7. Oliver Williams.
Después de la pelea con mi madre, cite a Oliver para hablar y hemos terminado reconciliándonos, la verdad no puedo odiarle, lo quiero y nuestra amistad vale más que una chica. Antes de saber que es mi hermano ya lo consideraba como tal.
Sin embargo ahora nos toca tomar caminos distintos, tanto en la vida, como en lo futbolístico, pues a él le llegó una oferta del Chelsea y a mí la del Arsenal, por ello aunque viviremos ambos en Londres, estará a un extremo de la ciudad y yo en otro.
Hoy, hoy es el día en el cumplo mi sueño, firmar para un equipo grande del futbol de Inglaterra. Me he levantado temprano pues también me dan de alta.
Mis cosas están en el auto de mi padre y mi madre está en el pasillo esperando a que salga. Aun me duele todo el cuerpo pero puedo moverme tranquilamente.
He evitado hablar con papá más de lo necesario, sigo molesto y sé que Oliver también pero él ni siquiera se ha tratado de acercar a su otro hijo. Desde ese día en el que nos encontramos acá en el hospital no le ha escrito, no lo ha llamado, nada, yo mismo tendré que llamarlo para decirle a qué hora será su reunión con el Chelsea pues quien sabe la hora es papá y yo, Williams no sabe nada.
Tengo mi teléfono en el bolsillo derecho de mi jean y antes de salir completamente de la habitación voy a marcarle a Oliver e informarle todo.
Esta repicando.
—Aló Oliver, ¿Cómo estás? —. Pregunto ya que ha contestado.
—Hola Roger, estoy bien preparándome para salir en una hora a Londres y ¿tú?
—Estoy a punto de irme en el auto de papá.
—Ah, de Christopher —, suena decepcionado y un poco molesto.
—Sí, pero no es ese el tema, quería decirte la hora en la cual es tu reunión con los dirigentes del Chelsea...
—Ah, sí —, dice interrumpiéndome—, gracias pero sé que es en cinco horas, en su sede en Kensington, pa... —. Se frena y sé que iba a decir papá—, Christopher me dijo.
—Vale, vale, perdón no lo sabía —. Tomo aire—, bueno me despido porque será un viaje largo.
—Sí, supongo —, escucho como suspira—, Roger una cosa —, agrega cuando había pensado en cortar.
—Dime.
—Sé que la vas a romper, pero igual quería desearte mucha suerte, hermano —, acabo de sentir una emoción indescriptible al escuchar esa última palabra—, firmarás con el equipo de tu vida así que es lo que puedo decirte. Ah, me llamas cuando salgas de la reunión.
—Gracias, y sé que tú también la romperás. Y sí, claro que te llamo. Bueno te dejo, hablamos pronto.
—Hablamos pronto —. Es lo último que dijo, acabo de cortar la llamada y abro la manilla para salir de la habitación.
Ahora en camino a cumplir mi sueño.
‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡
He llegado a Londres después de tres horas y media aproximadamente de viaje. Y sí, un recorrido un poco largo pues lo hemos hecho en auto, si hubiera sido en tren nos hubiese tomado menos tiempo pero como aún tengo algunas dolencias mis padres prefirieron traerme, además papá es mi representante así que por obvias razones tenía que venir, en el caso de mamá siempre me ha acompañado a cada ocasión importante en mi vida y aunque estemos molestos nunca le negaría que viniera conmigo.
Claro he evitado hablar con ellos más de lo necesario, por lo que el silencio ha impero en casi todo el camino y aun lo sigue haciendo. Estamos a unos cuatro kilómetros aun en Charing Cross una ciudad cercana, antes de llegar a Islington que es el municipio en donde está la sede del Arsenal.
Estoy nervioso porque siempre que he venido a Londres lo he hecho de visita o para jugar un partido contra algún equipo de la capital, pero ahora que sé que jugaré en un equipo tan mítico e histórico mi cabeza se llena de expectativas y miedo en torno a ello.
