¿Qué se puede hacer cuando estas en un cuarto, con pocas cosas y sin posibilidades de salir?

Eso me lo preguntaba hasta hace unas horas y una respuesta acorde a como soy sería vivir tranquilamente, sin embargo hay un factor no menor y es que cuando estás literalmente secuestrado, a punto de ser competidora en un juego de magnates y esperando lo peor probablemente te vuelvas loco.

No me pasó simplemente porque ya lo estoy.

Sin embargo no ha sido nada divertido, porque combatir contra los colapsos tomando pastillas a cada momento no es muy sano, además me gusta la atención eso alimenta mi ego y confieso que extrañe un poco a Adán.

Pero estoy con él, Bill, Eliezer y un grupo de personas, entre ellas una vieja conocida, ahora caminando hacia un comedor, con vigilantes fornidos y sexis escoltándonos, me gustaría su presencia si fueran otras circunstancias.

— ¡Hay demasiadas personas! —. Me dice Adán al oído, consternado y realmente, sí es así.

—387 exactamente —, aclara la Valeria quien está a mi lado derecho—, casi todos los equipos cuentan con veinte integrantes, menos nosotros que somos 13 nada más —. Informa y parece que todos los del equipo han escuchado, porque han volteado a verla.

— ¡¿Por qué estamos en desventaja?! —. Le grita el bocazas de Bill, que parece un niñato desesperado.

— ¡Cállate! —. Contesta el guardia que se le asigno y le da un golpe en la cabeza pero es más un aviso.

—Porque Luis confía plenamente en que somos los mejores —, explica Valeria cuando llegamos a una mesa gigante en la que nos han traído.

—Siéntense, ahí están unos menús con lo que pueden pedir, en breve llegaran varias meseras a tomar sus pedidos, no intenten nada extraño o mueren —. Afirma el vigilante al mando y todos se van con él, dejándonos aquí.

La mesa es de aproximadamente cuatro metros y tiene dos banquetas unidas que dan de frente una a la otra. Sin embargo cada equipo está separado por una buena distancia, están distribuidas en dos hileras de diez mesas, unas en la izquierda y otras en la derecha, más nada hay aquí solo eso.

Somos la tercera del lado derecho, esto enumerándolas iniciando desde donde hemos entrado.

Nos sentamos, están Mison o como se llame ese chico y su amiga juntos al lado de Eliezer, él al lado de Bill, y Adán junto a mí en el lado derecho, al lado izquierdo están Valeria, dos chicos que son venezolanos de los cuales no recuerdo el nombre, Ámbar, Antone, Rocci y Oliver, justamente en ese orden.

Ese chico, Oliver, me parece conocido.

Lo primero que miramos son los menús, la verdad hay en el tantos tipos de comida que parece eterno, todos los platos son de distintas procedencias.

—Al menos supongo que comeré mejor que antes —, comenta el más gordo de los chicos venezolanos y parece ser el más misterioso.

—Posiblemente hay carne humana en esto —, agrega su primo.

— ¡Marico estas ladilloso, no seas pajuo! —. Replica el gordo aunque no entendí media frase.

—Me recuerdan a Adán cuando llegó a España, hablando con sus modismos —, sí, es el bocazas de Bill de nuevo.

— ¿Eres venezolano? —. Pregunta el gordo mirando a Adán.

—Sí, estuve gran parte de mí vida en Venezuela —. Responde mi novio y se aclara la garganta—, y para aclararles la palabra ladilloso sería como un sinónimo de fastidioso y pajuo es como decir, eres un aguafiestas. En este caso diríamos neutralmente, hombre estas fastidioso no seas un aguafiestas —, concreta explicándonos, todos les han prestado atención.

—Hola ¿Qué van a pedir? —. Una chica junto con otras dos más vestidas de camareras, vinieron a tomar nuestras órdenes como si estuviéramos en un restaurant.

