2. Adán e Ivana.
Los días han sido interesantes la verdad, he ido con varios amigos a fiestas, fui con Bill a una exhibición de arte moderno, he probado cosas nuevas, pero hay algo que sí se me ha vuelto pesado y es pensar en ella.
Ivana, esa chica no sale de mí cabeza por alguna razón.
He pasado todo el día de hoy, acá en la tienda esperando su llamada, no puedo negar que en estos días han llegado chicas muy lindas, sin embargo ninguna me ha impactado tanto como lo hizo ella.
#Hola, ¿Podrías venir hoy? —. Mi teléfono suena y veo ese mensaje en Whatsaap, pero no tengo el número registrado, no sé quién es, no tiene foto de perfil y al revisar su descripción solo hay emojis.
# ¿Quién es? —. Respondo por inercia.
#Es Ivana, perdón por no mencionarlo antes —, responde inmediatamente, no puedo describir si por estos segundos estoy emocionado o nervioso, pero pude responder con tranquilidad.
#Es por lo de la batería. ¿Cierto?
#Sí es por eso, ya tengo el dinero, vivo en la calle San Juan, apartamento 267 del conjunto residencial Domínguez. Te espero.
Solo vi el mensaje y no supe que responder a eso, quería mandarle otro mensaje, sacar conversación, pero sentí que sería forzado así que preferí no escribir nada.
Estuve un rato pensando en si ir en ese momento o no, luego decidí ir una hora más tarde, aunque en el fondo estuviera ansioso por verla.
•
Ha pasado el tiempo de espera, Bill me ha ayudado a subir todo, son las 6 de la tarde hemos decidido cerrar la tienda pues hoy no tuvimos muchos clientes.
— ¿Dónde queda la casa de la chica? —. Pregunta Bill mirándome de forma pícara cuando comienzo a manejar.
—Ella me ha dicho que en la calle San Juan, en el conjunto residencial Domínguez —, respondo en tono serio entendiendo el trasfondo de su pregunta.
—Vale, vale y solo vas a entregarle la batería ¿No?
—Sí, solo eso.
—Vale, vale y ¿Vive sola?
—No lo sé Bill, deja de preguntar tanto —, respondo un poco irritado y frunciendo el ceño.
—Tranquilo son solo preguntas —, hace una pausa y me mira dándome una sonrisa estúpida—, o hay algo más que no he pillado.
—No, no hay nada más, sabes perfectamente que si hubiera algo entre ella y yo posiblemente te lo hubiera dicho.
—Tienes razón, pero es muy guapa la tía, es que he flipado al verla —, hace una pausa al parecer recordándola y dice—, ¡Madre mía! —, solo puedo reírme de cómo ha dicho esa última frase.
Al llegar y estacionar el camión he bajado, pues Bill ha decidido quedarse esperando por si no es la ubicación correcta.
—Buenas tardes, señor este es el conjunto residencial Domínguez. ¿No? —, pregunto sonriendo a un hombre adulto y fornido que parece ser el vigilante y está parado en el marco de la entrada.
—Sí muchacho. ¿A quién buscas? —. Responde mirándome de arriba a abajo con desconfianza.
—Busco a una joven llamada Ivana, me dijo que vive en este edificio, en el 267 —, comento estirándole la mano como presentación—, un gusto soy Adán, dueño de una modesta tienda de instrumentos en la Gallegos —, añado.
—Ah, vale un gusto —, comenta tomándome el saludo —, Sí, es la chica linda del 267. ¿Es tú novia? —, pregunta, eso me toma por sorpresa e incómoda un poco.
—No, señor.
—Menos mal esa chica es un poco loca —, expresa desviando la mirada, al parecer se dio cuenta de que ha dicho algo demás o solo es porque mí expresión es de molestia por el comentario—, adelante —, añade cediéndome el paso.
—Muchas gracias —, digo y sigo mi paso. El primer piso del complejo es extenso, con varias salas, no lo detallo mucho, sigo caminando y encuentro el ascensor principal.
Entro en el junto a otras dos personas, las dos se quedan en el segundo piso y subo al tercero.
Ahora recuerdo que he venido no para visitar sino para entregar la batería que ella pidió, dudo, quiero bajar, pero sigo y busco su apartamento.
Fue muy fácil encontrarle es uno de los primeros del tercer piso, toco el timbre e inmediatamente ella sale. Tiene puesto un camisón verde, su pelo está un poco alborotado y anda descalza.
Al verme queda un poco sorprendida y trata de arreglar su cabello.
—Ah, hola pensé que ya no vendrías —, comenta dándome una sonrisa.
—Pensé en desocuparme primero del trabajo y luego venir.
