
Capítulo 71
Jimin fue despertado con dulces besos siendo repartidos por toda su espalda. Un suave suspiro escapó entre sus rellenos labios y un pequeño gemido le acompañó cuando una de aquellas grandes manos se deslizó por su cintura y se detuvo en uno de sus glúteos, agarrándolo posesivamente.
—Amor, despierta... —llamó su alfa con un tono bajo y dulce, lo que solo calentó el corazón del omega.
—Hyung, no creo que pueda hacerlo una vez más —expresó con un suave quejido—. Ya me duele...
—Una vez más —pidió su pareja, inclinándose más cerca para cubrir su espalda con su cuerpo—. Solo la última —juró, besando su moflete.
—Eso dijiste la vez anterior, y la anterior a esa —resopló, y sus uñas rasguñaron sin fuerza el colchón cuando sintió la erección de su alfa restregarse suavemente entre sus nalgas.
—Por favor —rogó, buscando sus labios—. Una vez más —pidió, besándolo dulcemente.
Girando más su rostro, el pelirosa omega abrió sus ojos y contempló a su alfa, respirando finalmente con alivio cuando encontró sus ojos volviendo a su azul natural, solo con un ligero círculo dorado delgado rodeando su iris.
Lo que significaba que ya la mayoría de su celo había terminado, por ello es que sus feromonas habían disminuido considerablemente dejando sólo su intenso aroma de siempre.
—Podría —aceptó finalmente, sin poder negarse más tiempo—. Solo si eres tierno y lento.
—Hecho —sonrió y le besó castamente antes de recostarlo sobre su abdomen y retroceder.
Observando la cama en busca de un condón, Yoongi encontró solamente envoltorios vacíos esparcidos hasta en el suelo, junto a la caja vacía.
Sin molestarse en levantarse de la cama y buscar si había más por ahí, simplemente se agachó y agarró entre sus dos manos cada glúteo de su pareja, separándolos para contemplar aquella entrada tan perfecta que lo estuvo llevando al paraíso durante tantas horas, aguantando y reteniendo su nudo tan ansiosamente más de una vez.
Cuando contempló aquel pequeño agujero fruncido, rojo e hinchado por el uso, un sentimiento ferozmente posesivo surgió dentro de su pecho junto a la ternura, por todo lo que se había esforzado su pareja en aguantarle y seguirle el ritmo.
Ahora, si tan solo no hubiera usado esos malditos condones, ese pequeño agujero abusado estaría en ese momento brillando ante su semilla que se desbordaría y saldría con cada movimiento.
Oh, si, algún día ese deseo se haría realidad.
—¿Yoonie? —llamó su pareja, intentando observarle sobre su hombro.
—Está muy sensible —murmuró, pasando un dedo suavemente por la maltratada carne, consiguiendo que su omega se estremeciera completamente, cerrando instintivamente sus manos sobre las sábanas—. ¿Duele? —preguntó.
—Uh, si haces solo eso... No —reconoció, volviendo a estremecerse cuando su alfa se acercó y sopló suavemente.
Sin decir ninguna palabra, el alfa dominante se apoderó de las caderas de su pareja y tiró de ellas hasta que tuvo a su chico parado sobre sus rodillas, con su pecho y hombros contra el colchón.
—¿Alfa? —preguntó, volteando a observarle.
—Shh, será un regalo —aseguró y luego se inclinó acercando su rostro a su trasero.
Separando aquellas perfectas nalgas maltratadas, Min las sostuvo entre sus manos para exponer aquel pequeño agujero. Sacando su lengua, dio el primer lametazo tierno y suave, logrando que su pareja contuviera el aliento y se estremeciera.
—Hyung, yo... —balbuceó y gimió dulcemente, cerrando con fuerza sus manos en puños sobre las sábanas, mientras su alfa utilizaba su talentosa lengua para rodear y lamer con cariño.
Penetrando suavemente con su lengua, Yoongi lamió con ternura las paredes interiores sensible, obteniendo más gimoteos dulces de su chico.
—Yoonie, por favor... —gimoteó Jimin.
—¿Qué sucede, cariño? —preguntó, plantando un tierno beso en la entrada.
—Te necesito adentro —jadeó, con sus muslos temblando ligeramente.
—Difícilmente —rió suave, lamiendo por última vez antes de enderezarse—. Creo que tenías razón, pero haré algo igual de bueno para los dos —prometió cuando su omega se quejó.
Ayudando a su chico, el alfa lo recostó sobre su espalda para mirarle de frente.
