Mason me ha traído a su apartamento, bueno a su complejo residencial porque me acaba de decir que es socio de los dueños de este lugar, por lo que es copropietario. Esto es bien lujoso, sus muebles, su losa, la cocina, la habitaciones, el baño, todo está demasiado bonito además de bien ordenado, sorprendiéndome más de lo que pensé.

Me acomode en una gran habitación, aunque Mason no me dijo específicamente en cual debía acondicionarme pero lo he hecho en el primer cuarto que vi desocupado.

He estado acostada leyendo en el celular el libro: Detrás de una rosa, para tratar de inspirarme a seguir escribiendo. Son ya las 6: 30 de la tarde, él no debe tardar mucho en llegar.

La verdad le estoy tomando aprecio, es un buen chico, aunque parece que le falta ser más malicioso además a veces dice pendejadas como la de la brujería.

¡¿Qué tan estúpida me han creído?!

Me ha dado sed así que he decido buscar un vaso de agua, la puerta de entrada rechina, salgo de la cocina y al asomarme lo veo con algunas bolsas en mano.

—Hola. ¿Cómo has pasado la tarde? ¿Te has acomodado? —. Pregunta al notarme.

—He pasado la tarde aburrida, pero me he distraído acomodando, estoy súper cansada.

—Supuse, por eso he traído esto —, dice caminando a la mesa más cercana para sacar las cosas—. Un vinito, una pizza y algunos dulces, para celebrar que te has mudado conmigo —, indica señalando lo que saca mientras nombra cada cosa y se voltea para mirarme esperando con gestos una aprobación.

—Ok, pero no te hubieras molestado.

—No es problema Violeta —, dice caminando con la botella en mano con dirección a la cocina para buscar copas—, por favor trae la piza para calentarla —, pide, camino hacia la pizza, la agarro y me voy a donde está.

Enciendo el microondas y espero a que la pizza este caliente, la saco e inmediatamente él sirve los tragos, agarro la comida y nos vamos a sentar. Estamos caminando uno detrás del otro.

—Ya vi que te acomodaste en la segunda habitación más cómoda —, dice mientras coloco la pizza en la mesa y acomodo las bolsas en otro lugar.

—Sí, bueno tu no me dijiste en cual debía poner mis cosas, esa fue la primera que vi desocupada y me acomode. ¿Algún problema con ello? —. Pregunto ya sentada agarrando un pedazo de pizza, pero está demasiado caliente y tengo que soltarla.

—No, no hay problema —, da un sorbo a su trago—, Violeta... —, me pasa una de las copas—. ¿Podríamos hablar de lo que pasó cuando te invite a cenar? —. Lo miro fastidiada y como no respondo continua—. ¿Has venido tan pronto porqué has tenido un problema con James, verdad? —. Me descoloca un poco lo que dice pero solo le doy un sorbo al trago—, tomaré ese silencio como un sí. Sabes que tengo la razón, eso es una prueba de que no miento.

—Puff, déjate de pendejadas Mason —, agarro un pedazo tibio de la pizza y lo mordisqueo—, alguien debió haberte dicho eso —, afirmo al no tener comida en la boca.

—Puedo asegurarte que no, Violeta es enserio...

— ¡¿Podemos comer tranquilos?! —. Pregunto ya irritada por su insistencia para hablar sobre el tema.

—Necesito que me escuches —, ignoro eso, agarro pizza y pruebo el nuevo pedazo que tengo en las manos—, escúchame por favor —, pide ahora tomándome las mejillas de cada lado con sus manos—, no tengo porque mentirte, ni inventar algo así.

— ¿Por qué insistes en hablar sobre el tema? —. Quito sus manos calmadamente de mi cara, no quiero ser tosca con él—, comamos y luego intentare escucharte —, solo asiente con la cabeza quedándose un poco más tranquilo.

