4. La fiesta: Parte 2
Hemos terminado de tocar, estamos en la fiesta de "celebración" para los equipos ganadores del primer juego entre ellos nosotros; sinceramente no quería tocar pero como contradecir cuando sabes que puedes morir si lo haces. Ahora que nos hemos presentado todo está relativamente normal, ahí música electrónica de fondo a la espera de la próxima persona que se presente.
Hay gente bailando en todo el pasillo y mucha otra aun sentada, los primeros en levantarse fueron Mason y Violeta dos chicos de mi equipo, realmente se ven muy lindos juntos pero sorpresivamente son amigos, nada más que eso, aún siguen bailando.
Después de que ellos se atrevieran a ser los primeros, las demás personas lo hicieron también formando esto al menos un pequeño festejo, el aire tenso y de zozobra que había en un principio, se ha despejado un poco dejando una calma momentánea.
Me serví un trago de vodka y voy con dirección a la mesa asignada para el equipo, en ella están Antone al lado de Rocci y Vicktor hablando con ella, Bill junto a Eliezer como siempre, Palme está en un lado un poco apartado de los demás, Ámbar saco a bailar a la señora Valeria y Oliver esta al parecer tratando de sacarle conversación a Ivana pero conociéndola lo tratara mal, igual les dejare un espacio, creo que ella debe hacer amigos, sería lo mejor.
Iré a sentarme junto a Rocci, Antone y Vicktor.
•
Estoy a punto de sentarme junto a ellos, Ivana me ha lanzado una mirada molesta pero preferí ignorarle.
— ¿De que hablaban? —. Pregunto ahora sentándome.
—De todo un poco —, responde Antone—, por cierto muy buena presentación.
—Sí, lo han hecho muy bien —, comenta Rocci y luego Vicktor.
— ¿Rocci me permites esta pieza? —. Le pregunta Vicktor estirando la mano, ahora que comenzó a sonar de fondo una música suave y lenta.
—Claro —, contesta ella y se levantan, dejándome aquí con Antone.
—Eso fue sorpresivo —, comenta él, ahora que los chicos se han levantado, los audífonos no están traduciendo y su voz tiene un acento muy marcado, por lo que le miro extrañado—, soy francés —, agrega como si estuviera leyendo mi mente.
—Supuse por el acento.
— ¿Desde cuando eres novio de esa chica? —. Su pregunta me toma por sorpresa.
—Llevamos varios meses. ¿Por qué la pregunta?
—Curiosidad. Parece conocer bastante a Rocci y viceversa.
—Sí. ¿Sabes algo de eso? —. Pregunto pues el parece ser novio de Rocci.
—No —, ahora me está detallando con la mirada y me siento un poco incómodo—, eres muy lindo —, lo que ha dicho me ha sorprendido y parece que mis gestos lo han hecho notar—, sí, soy gay, pero tranquilo no eres mi tipo además tengo novio creo —, confiesa. Este chico parece leer mi mente.
—Perdón no quería...
—Tranquilo —, dice interrumpiéndome—, ¿Tienes algún inconveniente con eso? —, su pregunta es muy directa—, sí lo tienes me vale tres pepinos —, se responde así mismo y me da un poco de risa pero prefiero callármela.
—Veo que eres un poco extrovertido —, comento, no pude evitar decirlo.
—Solo me gusta dejar en claro lo que soy y así no tener inconvenientes con nadie —. Explica—, además fuiste un poco ingenuo al no notarlo pues creo que todos los demás del grupo saben o lo suponen.
—Quizás, pero no soy nadie para juzgar —, digo y él parece estar más tranquilo.
—Me alegra que pienses así —, suelta un pequeño suspiro—, ese chico parece seducir a tu novia —, ha cambiado el tema radicalmente y hace que mire hacia donde esta Ivana.
—Tendrá que luchar solo para que ella le dé al menos una conversación digna, Ivana es muy pero muy distante por decirlo así —. Aclaro ya que no he visto nada malo y le veo a ella la cara de fastidiada.