•

Yo pedí lo primero que se me vino a la cabeza, Adán pidió algo que se llama Cachapa y los demás ni idea.

Desde que las meseras se fueron por una puerta cercana a donde están las últimas mesas, hay una calma juntada con un silencio en todo el lugar y parece anunciarnos que va a pasar algo malo.

— ¡No, esta comida debe tener algo malo! —. Pum lo sabía, un grito proveniente de una mesa de lo último de este lado se lleva la atención de todos los presentes.

— ¡Cálmate Alfonso esta comida no tiene nada! —. Responde otro chico también en un perfecto español y los murmullos comienzan a escucharse.

— ¡No Stephano me niego a comer eso! —. Grita el alterado y ha comenzado a correr hacia la puerta por la que entramos, pero unos estruendosos pasos se escuchan.

No puedo ver que pasa pues estoy muy lejos.

Ahora suena como si se estuviera ahogando y uno de los guardias lo trae por el cuello, la fuerza que está aplicándole es descomunal, la cara del chico está casi morada y venosa, a punto de morir frente a nosotros.

Los audífonos traductores que me han dado, han cambiado del inglés a ruso.

— ¡Les dijimos que no hicieran escandalo! —. Grita en ruso el tipo que sostenía al chico, soltándolo, este cae como pluma y lo que parecen ser enfermeras vienen a ayudarlo—, no diré nada a los jefes pero a la próxima no tendré piedad —. Añade y sale por donde entró.

Hay un silencio de temor mientras auxilian al chico y después de que se lo llevan los murmullos vuelven.

— ¡Dios! —. La estúpida de Rocci es la primera de nuestro grupo en hablar, tiene los ojos llorosos y se ve el miedo en su cara.

— ¡Esto no pinta nada bien! —. Antone su amiguito habla también con miedo y mis audífonos han traducido sin mencionarme el cambio de idioma.

— ¡Vamos a morir! —. El bocazas de Bill de nuevo tan alentador como siempre.

—Morirás tú solo...

—Es verdad, aquí no hay espacio para el miedo es luchar o luchar, no hay opción —, la chica estadounidense interrumpiéndome habla, suena segura y me gusta eso, creo que nos llevaremos bien.

—Las chicas tiene razón no podemos dejarnos vencer o habrán consecuencias, solo nos queda luchar —, comenta el gordo venezolano y los demás solo le miran en silencio.

Desde que nos trajeron, comencé a tener visiones en esa habitación que me asignaron, al principio no podía comentarlas con Mason porque ni siquiera me permitían verlo, ahora que sí puedo no lo he hecho por el miedo que tengo.

Y ahora que estamos en un grupo con personas de distintas nacionalidades tampoco lo haré.

Varios minutos después de que terminamos de comer y venir de ese gran comedor en el que reunieron a todos los equipos, nos escoltaron al complejo habitacional y cada uno se fue con quien conocía para hablar.

Sin embargo, vine a mi habitación que es la tercera del lado derecho, porque quiero estar sola, no me gustaría que Mason me vea con miedo. Porque mientras comíamos lo escondí.

— ¡Es hora de los juegos! —. La voz robótica de los audífonos traductores me avisa y salgo.

— ¿Escucharon lo mismo? —. Pregunta Ivana quien está en la habitación más cercana a la mía, todos asentimos y caminamos en dirección a la pantalla de la espaciosa pared que hay de división entre los pasillos.

Esta encendida y se nos muestra a Irlin Shirchenko el magnate ruso que tiene un equipo.

—Atención a todos los equipos —, los audífonos no me avisaron el cambio pero ha traducido lo que dice—, comenzaremos el primer juego que se llama I'm your eyes (Soy tus ojos). La mecánica es la siguiente —, miro a mi alrededor y todos están al pendiente de lo que dice, nadie parpadea—, habrán seis representantes de tres equipos —, ahora nos muestran la imagen a seis personas—, uno de ellos en una sala... —, nos enseñan tres salones, con una gran pantalla en cada uno, una mesa, una silla y un micrófono solo eso, lo demás es vacío—...y el otro en el campo.

