Minutos antes del juego...

En este momento todavía deben estar los chicos esperando a que se lleven a Bill y a Eliezer para que comience el siguiente juego, he decidido salir de ahí para volver a mí habitación y aunque Ivana lo hizo primero no tengo ninguna intención de acercármele.

Eso fue lo que pensaron los demás "que solo la voy siguiendo" pero realmente me siento mal por todo lo que ha ocurrido, además no la veo por ningún lado y ahora que estoy en la puerta de la habitación solo descansare para luego salir a ver como quedo todo.

Una puerta se ha abierto a mi lado derecho, deduzco que es ella aunque no he volteado, ahora que ha volteado lo confirmo.

—Hola —, dice con una sonrisa tímida y un poco entristecida— ¿Podemos hablar? —. Su pregunta me ha tomado por sorpresa esta chica es impredecible.

—Claro —, es lo que puedo contestar aunque no muy convencido, mientras ella viene acercándose con pasos tímidos.

— ¿En tu habitación se podría? —. Asiento pues no creo que tenga otras intenciones además ya está a mi lado.

Abro la puerta por completo y entro primero que ella.

—Quería comentarte algo —, comenta cerrando inesperadamente mientras solo tomo asiento en la cama, no quiero parecer intimidado—. Creo que eres el único que me entiende —, aclara y toda la timidez que tenía se esfuma en segundos pues se ha sentado a mi lado derecho.

— ¿Cómo así?

—No te hagas —, antes de que pueda responder a su comentario se abalanza hacia mí y estampa sus labios a los míos.

No puedo decir que no al beso porque en el fondo es algo que desde el principio busque, sé que está mal pero este momento me da una sensación de victoria pues mientras sus labios se juntan con los míos la sensación de poder es gratificante.

—Sabía que no ibas a negarte —, susurra mordiéndose el labio interior—, pero quiero aclararte que esto solo es pasajero —, aclara en un tono seductoramente sexi.

—Solo quiero que seas mi próxima víctima, por eso prefiero chicas que no tengan miedo a llorar —, las palabras me han salido solas, será por la excitación del momento.

Ella solo sonríe—, sonaste como a fuck boy de libro —, comenta y suelta una risa picara que ahoga dándome otro beso.

Su camiseta es la primera prenda en volar, su sostén el segundo dejando sus pechos al descubierto a los cuales por provocación les doy suaves mordiscos mientras sus dulces gemidos resuenan en mis oídos, mi camiseta es la tercera prenda en perderse en la habitación, luego nuestros jeans y por último la ropa interior, todo de manera alborotada y descuidada.

Entre tantos besos, tengo una erección desde hace rato pero por alguna razón no me ha dejado entrar en ella y tiene su cintura apretando mi pene, la agarro con las dos manos de la cintura y la subo un poco, sube la mirada y sonríe, mis ojos encontrando los de ella. Puedo ver la perversión.

La beso de nuevo y se sube a mi pecho sin pensarlo, su entrepierna rosa con la mía, casi puedo sentirla, pero prefiero contenerme y hacer que ella me lo pida. Entre besos meto mi mano derecha entre sus piernas, dejo sus labios para bajar a sus pechos, chupándolos y mordiéndolos.

Utilizo mi dedo para tocarla ahí directamente con mi pulgar, robándole jadeos que en estos momentos suenan como melodías sacadas del cielo. Puedo sentirla temblar, sé que su orgasmo está cerca, esto lo he hecho muchas veces, así que me detengo, quitando mi mano y soltando una risilla, su cara es de molestia parece que fuera a reclamar pero solo sonríe, lo disfruta tanto como yo.

Sus manos pasan por mis pechos, bajando hasta mis abdominales.

—Esto es mucho mejor que lo que he probado antes —, murmura, rindiéndose.

Baja una mano hacia mi erección y aprieta ligeramente haciéndome gemir un poco.

—Pídemelo —, digo con voz autoritaria y ella solo sonríe.

—Ja, ¿crees que me harás decirlo? —, sonríe de nuevo pero no parece que va a ceder.

—Está bien no te haré pedirlo solo lo haré —, concreto con una sonrisa y la penetro de una sola estocada, un gemido ahogado deja sus labios, está tan caliente y mojada; su cabello de un lado a otro.

Ataca mi cuello y me empiezo a mover rápidamente dentro y fuera de ella. Me agarro de sus caderas para acelerar el ritmo. Ivana jadea y junto con el sonido del brusco contacto de nuestros cuerpos. Hace un eco a nuestro alrededor que solo por este instantes es sublime.

Mi ritmo crece implacable y rápido, puedo sentirla ponerse aún más mojada, su orgasmo acercándose y eso solo me acerca al mío. Sus gemidos más ruidosos y eso es todo lo que necesito para venirme dentro de ella, con ella.

Nuestros orgasmos nos arrasan, dejándonos sin aire y en placer absoluto. Su cabeza y cabello caen sobre mi pecho, tapándome la cara pero no me molesta es absolutamente placentero.