—Bueno, aunque él no parece rendirse fácilmente, pero cuéntame sobre como lograste acercarte a la "inalcanzable" —. Dice haciendo las comillas con la mano derecha y me da un poco de risa su actuar tan despreocupado.
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Ahora que he conocido un poco más a Antone me he dado cuenta de que es un chico sin miedos visibles, muy seguro de sí mismo y no le importa lo que piensen los demás. Sin embargo en situaciones como esta puede llegar a ser muy sensible y sale su lado más afeminado a relucir.
He deducido esto a partir de todo lo que hablamos en ese rato en el que estuve sentado con él, ahora me he cambiado a donde están Bill y Eliezer, quienes están hablando tranquilamente y aunque me incluyen en la conversación los ignoro.
— ¿Tú que piensas Adán? —. Pregunta Bill llevándose mi atención.
— ¿Dé qué?
—Eliezer cree que ese tal Antone es gay pero yo creo que es novio de la chica que siempre anda con él —. Ahora que me ha dicho eso, no puedo evitar voltearme y ver a Antone.
—Lo que pase en su vida no nos incumbe, nuestro trabajo al menos por ahora es sobrevivir —, digo de forma brusca porque quiero evitar que Bill diga cosas que no debería.
—Adán tiene razón —, dice Eliezer—, por ahora escuchemos a la chica —, agrega y volteamos a ver el escenario, es Rocci la siguiente en presentarse.
Pero antes de que lo haga viene Ivana hacia nosotros dejando solo a un Oliver que se ve molesto.
—Hey, me dejaron sola con aquel idiota y tuve que sacármelo de encima —, comenta mirando a Oliver y prefiero no preguntar.
Antes de que hable de nuevo un suave piano inicia la canción y va acompañado con un bajo, puedo deducir que es un pop rock lo que cantara aunque no se me hace familiar.
El tiempo ha pasado lento como si estuviera en una película, estar en una fiesta de secuestrados no hubiera sido nunca algo que consideraría como una cita, pero ahora estoy aquí en medio de un comedor bailando con Mason, quien tuvo el atrevimiento de proponérmelo en estas circunstancias tan extrañas.
Por alguna razón no me siento extraña, ni incomoda, solo siento paz y estoy feliz, mis ojos han comenzado a ver de una manera diferente el mundo y entre eso también a Mason, sé que no estoy enamorada de él eso es seguro pero me siento un poco extraña, no puedo evitar sonreírle y disfrutar de esta sensación que provoca su cercanía.
Ahora está sonando una intro de una canción que va a cantar Rocci y aunque estoy un poco cansada no quiero parar de bailar, porque no solo ha sido eso también he reído y entre todos estos desconocidos he liberado la tensión que sentía por todo lo que está pasando.
—Estoy un poco cansado —, aclara Mason quien está de frente a mí.
—Yo también. ¿Si solo escuchamos a Rocci?
—Claro —, responde pero comienza la canción ahora que estoy a punto de moverme para ir a nuestra mesa.
Bésame
Sin piedad y en silencio
Bésame
Frena el tiempo
Has crecer lo que siento
Uh, uh, uh
La voz de esta chica es melodiosa, aunque está cantando en español y los audífonos no traducen, puedo sentir un pequeño escalofrío recorrer mi cuerpo, esta sensación es extraña.
Al intentar dar un paso solo he trastabillado.
— ¿Estás bien? —. Pregunta Mason sosteniéndome para que no caiga y solo asiento con la cabeza.
Bésame
Como si el mundo se acabara después
Bésame y beso a beso pon el cielo al revés
Bésame sin razón por que quiere el corazón.
Me siento estúpida porque Mason me mira a los ojos en cada frase insinuándome lo que va en la letra y aunque sé que tampoco entiende nada de lo que dice la canción, es como si algo lo impulsará a acercárseme poco a poco.