No, nos muestran imágenes del campo y me genera desconfianza.

—La persona que esté en el campo tendrá puesto un casco que no le permitirá ver y que tiene incorporado unos audífonos especiales para escuchar solamente al de su equipo que estará en la sala, pues su compañero será el encargado de darle indicaciones y vera todo lo que pasa en el campo, será sus ojos —, a la mierda —, tendrán salidas desde tres puertas diferentes en ubicaciones distintas y deben llegar a su destino en un tiempo máximo de una hora, los dos primeros equipos en llegar serán ganadores, el otro tendrá que jugar un juego extra con los perdedores de las demás rondas —. Pausa su hablar y el televisor se apaga de manera misteriosa.

—Es decir —, Valeria es quien habla—, una persona será los ojos de la otra dentro del campo, sin embargo su vista solo será limitada a lo que vea el casco —, aclara y todos le miramos con cierta intriga.

— ¿Cómo lo sabe, eso no lo han dicho? —. Pregunta Ivana.

—Lógica —, contesta Rocci con cierto tono de molestia—, por obvias razones no le darán una vista completa pues sería muy fácil, pero hay muchas cosas que parece que van a dejar a nuestras suposiciones, pues el campo no lo mostraron, además somos veinte equipos eso quiere decir que habrá una ronda de dos equipos.

La pantalla vuelve a encenderse sola como si nos estuvieran escuchando.

—Habrán 7 rondas —, es el mismo tipo de nuevo—, una de dos equipos y las demás de tres equipos. Los primero tres en enfrentarse serán: BarnesKillers, Cike y Pain. Suerte a todos, cuando los equipos estén preparados se volverán a encender sus pantallas —, concreta y la pantalla se apaga de nuevo.

—Ya han escuchado —, Palme es quien está hablando—, como dijo Rocci hay cosas que quedaran a nuestro criterio, debemos ser inteligentes y prepararnos para lo peor, no sabemos cómo será el campo, además debemos ir eligiendo quienes serán los que participen.

—Él tiene razón, debemos elegir a alguien que tenga atributos físicos para poder moverse con libertad aun sin ver y una persona que tenga liderazgo, que lo escuchen —, completa Adán.

—Yo creo que elegir al que este en las pantallas será lo de menos...

—No, realmente eso es lo más esencial —, aclara Valeria interrumpiendo a Mason—, pues quien está en la sala será que vea y debe tener la entereza para controlar sus nervios, por lo que creo que Violeta debe ser quien lo dirija por su capacidad de liderazgo y Oliver por su movilidad —. Expone sorprendiéndome.

— ¿Y por qué deberían ser ellos según usted? —. Ivana pregunta en un tono algo molesto llevándose la atención.

—Pues Violeta tuvo la valentía de crear sus propias creencias y Oliver era el futbolista más entero de su equipo, no veo que tu cumplas con alguna de esas dos —, replica Valeria con un tono molesto. Eso debió doler—. ¿Alguna objeción? —. Pregunta ya que Ivana solo se quedo callada.

Nadie dice nada, yo sé que puedo aunque por dentro me esté muriendo de miedo y ese chico no dice nada.

—Decidido entonces —, afirma Ámbar y la pantalla misteriosamente se vuelve a encender.

Nos escuchan eso es obvio.

•

Ahora la pantalla nos refleja a un chico que tiene ropa con recubrimiento pero se ve ligera y en sus manos sostiene el casco del que nos hablaron, el que tiene es de color negro, su diseño es como si combinaran un casco de moto con unos lentes de virtuales.

Se nos muestra nada más él allí en un campo de tierra a punto de abrir una extensa puerta de madera pintada de color gris y con una letra A en.

