—Tae no quiero—. Se quejó Mark, apretando con fuerza los posabrazos de su silla.

El peliazul tenía el manubrio de la silla sujeto, y no dejaba que se fuera.

—Markie, ya lo hiciste con la terapeuta, puedes hacerlo de nuevo.
—¡Mis piernas se doblan, Taehyung, me caeré!
—No dejaré que te caigas, Mark.

Mark negó, no quería hacerlo.

Estaban en el salón de baile, donde una barra en la pared como a un metro del suelo lo esperaba.

Durante el fin de semana, en sus terapias, había logrado ponerse de pie por primera vez en muchos años.

En ese momento estaba con Tae, y su novio estaba más emocionado que él por mostrarle a sus amigos aquello, así que se habían quedado después de clases en la sala de baile, con Yugyeom y Jungkook algo alejados, mirándolo con una sonrisa expectante.

Y Mark no quería decepcionarlos, pero no podía hacerlo por sí mismo.

Su terapeuta le había colocado una especie de barras metálicas en sus piernas, sostenidas con vendas elásticas que rodeaban sus piernas, que mantenía sus extremidades inferiores rectas y firmes, así que él solo debía levantarse, sin hacer fuerza con sus piernas y apenas preocupándose un poco por mantener el equilibrio, aunque se había sostenido del andador con fuerza.

Todo muy diferente y más profesional que una estúpida barra de baile frente a él y a un molesto novio que le insistía en pararse.

—No, no puedo hacerlo—. Mark negó, su vista se nubló por las lágrimas.
—Markie—. Tae se inclinó hacía él desde su espalda, hablando cerca de su oído. —Yo creo que puedes, solo inténtalo, con calma.

Tae tomó las manos de Mark, quién soltó el apretón que tenían sus manos sobre los posabrazos, el peliazul las guió hasta la barra, el otro apretó su agarré en está.

—Yo te ayudaré a levantarte—. Dijo Tae. —También te sostendré mientras estés de pie, no te preocupes por caerte, no dejaré que eso pase, ¿Bien?

Mark asintió, seguía teniendo aquel absurdo miedo, pero confiaba en Tae y sus palabras.

Taehyung se apartó de él para bajar las piernas de Mark de los posapies de su silla, dejando sus pies en el suelo, notó el logro temblor en las piernas de su novio y se sintió un poco mal.

Se acomodó a un lado de la silla, Mark seguía aterrado, con su vista clavada en la pared frente a él y apretando la barra con fuerza, al punto que sus nudillos se habían tornado blancos.

Tae colocó sus manos a los costados de Mark, sosteniendolo por las axilas.

—¿Listo?—. Preguntó, el menor negó. —Sólo mantén los pies en la tierra, yo te levantaré y te sostendré en todo momento, ¿Bien?hazlo cuando estés listo, Mark.

Mark suspiró con nervios, se sentía a morir.

Reconocía que su miedo, o pánico, era otra irracional, lo peor que podría pasar era caer de culo al suelo, pero no quería que pasará, no quería decepcionarse con eso.

Tomó aire y lo retuvo en sus pulmones, impulsándose un poco, flexionando sus brazos para acercarse a la barra, conforme Taehyung lo sostenía para levantarlo, enderezando su cuerpo.

Se asustó un poco por el vértigo que le causaba cada vez que notaba el suelo alejarse, y también el separarse tanto de su silla.

Le daba pánico ser tan alto, además de que se sentía raro llegar a la misma altura que Tae.

Sintió lo débil de sus piernas y el peso de su cuerpo en sus pies, pero Tae lo sostenía firmemente, y por más que sentía que en cualquier momento sus rodillas fallarían y se caería, su novio era más firme que eso.

Sonrió ampliamente, escucho a Tae reír por lo bajo por la felicidad.

Mark acomodó un poco sus pies en el suelo, sintiéndose seguro por el apoyo.

Escucharon aplausos y ambos se giraron a ver a Yugyeom, quién aplaudía con ganas, mientras Jungkook grababa con su celular, con una sonrisa enorme, todo lo que ocurría.

Se sintió tan bien que en algún punto su felicidad lo rompió por dentro, y sus ojos se llenaron de lágrimas.

—Tae, q-quiero sentarme—. Pidió, su voz sonó endurecida.

El peliazul asintió, miró por sobre su hombro a Yugyeom, quién se acercó rápido hacia ellos, tomando la silla para acercarla a Mark, sosteniendola mientras Tae acompaña a su novio a acomodarse en esta.

Una vez estuvo sentado, no pudo evitar romper en llanto, sintiendo un gran alivio por algo tan pequeño como poder estar de pie, aún sin que fuera por su cuenta.

Taehyung lo abrazó con ganas, dejándolo empapar su hombro en lágrimas.

Jungkook dejó de grabar, totalmente emocionado por aquello, se acercó a ellos para también abrazar a Mark.

Yugyeom también se unió al abrazo, hasta que escuchó a Mark reír por tanto apoyo, haciendo que los demás sonrieran con orgullo.