Violeta ya se ha acomodado, he traído algunas cosas para festejar la decisión que ha tomado, pero debo confesar que tenía la segunda intención de hablar sobre lo que le revele el día en que cenamos con los chicos del trabajo.

Sin embargo hace pocos minutos en mi primer intento por introducir el tema y conversar sobre ello, solo he logrado que rechace siquiera mencionarlo, pidiéndome que comamos y luego pensaría en el mejor de los casos escucharme.

El silencio ha imperado desde eso y comenzamos a comer sin interrupciones.

He tomado y comido un poco menos que ella, parece estar más relajada, menos a la ofensiva pues aunque no me ha tratado mal se notaba estresada y tensa. Quizás este sea el momento para intentar de nuevo introducir el tema.

— ¿Ahora si podemos hablar? —. Giro el rostro hacia ella tratando de hacer contacto visual y disuadirle un poco.

—Te escucho —, responde desganadamente torciendo los ojos.

—Violeta en términos más entendibles los chicos y yo somos paganos —, me mira un poco desconcertada al parecer sin entender, agarro mi copa y doy un sorbo al vino que está en ella —, es decir, damos practicas o usos a rituales no aceptados por la iglesia. Por ejemplo, una persona pagana se consideraría a aquella que rinde culto al sol.

—A ok, estoy entendiendo un poco más pero ustedes no rinden culto al sol, me aseguraron ser "brujos" —, enfatiza haciendo las comillas con cada mano.

—Bueno sí, pero no —, respondo y dejo la copa de nuevo en la mesa, ella me mira de reojo—, te explico, decir que eres brujo se relaciona generalmente con algo malo pero eso no significa que sea cierto; siempre nos dan un concepto erróneo de lo que es realmente practicar la magia y nosotros en el local solo le damos un uso simple que ayuda al negocio y al bienestar de las personas.

— ¿En qué cambia el uso, es decir, existen matices en sus prácticas? —. Pregunta no extrañada sino al parecer tornándose interesada por el tema.

—Eh sí, podríamos llamarlo así, la verdad las prácticas de este estilo tienen diferentes funciones además de la mayormente conocida o bueno la que torna su fama de malvada —. Le informo viéndola interesarse aún más—, en el local lo utilizamos para darles vitalidad a las personas y así conseguir más clientes —, vuelvo a aclararle.

— ¿Pero no sería malo eso? —. Me confunde su pregunta y ella continua—, es decir, ¿No estarían usándolo para beneficio propio? —. Pregunta sorprendiéndome con sus formas de cuestionar.

—Diría que dependiendo del punto de vista, para la competencia sería un tipo de trampa —, digo suspirando—, sin embargo, estamos dando un buen servicio a las personas y a su vez dándoles vitalidad.

— ¿Alguien como yo podría hacer ese tipo de cosas? —. Pregunta curiosa y expectante al parecer esperando aprobación.

—Todos los seres humanos podemos, solo está el poder abrir nuestras mente, liberando el tabú que encierra el tema —, hago una pausa para taparme la boca y bostezar—, siempre y cuando lo uses para el bien —, aclaro haciendo énfasis en la última palabra—. ¿Estas dispuesta a ayudarnos y adentrarte un poco más en el tema? —. Voy directo a la pregunta pues ya ha abierto un poco más su mente a disponerse a aceptar.

—Lo pensaré.

Después de la cena y de que Mason me aclarara realmente que es lo que hacen los chicos junto con él, hablamos de algunas otras cosas y cada quien se fue a su habitación. Ha logrado ponerme a pensar un poco más y me ha interesado por el tema.

Me ha preguntado si quiero seguirles los pasos, pero no estoy lista a adentrarme a un mundo desconocido sin siquiera documentarme al menos lo mínimo que pueda. Por eso desde que me acosté he estado googleando sobre el tema.

La información es muy extensa y después de leerme un texto completo en Wikipedia que explica el término paganismo he estado viendo videos que se refieren a eso de manera superficial, sin embargo con cada uno he hecho un análisis para tratar de saber cuál es verídico y cuan otro es pura charlatanería, pues en toda temática hay gente que se aprovecha a ganar fama.

Hay dos términos que me ha llamado la atención, más que términos los llamaría símbolos; las runas y los sigilos, la primera provienen de las creencias nórdicas y se utilizan para un uso específico, se pueden dibujar o tallar en cualquier cosa activándose con una petición por decirlo así, sin embargo si no se trazan correctamente el efecto que genere puede disminuir o ni siquiera funcionar. La segunda por su parte es más común y más utilizable ya que es algo que tú mismo creas, dándole una función activándolos con algún fluido corporal para darle la energía debida, por así decirlo.

Este último me ha dado curiosidad e intentaré probarlo pidiéndole para que alguno de los chicos del trabajo intente seducirme, si es así como lo entendí entonces debería funcionar.

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Después de hacer la supuesta petición al sigilo, me quede dormida, me he levantado para prepararme e ir al trabajo, ando en camisón y sin short abajo, pues estoy acostumbrada a andar así cuando me levanto.

Por eso voy a la cocina sin siquiera haber considerado la posibilidad de que Mason este allí, pero sí está aquí; al sentirme gira inmediatamente la cabeza, me mira por unos segundos un poco sorprendido y con cariño, pero al instante se voltea para no incomodarme.

Trato de decir algo, pero no puedo, me devuelvo a la habitación, busco mi paño y entro a bañarme.

•

No he comido, estoy un poco apenada por lo que paso, puede que no haya sido algo tan grave, pero igual me apena lo que piense por haber salido de esa manera sin tener una confianza previa, por eso aunque estoy vestida no he salido y cuando asomé para ver si había terminado aún cocinaba.

Llevo unos minutos acostada con la puerta cerrada, esperando un rato para volver a asomarme. En esto he pensado que nadie me ha marcado ni siquiera James, y en semanas anteriores nadie lo había hecho, no me han escrito las que se hacía llamar mis amigas, papá al parecer sí se ha desvinculado por completo de mí.

Ahora lo entiendo todo y comienzo a sentirme verdaderamente sola, por eso lagrimeo involuntariamente.

No puedo creer como puede alguien borrarte de su vida si no eres de su interés.

— ¡Oye Violeta, te he traído el desayuno! —. El sonido del toque de la puerta más la voz de Mason me saca de los pensamientos.

—Pasa, está abierto —, digo con voz suave, secándome las lágrimas de las mejillas.

—Acá esta tu plato —, dice al pasar y la comida desprende un olor asombroso— ¿Qué pasa? —. Pregunta cerrando la puerta y luego acercándose a la cama, mientras me mira.

—Nada —, aseguro sentándome y estirando la mano derecha para recibir el plato.

—Sabes que puedes contar conmigo —, expresa e involuntariamente como si lo necesitara dejo el plato en la mesilla de noche que está al lado de la cama y lo abrazo.

—Gracias —, le digo dándole una sonrisa cuando al separarnos. Está un poco sorprendido y sonrojado—, puedes irte mira que llegaremos tarde idiota, quiero comer sola —, indico dándole un golpecito en el hombro derecho y tomando el plato nuevamente, él sin decir nada se levanta y sale de la habitación después de mirarme y sonreír.

¡Le estoy tomando cariño a este idiota!

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Terminé de comer, lave el plato y bajamos al aparcadero para ir en su coche al trabajo. No nos hemos dicho una sola palabra desde que bajamos hasta ahora que entramos al auto.

—Eh, perdón por andar en camisón hace rato —, digo ladeando la cabeza por pena—, es que no me acostumbro al hecho de que estoy en un lugar ajeno.

—Tranquila —, bosteza y dirige su mirada hacia mí—, además te veía súper linda, así toda despeinada y con lagañas —, agrega bufándose haciendo que me sonroje.

— ¿Estaba así de mal? —. Pregunto mirándolo apenada.

—Sí parecías una bruja —, responde irónicamente y le doy un golpecito en el hombro derecho—, oye, es verdad —, dice quejándose—, pero una con la quisiera tener una oportunidad —, agrega un poco inseguro y lo noto un poco arrepentido después de que lo dijo.

•

Hemos llegado de primeros al trabajo como siempre después de otro silencio en el camino aunque ese torno menos incómodo.

Al parecer me estoy acostumbrando al hecho de ver su interés por mí y que lo haga notar de vez en cuando. Pues desde aquella primera vez solo lo ha hecho en ocasiones.

—Ven acá —, me indica Mason después de abrir el local para entrar y nos dirigimos a un rincón de la cocina en el que están algunas ollas y cucharones—, esto es la runa de la prosperidad —, me informa, enseñando una piedra tallada con uno de los mismos símbolos que vi anoche en internet—, una runa es...

—Sí, se lo que es —, continuo con su frase interrumpiéndolo—, lo investigue anoche.

—Veo que quedaste con el interés después de hablarlo.

—Lo hice debido a tu propuesta —, le explico aun aquí parados admirando el tallado—, no suelo adentrarme en algo sin hacer una investigación previa del tema.

—Interesante —, hice una pausa para acercase lo más posible a mí, y me toma las mejillas al quedar a solo centímetros uno del otro—, pero te adentraste en...

— ¡Mason! ¡Violeta! ¿Dónde están? —. La voz de Lisa gritando para encontrarnos hace que se separe inmediatamente, pero ya es muy tarde la chica había llegado segundos antes a donde estamos por lo que pudo mirar efímeramente—. ¿Qué pasa? —. Pregunta haciéndose la ingenua.

—Estaba enseñándole la runa a Violeta —, informa Mason un poco nervioso señalando a donde esta puesta la piedra— ¿No ha llegado más nadie? —. Le pregunta ahora mirándole para cambiar el tema, ella niega con la cabeza—, bueno vamos a esperarlos en la zona de las mesas —, nos indica y nos encaminamos hacia allá.

Después de llevarle un poco de comida y esta mañana el desayuno a Violeta tengo la seguridad de que me he ganado su cariño, eso es bueno para conseguir una oportunidad pues es lo que le he dejado claro desde el primer roce cercano que hice, no pretendo que me miré con otros ojos que no sean los de amor.

Sin embargo en las horas que van de trabajo todo se ha tornado un poco raro y a la vez incomodo, pues por alguna razón Habid se ha acercado más a ella, sacándole conversación, haciéndole reír, ayudándola, la verdad no puedo evitar sentir celos aunque no lo haga notar.

Estoy entregando una ensalada a unos clientes y he estado sintiendo que alguien me mira. Vuelvo a la cocina sin prestar mucha atención a ese sentir.

—Mason. ¿Podemos hablar? —. Oigo la voz y siento el caminar de Lisa quien viene detrás, porque también estaba entregando un pedido.

—Claro —, digo dándole la espalda y caminando hacia la nevera más cercana, la abro y tomo un vaso de jugo de naranja que hay guardado en ella— ¿Qué pasa? —. Pregunto girándome hacia Lisa, pero en este instante vienen entrando Elissa y Melissa, Ander vuelve con Tiago de buscar algunas cosas en la parte de atrás. Nos miramos todos al mismo tiempo un poco incomodos.

—Hablemos afuera —, dice Lisa mirándome y sale, yo lo hago detrás de ella. Los muchachos dejan de vernos y siguen en lo suyo—. Tengo algo que decirte —, expresa ladeando la cabeza estando los dos ahora en el aparcadero.

—Dime, estás muy misteriosa.

—Yo... —. Toma aire al parecer para pensar bien en lo que va a decir—... creo que voy a renunciar —, concreta agachando la cabeza.

— ¡¿Por qué?! —. Pregunto pues realmente estoy confundido—, llevas más de un año trabajando aquí y no hemos tenido inconvenientes, eres una gran trabajadora.

—Es qué —, deja salir un largo suspiro y pausa su hablar—, no es eso —, más confundido me siento al escucharla— ¡¿No lo entiendes?! —. Ahora esta alterada, niego con la cabeza y me siento un poco estúpido por no entender—, por algo dicen que los hombres no captan indirectas; Mason tú me gustas —, quedo boquiabierto con la confesión, no me lo esperaba—, pero sé que no podré competir con alguien a la que sí le has puesto el ojo.

—Lisa yo...

— ¡No digas nada! —. Grita callándome—. Sé nota que te gusta Violeta —, agrega acercándoseme poco a poco—, eso es obvio; ni disimulas puto idiota pero en un año no captaste mis indirectas —, dice más calmada, estando ahora a centímetros y de manera rápida e inesperada alza su mano derecha y me abofetea—, esto es mi renuncia y tu paga por ser tan estúpido para no ver que me gustas —, concluye y vuelve a adentro tranquila, dejándome aquí abofeteado.

¡Deberían hacer un manual para entender a las mujeres!

Ha funcionado y puedo confirmarlo, Habib ha estado desde que llegó ayudándome, sacando conversación, haciéndome reír y eso es raro en el pues generalmente solo me ve sin siquiera tratar de decir algo pero hoy ha hecho de todo para llamar mi atención.

También pude ver que Mason esta celoso sus gestos lo han delatado, por alguna razón siento que lo que hice ha tenido una contra parte o solo es algo que tenía que suceder.

He visto a Lisa salir con Mason al parecer para hablar sobre algo importante, no lo sé con certeza, estaba en la parte de atención rápida y cuando entre a la cocina a buscar el pedido los chicos estaban susurrando cosas y mirándoles, por eso deduje que ellos tienen algo que ver.

— ¡Bueno chicos este es mí ultimo día con ustedes! —. Dice Lisa con un tono triste cuando entra completamente en la cocina e inmediatamente todas la miran confundidos por lo que dijo—, he decidido renunciar, así que hasta hoy trabajaré con ustedes.

— ¡¿Por qué?! —. Le pregunta seguidamente Ander mientras todos la miramos.

— ¡Solo porque ya está decidido y no me pidan más explicación! —. Replica un poco irritada y comienza a fregar los platos que están sucios en el fregadero, no pasa ni medio minuto y entra Mason, todos le miramos confundidos pidiendo indirectamente una explicación.

— ¡Sigan trabajando! —. Grita y volvemos a lo que hacíamos sin dar objeción alguna.

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La tarde pasó rápido la hora de cerrar llegó volando, después de la incómoda situación que vivimos sin entender el porqué.

Luego de lo que dijo Lisa el ambiente se tornó tenso y el silencio impero hasta que hemos terminado por hoy.

Voy en el auto de Mason como se ha hecho habitual posteriormente de salir del trabajo pero la ruta que ha tomado no es la misma para ir a su apartamento y es una muy distinta.

No me he atrevido a preguntarle a donde vamos sin embargo comienzo a sentirme incomoda cuando salimos de las zonas más pobladas y nos adentramos en una carretera alejada. Siento que algo no marcha bien.

— ¿A dónde vamos? —. Pregunto cuando siento no poder contenerme más.

—A la primera sesión del grupo que tendrás —, asegura de forma seria y no me atrevo a decir algo de nuevo.

Nota de autor:  Creo que se lo esperaban y a la vez no la verdad, creo que Lisa se ha sobrepasado un poco ¿Skipean a Violeta con Mason o no? Les gustaría ver algun otro personaje con ella. Créanme  que todos estos chicos se conectan por lo que podríamos suponer cosillas.

¿Qué creen que pasará en la sesión? 

¿Qué descubrirá Violeta? 

Gracias por leer y espero que les este gustando.