—Buena jugada —, comenta Eliezer captando nuestra atención—, solo nos mostraran desde una perspectiva, la de primera persona como en los videojuegos, esto para que cuando nos toque no sepamos o no tengamos idea de los otros mapas y al parecer no escucharemos lo que se dicen solo nos darán la imagen —, explica y todos nos miramos con cierto miedo.

— ¡Joder, esto es una puta locura, así sí será difícil! —, Bill dice eso y se toma la cabeza, parece que la ansiedad va a atacarlo.

— ¡Comiencen! —. La voz de Luis suena claramente, el jugador abre la puerta y se coloca el casco.

Ha comenzado el juego...

Desde que llegue solo he estado silencioso admirando todo y a todos, lo primero que note fue que aquí está la banda Broken Souls, pero mi atención se centró en Vicerys o como realmente se llama Ivana Domes.

Los audífonos que nos han dado para mí son un poco molestos pero al menos traducen correctamente y rápido.

Han comenzado los juegos después de varios momentos tensos y con aire misterioso. La verdad no he sentido miedo en lo absoluto estoy muy seguro de mis capacidades y de mi físico por eso no me preocupo.

El problema está en que deliberadamente fui unos de los dos elegidos para participar en el primer juego, por si fuera poco no podré ver y recibiré órdenes a través de un puto casco que es bien feo.

Ya han pasado los tres primero equipos (BarnesKillers, Cike y Pain). Sin embargo solo vimos al participante de BarnesKillers en una cámara en primera persona y sin audio alguno solo su correr.

Lo sorprendente es que ha tenido suerte, realmente suerte, estaba en una especie de laberinto y todas las puertas por las que pasó eran tranquilas, sin nada más que leves trampas que por más vendado que estés son fáciles, por ello fue uno de los ganadores junto con los del equipo Cike que llegaron de segundos y los de Pain son el primer equipo con ronda extra.

Ahora están a punto de decir quiénes serán los equipos de esta ronda.

—Los equipos a jugar la segunda ronda son Extremis, Vortens y Lost —, dice Irlin el magnate ruso. Esta mierda sí que no lo esperaba y creo que nadie pues nos miramos sorprendidos—, los participantes tienen cinco minutos para prepararse mentalmente.

Un silencio invade el aura, se siente la pesadez y miedo.

—Chicos ya saben que hacer —, dice Valeria, y Violeta me mira esperando confirmación, solo asiento con la cabeza y ella también—, está bien, los demás estaremos apoyándoles desde acá, no pude hacer una estrategia porque el jugador al que vimos prácticamente no le paso nada relevante...

—Yo sí tengo algo que decirles —, Palme la interrumpe—, Violeta debes mantener la calma, cada paso dictárselo con la cabeza fría, tengo el presentimiento que no les tocara una buena puerta por lo que debes estudiar cada mínima cosa que veas en el campo, me di cuenta de que específicamente deben buscar una llave pues cada puerta por la que pasó ese participante debió abrirla —, hace un pausa, toma aire y continua—, Oliver —, su voz se torna más seria pero aun es serena—, debes confiar plenamente en ella solo así podrás salir de allí, por más sonidos que escuches debes solo concentrarte en su voz y en poder controlar tu cuerpo, si no lo haces posiblemente perdamos, esos son mis consejos.

Se escucha como abren la puerta de entrada hacia acá y todos sabemos que deben ser guardias por lo que Violeta camina para salir y la sigo.

— ¡Suerte chicos! —. La dulce Rocci nos alienta antes de alejarnos.

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Fui escoltado por un guardia hasta aquí, una parte del campo llena de tierra, en frente de mí hay una puerta con la letra A, me he puesto un traje de plástico reforzado con recubrimiento pero que no da peso, es ligero y tengo el casco en manos, las indicaciones son claras, al entrar debo ponérmelo.

Supongo que Violeta ya está en la sala, respiro profundo.