Sin embargo más que eso también estoy emocionado, es el sentimiento que predomina en mí y cubre cualquier pesimismo.
Sé que puedo marcar pauta en el equipo, que puedo hacerme notar y dar a entender que soy un jugador diferente, realmente no sé cuáles son las expectativas del club y de los aficionados hacia mi fichaje pero tengo claro que las que existan debo romperlas y sobre exigirme.
Eso es algo que está en mi mentalidad, quiero llegar a ser de los mejores en la posición en la que juego para ello tengo que trabajar y lo haré hasta que sea considerado entre el top 10 de Europa y algún día representar a la selección inglesa en un mundial u otra competición internacional.
•
Ahora si hemos llegado a Emirates Estadium del Arsenal, este hermoso e imponente complejo, que es el lugar oficial de un equipo que para mí ha sido la cima de la gloria. Desde muy pequeño he soñado con vestir los colores que grandes del futbol han representado.
Papá ha estacionado el auto, ha bajado, mamá y yo también.
Ahora me he quedado mirando al cielo, está atardeciendo pero esta vista es hermosa, no puedo creer que este aquí. Comienzo a caminar detrás de mis padres con dirección a la entrada, ahora sí veo que periodistas de varias televisoras vienen caminando hacia nosotros para documentar mi llegada.
—Joven Harris, la afición espera muy poco de usted, creen que fue un gasto excesivo dar 23 millones de euros porque llegue al club. ¿Qué les diría? —. Escucho una voz que suena rasposa pero no sé de dónde viene pues ahora hay muchos periodistas rodeándonos.
—Si el club pagó el dinero por mi representado es porque lo vale y les aseguro que lo demostrará en el campo —. Responde mi padre antes de que yo pueda decir algo, mientras estamos tratando de abrirnos paso.
— ¿Qué hay de su otro representado Williams? Se rumorea que su relación con él no es la mejor y que usted mismo, Harris, ha peleado con el jugador —. La pregunta que lanzan ahora me irrita un poco pero mantengo la calma.
—Mi otro representado es otra cuestión, así que por favor eviten hacer preguntas del tema, hoy vinimos a firmar un contrato tranquilamente —. Contesta papá y realmente está molesto, haciéndolo saber con sus gestos a la prensa.
‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡‡
Después de haber pasado un poco de molestia con los periodistas que estaban allá afuera, entramos con un cálido recibimiento por parte de los trabajadores del club y ahora estamos aquí papá y yo, frente a Kris Koswic el presidente, Jeis Shaivora el director deportivo y Mikel Arena el director técnico en la sala de juntas del complejo.
Mamá ha decidido quedarse dando un recorrido por todo el lugar.
—La prima por temporada serán 3 millones de euros netos en salario, con un bono de tres millones por rendimiento dependiendo y una firma por 3 años con posibilidad de extensión de contrato y aumento salarial cada seis meses dependiendo la mejoría como jugador. ¿Les parece bien lo que han firmado? —. Pregunta el señor Koswic.
—No podría ser mejor —, comento y estoy demasiado alegre.
— ¿Cuándo sería la presentación oficial? —. Inquiere mi padre.
—Esta semana, definiremos bien el día y será ante el mundo un nuevo jugador de nuestro club —, informa Koswic.
—Bueno, estaremos al pendiente —, dice mi padre y le da la mano a lo directivos.
Yo hago lo mismo y con una sonrisa en el rostro salimos ambos de la sala.
—Lo has logrado hijo —, la sonrisa de mi padre es de igual de extensa que la mía.
—Lo hemos logrado, sin ti no hubiera llegado tan lejos —, le dijo y lo abrazo no puedo evitar hacerlo. Después de todo es mi padre y sin él no sería lo que soy hoy en día.
Sin su apoyo no hubiese firmado ese contrato.
Aun no me lo creo, soy oficialmente jugador delArsenal, ahora solo queda la presentación ante los aficionados
He llegado a Londres desde Nottingham en tren en un viaje de una hora y media, estuvo todo calmado aunque algunas personas se tomaron fotos conmigo y otras me pidieron un autógrafo.