—Hola ahí —saludo, alzando una de sus piernas y besando su tobillo.
—Hola —sonrió perdiendo sus ojos en el acto.
Cuando su alfa alzó también su otra pierna, el pelirosa omega solo le observó con curiosidad, hasta que este empujó su miembro entre ellas, casi rozando con el suyo.
—Aprieta ligeramente, nene —instruyó y el menor inmediatamente obedeció.
Rodeando las piernas con sus dos brazos, Yoongi empezó a empujar, masturbándose entre los muslos de su chico en un ritmo constante.
—Tócate —ordenó, y Jimin gimoteó mientras una de sus manos bajó a su miembro, rodeándolo inmediatamente mientras que la otra subía a jugar con uno de sus pezones.
—Eso es bebé, tan perfecto —gruñó el alfa, empujando con un poco más de fuerza, estremeciendo la cama con ello.
—Hyung, tan sensible —jadeó, arqueando su espalda.
—Solo vente, amor —sonrió besando el costado de su tobillo.
Gimiendo dulcemente, su chico cerró sus ojos mientras se masturbaba con más rapidez.
—Mírame —le recordó, y los ojos del pelirosa omega inmediatamente se abrieron para observarle mientras llegaba a su anhelado clímax.
Gimiendo, Yoongi empujó con un poco más de fuerza antes de disparar también, manchando la mano y el abdomen de su chico.
Con su respiración ligeramente agitada, el alfa bajó con cuidado las piernas de su pareja, dejándolas descansar a sus costados y luego se inclinó sobre él.
Plantando un brazo al costado de su cabeza, su otra mano se apoderó de su nuca y le alzó suavemente su cabeza.
—Muérdeme, bebé —pidió mientras el mismo encajaba sus dientes en el cuello de su pareja, sobre su marca.
Gimiendo, Jimin obedeció y abrió su boca para cerrarla alrededor cuello de su alfa, sintiendo nuevamente como su lazo se estremecía en placer.
Desencajando sus dientes, ambos se observaron, y pronto, sus labios se encontraron en un beso dulce y perezoso.
—Buenos días —saludó Jimin sobre sus labios.
—Buenos días —sonrió su alfa—. Aunque no sé realmente qué hora es —indicó.
—Uhm, no me importa mucho —pronunció con un suspiro, rodeándole con sus brazos—. Solo quiero quedarme así y dormir —expresó.
—No me importaría apoyar eso —aceptó el mayor—. Pero tu estómago me está pidiendo comida y nos vendría bien un baño a ambos.
—Y ventilar un poco la habitación —comentó el menor—. Cambiar las sábanas y hacer una limpieza al sofá no estaría mal también —añadió—. Y la cocina. ¿Lo hicimos en algún otro lugar? —preguntó divertido.
—El baño y algunas paredes —respondió con una sonrisa salvaje.
—Dios, somos unos pervertidos —se quejó en una risa tierna.
—Estaba en celo —se excusó y le besó por última vez antes de enderezarse—. Vamos, no puedo seguir escuchando tu estómago rugir —expresó alejándose.
Observando a su alfa levantarse de la cama, Jimin sonrió satisfecho cuando contempló las marcas que había dejado en todo el cuerpo de su pareja, desde chupetones, mordidas y rasguños.
—Puedo sentir tu placer, nene —pronunció Yoongi, observándole con una sonrisa ladina.
—Y yo el tuyo —río suave, rodando sobre su estómago.
Y Yoongi solo lamió sus labios, contemplando todas las marcas que había dejado en todo el cuerpo de su omega, incluso ligeros hematomas en forma de sus dedos estaban pintados en su piel por la fuerza con la que le había sostenido.
—Vamos por una ducha —planeó Min, estirando su mano hacia su chico.
Tomándola, Jimin aceptó su ayuda para levantarse de la cama e inmediatamente se apoyó en su firme cuerpo cuando sus piernas temblaron.
—Realmente me dejaste sin caminar —se rió suavemente.
—Cuidaré de ti estos días —prometió pasando un brazo tras sus piernas y otro en su espalda para tomarlo entre sus brazos.
—Tendré que enviarle un mensaje a los chicos, avisándole que sigo vivo —comentó mientras entraban al baño—. También tengo que conseguir lo que pasaron en mis clases estos días —suspiró—. Espero que no se les ocurriera hacer ninguna prueba sorpresa o tendré que hablar con el profesor.
—Puedo hablar con él si gustas —dijo Yoongi, dejándolo sobre sus pies y rodeándole con un brazo firme por su cintura para sostenerlo de pie.