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Hemos pasado minutos acostados uno junto al otro después de tener una sesión de placer que nos dejara a ambos sin aire, prefiriendo no hablar pues los dos sabemos que lo que digamos puede arruinar el momento.

Desde afuera no se escucha nada y aunque me perturba un poco tampoco es que me incomode estar así con Ivana un rato más.

— ¡Aaaaaah maldita seaaaaa! —. Ahora que he pensado eso un grito ha resonado por todo el lugar, parece ser la voz de Adán.

— ¿Has escuchado eso? —. Pregunto levantándome para colocarme la ropa.

—Sí, lo he escuchado y se perfectamente que es la voz de Adán algo debió pasar para que gritara de esa forma porque él jamás lo haría —. Contesta aunque no se ve inmutada.

Me levanto lo más rápido que puedo y al encontrarlo me coloco el primer jean que veo, mientras ella está buscando el suyo para ponerse la misma ropa que tenía y que no sospechen nada.

Escucho pasos furiosos venir hacia la puerta y un empujón hace que esta se abra e inmediatamente doy un paso hacia atrás dejando también al descubierto que esta Ivana aquí. La iluminación de afuera no es tanta como para cegarnos y claramente noto que es Adán y que tiene la mirada perdida.

Mira de un lado a otro tratando de procesar lo que están viendo sus ojos, no siento pena pero tampoco puedo decir que me esté bien pues el gesto de mi compañero se está volviendo quebradizo y fantasmal.

—Venía a decirte que Eliezer y Bill han perdido pero veo que estabas en algo más importante —, dice él con voz fuerte sin alterarse pero se nota que está afectado, ella tiene los ojos aguados aunque parece más bien estar en shock y antes de que alguno pueda responderle, él se va dando un portazo.

— ¡Adán, Adán! —. Grita Ivana ahora que ha reaccionado y se va colocando la ropa lo más rápido que puede en un acto de desesperación.

—Oye yo...

— ¡Tú cállate! —. Grita cuando intento decirle algo mientras termina de colocarse la camiseta y sale dando un portazo dejándome aquí en la habitación.

Tengo que seguirles, ir detrás de ellos, no tanto para justificarnos sino que sé que la razón por la cual vino a buscarla y no me gustaría que fuera verdad.

Ahora que he salido los miro caminando al pasillo donde está la pantalla, ella atrás de él gritando su nombre desesperadamente para que al menos voltee, sin embargo sus pasos son firmes y solo la ignora.

Se han adentrado saliendo de mi vista por el momento por lo que apresuro el paso y todos me miran.

— ¡Adán joder escúchame no es lo que piensas! —. Grita ella tratando de mantenerse fuerte.

— ¡No es lo que piense, es lo que vi! —. Él por fin ha reaccionado devolviéndole un grito, mientras todos miran sin entender muy bien lo que pasa.

—Eso solo fue cosa de tu imaginación...

— ¡No lo niegues, no niegues que estabas... —. Al escuchar a Ivana negando de lo que hizo me he sentido menos y no he podido evitar responder pero también al instante Adán se ha volteado y con una velocidad impresionante me ha tomado del cuello de la camiseta.

Sus ojos chocan con los míos, está furioso, un destello de rabia es lo que puedo ver en su mirada, estoy en una posición desfavorable, siento una aura venir de abajo hacia arriba y el golpe que recibo en la entrepierna hace que pierda el aire cayendo con mis manos en las rodillas de Adán.

— ¡Puto malnacido! —. Me grita empujándome y caigo de espaldas al suelo.

¡Me siento patético!

He tenido sexo con Oliver, ni siquiera sé porque lo hice pero de alguna manera tenía que descargar la furia que llevaba por dentro después de haber peleado con el niñato de Bill antes de que comenzara el juego de hoy.

Sin embargo Adán me ha descubierto vistiéndome en el cuarto de Oliver y claramente sabe lo que ha pasado, he tratado de que escuche razones pero no ha querido y por más que quiera su perdón no me humillaré.

Hace segundos nada más le dio una patada a Oliver en los granos y lo ha dejado tirado en el suelo mientras los demás junto conmigo miran con sus caras largas al parecer de haber llorado y sin saber lo que pasa.

— ¡Y tu cállate que Bill y Eliezer han muerto! —. Me grita Adán.

Eso no me lo esperaba y las lágrimas salen de mis mejillas involuntariamente.

No creo entender completamente lo que está pasando.

Busco respuestas en la mirada de los demás pero se vuelven tan perdidas como la mía, Adán ha roto en llanto y no le reconozco.

No, no, no, ni Eliezer ni Bill han muerto.

Las voces en mi cabeza me repiten eso y por más que veo a Adán y Rocci llorando, con los demás con caras de pena me niego a creer lo que me quieren hacer ver, esto debe ser una jugarreta.

Tienes que escapar.

No debo seguir aquí, debo escapar de lo que pasa, volveré a mi habitación y estaré encerrada allí hasta que Adán se digne a decir la verdad y no seguir con sus inventos.

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Volví a mi habitación y me quede dormida, no sé si ya es de mañana pero me desperté porque han tocado mi puerta varias veces.