—Es entendible. ¿Bueno ya traes las cosas? —. Pregunta abriendo un poco más la puerta para ver si traigo las cajas.
—Eh, no, no las he subido todavía —, expreso rascándome la frente suavemente como gesto de nerviosismo.
— ¿Y por qué no las subiste de una vez? —. Interroga dejando mi mente en blanco, desorbitándome, hay ahora varios segundos de silencio pues no sé que responder a eso—, Bueno ya estas acá, si quieres yo bajo contigo a buscarlas —, alega al parecer ansiosa de tener la batería consigo.
—No, no tranquila —, hago una pausa para no sonar nervioso—, un compañero está allá abajo en el camión él podría traer las cosas —, comento mientras saco mi teléfono para marcarle a Bill.
—Vale, pero deberías ir a ayudarlo —, responde arqueando una ceja, al parecer indicándome que lo haga.
—Claro, déjame llamarle —, ella solo asiente con la cabeza y llamo a Bill, le digo que baje una a una las cajas y doy las demás indicaciones—, Vale, voy a bajar para ayudarle —, añado y voy con dirección al ascensor.
Que estúpido me vi.
Bajo hasta el primer piso solo pensando en no volver a verme como un estúpido y poder sacar una conversación fluida. Vuelvo a donde está el camión y Bill ahora va bajando cada caja.
—Pensé que no me ayudarías y te quedarías follando con la chica —, dice con ironía mientras baja la última.
—Muy gracioso. ¡Cuidado y te contratan para un Stand Up! —, respondo con ironía, alzando una ceja mostrándome incomodado por el comentario.
—Vale, que no sería mal comediante —, dice bufándose —, pero ¿lograste algo? —. Pregunta con una estúpida sonrisa.
—Sí —, pauso para dar suspenso—, quedar como un pendejo.
—Vale que mal —, toma aire, sube una caja a sus hombros y luego otra—, pero al menos queda tiempo para que logres follarla —, comenta mientras camina adentro para ir al ascensor, riéndose y sacándome la lengua en un gesto ridículo.
No le respondo y agarro dos cajas de la misma forma en que él lo había hecho, ahora me apuro para poder entrar antes de que suba el ascensor.
Somos los únicos adentro y Bill se tira un pedo antes de salir.
— ¡Hombre, no tienes vergüenza! —. Le reclamo.
Ivana nos esperaba en la puerta de su apartamento ahora bien vestida con una franela roja, un jean y su cabello que parece estar abrillantado.
— ¡¿Y esté es?! —. Me pregunta siendo un poco despectiva al ver a Bill.
—No importa quién sea yo, las cajas pesan. ¿Dónde las colocamos? —. Expresa Bill mirándole de reojo. Ella cede el paso y nos dirige hacia su sala.
Vive en un apartamento pequeño, parece tener justo lo necesario para ser habitado.
—Déjenlo por allá —, dice apuntando a un pequeño rincón.
—Ya volvemos, iremos por las restantes —, indico al dejar las cajas en lugar que había dicho.
—Pero que chica tan pesada. ¿Qué se cree? —. Expresa Bill un poco molesto por el comentario que hizo Ivana.
—No es para tanto, no dijo algo malo —, replico tomando aire.
—No es para tanto —, repite simulando mí voz en forma de burla—, estas como embrujado y al parecer de bruja tiene todo, menos el cuerpo.
—Busquemos las cajas y ya —, replico haciendo caso omiso al comentario y dándole un fuerte palmada en la espalda. Solo suelta un quejido, pero no dice nada.
Las cuatro cajas que quedaban en el camión, las hemos subido a nuestros hombros de la misma manera que las primeras cuatro y hemos vuelto al ascensor, Ivana sigue ahí en su puerta, pasamos sin que ella diga nada y las dejamos al lado de las otras.
— ¿Quieren agua, un refresco, café, algo? —, pregunta cerrando la puerta al instante, después de que liberamos las manos del peso.
—Agua está bien—, dice, Bill espera que Ivana se dirija a la cocina y se acomoda en un pequeño sillón que tiene, al ver esto lo miro de reojo e intento decirle algo.
— ¿Muy cómodo? —. Pregunta ella con ironía, al ver a Bill en el sillón.
—Para qué negarlo, sí que lo es —, responde él alzando los hombros, mientras ella me daba un vaso de agua y se dirige a buscar otro— ¿No podías buscar los dos de una vez? —. Pregunta haciéndome molestar.
—No, hay prioridades además...
—Bueno ya está tu pedido entregado, Bill y yo procederemos a irnos —, hablo interrumpiendo a Ivana, porque estoy intentando que no comiencen a ofenderse.
