Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 75


Nervioso.

Así es como se encontraba Park Jimin en ese momento, y si hubiera otra palabra para describirlo, ansioso también calzaría de forma perfecta.

Tener un acosador no era tan agradable como algunos podrían pensar, en especial cuando este además era un alfa dominante, lo volvía mucho peor.

Los movimientos que en un momento habían comenzado de forma sutil, se fueron transformando en unos más feroces y constante, hasta el punto en que lo tenía en un desastre de nervios, como un pequeño gatito que saltaba al más mínimo ruido.

Sí, recordaba perfectamente aquella sensación de inseguridad y miedo constante, era algo tan desagradable con lo cual vivir, que no la había sentido desde que Taemin salió de su vida, y, en cambio, Min Yoongi llegó a ella.

Con su alfa a su lado, se sentía tan seguro y protegido, que no le temía a nada, ni siquiera a su molesto tío acosador, pero como su pareja no podía estar todo el día acompañándolo a cada lado, esa sensación de seguridad desaparecía en cuanto ambos se alejaban y volvía a ser un desastre nervioso.

Lo odiaba.

Había pasado tanto tiempo desde la última vez que se había sentido así, que caminar sobre la punta de sus pies mientras observaba su hombro lo tenía un poco irritado.

Deseaba volver a su vida normal, donde tenía que informarle a su alfa cada vez que salía por gusto, y no por temor a que algo le pasara y su pareja no pudiera encontrarle.

Quería disfrutar de una tarde en el centro comercial con sus amigos sin estar preocupados observando constantemente a su alrededor como locos.

Anhelaba volver a sus clases y a su trabajo y poder realmente solo sentarse y disfrutar de la rutina de antes, donde solo se preocupaba de que pasara luego el tiempo para juntarse con su alfa.

Pero no podía, no cuando su loco tío había decidido que le pertenecía y comenzó a acosarlo.

¿Su abuela sabría del monstruo que era su hijo? ¿De todas las atrocidades que había hecho?

Probablemente, pero si ella no se había ni preocupado por él desde que era un cachorro, ¿por qué lo haría por un adulto que hace tiempo había decidido su camino?

Soltando un suspiro, el pelirosa omega se acurrucó en el nido que había formado en su cama y abrazó con fuerza la chaqueta de su alfa.

No le importaba que afuera estuviera un inmenso sol que quemaba sobre todo Seúl, él solo quería estar acurrucado en su nido un poco más.

Cuando la puerta del departamento fue abierta, su cuerpo inmediatamente reaccionó tensándose y sus dedos se cerraron fuertemente alrededor de la chaqueta, relajándose solamente cuando sintió la voz de su alfa en el departamento.

—Estoy aquí —anunció, alzando un poco la voz.

Los pasos se escucharon, y luego Yoongi apareció por la puerta con expresión preocupada.

—¿Qué ocurrió? —preguntó observando a su pareja, sentándose rápidamente

—Te fuiste solo de la universidad —anunció el alfa, adentrándose en la habitación—. ¿Por qué hiciste algo tan peligroso, nene? —preguntó con cierto tono de reproche.

Sin poder evitarlo, Jimin hizo un puchero y su nariz se arrugó.

—Yo... —pronunció, pero entonces sus ojos se llenaron de lágrimas—. Estoy cansado de esto —anunció finalmente, alzando una mano para retirar unas silenciosas lágrimas.

Y en solo un parpadeo, su alfa estuvo metido en la cama, dentro de su nido.

Alzándolo fácilmente, Yoongi lo levantó sobre su regazo y lo sentó a horcajadas, empujando su rostro a su cuello mientras le rodeaba con sus brazos con fuerza.

—Lo siento, debo parecer un cachorro en este momento —murmuró Jimin, cerrando sus ojos mientras aspiraba el aroma de su alfa en todo su esplendor, sintiendo lentamente como eso le tranquilizaba.

—Solo estás cansado de todo esto, amor —pronunció, besando su cabello—. No estás destinado a pasar por este tipo de cosas.

El pelirosa omega se quejó y asintió despacio.

—Quiero que termine —expresó con cansancio—. Quiero que volvamos a nuestra vida normal donde podía salir tranquilamente sin miedo de que un día no pueda volver a casa contigo —exclamó, con sus manos formándose puños en su camiseta por la espalda.