Ahora sí, mi audífono ha hecho el sonido característico de cuando está traduciendo.
Besameeeeeeee. (Kiss meee)
La frase de la canción me sorprende al igual que la voz de Rocci al entonarlo por lo que no me percato y Mason estampa sus labios contra los míos, me siento incomoda pero mis manos no se mueven para separarlo de mí, de hecho no quiero hacerlo, me destenso, mis manos toman involuntariamente su rostro, cierro los ojos y me entrego libremente al beso.
La música solo alarga el beso, la letra nos pertenece, el tiempo parece haber parado, nuestros labios van juntos de un lado a otro, el cantar melodioso de Rocci, todo hace que este movimiento inesperado se vuelva algo muy bonito.
Se separa de mí suavemente y abro los ojos, su mirada está llena de vida, nuestras respiraciones van al mismo ritmo, el silencio entre los dos no es incómodo sino más bien alarga lo bonito del momento e involuntariamente mis brazos se abren y lo abrazo.
—Gracias —, digo involuntariamente y veo la sorpresa en su rostro, yo también lo estoy.
Es como si todo este tiempo solo hubiera necesitado ese beso.
— ¿Por qué me das las gracias? —. Pregunta y sé que está confundido.
—Porque me has enseñado todo lo que sé, por ti soy lo que soy hoy, aunque fuera una mandona todo el tiempo, siempre estuviste para mí y porque desde que me conociste, bueno desde que comenzamos a tratar, me has ayudado y eso no tiene precio —. Por primera vez en tanto tiempo mis palabras de amor hacia alguien son sinceras y sin preparar.
— ¿Por qué deberías darme las gracias por eso? —. Pregunta tomándome las mejillas y alzando mi rostro para que lo mire a la cara—. Todo lo he hecho sin pedir nada a cambio, tratando de respetar que no te guste, aunque me fuera difícil, por eso no creo que debes dar gracias, pues me he movido por amor nada más —, sus palabras solo han hecho que me den ganas de no separarme nunca de él por primera vez me siento tan protegida y querida.
Un silencio vuelve a llenarnos, es aún más pasivo y relajador que el primero.
— ¿Quieres ser mi novio Mason? —. Mis palabras han salido involuntariamente por lo que tapo inmediatamente mi boca y se ve confundido.
Oh, que he dicho, por primera vez estoy nerviosa por algo así.
Sus ojos están iluminados y una pequeña sonrisa se dibuja en el rostro de Mason—. ¿Me lo has pedido tú? —. Pregunta y antes de que diga algo suelta una pequeña carcajada—, acepto—, agrega y me da un suave beso.
En silencio solo toma mi mano y pasando entre la gente, nos dirigimos a la mesa donde están los demás del equipo.
•
Rocci aún está cantando, mucha gente sigue bailando en la pista y en esta mesa del equipo están Bill, Eliezer, Adán e Ivana juntos hablando, Antone está solo en una esquina del lado derecho escuchando la música, Vicktor y Palme están hablando con Ambar y Valeria. Oliver esta solo con una cara de frustración que se nota a leguas. Mientras tanto Mason y yo hemos estado hablando de todo un poco.
La verdad en este momento me siento en paz, desde que llegamos aquí me había sentido mal, todo era una mierda para mí y no voy a negar que aun piense que lo es, pero al menos he disfrutado estos últimos minutos.
He entendido muchas cosas desde que conocí a Mason y he reflexionado desde que estoy aquí, pero hoy fue el día en el que más he recordado lo que he hecho mal.
Si solo hubiera tratado mejor a Jennifer la novia de James, si no hubiera pensado tanto en mí, si me hubiera dado cuenta de que realmente he sido egoísta.