—Vale, pero ¿Puedes quedarte Adán? Es que no sé cómo armar la batería y supongo que tú si sabes. ¿No? —, replica ella sonriéndome.
— ¡Pero que coincidencia, también te va ayudar a lavar! —. Irrumpe Bill en la conversación y va caminando hacia la puerta para retirarse.
— ¡Cállate Bill y puedes irte en el camión! —, hago una pausa para calmarme—, yo tomaré un taxi.
—Adiós pesadito —, dice Ivana mientras él sale.
— ¡Jodete! —, replica él y cierra la puerta con fuerza.
—Oye, discúlpame él no es así, debe ser que tuvo un mal día —, digo un poco apenado por lo que acaba de pasar.
—Tranquilo, no pasa nada —, comenta —, ahora podemos armar la batería.
—Claro —, replico y procedemos a armarla.
•
25 minutos después...
—Vale pero sí que ha sido rápido, eres muy bueno para esto —, dice Ivana con entusiasmo y emoción, al ver completamente armada la batería—, dame un minuto —. Añade dirigiéndose al parecer a una de las habitaciones—, acá está el dinero, 900 euros en efectivo, por el favor de armarla por mí —, agrega entregándome un pequeño sobre rojo que contiene el dinero.
—No puedo aceptarlos, te dije que era gratis —, comento y hago una pausa por el nerviosismo que siento al verla sonriéndome—, déjame abrir el sobre y devolverte los 100 euros sobrantes.
—Vale, que no —, expresa alzando una ceja—, te he dicho que es por el favor así que tómalo, no seas maleducado.
—Vale, lo tomaré pero es solo porque me lo estás pidiendo —, hago otra pausa—, con sonreírme hubiera bastado —, comento sin pensar.
—Vale, te he quitado mucho tiempo y nuevamente muchas gracias por traer la batería y armarla —, expresa acercándose a mí—, pareces ser un gran chico —, añade e inesperadamente me besó la mejilla derecha.
¡Ese puto perfume!
—Eh, reitero que con una sonrisa hubiese bastado —, digo y me aclaro la garganta, tratando de disimular el nerviosismo—, ahora sí procederé a irme —, indico disponiéndome a salir de su apartamento.
—Hasta luego Adán —, dice mientras salgo—, eh, chico... me gustaría algún día poder tocar juntos alguna canción. ¿No hay problema en que te escriba un día de estos? —. Complementa ahora que estoy de frente a la puerta, me siento un poco sorprendido por algunos segundos.
—Claro que sí, escríbeme... adiós —, manifiesto abriendo la puerta y me voy.
¡Qué maravilla he conseguido tener otro encuentro con Ivana!
Ahora que Adán se ha ido después de armar la batería puedo estar más tranquila he conseguido lo que quería, se nota su interés por mí y de seguro no perderá la oportunidad para venir una segunda vez. Así podré intentar convencerle de hacer una banda.
Aunque todo depende de cuanta habilidad tenga y si está a la altura de alguien tan talentosa como yo.
He estado intentar ver una película pero no he aguantado la emoción de tener por fin la batería conmigo. Así que practicare un rato.
This world will never be what I expected
And If don't belong, who would have guessed it?
I will not leave alone everything that I own
To make you feel like it's not too late, it's never too late
Even if say, "It'll be all right"
Still I hear you say, you want to end your life
Now and again we try to just stay alive
Maybe we'll turn all around, 'cause it's not too late,
It's never too late
No one will ever see this side reflected
And if there's something wrong, who would have
Guessed it?
And I have left alone everything that I own
To make you feel like it's not too late, it's never too late.
Versos de la canción Never too late de Three Days Grace.
Coloque esa canción sin embargo aunque siga el ritmo, la interpretación que hago es diferente, la re-versionó a que suene más a Hard Rock. Es como si silenciara la voz que canta y todos los instrumentos estuvieran sonando en ese estilo, luego de esas fracciones de minutos en los que mi mente calibra los sonidos, mi cuerpo dirigiere de forma natural cada movimiento de mis manos, sincronizando todo y dándole una forma final.
Mi teléfono comienza a sonar y no quiero pararme pero tampoco ignorar la llamada puede ser algo importante, así que decido levantarme.
Lo busco rápidamente, cuando me doy cuenta de que lo deje en el baño, y lo agarro, deja de sonar. Al ver la pantalla noto que es me llamaba un primo por lo cual decido remarcar.
—Aló, ¿Eliezer? —. Pregunto para confirmar quien era detrás de la línea— ¿Qué pasa? Tú no sueles llamarme —. Continuo hablando después de que confirmará con un simple: "sí".