—Pronto todo volverá a ser normal —prometió Yoongi—. Este idiota ya ha esperado demasiado y se está impacientando por ello, pronto cometerá un error y caerá.

—Pero ¿cuándo sucederá eso? —preguntó—. Quiero recuperar la sensación de seguridad que tenía incluso cuando no me acompañabas, quiero disfrutar y divertirme con mis amigos, trabajar y estudiar sin problema, sin observar constantemente sobre mis hombros o encontrarme con sus pequeños regalos horribles —exclamó, y eso último llamó la atención del alfa dominante.

—¿Por qué te fuiste solo después de tu primera clase, nene? —preguntó Yoongi.

—Hoy solo tenía dos clases a medio día, y se canceló la segunda. Pensé en esperar a los chicos, pero entonces me encontré con la bufanda que usaba aquel día que te vi por primera vez —contó—. Simplemente apareció a mi lado mientras esperaba y... No pude quedarme ahí, Yoonie, estaba toda destrozada y con manchas de semen y sangre, su aroma estaba en todos lados —se estremeció de solo recordarlo.

—Entonces me enviaste un mensaje y te viniste —comprendió.

—No quería quedarme ahí mientras esperaba —susurró—. Odio esto.

—Yo también, nene, pero precisamente por eso hace todos estos movimientos, porque reaccionas a ellos —indicó—. Hoy te fuiste solo, pudo haber sido su perfecta oportunidad para atraparte —reprochó.

—Pero... Te envié un mensaje y me fui en un taxi —argumentó.

—Enviarme un mensaje no me hará aparecer instantáneamente a tu lado, y esos minutos podrían ser aprovechados para alejarnos —explicó.

—Pensé que dijiste que ibas a estar cerca —murmuró—. Que Namjoon hyung te había dado su permiso.

—Así es, pero ten en cuenta que debo de tener la suficiente distancia para que este idiota no me vea —le recordó—. Sí, es verdad que te seguí luego de que te fueras de la universidad, pero el mensaje me llegó cuando ya habías partido y no logré seguir el taxi, solo me vine aquí —explicó—. ¿Entiendes ahora lo peligroso que fue eso?

—Lo sé —aceptó, mordiendo su labio inferior—. No creo que pueda seguir con esto, Hyung, ya no me puedo concentrar en nada más que en lo que podría pasar con mi tío —expresó, saliendo de su escondite para observarle con sus ojos brillantes.

—Shhh, te dije que yo te protegería —pronunció, atrapando su rostro entre sus manos, retirando las lágrimas de sus mejillas con su pulgar.

—Había pasado tanto tiempo sin estos sentimientos que hasta me había olvidado de ellos —expresó, cerrando sus ojos—. Me siento tan protegido y amado contigo, que todo este terror en el que estuve viviendo cuando no estabas, lo había enterrado.

—Solo di una palabra, amor, una palabra y terminaré todo esto para ti —juró el alfa dominante, observando a su omega con un ligero brillo dorado en sus ojos azules.

—Quiero que lo termines —anunció Jimin, observándolo.

Él sabía perfectamente lo que significaba sus palabras, lo que causaría, pero aun así... No estaba la culpa y remordimiento que había esperado sentir.

Su tío era el mal en persona, eso mismo que le estaba haciendo él, se lo había hecho a otras personas, y no dudaba de que se lo haría a muchos más tras terminar con él.

—Eso es bebé, una basura como él no debería de alterar nuestra vida, no debería de provocarte miedo y definitivamente no tendría que existir en este mundo —anunció, besándolo suavemente.

Fundiéndose en los labios de su alfa, Jimin se relajó lentamente.

—Lamento haber dudado antes de ti tras enterarme de Taemin y Na-rim —susurró sobre sus labios.

—Está bien, hace tiempo que entendiste por qué hice lo que hice.

—Sí, pero aun si te pedí que no le hicieras lo mismo a mi tío y ahora te lo estoy rogando prácticamente —resopló, escondiéndose en su cuello—. Soy un hipócrita.

—No lo eres, como tú mismo has dicho, te habías olvidado de todos esos miedos y terror en el que estuviste viviendo cuando no estaba y eso es bueno, porque significa que estaba haciendo bien mi trabajo protegiéndote, cuidándote y amándote —besó su cabello y lo abrazó nuevamente.

—¿Te meterás en problema por esto? —susurró.