Ya que por más de que ha personas externas enseñará una creencia, en el fondo había escondido esa Violeta déspota y creída que siempre he sido, estaba dando una imagen pulcra a una sociedad solo porque en el fondo quería demostrar que podía ser una buena chica, aunque realmente no lo hacía para ser mejor persona y avanzar, sino para sentir que callaba bocas.
Puede que mi libro haya ayudado a muchas personas, liberando sus mentes y cambiando sus perspectivas; que mis charlas llenaran ese espacio que tenían vacío y en el que necesitaron algo en que creer, hice "crecer" en espíritu a otros cuando realmente todo este tiempo he estado vacía y quizás me he dado cuenta tarde, pues no tengo la certeza de que en algún momento pueda salir de aquí.
En verdad eso es algo que me ha carcomido este tiempo estando aquí, sin embargo me reconforta saber que siempre ha habido alguien estando para mí y ese ha sido...
Mason...
¿Cómo no volverme loca en este encierro?
¿Cómo sobrevivir encerrada?
¿Cómo llegue hasta aquí?
¿Por qué Luis me jugo de esa manera?
Esas y muchas preguntas me he hecho desde que estoy aquí en este lugar encerrada, desde que fui secuestrada junto con Palme y Vicktor en Cataluña por los hombres de Luis cuando me cito para vernos.
No sé cómo no me he vuelto loca, siempre tratando de dar una sonrisa pero cuando llego a esa habitación mi mundo se derrumba y vuelve el recuerdo de lo que hasta hace poco era mi vida y por lo que tanto había luchado.
Soy colombiana de nacimiento sin embargo mis padres son canadienses por eso me apellido Miller, viví en una de las zonas más adineradas de Bogotá hasta los 12 años luego nos mudamos a Toronto y estuve allí hasta que tuve veinte años.
Siempre poseí una cómoda vida y pude costearme lo que quería, por lo que me volví la típica jovencita creída por tener más dinero que otras personas.
Eso fue hasta que cumplí 21 y volví a Colombia aunque aún tenía dinero para costear una vida cómoda mis padres comenzaron a prepararme indirectamente para que me independizara y no siguiera creyendo que todo era fácil.
Por lo que todo ese primer año de vuelta aprendí que la vida no era como yo creía, que aunque en ese momento estuviera en la cima podía caer también.
No voy a negar que fue duró para mí y aún seguía siendo una engreída, pero al ir a zonas no muy bonitas pude ver que lo que estaba siempre a mi alrededor no era completamente lo que se vivía a diario. Ese pensamiento se reafirmó en un viaje a una zona pobre de Cali.
No recuerdo claramente el motivo del viaje pero sí aquella escena, estaba una niña de ojos claros, cabello negro, pequeñita, con un vestido rosado manchado entre sangre y tierra, sus zapatos estaban rotos mostrando sus desdeñados pies, tenía su rostro pegado al ventanal de una tienda de ropa admirando un vestido. Solo eso ya me rompía el corazón.
Pero la escena empeoro al ver salir al dueño de la tienda, un hombre macilento con una barba canosa y casi sin cabello en la cabeza.
— ¡Quita tu sucia cara del ventanal! —. Le grito tomándole del brazo derecho con brusquedad, zarandeándola para que la niña cayera a la acera y volvió a la tienda.
Había pocas personas cerca pero solo miraban la escena sin actuar, ni siquiera parecían indignados para ellos era normal. Yo que estaba a pocos metros comencé a correr hacia ella pues la niña había comenzado a llorar, sin siquiera poder levantarse.
La levante subiéndola a mis hombros para cargarla, calmándola para que parara. Sus ojitos me reflejaban tristeza, me sentía mal.
— ¿Estas bien? —. Le pregunte cuando paró de llorar. Solo asintió con la cabeza y movía sus brazos de un lado a otro para que la bajara.
—Ga-gachias —, digo con su suave vocecita y la mirada gacha cuando la baje.
— ¿Cuánto años tienes?
—Cheis —, respondió y no pude evitar sonreír.