Lo primero que hice fue buscarme un hotel pues la reunión es en la noche y me siento un poco agotado, me traje todas las cosas que tenía allá aunque no tengo muchas pues siempre que puedo renovar mi vestuario lo hago. Y con el porcentaje de lo que pagará el Chelsea por ficharme sé que sobrara para un nuevo vestuario.
Por el momento lo importante será asesorarme para en la proximidad comprar un apartamento o casa propia.
A esta hora ya Roger debe haber firmado. Estoy acostado en la cama de la habitación que reserve, esperando su llamada pues prometió hacerlo. Por el momento escucho música con mis audífonos inalámbricos puestos.
°Llamada entrante de Roger.
Es lo que dice la voz predeterminada de mi cell y contesto de inmediato.
•
Ya que he terminado de hablar con Roger, me alegra saber que ha firmado su contrato sin ningún contratiempo lo que me pone muy contento. Sé que lo hará muy bien y que lograra ser la figura que espera el club, pues en las noticias escuche que los aficionados no estaban muy de acuerdo con su contratación pero les callarán las bocas, eso es seguro.
Por mi parte voy saliendo para tomar un taxi a Kensington que es el lugar donde queda la sede del Chelsea y que está a un poco más de veinte minutos de este hotel.
Mi teléfono está sonando, es mi padre.
¿Qué querrá ahora? Quizás me diga que no va a llegar, pues como es tan buen padre.
—Aló Oliver, ¿Cómo estás?
—Bien —, mi respuesta es cortante—, se breve por favor.
—Puedes decir, bien y ¿tú?, ten educación...
—Dije que fueras breve —, le interrumpo siendo más cortante que antes.
—No vayas a Kensington...
— ¿Has cancelado? —. Pregunto sin siquiera dejarle terminar la frase.
Algo me dice que ha cancelado.
—No, es algo muy diferente, el presidente del club quiere ir personalmente —. Estoy confundido con lo que ha dicho.
— ¿Cómo así?
—Él quiere firmar el contrato en el hotel donde te estas quedando —. Informa y continua—, quiere resguardar tu tranquilidad y la del club.
—Ya va no entiendo nada, para firmar un contrato debe estar, representante, director deportivo del club, manager y presidente. Tú lo sabes muy bien, por ello. ¿Cómo podríamos hacer eso?
—A eso iba —, hace una pausa—, la verdad tampoco sé concretamente como puede firmarse un contrato futbolístico de manera legal de esa forma, pero según él ha sacado un permiso, por lo tanto serán ustedes dos.
Estoy aún más confundido. Pero no quiero seguir hablando con mi padre solo con escuchar su voz me irrito.
— ¿Y cómo sabría este señor donde me estoy quedando?
—Para eso te he llamado, para que me digas.
—Estoy en el Hessbury hotel.
—Bueno yo le diré y estará allá en una hora más o menos —. Informa y yo corto la llamada. Y colocó el teléfono en modo avión.
Ya sé lo esencial, aunque realmente todo me parece muy raro, es inusual esta manera de proceder. Pero en este momento prefiero obtener las respuestas de la boca presidente del Chelsea y no de mí padre. Así que esperare a que este dichoso señor venga.
Presentación ante los aficionados...
Estoy a punto de salir al campo y no para jugar, sino para que los aficionados del Arsenal me vean.
Hay un estimado de veinte mil personas en el estadio y la verdad me emociona pensar en tantos aficionados coreando mi nombre y felices por mi llegada, usaré la dorsal diecisiete, un número significativo para mí pues cumplo el 17 de julio. Aunque debo confesar que estoy un poco nervioso, en cierto punto por todo lo que ha pasado en tan corto tiempo, a mí mente vienen los recuerdos.
Fui figura en una semifinal.
Ascendimos al Forest a la segunda división.