— ¡Voy! —. Grito mientras me froto la cara, me colocaré la ropa.

Ahora que lo he hecho, abro la puerta y noto que no es Adán sino el guardia que al principio de todo me custodiaba, le intento cerrar la puerta en la cara pero la frena y saca de no sé dónde un arma, en este momento está apuntándome con ella.

—Sal Domes o no vivirás para contarla —. Dice de manera impasible pero con tanta firmeza que solo le hago caso sin objetar.

Los demás del equipo no están afuera al menos no en la puerta de sus habitaciones.

—Vamos al pasillo de pantalla —, me informa aun apuntándome actualmente en la cabeza y dirigiéndome por el pasillo, todos están parados mirando a la pantalla con guardias apuntándoles a sus espaldas.

Todos menos Bill y Eliezer, se me escapa una lagrima de forma involuntaria, al notar una nueva presencia absolutamente nadie ha evitado mirar de reojo, busco los ojos a Adán, pero el solo me mira por segundos, volviendo a mirar al frente.

Me ha evitado...

La pantalla se enciende pero esta vez no parece ser por un juego, no sé porque sea y mientras lloro en silencio el miedo se está adentro en mí—. Hola chicos —, es Luis quien aparece en imagen se ve molesto y serio—, son las cuatro de la mañana y ningún otro equipo está despierto más que ustedes. ¿Razón? Pues sé que Ivana ha engañado a Adán y puede que seamos lo peor del mundo, pero no aceptaré que en mi equipo que siempre he mostrado como la elite pasen estas cosas —, el aura ha cambiado y por algo el sentimiento de culpa me invade—, por lo tanto habrá un juego para eliminar a uno de los podridos, Oliver e Ivana.

Siento que mis piernas se debilitan pero el guardia que aún me apunta me sostiene y no deja que haga nada.

—Participaran solo Oliver e Ivana, pero se llevaran a Adán para que lo presencie. Y antes de que los lleven les explicare a los demás que harán. Ambos tendrán tres intentos de disparar al aire para despertar algún animal que estará en una jaula y a pocos metros de la persona encapsulada, si el espécimen despierta lo sacaran para que ataque y masacre a la otra persona, si no lo hace esa quien haya fallado estará ahora en peligro de morir y se la darán los intentos a su contrincante. Sin nada más que decir, llévenselos.

La pantalla se ha apagado y no puedo creer lo que acabo de escuchar, puedo morir.

No me he movido y solo siento la mirada rabiosa de Oliver que pasa por mi lado, busco a Adán pero no lo veo, no sé en qué momento lo hicieron sin embargo se lo han llevado, el guardia que me escolta hace que camine hacia la puerta de salida.

He llegado al pasillo y aunque he pasado por aquí muchas veces se hace largo, pesado y horripilante, está haciéndome caminar a una puerta de color verde que se ve realmente lejana, misma que no había notado antes de hoy.

Hemos llegado a ella y siento que mis piernas no dan, se abre sola como por arte de magia. Lo primero que miro es a unos 8 metros de donde estoy es una pared de vidrio con agujero circular de unos diez centímetros en ella, este da vista a un tipo de establo en el que están Oliver amarrado a una bola de hierro como la de las películas y un león al parecer durmiendo en una jaula, no los separa más de diez metros de distancia.

Un escalofrío recorre mi cuerpo con solo pensar que puedo ser quien esté ahí.

El guardia me suelta y lo que hago primero es mirar hacia arriba, literalmente encima de mí hay una especie de palco que es completamente de cristal por eso puedo ver que en ella están el guardia que venía con Oliver, Adán y el guardia que lo trajo.

Ambos vigilantes apuntando a mi novio quien está por obligación sentado en lo que parece ser un mueble, busco que me mire pero aunque me ha notado de nuevo me ignora.

Siento la mano del guardia que está detrás de mí, por un momento me mira como si me analizara.

—Toma —, dice entregándome una pistola—, no pienses en hacer nada raro porque esa no tiene balas, acércate al agujero, mete las manos y dispara hacia adentro, tienes tres intentos para que ese león se despierte sino serás tú quien esté ahí —. Informa de una manera tan tranquila e impasible.

Me ha dejado fría, miro mis manos por un momento y se siente irreal sostener un arma, observo el alrededor porque quiero asegurarme de que no es una pesadilla, pero esto es real.

Respiro por la nariz y expiro ese mismo aire con la boca para sentirme más tranquila, nadie más existe y ahora que he encontrado paz realizaré mi primer intento...

Nota de autor:  Un nuevo capítulo y creo que el título que elegí para este es muy acorde a lo que son estos dos personajes, la verdad es una pena pero creo que se los anticipe en el capítulo anterior. 

Sin embargo no han quedado impunes por lo que hicieron y ahora tiene alguno de los dos que pagar las consecuencias.  ¿Crees que es lo justo?  ¿Cual de los dos crees que debe ser el sacrificado? ¿Crees que Adán dejará que este sea el final? 

Te leo y muchísimas gracias por seguir leyendo esta historia :)