—No, cariño, tengo los medios y contactos que me ayudarán a cubrir todo —prometió—. Y dudo que alguien eche de menos a un tipo como ese idiota —resopló y acarició su nuca—. Tranquilo nene, yo me ocuparé de todo y volveremos a nuestra vida de siempre.

—Gracias —suspiró y lo abrazó con más fuerza antes de alejarse—. Tengo un turno ahora en la cafetería —recordó.

—¿Quieres ir? —preguntó.

—Estando aquí encerrado no podrás capturarlo —respondió—. Además, realmente no quiero dejar todo de lado por él, quiero recuperar mi vida y no lograré escondiéndome aquí —expresó.

—De acuerdo, vamos entonces —anunció—. Te iré a dejar y me quedaré hasta que tus amigos lleguen.

—Jungkook no tiene turno en la cafetería hoy —recordó, alejándose una vez estuvo todos sus sentimientos calmados.

—Lo sé, me dijo que tenías turno con un tal LuHan, pero que terminando su clase iría a la cafetería y cambiaría de turno con él —explicó.

—Uhm, realmente tendremos que hacer algo para recompensar a los chicos después —expresó levantándose—. ¿Puedo ponerme una de tus camisetas? —pidió, observando la ropa en su nido.

—¿Cuál quieres usar? —preguntó y tomó la que su pareja señaló.

Acercándola a su cuello, liberó su aroma empapando la prenda con ella y luego se la entregó a su omega, quien felizmente se deshizo de la que estaba usando para ponérsela.

—Me sentiré mejor con esto —sonrió abrazándose a sí mismo, feliz de sentir el aroma de su alfa sobre él.

—Vamos, te llevaré a la cafetería entonces —anunció levantándose de la cama también.

Siguiendo a su pareja por el departamento, Jimin se colocó sus zapatillas y tomó su casco antes de salir.

—¿Colocaste mi número en marcación rápida? —preguntó Yoongi tras salir del edificio, entrando al estacionamiento donde estaba su motocicleta.

—Número uno —asintió, colocándose su casco.

—Si te sientes inquieto, solo márcalo y volveré por ti —le recordó, encendiendo su motocicleta.

Abrazando con fuerza a su alfa una vez se sentó atrás, el pelirosa omega trató de concentrarse solamente en los tranquilos sentimientos que su pareja le enviaba a través de su lazo, asegurándole de que todo estaba bien y que él estaba ahí para protegerlo.

Minutos después, cuando Yoongi se detuvo frente a la cafetería donde trabajaba Jimin, este no hizo ningún movimiento por soltarle y siguió presionándose detrás de su espalda.

—Nene, ya hemos llegado —anunció el alfa, acariciando las manos que se recargaban en su abdomen firme.

—Lo sé —pronunció el omega, y casi trató de presionarse más contra su pareja—. Él ha estado siguiéndonos, ¿no? —preguntó bajito.

Los ojos del alfa dominante inmediatamente recorrieron el lugar.

—No está aquí en este momento —anunció.

—Sentí que alguien nos observaba cuando salimos del estacionamiento, y me quedé con esa sensación de que alguien nos seguía —expresó solo un poco molesto.

Se había dicho así mismo que no permitiría que eso le molestara y aun así... Ahí estaba de nuevo.

—Lo sé, lo sentí también —reconoció—. Pero como te dije, en este momento, no está aquí —prometió.

—Uhg, sé lo que te dije antes de salir, y aun así estoy dudando como un idiota, me siento algo estúpido —refunfuñó.

—Ya falta poco, tanta espera lo desesperará y actuará sin pensar —indicó—. No es el tipo de persona que tiene mucha paciencia a juzgar por lo que encontramos de él —expresó.

—Bien —suspiró y se bajó de la motocicleta—. ¿Te estacionarás atrás o aquí? —preguntó.

—Aquí —respondió—. No es una calle concurrida, por lo que no hay problema, y realmente no te quiero dejar a solas con un chismoso como ese —indicó, señalando con la cabeza a LuHan quien se paseaba cerca de los ventanales intentando observar a ambos.

—Podría decir que no es tan terrible como parece, pero sí lo es —negó resignado—. Entremos entonces, dame tu casco y lo guardaré en mi casillero hasta que llegue Kook —pidió.

—Entremos —anunció el alfa, rodeando los hombros de su omega mientras se dirigían a la tienda.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro