Cuando llegue se había vuelto realidad lo que creía que estaba pasando, Rocci en un estado depresivo, aun así tuvo la valentía de decirle a sus padres lo de su embarazo cuando llegue a su casa. Aunque ha sido algo fatal, menudo lío que se armó, no me gusta irrespetar a nadie pero hay personas que se lo ganan y esos señores son menudos idiotas.

La han corrido de la casa, claro, no sin antes darle la opción de abortar, algo que ni de coña quiero que haga, mis días podrán estar contados pero eso no va a pasar. Por esta noche se ha quedado en la casa de mis padres conmigo, aunque como tengo algunos ahorros pues estaba planeando mudarme solo, buscaré un apartamento en donde podremos quedarnos sin molestar a nadie y para que el día en el que llegue a faltar no quede en la calle.

Ella aún está dormida aunque sean la una de la tarde pero he preferido dejarle pues se desveló toda la madrugada pensando y sintiéndose mal, por ello quiero que descanse mientras yo desde mi laptop sigo buscando algo apropiado para vivir.

•

Mi madre le ha marcado a mi padre a su trabajo, quien me ha contactado con una asesora que a los pocos minutos ya había conseguido un apartamento para que veamos en la noche.

Y sí, por la pasta baila el mono. Claramente mi padre ha tenido que darle una buena cantidad de dinero para que fuera así de rápido.

Rocci por su parte ha estado viendo una película, sigue un poco alicaída pero le he dicho que tendremos una cita esta noche y ha aceptado.

Lo que no sabe es queiremos a ver lo que puede ser el posible apartamento donde viviremos.

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Cuando llegue se había vuelto realidad lo que creía que estaba pasando Rocci en un estado depresivo, aun así tuvo la valentía de decirle a sus padres lo de su embarazo cuando llegue a su casa. Aunque ha sido algo fatal, menudo lío que se armó, no me gusta irrespetar a nadie pero hay personas que se lo ganan y esos señores son menudos idiotas.

La han corrido de la casa, claro no sin antes darle la opción de abortar, algo que ni de coña quiero que haga, mis días podrán estar contados pero eso no va a pasar. Por esta noche se ha quedado en la casa de mis padres conmigo, aunque como tengo algunos ahorros pues estaba planeando mudarme solo, buscaré un apartamento en donde podremos quedarnos sin molestar a nadie y para que el día en el que llegue a faltar no quede en la calle.

Ella aún está dormida aunque sean la una de la tarde pero he preferido dejarle pues se desveló toda la madrugada pensando y sintiéndose mal, por ello quiero que descanse mientras yo desde mi laptop sigo buscando algo apropiado para vivir.

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Mi madre le ha marcado a mi padre a su trabajo, quien me ha contactado con una asesora que a los pocos minutos ya había conseguido un apartamento para que veamos en la noche.

Y sí, por la pasta baila el mono. Claramente mi padre ha tenido que darle una buena cantidad de dinero para que fuera así de rápido.

Rocci por su parte ha estado viendo una película, y sigue un poco alicaída pero le he dicho que tendremos una cita esta noche y ha aceptado.

Lo que no sabe es que iremos a ver lo que puede ser el posible apartamento donde viviremos.  

Dormí hasta la una de la tarde después de pasar toda la madrugada desvelada pensando, he estado aun triste y apenada con la señora Ana y el señor Vicente quienes amablemente me han recibido y estado al pendiente de todo lo que he necesitado.

Gabriel por su parte salió un rato y desde que llegó a estado en su laptop investigando no sé qué cosa. Hace rato me dijo que quiere que salgamos esta noche, aunque no tenga ánimos acepte por él, así que debo prepararme.

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Estoy sentada en la cama de la habitación, ya lista para salir, me he puesto la primera ropa que he visto porque ayer empaque triste e hice todo un lío en las maletas, por eso llevo una camiseta holgada, un jean al estilo campana y unos lentes de sol, ya que no quiero que vean mis ojos que están ojerosos. Gabriel está haciendo algunas cosas y debería llegar en unos minutos.

Hablando del rey de Roma acaba de entrar en la habitación y parece que quiere reírse.

—Pareces rapera con esos lentes de sol puestos —, comenta y suelta la risa, no puedo evitar sonreír.

—No es para tanto pero igualmente tengo más estilo que tu —, contesto bufándome.

—Vale que has hecho temblar a Eminem con ese look y has resucitado a Tupac —, comenta y vuelve a reír, solo sonrío aunque no me hace gracia—, venga, arriba que nos espera una noche maravillosa mi raperito —, añade y me toma de la mano, para salir de la habitación. 

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Llevamos un buen rato en carretera la noche está muy bonita, las estrellas se ven bastante aunque las luces de la ciudad opaquen su brillo. Hemos estado riendo y bromeando un poco, así los problemas al menos por este rato han pasado a segundo plano y solo somos las calles de Madrid, él y yo. Sin embargo no sé a dónde vamos y ya llevamos una media hora, así que esto me parece un poco extraño.

—Tranquila, ya estamos cerca de llegar —, comenta mientras maneja.

— ¿A dónde vamos?

—Eso es una sorpresa.

Ahora va girando en U hacia la calle San juan, para entrar a un complejo residencial. Entra en el aparcadero y se estaciona.

—Venga vamos —, dice mientras sale del auto y estoy confundida.

— ¿Qué hacemos acá? —. Pregunto mientras salgo del asiento del copiloto.

—Deja el apuro, ya verás —. Expresa mientras viene hacia mí, me toma de la mano y comenzamos a caminar hacia el complejo.

Hay un hombre adulto y fornido que parece ser el vigilante y está parado en el marco de la entrada, nos sonríe y nos cede el paso. Esto más que un complejo de residencias parece un hotel sin embargo todo está bien organizado y parece que existe privacidad completa.

—Venimos a visitar a una amiga de mi infancia —, aclara Gabriel ahora que estamos adentro.

Una mujer de cabello negro largo y lacio, ojos de color claro, flaca pero agraciada que trae un blusa oscura puesta se viene acercando a nosotros y parece detallar a Gabriel algo que me incomoda un poco.

— ¿Tú eres el joven Pujols? —. Pregunta al llegar a donde estamos.

—Sí, lo soy y ¿Usted es?

—Arantxa Galle, un gusto —, dice y le besa la mejilla, estoy confundida— ¿Y ella es? —. Pregunta mirándome de reojo.

La pregunta aquí es ¡¿Quién mierdas eres tú?!

—Soy Rocci, Rocci Goy su novia —, aclaro y le estiro la mano para saludarle pero no me devuelve el gesto, así que bajo mi mano rápido.

—Bueno, acompañadme por favor —, comenta y Gabriel comienza a caminar atrás de ella. Aunque yo verdaderamente no entiendo que pasa, ni quien es esta pesada.

— ¿No íbamos a visitar una amiga tuya? —. Le susurro a Gabriel en el oído mientras caminamos.

—Sí, sí lo haremos pero primero veamos que quiere esta señora, no hay que ser mal educados —. Contesta y sigue caminando.

No entiendo nada.

Hemos llegado al complejo residencial y ha hablado conmigo la asesora, aunque Rocci no tiene ni idea de que es ella, la he traído al complejo residencial Domínguez, cree que venimos a visitar a una amiga mía de la infancia y realmente no sabe que venimos a lo que será nuestro apartamento.

Estamos ya en el tercer piso que es entre todos el más lujoso, según con lo que sé tendremos la suite más cara la cual es la 300 por ello hemos pasado unos diez puertas, pues la primera de esta planta es la 290.

—Hemos llegado —, comenta Arantxa la asesora y le suelto la mano a Rocci quien se ve confundida—. Esto es tuyo —, Arantxa me abraza y me da la mano derecha rápidamente haciendo entregándome las llaves, pasa al lado de mi novia y camina hacia el ascensor saliendo de nuestras vistas poco a poco.

— ¿Qué fue eso? ¿Por qué me has soltado la mano? ¿Qué te ha dado? —. Rocci me bombardea de preguntas y se ve molesta.