— ¡Comiencen! —. La voz de Luis Velásquez suena, respiro profundo, paso la puerta y me coloco el casco.

No veo nada en lo absoluto, esto por dentro tiene hasta ventilación y dos pequeños orificios para el sonido.

— ¿Oliver me escuchas? —. La voz de Violeta suena al instante y asiento para que sepa que la escucho—, ok, milagrosamente esta primera puerta te dirige a tres caminos distinguidos por una letra, L el cual está a tu lado izquierdo, E el de en medio, O a tu lado derecho. Esta primera opción la dejo a tu criterio así que solo camina hacia donde creas conveniente.

Desde que me las dijo ya lo había decidido la O, es decir, el lado derecho por eso ahora como puedo voy dirigiendo mi cuerpo hacia ese lado. He dado unos cuarenta pasos y siento que lo estoy pisando cambia drásticamente de tierra a arena.

—Ya has pasado al lado derecho —, me informa y no puedo evitar dar un suspiro de alivio—, para nuestra suerte no hay nada más que una mesa a unos cinco pasos hacia delante de donde estas, camina por favor —, hago lo que me pide y siento como choco con algo—, has chocado con la madera de la mesa, la cámara es amplia por lo cual no debes agachar la cara para ver lo que hay y te informo que es la llave que abrirá la segunda puerta—, estoy más aliviado—, tantea, agarra la llave, das dos pasos hacia atrás, camina hacia tu izquierda y luego debes dar unos 70 pasos para llegar.

Voy bajando mi mano hasta que he tocado la madera, su superficie es rasposa, muevo la mano derecha de un lado a otro hasta que siento el metal, he tomado la llave. Doy los tres pasos hacia tras, uno más que los que me dijo para asegurarme y dirijo mi cuerpo para caminar en el lado izquierdo.

Cuento cada paso en mi mente y al cumplir los setenta he frenado.

—La cerradura esta justo en donde tienes posicionada tu mano izquierda, súbela un poco y la sentirás —, su indicación es muy clara y hago lo que me pide exactamente, sostengo el candado con la mano izquierda y con la derecha voy ajustando la llave, solo un pequeño forcejeo y cede.

Escucho el rechinar de su abrir, claramente donde piso ha cambiado pues siento cosillas moverse en mis zapatos.

— ¡A la mierda! —. El grito de Violeta es desesperado.

— ¡¿Qué pasa?! ¡¿Dónde estoy?!

Escucho como respira profundo para formular una respuesta.

—La habitación en la que estas está llena de hormigas, cucarachas y saltamontes de toda clase de tamaño y color —. Se me ha erizado la piel—, a unos tres metros de donde estas parado hay una gran pared con tres botones y un contador con tiempo de un minuto, me han informado que tienes que presionar alguno de ellos, pero no sé exactamente para que, solo camina hacia los botones con calma.

Ya sentía como los insectos subían por mi traje, por lo que comienzo a trotar para zafarme de ellos, pero ahora siento que vuelan, corren, se mueven de todas formas y llenan de sonidos el aura.

— ¡Para! —. El grito de Violeta hace que me detenga—, estas a escasos centímetros de la pared, estira tu mano hacia la derecha, izquierda o el centro, luego da un puño y estarás presionando algún botón —, no lo pienso dos veces, presiono el del centro, escucho como va cayendo algo y después de un gran estruendo para—, ha aparecido una puerta solo empújala, esta entreabierta —, lo hago—. ¡Hay serpientes, serpientes están cayendo de un tubo! Me ha informado que no te harán nada pero debes aguantar un minuto mientras caen más cosas y si lo logras sin entrar en pánico pasarás a la otra puerta.

Desde que dijo serpientes estoy nervioso, no sé cómo aguantare aquí, puedo sentir como se mueven de un lado a otro, sus siseos, sus malditas miradas tengo un puto miedo, estoy paralizado.