Entre por primera vez a la universidad
Me enamoré, me rompieron el corazón y estuve triste por esa chica.
Mi mejor amigo tuvo un amorío con ella,
Que peleáramos, termine en un hospital. Al final es descubramos que somos hermanos. Reconciliarnos, ahora estar molesto con nuestro padre.
Y al final firmar con el club que he amado toda mi vida. Todo en pocas semanas, es un poco irreal.
Ahora sí, salgo al campo y el bullicio se hace notar, miro a todos los lados, ahí bastante gente, más de la que esperaba realmente.
Los aplausos resuenan en mis oídos y no me lo creo, realmente es un sueño, mientras camino hacia donde está el presidente esperándome me siento cada vez más fuera de la realidad.
Pero es real Roger, esto es real, lo estás viviendo.
El presidente me da el balón y comienzo hacer los malabares habituales en las presentaciones. Un truquito de vez en cuando y el público enloquece, la verdad no puedo explicar todo lo que siento, simplemente es sensacional.
Ya soy oficialmente, Roger Harris el mediocampista del Arsenal con dorsal numero diecisiete.
¡Lo he logrado!
Ha pasado una hora desde la llamada de mi padre y la verdad estoy un poco alarmado porque el señor no ha llegado. Tengo un mal presentimiento.
La puerta de la habitación acaba de sonar, debería ser quien espero pero quizás sea otra persona.
Al abrir veo un hombre alto e intimidante, es un poco gordito, tiene un rostro ovalado, un velludo y largo bigote, se nota que tiene una cierta edad sin embargo se ve conservado, en la cabeza trae puesta una boina pero se le notan las entradas.
Trae de vestimenta un traje que es enteramente de azul que parece ser de seda, una corbata negra además un pantalón formal.
Atrás de él hay dos hombres. Estos tipos son de tez blanca, ambos son fornidos, traen puestos jean, suéteres negros, lentes y pistolas en el bolsillo de los pantalones, literalmente son intimidantes, parece que fueran parte de hombres de negro. Pero con algo más a la moda.
Uno tiene la cara ovalada, una nariz puntiaguda y un cabello lacio de color marrón y largo, mide más o menos un metro ochenta.
El otro tiene una cara cuadrada, una nariz gruesa, un cabello liso y negro, mide un poco menos que el otro.
—Soy Luis Velásquez, joven Williams —, me dice el señor después de haber pasado esos segundos detallándoles.
—Un gusto —, afirmo estirándole la mano.
—Igualmente. Estos son mis hombres Pill y Jaden, guardaespaldas profesionales —. Me aclara y los dos hombres me saludan pero manteniendo su postura seria.
— ¿Quieren pasar?
—No, venga con nosotros por favor —. Dice Luis y le miro confundido.
—A mí me informaron que era aquí la reunión —, replico.
—Sí, en un principio lo era, pero he decidido hacerla en un pequeño recinto que tengo y uso para descansar. Un lugar muy tranquilo. ¿Nos acompañara?
Aunque estoy confundido igualmente iré con ellos, por lo que asiento con la cabeza y salgo de la habitación.
•
Después de salir del hotel, me subí a una camioneta negra que según me dijo Luis es de él. Uno de sus guardaespaldas estuvo manejando todo el camino, el otro de copiloto, mientras su jefe y yo hablábamos de cosas del día a día en la parte de atrás, pues prefirió que dejáramos el tema de mi fichaje para cuando llegáramos.
Y ahora después de una hora y media de viaje, estamos en Dover luego de que subiéramos la colina que nos dirige hacia acá. En el Castillo de Dover, el lugar es maravillosamente hermoso, sin embargo está muy alejado de la ciudad, estamos ubicados en un rupestre campillo pero por todo lo que vi es realmente distante al ajetreo diario, lo recalco porque no había visto una zona así de serena en mucho tiempo.
Por lo que sé este lugar se utiliza como museo y sitio turístico pero parece estar desolado. Además es resguardado para uso gubernamental, por lo que me sorprende que estemos aquí.