No respondo y abro la puerta del apartamento, es realmente hermoso, se ve súper cómodo y lujoso, eso que no está amueblada completamente. Mi novia no puede ver el interior, así que me giro de nuevo hacia ella y le tomo la mano para entrar.

No me dice nada y al entrar solo miro su cara, esta boquiabierta, admirando todo con emoción.

—Este es nuestro nuevo hogar —, digo e inmediatamente siento sus brazos caer sobre mí, me ha abrazado. Está en silencio abrazándome y transmite su emoción al aura.

—Gracias Gabriel —, dice al soltarme—, gracias.

— ¿Por qué me das las gracias? —. Suspiro y admiro de nuevo el lugar—, esto es lo que se merecen tú y el bebe que viene en camino —. Agrego y le doy las llaves.

No responde toma mi cara, me besa y siento sus labios que tanto adoro y me transmiten completa paz.

Extrañaré esta sensación

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Ahora que estamos aquí adentro nos hemos sentado en un mueble que hay en lo que es la sala de estar. Hablando o solo en silencio admirando todo esto, no importa como estemos o lo que hagamos, sentimos armonía con la mera presencia del otro y eso es algo difícil de conseguir en esta vida.

—Dame un momento —, dice ella levantándose, saca su teléfono del jean que trae puesto—, ven, levántate —, agrega jalándome desde el brazo derecho y en coloca una canción.

Suena ahora la canción Di que no te vas de Morat y ella comienza a cantar con su melodiosa y magnifica voz que endulza mis oídos.

«Me ha costado tanto robarme tu corazón que no pienso devolverlo en un buen rato.

Antes de irte ponlo en hielo dentro de cualquier cajón que si se pudre ya no podre perdonarlo.

No hizo falta tiempo pero nos sobro el sudor, aquel que yo escurrí de tus mentiras, como esa de que te ibas a quedar toda la vida o la otra de que no habría despedidas.

Y no voy a quedarme con los brazos cruzados, pero el tiempo no te quiere dejar ver el pasado.

Mira que no puedo más, que mi vida es tuya y no cabe duda no voy a olvidar.

Mira que no puedo más, ya no estoy fingiendo y aunque sea mentira, di que no te vas, di que no te vas»

Al decir esta última frase sus ojos se aguan, mientras suena la canción corre hacia mí y me abraza. Ahora ha comenzado a llorar en mi hombro.

—Di que no te vas —. Dice y solo puedo tratar de consolarla en silencio.

Ahora que sé la verdad la mujer que se acercó a Gabriel de esa manera tan extraña era la asesora que le consiguió el apartamento en el que ahora estamos. Aunque no nos quedaremos aquí por hoy, hemos estado charlando en uno de los pocos muebles que tiene después de haber visto todo.

La verdad todo es muy hermoso, quisiera poder vivir cada día de mi vida momentos así de maravillosos, de sublimes y pacíficos.

Después de un rato de silencio coloque la canción Di que no te vas de mi banda favorita Morat la cual tiene una letra que me deprimió un poco y luego de haber cantado algunos versos mientras Gabriel solo me miraba, lo abrace y llore en sus brazos con la frase que dice:

«Mira que no puedo más, ya no estoy fingiendo y aunque sea mentira, di que no te vas, di que no te vas»

Y es verdad, quisiera escuchar que su enfermedad es una mentira, que todo fue fingido y que él no se va, que no morirá, que viviremos juntos un largo tiempo.

Que verá conmigo a nuestro bebe nacer, gatear, dar sus primeros pasos, cumplir su primer añito, tener su primer día de escuela, pasar a secundaria, graduarse de la universidad, enamorarse.

Todo lo que conlleve ser padre y sea importante en la vida de un hijo, pero me duele, me quema por dentro saber que eso no pasará que esto no es un sueño, que es una realidad de la que no se puede escapar, que en un abrir y cerrar de ojos, Gabriel Pujols, ese hermoso joven de cabello negro hecho rulos, alto de tez blanca, ojos claros y esa sonrisa.

Esa puta sonrisa que me mata.

