XLVIII
—Tus cuerdas vocales están perfectas—. Dijo el doctor, guardando la pequeña linterna en el bolsillo de su bata. —Se nota que las cuida mucho—. Dijo con una sonrisa .
Jungkook hizo una pequeña mueca, encogiéndose de hombros, no estaba de humor.
—Bien Jungkookie, lo último y terminamos—. Dijo el hombre. —¿Puedes decirme tu nombre?
—Jeon Jug—. Negó al darse cuenta que se había confundido. —Jungkook—. Se corrigió.
El doctor le aplaudió con una sonrisa.
—Muy bien Jungkookie, has avanzando, esa clases con la fonoaudióloga debieron haber funcionado—. Dijo, habló mientras buscaba la paleta que había comprado especialmente para Jungkook, hasta encontrarla, extendiendo el dulce hacía el joven. —Entiendo que la "R" es una de las letras que más se complica al pronunciar, pero dentro de unas sesiones más lo lograrás, estoy totalmente seguro.
Jungkook negó.
—¿No?¿No que Jungkook?
El pelirosa dirigió la mirada hacia Yugyeom y a su madre.
—Kookie tuvo una pequeña crisis en el estudio de la fonoaudióloga—. Dijo su madre, mirando al doctor.
Por su lado, Yugyeom fue hacia su novio, colocándose a su lado como si así pudiera distraerlo de recordar el ataque de pánico que había tenido en el consultorio.
El doctor frunció el ceño, la señora Jeon se tomó el tiempo de contarle lo que había ocurrido hacía casi dos meses atrás.
El doctor lo miró con lo que pareció pena cuando la mujer terminó.
—Escuchen—. Dijo. —Mi amigo, tu doctor de Busan, Jungkookie, me a contado del tumor. No estudie nada de ese tema, no sé mucho más que ustedes, y si no me lo hubieran dicho no lo habría sabido, pero, por dónde está, el lóbulo frontal, Jungkookie puede tener dificultades de habla. Y considerando que pasó mucho tiempo sin hablar, es posible que nunca pueda hablar con normalidad. Sus cuerdas vocales, su lengua o su boca, lo que utilice para hablar en general, podrían estar atrofiados por el paso del tiempo, por eso insistimos en que vaya con una fonoaudióloga, así se verá realmente hasta donde puede llegar.
Jungkook comenzaba a tener unas ganas horribles de salir de allí, hasta ese dulce de fresa le parecía amargo.
Odiaba que le recordarán lo pésimo que era para hablar.
Sabía que era difícil, sabía que no lo hacía perfecto, ¿No podían dejar de recordárselo?
Frunció el ceño y bajo la vista.
—No importa que no pueda decir algo correctamente.
Jungkook se sorprendió al escuchar la voz de Yugyeom, miró a su novio con ojitos brillantes, el pelirrojo le dedicó una sonrisa sincera.
—Lo dice y eso ya está perfecto, no tiene nada de malo su forma de hablar—. Lo defendió.
El doctor decidió callarse.
La señora Jeon no pudo esconder su sonrisa.
—Niños, ¿Quieren esperar un momento afuera?
Yugyeom extendió una mano hacía Jungkook, quién la tomó con una sonrisa boba y bajó de la camilla de un salto, saliendo de la habitación.
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Lo prometido es deuda shavas, y no los abre subido ayer ni el sábado, pero igual no me iba a esperar hasta el fin de semana.
En un rato más subo el siguiente capítulo.
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