—¿Realmente hablar o amenazar? —preguntó alzando una ceja, abrazándolo.
—Lo que funcione mejor —aceptó encendiendo el agua, colocándose bajo el chorro hasta que pudo dejarla a una buena temperatura.
—Apreciaría si vas conmigo como apoyo y me dejas hablar a mí —pensó, cerrando sus ojos—. Bueno, solo en caso de que hubieran hecho alguna prueba —dijo, disfrutando como su alfa lavaba de su cabello—. Por cierto con todo esto, nunca pregunté cómo te fue en tu trabajo —recordó.
—Tan bien como podría haber ido —respondió concentrado.
—¿Ocurrió algo?
—Nada malo, solo me apresuré al final cuando comencé a sentir que algo andaba mal contigo —explicó enjuagando su cabello.
—Lo siento, no pensé en cómo podría afectarte estando en medio del trabajo —pronunció culpable, abriendo sus ojos—. Ahora eso no se volverá mucho mejor, ¿no? —preguntó observando su marca sobre el cuello de su alfa.
—Lo cual es perfecto —aseguró, picoteando sus labios antes de apartarlo para comenzar a lavar su cuerpo con cuidado—. ¿Duele? —preguntó agachándose para apreciar bien las marcas de sus dedos en su cadera y muslos.
—Nah, y se ven bonitos —aseguró.
—Date vuelta, deja que el agua calienta caiga sobre tu espalda baja, te ayudará con el dolor —prometió, besando su cadera antes de levantarse.
Cuando su omega obedeció, apoyándose en las paredes para mantenerse firme, Yoongi aprovechó para lavarle la espalda y separarle los glúteos, dejando que el agua cayera directamente en aquel sensible lugar.
El pelirosa omega se estremeció suavemente y luego soltó un suspiro de alivio.
Terminando de lavar a su omega, Yoongi hizo un trabajo rápido consigo mismo y luego ambos salieron de la ducha.
—Espera aquí mientras cambio las sábanas —indicó el mayor, besando su desnudo hombro luego de secarlo.
—Aprovecharé de peinarme y sacarme bien el cabello —asintió mientras sacaba del botiquín sus anticonceptivos y una pastilla para el dolor muscular.
Y porque realmente la iba a necesitar, también la crema que su alfa le había comprado para calmar las molestias y dolor de su pequeño agujero maltratado.
Para cuando salió del baño, Jimin contempló la habitación limpia, la cama hecha y las ventanas abiertas, sin su alfa en el interior.
Buscando algo de ropa aún con sus piernas un poco temblorosas, se colocó su bóxer y una camiseta de su pareja antes de observar la cama.
—Hyung, ¿estaremos todo el día en la cama? —preguntó.
—Eso planeo —respondió Yoongi desde la sala de estar.
Satisfecho con la respuesta, rápidamente trabajó transportando varias prendas de ropa sobre la cama, acomodándolas hasta transformarlo en un perfecto nido acogedor para pasar todo el día con su pareja.
—Encargué comida china, y calenté algo de pizza que sobró —anunció Yoongi, entrando en la habitación vistiendo solamente ropa interior y una caja en su mano.
—No saldré a abrir la puerta —advirtió mientras entraba en su nido—. Tampoco creo que sea bueno seguir llamando si tienen el mismo repartidor —refunfuñó con un bonito sonrojo.
Riendo suave al saber perfectamente porqué su omega decía aquello, el alfa se acercó y dejó la caja sobre la mesita de noche al lado de la cama.
—Hiciste hecho un hermoso nido, bebé —halagó logrando que la felicidad recorriera todo el cuerpo de Jimin.
—Vamos, entra conmigo, alfa —pidió palmeando a su lado.
Subiéndose a la cama, el alfa dominante se colocó detrás de su pareja y luego dejó la caja de pizza en su regazo antes de rodearle con sus brazos.
—¿Es una posición cómoda? —preguntó, besando tiernamente su cuello, sobre su marca.
—Creo que es lo mejor que obtendré por los próximos días —respondió con un suspiro—. Si no me muevo tanto, no duele.
—Come —indicó el alfa, acariciando con su nariz su cuello—. Tenemos que hablar de algo importante —anunció de pronto.
—¿Qué sucede? —preguntó mordiendo su trozo de pizza—. ¿Es sobre tu madre?
—No, ese es un tema que manejaremos después.
—Bien, pero que sepas que tu padre no fue malo conmigo y realmente está feliz por nosotros, él sí piensa que yo te hago bien y no mal —expresó—. Tu madre... —torció sus labios—. Ella no sé si realmente está preocupada por ti o por su carrera, por si todo sale a la luz —arrugó su nariz.