Ya no estará y solo quedará su recuerdo, que no conocerá a la criatura que llevo en mi vientre, pero esa personita que está dentro de mí, sí sabrá que su padre es y será siempre el amor de mi vida, el hombre más maravilloso que ha estado en ella.

•

—Rocci bailemos —, las palabras de él me sacan de mis pensamientos y de mi mirada perdida en la vista a la ciudad.

Desde que comencé a llorar quitamos la música y volvimos a sentarnos en silencio en el mueble en el que estábamos que atrás tiene una ventana que da vista a la ciudad.

— ¿Qué bailaremos?

—Esta canción —, ahora es el quien saca su teléfono y coloca una canción.

Es la inconfundible intro de Mi Vida Entera de Morat; él me toma las manos y recuerdo cuando íbamos en su auto ese día en el que me entere de mi embarazo.

«—Me prometiste revivir tu corazón de piedra —, comienza a cantar y a dar pasos torpes hacia la derecha ahora que estamos levantados.

—Si yo te daba todo lo que quisieras, que derritiera inviernos e inventara primaveras —, contesto yo, mientras posa su mano izquierda en mi cintura y me guía.

—Que te alejara de todos tus problemas.

—Sinceramente solo siento pánico en escena y sostenerte la mirada me quema —, dice él haciendo énfasis en el me quema, me mira y sonríe, mientras me da una vuelta.

—Pero mejor ser arriesgado que un cobarde en pena. Cruzar los dedos para ver si te suena.

—Es que al fin si te casas con un loco —, continua, me mira y sonríe.

—Vas a ver que es la magia poco a poco.

—No podrás distinguir entre besos y palabras.

—Un te quiero no me alcanza, dame todo di que sí.

—Y si bailamos, tan solo bailamos y si tus pies nuestra historia escribieran, como si fuera este el final de un cuento y nadie más en el mundo existiera.

—Y si bailamos, tan solo bailamos al ritmo y paso que tú prefieras voy a rogarle sin descanso al tiempo que esta canción dure mi vida entera.

— ¡Que esta canción dure mi vida entera!

— ¡Que esta canción dure mi vida entera!

—Sinceramente solo siento pánico en escena y sostenerte la mirada me quema.

—Pero que hoy vivas con mi amor corriendo por tus venas es por rogarme el corazón tu condena —. Hace énfasis en la frase y solo sonrío.

—Es que al fin si te casas con un loco.

—Vas a ver que es la magia poco a poco.

—No podrás distinguir entre besos y palabras.

—Un te quiero no me alcanza, dame todo di que sí.

—Y si bailamos, tan solo bailamos y si tus pies nuestra historia escribieran, como si fuera este el final de un cuento y nadie más en el mundo existiera.

—Y si bailamos, tan solo bailamos al ritmo y paso que tú prefieras, voy a rogarle sin descanso al tiempo que esta canción dure mi vida entera.

— ¡Que esta canción dure mi vida entera!

— ¡Que esta canción dure mi vida entera!

Ahora que ha terminado la canción me toma de las mejillas su mirada con la mía, es tan especial como hace varios años cuando fue la primera vez que nos besamos. Esas mariposas, ese cosquilleo, ese miedo de no besar lo mejor posible, todo eso vuelve y me besa.

Largo y hermoso, sus labios con los míos, parece que el tiempo se ha detenido, tengo los ojos cerrados y ahora siento como quita sus manos de mis mejillas aprieta mi mano derecha que se va deslizando suavemente.

Siento como va cayendo ahora que he abierto los ojos lo confirmo, todo parece pasar en cámara lenta, cae estruendosamente. Ha colapsado.

— ¡Gabriel! ¡Gabriel por favor! ¡Gabriel oye! ¡No me dejes, escúchame no nos dejes por favor ahora no!      

Nota de autor:  La verdad me dolió un poco escribir este capitulo, debo aclarar que soy muy fan de Morat y mi vida entera es una de mis canciones favoritas.  Tristemente el amor no les duró una vida entera, 

Estas una de las escenas y cap más triste que he hecho hasta ahora y crean que fue muy significativo para mí, pues no suelo hacer escenas así.

Gracias por leer.