorzar y, al mismo tiempo, también lo asustó con éxito. Cuando se acercó a una pared sólida de tierra, los tambores se detuvieron. Curiosamente, se inclinó hacia adelante y apoyó la oreja contra ella para escuchar si había algún otro ruido.

Al no oír más ruidos del muro de tierra, comenzó a cavar en el lugar de donde oía los tambores. Sus dedos rasgaban la tierra dura y húmeda mientras la arrancaba, y con cada pedazo que arrancaba comenzaba a revelar lo que parecía ser un cofre de madera muy antiguo.

Una vez que liberó el cofre, su curiosidad creció, especialmente con todas las posibilidades de lo que podría haber dentro del cofre. Lentamente lo abrió y reveló un montón de arena. Con entusiasmo comenzó a mover la arena hasta que finalmente lo vio: un juego de mesa.

Lo sacó y descubrió un grabado muy intrincado en el frente, con el nombre del juego pintado en grandes letras blancas: Jumanji. Al mirar a su alrededor, se dio cuenta de que uno de los trabajadores lo había visto, por lo que agarró su nuevo tesoro y rápidamente se dirigió a casa.

(...)

—Hogar dulce hogar— murmuro Lynn entrando a un gran jardín en un camino hacia un castillo

Los Loud fundaron el pueblo y ha estado aquí por más de cuatrocientos años, gracias a ellos la ciudad prospero y más con la fabrica de botes, zapatos y ropa que formo su padre, siendo la familia más rica del pueblo y dueño del lugar.

—Bienvenido amo Lynn— saludo el mayordomo abriendo la puerta

—Gracias Frank— murmuro Lynn al entrar y luego se dirigió a la sala del segundo piso. Se sentó en el sofá y procedió a abrir el juego, y reveló un hermoso tablero de juego— ¡Genial!— exclamó en voz baja mientras lo colocaba en su regazo, abrió la pequeña caja de la derecha y reveló las piezas del juego. Con cuidado, tomó tres y las miró. El rinoceronte parecía tallado en queratina, mientras que el elefante era de un hermoso color negro metálico y el cocodrilo también brillaba como si fuera hecho de plata

—Lynn, ¿estás en casa?— el grito de su madre lo sobresalto y provocó que soltara las tres piezas del juego, que volaron hacia el punto de partida, luego rápidamente cerró el juego y lo metió debajo del sofá, se levantó y corrió a saludar a su madre

—Si mamá— salió de la sala y su madreo jadeo al verlo

—Oh Lynn ¿otra vez?— pregunto su madre preocupada— Ven vamos limpiar tus heridas y darte algo de hielo— lo llevo a su habitación

Lynn solo se dejo llevar por su madre, por un lado le gustaba que tuviera su atención, pero por otro prefería que no estuviera tratando sus heridas... solo esperaba que terminara rápido y pudiera descansar un poco antes de la cena, además de poder ver el juego que encontró porque aun podía escuchar el ritmo de los tambores.