— ¿Por qué mirabas en el cristal? ¿Te gusta ese vestido? —. Dije apuntando al ventanal y ella lo miro con anhelo.
—Chi —, dijo con un entusiasmo que duro solo segundos—, pero sé que nunca podre tenerlo —, su frase solo hizo que mis lágrimas salieran involuntariamente pero me las seque al instante.
— ¿Quién dijo que no? —. Respondí pues ya había decidido comprarle ropa, tenía suficiente dinero para eso y más—. Te compraremos eso y más, pero aquí no, pues ese hombre es malo.
La niña entusiasmada no contesto nada y solo se abrazó a mis piernas, la tome de su mano derecha y comenzamos a caminar para buscar una tienda en donde comprarle algo.
Le compre ropa y la lleve conmigo, luego me enteraría de que su madre había muerto, su padre era un drogadicto que vagaba por las calles, por ello ella rondaba por allí.
La hice pasar por mi primita por un tiempo y le notifique a mis padres, que cuando pudieron fueron a Colombia la conocieron y se la llevaron fácilmente a Canadá pues aquella niña en esa sociedad al parecer no tenía relevancia alguna. Allí la bautizaron, le cambiaron el nombre y finalmente la adoptaron como su hija.
Hoy puedo decir que esa fue la mejor acción que he hecho en mi vida, que Mili, ahora así se llama tiene una vida mejor, cursa tercer año de bachillerato y habla dos idiomas.
En estos siete años que han pasado, cree una marca de ropa que fui posicionando poco a poco.
MiliKiut en honor a esa pequeña pues mi deseo desde esa vez ha sido que cualquiera pueda tener acceso a algo tan esencial como la ropa y aunque al principio fue duro pude lograrlo, llegando a ser una de las latinas más influyentes en la industria.
Digo que soy latina porque en Colombia nací.
•
Este último año conocí a Luis Velásquez este mismo hombre que hoy me tiene secuestrada, obviamente ya había escuchado de él pues es uno de los hombres más acaudalados de América en general y para mí era un honor que de alguna manera colaborara conmigo.
Él fue quien me llevo hasta Palme y Vicktor pues aunque dudaba de sus intenciones al pedirme que me acercara a ellos nunca creí que esto era lo que estaba preparando, ni supe de toda la mierda que hace y hay detrás de su fachada de hombre serio.
Al final termine enamorándome de Vicktor a quien de principio veía como un empleado con el que podría tener sexo ocasional pero su forma de ser simplemente me cautivo y ahora aquí estoy hablando con él y su primo en una fiesta organizada para los ganadores del primer juego.
—Ámbar te veo muy pensativa. ¿Qué pasa? —. La voz de Vicktor me ha devuelto a la realidad.
—No, nada —, contesto y solo sonrío, Palme sí parece estar pensando— ¿Palme estás bien? —. Lo miro y está mirando a un punto fijo.
—Ah, yo —, contesta y me mira después de unos segundos—, estoy pensando en que será el próximo juego, por alguna razón eso no me deja tranquilo, no me paren bola, sigan hablando —, añade pero se escuchó muy contrariado al decir eso.
La música deja de sonar y en el escenario aparece aquel hombre que ha sido el vigilante principal de todo lo que pasa y del que aún no sabemos el nombre, solo sé que habla ruso por el cambio que hacen los auriculares antes de que tome la palabra.
—Ha terminado la fiesta por hoy —, informa pero suena más bien a una orden—, acomódense todos en la mesa asignada, ya que irán saliendo equipo por equipo como cuando comieron por primera vez aquí —. Comunica y poco a poco van volviendo las personas a sus mesas.
Ahora esperaré lo peor.
Nota: Ya hemos visto la perspectiva de otros de nuestros chicos y la introducción de un nuevo personaje la verdad estoy adorando lo que pasa entre Mason y Violeta.
¿Qué les parece el ideal de Miller? ¿Les da buena espina?
Gracias por leerme :)
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