—Yo me ocuparé de ella —aseguró—. Namjoon me dijo sobre el acosador y de tu tío —anunció.
De forma inevitable, todo el cuerpo del pelirosa omega se tensó en respuesta, y una mueca surgió en los labios de Jimin por el dolor que provocó aquello.
—Relájate —murmuró su alfa, deslizando sus manos por su cuerpo para relajarlo y aliviar el dolor.
—Lo siento —dijo con un suspiro—. Sé que debía de haberte dicho antes, pero pensé que solo eran ideas mías hasta que Kook lo mencionó, entonces fui con Namjoon y luego... Bueno, ocurrió todo lo demás —explicó—. Pero que se trate de mi tío solo es una suposición.
—Bueno, supongo que hay una forma de reconocerlo ahora —anunció y dejó de abrazarlo.
—¿Hyung? —llamó cuando le vio levantarse.
—Vuelvo en seguida, nene —prometió, acariciando dulcemente su rostro antes de salir de la habitación.
Algo angustiado para seguir comiendo, Jimin dejó el trozo de pizza dentro de la caja justo en el momento en que su alfa volvía con él, con una bolsa entre sus manos.
—Ese... ¿Es mi suéter? —reconoció.
—Namjoon me dijo que intentaron forzar la puerta aquella noche, y que al ver que estabas acompañado, dejaron esto en tu lugar —explicó, acercándose—. No tenía pensado mostrártelo, pero como estamos siendo honestos y no quiero que te expongas innecesariamente al peligro, prefiero que sepas la verdad.
—Yo... ¿Por qué está en una bolsa? —preguntó, temeroso.
—Huele, cariño —ordenó, entregándosela.
No muy seguro, Jimin obedeció a su alfa y abrió la bolsa cerca de su rostro. Su estómago se revolvió de puro asco cuando un fuerte aroma agrio y saldo, totalmente desagradable y amenazante, penetró su olfato e inmediatamente apartó la bolsa con terror.
—Necesito vomitar —anunció tapando su boca mientras su cuerpo se agitaba.
Sin esperar un segundo, Yoongi lo tomó entre sus brazos y lo llevó al baño, dejándolo frente a la taza.
El cuerpo del omega se arqueó sobre el retrete y un desagradable sonido salió de su boca mientras vomitaba lo poco y nada que había comido esos días.
Cuando su omega terminó, el alfa lo levantó del suelo y le ayudó a enjuagar su boca antes de llevarlo a la habitación, donde lo recostó y le cubrió con su cuerpo mientras le daba exactamente lo que necesitaba, su completo aroma.
—¿Qué fue eso? —murmuró segundos después—. Olía como tú en intensidad, pero sus feromonas y esencia eran distintas, malvado y podrido... Dios, incluso había semen en el interior —exclamó estremeciéndose.
—Esa es el aroma de otro alfa dominante, Jimin, uno que te está amenazando —reveló, abrazándolo con más fuerza.
—Me siento tan sucio luego de haber olido algo como eso —se quejó.
—Nene, necesito que pienses si ese aroma pertenece a tu tío —pidió, besando sobre su marca.
—Yo... Lo era —reconoció con malestar—. Más fuerte y podrido, pero... Era él. Nunca pensé que fuera un alfa dominante —susurró.
—Es uno no registrado —anunció—. Namjoon lo está investigando, me enviará la información una vez tenga todo —explicó—. Con esta amenaza, habrá que seguir nuevas reglas, bebé.
—¿Es muy peligroso? —preguntó con angustia.
—Podríamos no volver a vernos si no tenemos cuidado —reconoció—. Pero no te preocupes, yo te protegeré —juró, besando su hombro.
Y entre los brazos de su alfa, Jimin realmente no podía sentirse más que protegido y amado, pero...
¿Qué sucedería cuando no estuviera cerca?
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Bueno, para los copitos que me siguen en insta, ya se habrán dado cuenta de que una historia está por llegar a su fin y tengo que decirle que es Lost on you 😞
Para que se vayan haciendo a la idea, les quedan menos de diez cap para terminar...
Mientras tanto, iré subiendo cositas a insta de "Quiéreme bonito, pío!" para que vayan conociendo a nuestros nuevos personajes 💕
Eso mis copitos, se me cuidan un montón, un abrazo y un besote! nos vemos! <3
PD: Para los copitos que aun no lo saben, mi insta es sakaikuro_daay
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