— ¿Cómo ha logrado que le presten el castillo? —. No puedo evitar hacer la pregunta mientras caminamos al interior del lugar.
—Contactos, y digamos que soy un poco amigo de alguno que otro poderoso.
—Esto es impresionante —, mi emoción no se hace esperar cuando entramos completamente. Nunca había venido y es hermoso ver algo como esto.
Mientras más nos adentramos, puedo apreciar que esto era más que un fortín de defensa pues es conocido como "La llave de Inglaterra" por el uso que le dieron a este lugar en siglos pasados. Sin embargo cuenta con extensos salones.
No quiero decir nada, la verdad estoy cautivado por todo esto y solo le sigo el paso a Luis.
Hasta ahora que llegamos a un gran salón que tiene una amplia ventana con vista a los alrededores y una gran mesa con sillas que la rodean a cada lado y parecen ser de concreto.
•
Ahora sí estamos acomodados y listos para comenzar plenamente la conversación sobre mi contrato y firma con el Chelsea.
—Ahora sí a lo que hemos venido —, comenta poniendo Luis poniendo las palmas de sus manos en la mesa. Pill y Jaden están parados detrás de él.
—Primero quiero hacerle varias preguntas —. Informo y en su mirada puedo ver que sabía que iba a decirle algo así—. ¿Por qué ha querido firmar usted solamente conmigo?
—Pues la verdad, creo que eres un gran jugador y prefería hacerlo yo mismo —. Su respuesta me parece absurda.
—Los propietarios no suelen inmiscuirse en negociaciones. Además estas las hacen por reglamento el presidente, el director del club y el manager. ¿No está usted rompiendo el reglamento?
Una sonrisa cómplice se le escapa y sube sus piernas a la mesa.
—Sí, sí lo estoy haciendo —, hace una pausa e inmediatamente entra una joven mujer al salón.
—Aquí está el contrato, señor —, dice, me percato de que trae consigo una carpeta y se la entrega en las manos—, con su permiso —, agrega y vuelve a salir cerrando ahora la puerta que siempre se mantuvo abierta.
—Pero —, retoma lo que decía mientras abre la carpeta y la ojea—, cuando hay dinero de por medio todo es posible. Además no sería conveniente que con todo lo que ha pasado yo haga público su contrato —, comenta y me siento realmente molesto y ofendido.
—Por lo que me informaron, sobre mi caso se procedería con toda la discreción posible —. Digo y el me mira sonriendo como si hubiera dicho un chiste.
—Sí, es así —, expresa mientras baja lentamente las piernas de la mesa—, pero con un poco de dinero podría hacer que su carrera profesional se hunda antes de haber comenzado completamente —, añade y lanzando la carpeta hacia mí.
Estoy molesto pero igualmente voy a leer el contrato para ver que dice. Veo el contrato y ahora que comienzo a leerlo, noto que no es nada referente a fichar con el Chelsea. Más bien dice lo siguiente.
"Mediante este contrato usted Oliver Williams ciudadano británico se compromete a entrar en el juego de Luis Velásquez...
El incumplimiento del mismo significaría la desvinculación a cualquier equipo del futbol inglés y de la selección de su país."
Además de esto hay muchas otras cosas pero esas cuatro líneas son las que han quedado en mi mente por lo que suelto al instante la carpeta y miro a Luis quien está sonriendo mientras se mece en su silla. Dirijo mi vista hacia sus guardaespaldas y los dos están parados allí atrás de él sin inmutarse, se ven como estatuas humanas.
— ¿Qué es esto? —. Es lo único que me sale preguntar y ahora tengo un mal presentimiento.
—Ese es tu contrato —, aclara Luis dejando de mecerse para levantarse.
— ¡Este no es mi contrato, yo estoy aquí para firmar con el Chelsea! ¡Para eso estoy! —. Digo mientras también me levanto.