—Han dejado de caer, ahora caen ratas —, sí Violeta eso lo sé he escuchado sus chillidos de hecho presiento que escucho su agonía, pero no puedo hablar ni moverme he entrado en pánico.

Chillan, chillan, chillan las ratas, sisean las serpientes lo escucho, esta es una maldita agonía no sé cuánto tiempo llevo parado.

— ¡Quedan tres segundos, ya la puerta apareció solo corre hacia adelante pues esta está abierta de par en par! ¡Ya!

Solo corro, corro como si no hubiera mañana, quiero tener la sensación de que he salido de aquí.

—Ya has salido pero es muy macabro lo que veo, hay dos estatuas y un cofre pegados a una pared, la primera está cubierta con una túnica morada especial para lo espiritista, tiene una mandíbula de zamuro trazada con sangre goteante, un extenso pico abierto en el que se mueven gusanos, unas garras de tigre, y un gesto enteramente inexplicable, sé que debe asquearte escucharlo, yo lo estoy viendo y es peor créeme.

Violeta solo ha hecho que mi estómago se revuelva. Tengo nauseas.

—La segunda figura puedo decir que es más suave pues no tiene nada asqueroso en su interior pero es peor como estructura, la cara es de un león, pequeñas arañas en forma de ojos, la boca es exageradamente grande, en vez de dientes tiene murciélagos guindando, el cuerpo es como el de un perro desnutrido y sus patas son serpientes de las más horribles que te puedes imaginar —. Creo que no conviene que Violeta lo describa tan detalladamente pues solo me provoca más miedo—, el cofre solo es de color rojo y más nada, no cuenta con ningún detalle, me acaban de informar que debes acercarte a alguno de ellos, ve por uno de los difíciles...

—No —, digo interrumpiéndola—, dime que dirección debo tomar para acércame al cofre.

—Serán tus consecuencias pero confiare en ti, es el que está en medio por lo tanto debes dar unos veinte pasos, agacharte, tantear el cofre y agarra lo que haya allí —, hago lo que me dice y cuento los pasos—, estas a pocos centímetros, ahora agáchate, ábrelo y tantea.

Me agacho, abro el cofre a tacto, meto la mano izquierda, voy sintiendo un frio recorrerla, deduzco que hay agua y hielo en el pero me aseguraré preguntándole a Violeta.

— ¿Violeta que ves? ¿Violeta estas ahí? —. No he recibido respuesta y no puedo esperar a que lo haga, por lo que comienzo a tantear el cofre.

Siento que he agarrado algo, es viscoso, pulposo, huele raro a podrido, es así de fuerte su olor que ha traspasado mí traje. Aun así lo sostengo y subo de nuevo mi cuerpo para estar firme.

— ¡Da tres pasos hacia adelante y luego quítate el casco! —. Es Violeta suena nerviosa y antes de que piense en decirle algo he escuchado un estruendo por lo que hago caso, doy los pasos y me estoy quitando poco a poco el casco.

Aún estoy sosteniendo lo que agarre en aquel cofre, ahora que puedo ver completamente, se presenta ante mí la cinta que me indica que he finalizado y al frente se encuentra Luis junto a dos guardias que están apuntándome con armas.

—Mira tu mano —, me indica Luis y mi mirada se dirige a mi mano izquierda.

No puedo creer lo que tengo en la mano, es un ojo entero pegado a un pequeño corazón que aún sigue latiendo.

— ¡Has sido el primero, felicidades! —, dice Luis riéndose de mí reacción y como por instinto le tiro lo que tengo en las manos.

¡He ganado pero a que costo! ¡Maldita sea!

Le he manchado el traje que trae puesto y sus hombres dispararon, pero han sido dardos creo que son tranqui...

Nota de autor: ¿Ustedes hubieran actuado como Oliver? ¿Creen que Violeta fue buena guía? ¿Qué tal el primer juego, les gusto el nombre?

Gracias por leer de verdad :) Hoy hay doble actualización.