—No ha pasa'o nada —, afirma—, parece que se han terminado de salir tus tonillos —, comenta riéndose.
— ¡Idiota! —. Pauso para calmarme no quiero hablar con este pelmazo—. Habla si tienes algo que decir, estaba en algo importante.
—Vale, vale, como siempre muy cariñosa Ivana —, se escucha como exhala y continua—, necesito un favor tuyo.
— ¿Qué será ahora, conseguir droga? —. Pregunto con sarcasmo.
— ¿Por qué tan ofensiva? —, ahora suena como si inhalara—, sabes que me debes una, rulos locos.
— ¡Ve al punto idiota, no tengo tiempo para tus putadas!
—Necesito que me recibas en tu casa —, vuelve a exhalar—, debo ir a Madrid a concretar unos negocios.
—Tengo una habitación disponible —, digo fastidiada por la conversación pero no puedo negarme le debo una— ¿Cuándo vendrías?
—En unos dos días —, se detiene pero al notar que yo volvería a hablar, sigue—, y tranquila no es nada turbio.
—Vale aquí te aceptaré, adiós —, concluyo la conversación y corto la llamada.
¡Joder, A la puta debo recibir a ese malnacido!
Han pasado tres días desde la última vez que vi a Ivana. Estoy acostado en casa tachando en una libreta que tengo para anotaciones de los instrumentos que he vendido, el trabajo ha estado movido y los traslados han sido agotadores, debo confesar que no tengo amigos cercanos, el único es Bill, por eso trabajo tanto.
Además vivimos juntos ya que rentamos un espacioso departamento y somos socios en el negocio de la venta de instrumentos.
Para contarles un poco de nuestra cercanía.
Nos conocemos desde que llegue a España a los 15 años, hoy en día tengo 22.
Él fue mi primer amigo y ha sido el principal desde que he estado aquí. Cuando decidimos salir de casa lo hicimos juntos y hasta ahora nos mantenemos así. Los dos hemos tenido romances y chicas a nuestro alrededor pero hasta ahora no llegamos a algo serio con alguna de ellas. Por lo cual ninguno ha tomado otro camino.
Aparte de todo eso es algo más que nos une, la música.
Ha sido parte de nosotros y una de las mayores razones por las que nos llevamos bien. Él sabe tocar todo tipo de guitarra, el bajo y el piano.
Por mí parte se tocar además todo tipo de guitarra, el bajo, compongo y canto, generalmente rock. Tenemos un sueño y ese es tener una banda sin embargo lo vemos como algo lejano.
Mi teléfono suena pues me están llamando, lo tomo y me desconcierta, no sé si es emoción, nerviosismo o sorpresa lo que siento al ver en la pantalla quien llama.
Es Ivana.
—Aló, buenas noches. ¿Habla Adán? —. Pregunta un poco insegura.
—Sí el mismo. ¿Qué necesita señorita?
—Joder, déjate de formalidades, estaba un poco nerviosa pues no sabía quién contestaría.
— ¿Quién más debería responder? Es mí teléfono.
—Vale, no sé quién sabe si estabas con alguna tía y yo interrumpiéndoles —, comenta soltando una risilla— ¿Cómo estás?
—Nada de eso, y respondiendo a tu pregunta bien y ¿tú?
—Yo muy bien la verdad. Adán voy a ser directa —, hace una pausa al parecer para formular bien su pregunta—. ¿Te acuerdas cuando fui a tu tienda y toque un rato la batería antes comprarla?
—Perfectamente, pero no entiendo, continua.
— ¿Te acuerdas que me seguiste el paso con una guitarra eléctrica?
—Sí.
— ¿Tu tocas por hobby o solo de vez en cuando?
—Es un hobby además tome clases para tocar todo tipo de guitarra. ¿Por qué?
— ¿Puedes venir mañana para tocar juntos?
—Hubieras comenzado por ahí.
—Pues quería aclarar una duda. ¿Vas a venir?
—Claro que puedo iré, allí estaré.
—Eh, otra cosa si puedes traer a alguien que sepa cantar sería mucho mejor, por favor.
—Vale, entendido nos vemos allá, que pases buena noche.
—Igualmente —, así concluye la conversación.
¡Estoy emocionado porque iré a tocar con Ivana y aunque estaremos acompañados la cercanía es una oportunidad para acercarme más a ella!
Nota del autor:
Bueno nuestro Adán al parecer ha conseguido una segunda cita con Ivana. ¿Ella que vibra les da?.
Eliezer, ¿Qué creen que pintara el en todo esto?
¿Bill? que dicen de el.
Teorías :) los leo.
Gracias por leer.
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