—Y lo harás pero primero, firma ese contrato —, me pide aun sereno mientras camina hacia la ventana que está detrás de donde estaba sentado.
— ¡No, esto es una putada me voy de aquí! —. Después de dar ese grito voy caminando hacia la puerta.
Un disparo resuena en mis oídos y me aturde.
—No irás a ningún lado —. Ahora no es la voz de Luis sino de alguno de sus hombres pero estoy de espaldas y no se quien habló.
Siento los pasos caminar hacia mí, pero no puedo moverme por alguna razón estoy paralizado, por lo que solo puedo girar el cuerpo.
Son Pill y Jaden quienes caminan hacia mí pero no traen consigo sus armas.
—Tienes dos opciones Oliver —, me informa Luis con su distintiva voz gruesa—, pelear con mi hombres o morir —. Añade y comienza a reírse, ahora sé que no me quedara de otra pero no creo poder con ellos.
No sé cómo he podido cuadrarme y estar listo para pelear.
Siento un cosquilleo recorrerme, debo atacar primero pues si ellos lo hacen será fatal.
Es tu momento Oliver.
Tiro el primer golpe al de cara cuadrada que lo esquiva como si peleara con un niño, el otro ni siquiera se mueve y parece que seremos uno contra uno por este momento.
Estoy tirando golpes de un lado a otro sin poder dar uno, este tipo se mueve de manera rápida. Sé que estoy descuidándome mucho pero la desesperación mueve mi cuerpo de forma involuntaria.
Le ha dado un golpe en la nariz y aprovechare para rematar, ahora siento un pie y tropiezo.
He caído como tabla al suelo, me duele la cara y siento la sangre correr por mi nariz, estoy aturdido y me están agarrando los brazos. Van levantándome poco a poco pero por alguna razón mi cuerpo no responde, aunque quiero pelear.
En este momento estoy de frente a Luis quien tiene las dos pistolas de sus guardaespaldas, que son quienes me sostienen.
—Idiota —, dice y sonríe—, creías poder pelear, debo confesar que fue divertido ver eso —. Comenta, poniéndome una pistola en el estómago y otra en la cabeza.
Pill ha dejado de sostenerme, es el otro que lo hace y camina ahora a la mesa que es donde está la carpeta con el contrato. Me lo pega en el pecho junto con una pluma.
—Firma esa mierda —. Me ordena Luis.
—No.
—Sí, no lo firmas te aseguro que yo mismo haré que maten a tu madre, a tu padre y a Roger Harris —. Sé que lo dice para intimidarme pero a la vez crea duda en mi pensamiento.
Mamá está en un hospital psiquiátrico de Birmingham y aunque tengo años sin verla me dolería que la maten por mi culpa.
Christoper por más mierda que haya sido conmigo es mi padre y me dolería saber luego que lo han matado y Roger, él es lo más realmente cercano que he tenido a una verdadera familia.
Y aunque sé que es verdaderamente difícil que lo mate, algo me dice que firme pues este tipo tiene contactos poderosos como para que le dejaran un castillo para su uso personal.
Voy a firmar.
Tomo el papel y en el recuadro que veo en blanco firmo.
—Ahora sí puedes soltarme.
—Claro que sí —, expresa y aunque me sigue apuntando Jaden me suelta. Sin embargo siento un leve pinchazo en la espalda.
Ahora que comienzo a caminar lo primero es salir de aquí. Luis me deja pasar tranquilamente, ya ha bajado las armas y voy caminando hacia la puerta sin mirar atrás, tomo la perilla y abro, veo los pasillos y planeo correr.
Eso es lo que haré.
Sin embargo me estoy empezando a marear, creo que...
Nota de autor:
En esta sí colocare una nota pues me siento feliz por Roger y eso tenía que comentarlo. No tengo nada que decir sobre el secuestro a Oliver porque todo lo que tenga que ver con Luis termina mal.
¿Se merecía ese desarrollo Roger?
¿Creen que Oliver merecía caer?
Los leo. Gracias por leer :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro