Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 6


Jimin estiró su mano a ciegas y tanteó sobre la pequeña mesita de noche al lado de su cama, buscando apagar la molesta alarma que sonaba ruidosamente, interrumpiendo su dulce y pacífico sueño.

Cuando finalmente logró darle, soltó un suspiro de gusto y se volvió a acurrucar escondiendo su brazo bajo las mantas mientras abrazaba la almohada.

Cinco minutos después, su alarma volvió a sonar más ruidosa que antes y el castaño omega gruñó bajito.

—Lo sé, ya sé... —se quejó con voz somnolienta antes de finalmente abrir sus ojos con pereza y sentarse sobre la cama.

Restregando uno de sus ojos, tomó su teléfono celular y apagó la alarma, dejándolo caer en su regazo.

Bostezando suavemente, parpadeó un par de veces mientras observaba a su alrededor, intentando despertar a su cerebro de su descanso merecido, pero que dejó con gusto a poco.

Había estado estudiando hasta tarde antes de finalmente darse un descanso, en parte porque había pasado a su cuaderno las notas que Dahyun le dio a cambio de la grabación y porque necesitaba alejar de su mente a un pelinegro alfa con intrigante aroma a pinos, lluvia y tierra, a tormenta, cuyos ojos azules no querían abandonar su cabeza.

Yoongi había descubierto los hematomas de su cuello, supo inmediatamente que fue lastimado de forma intencionada, le exigió saber quién lo había hecho y... Lo había tocado tan delicadamente.

Antes de que el alfa se fuera del ejército, también había sido así de extraño, a momentos cercanos, y en otros, lejano.

Pero si era sincero, Yoongi siempre lo había cuidado a su manera.

Si alguien se burlaba de él por no tener padres, era Taehyung quien le defendía, pero era Yoongi quien se quedaba a su lado mientras lloraba, no lo abrazaba ni soltaba palabras de consolación, pero solo su presencia calmaba a Jimin, aunque claro, le dolía un poco que en cuanto Taehyung volvía, el alfa desaparecía.

En su mente, el omega creía que a su manera Yoongi también lo defendía, ya que poco después, el mismo chico que lo había molestado, lo evitaba como una peligrosa enfermedad.

Jimin había dudado seriamente que Taehyung hubiera logrado aquello con unos cuantos insultos y golpes descuidados, pero... Nunca preguntó cómo sucedió, aunque muy en el fondo, algo le advertía que había sido causado por Yoongi.

Nunca tuvo las pruebas para confirmarlo, pero el alfa siempre había sido diferente de una forma misteriosa y extraña de la cual su propio hermano Taehyung no parecía darse cuenta, pero Jimin sí.

Él pudo percatarse de los pequeños cambios de Yoongi cuando estaba solo, la forma en que su rostro parecía apagarse, la presión que le rodeaba, el peligro que emanaba y sus ojos fríos, pero intensos.

Cuyos ojos, se mantenían cuando él estaba a su alrededor, siempre silenciosos e intensos que parecían atravesar su alma y poseerlo completamente.

Jimin se había dado cuenta de ello, de esos pequeños cambios porque siempre lo estaba observando.

No era solo intriga por el mayor, no, la forma en que el alfa despertaba su atención no era de amistad y hermandad, era algo más.

Su primer amor, su crush, había sido Min Yoongi, el hermano mayor de su mejor amigo a pesar de que sabía que Yoongi había estado con solo mujeres, y luego de presentarse, con betas independientemente de su sexo.

Cuando Yoongi se había ido, sintió alivio de no tener que verlo con nadie más, aunque también había odiado que se fuera y lo hizo aún más cuando el tiempo pasó y pasó y pronto se hizo evidente que el alfa tampoco visitaría a su familia.

El tiempo le sirvió para superar su primer amor, o al menos, eso había creído, pero considerando la forma en que su corazón se había agitado por un simple toque, como su respiración se cortó por su cercanía, y las molestas cosas en su abdomen de solo verlo... Tal vez no lo había superado del todo como pensaba.

Soltando un suspiro, el omega frunció sus labios cuando su celular lo sacó de sus pensamientos con una tercera alarma. Resoplando, la apagó y finalmente tiró de las mantas hacia atrás y se corrió a la orilla de la cama, sacando sus pies.

Aunque tal parecía que Yoongi estaba más amable a su alrededor e incluso había madurado para convertirse en un alfa encantador, él solo estaba siendo amable, y su tonto corazón pronto tendría que aceptar la diferencia entre lo que deseaba que fuera y lo que en realidad era.

No deseaba que las cosas entre ellos se volvieran incómodas por un evidente enamoramiento no superado.

Empujando sus pies en las pantuflas, Jimin cruzó la habitación y tomó un cambio de ropa de su cómoda antes de meterse al pequeño baño.

Cuando su abuela le había cedido la habitación arriba de la cochera, el castaño omega se había emocionado de tener su propio espacio a pesar de que tuviera que pagar por ello, ya que el lugar era prácticamente un pequeño departamento más espacioso que su antigua habitación, tenía una pequeña sala de estar, su cama, un espacioso escritorio, un librero y su propio baño.

Lo único que no tenía era una cocina, por lo cual tenía que entrar a la casa de su abuela para cocinar el desayuno, almuerzo y cena, pero estaba bien, podía hacer eso.

Si lo pensaba, el trato que le dio su abuela Me-in había sido justo, no le cobraba el dinero completo que le había pedido al antiguo inquilino, él solo tenía que ocuparse de la limpieza completa de la casa, el lavado de ropa, la cocina y pagar las cuentas comunes como luz, agua o internet.

Taehyung y Jungkook se quejaban de que era una bruja por exigirle todo eso, pero como su abuela decía, era lo menos que podía hacer por ella, considerando todo el tiempo que lo cuidó he hizo por él.

Me-in no se estaba haciendo más joven, y a pesar de ser una omega dominante, los años le habían caído encima y algunas cosas se le dificultaba hacerlo sola, cosa que sus amigos no entendían o no querían, como fuera, Jimin estaba cómodo con el trato y ellos no podían hacer nada al respecto.

Saliendo del baño, el omega se paró frente al espejo de cuerpo completo al lado de su escritorio y revisó su cuello.

Los hematomas estaban adquiriendo unos tonos más feos ahora que había transcurrido un par de días y desde que estaba haciendo calor a pesar de estar nublado, ya no podía utilizar una bufanda para ocultarlos como antes, ni siquiera un suéter con cuello alto o eso sí se vería raro.

Su voz ya había mejorado y vuelto a su tono normal, por lo que solo le quedaban aquellos hematomas que tendría que ocultar con maquillaje.

Abriendo unos cajones, Jimin sacó una pequeña bolsita con maquillaje, de la cual tristemente se volvió una constante en su vida luego de tener la edad suficiente como para comenzar a salir con perdedores, e hizo su mejor trabajo por cubrir los hematomas cuando la puerta de su habitación fue abierta repentinamente.

—Niño, mi desayuno aún no está servido —gruñó su abuela.

Observándola a través del espejo, el menor se encontró con la mujer de su misma estatura y un poco rellena, vistiendo una bata negra mientras su cabello corto y gris estaba desordenado en todas las direcciones.

—Lo siento, en seguida iré —se disculpó y la volvió a observar cuando esta se quedó en silencio.

Cuando contempló que ella observaba los hematomas que intentaba cubrir, se sonrojó y bajó la mirada al encontrarse con una mueca adornando sus labios.

No hubo más palabras luego de eso, ella solo se dio media vuelta sacando la llave con la cual había abierto la puerta y salió dejándole solo otra vez.

No hubo palabras preocupadas, pero tampoco acusaciones, Me-in simplemente no se entrometía en su vida y a veces, esa indiferencia... Le dolía un poco al joven omega, pero ya estaba acostumbrado a ella.

Torciendo sus labios al ver su trabajo, rebuscó en sus cajones hasta que encontró un pañuelo delgado que combinaba con su vestimenta.

Tomando su mochila, guardó unos libros y cogió su billetera junto con su celular. Calzándose sus zapatillas en la entrada, salió y bajó las escaleras antes de entrar a la casa de su abuela, donde rápidamente le preparó el desayuno.

—Tengo turno temprano en la cafetería y luego solo una clase —anunció sirviendo el desayuno cuando observó a su abuela—. No alcanzaré a llegar para prepararte el almuerzo a tiempo, pero te he guardado lo que sobró ayer y solo tienes que calentarlo en el microondas —informó.

—Lo que sea —respondió tomando asiento, viéndose más presentable que antes.

Conteniendo un suspiro, el omega se sentó tomando una taza de café.

—¿No llegarás tarde? —preguntó Me-in, alzando una ceja.

Comprobando la hora, Jimin torció sus labios y asintió tomando simplemente una fruta antes de salir.

Tomando su bicicleta, el omega viajó hasta la cafetería que estaba cerca de la universidad.

—Hola Kookie —saludó, bajándose de su bicicleta.

Dándose vuelta, el rubio omega dominante frunció el ceño.

—¿Por qué tan temprano? —preguntó—. Se supone que yo abriría hoy —le recordó.

—Pensé en aprovechar para estudiar un poco —se encogió de hombros mientras rodeaba la tienda para guardar su bicicleta en la parte trasera junto a la de su amigo.

—¿Dónde está tu casco y las otras protecciones, Minnie? —preguntó repentinamente su amigo.

—Joder, no me asustes así —refunfuñó dándose vuelta para observarlo—. Los perdí —respondió luego de unos momentos.

—Te pasaré los míos, no me gusta que andes en bicicleta sin protección, la última vez casi te choca un auto y tuviste un esguince en la muñeca —refunfuñó siguiéndolo al interior de la tienda.

—Fue solo una vez y porque el conductor se saltó una luz roja —se defendió antes de morder su manzana.

—De igual forma, a veces eres demasiado propenso a los problemas —resopló—. Hice café y encontré unos pasteles que sobraron ayer, vamos a desayunar —ordenó pasando por su lado.

Deteniéndose para guardar su mochila en su casillero, Jimin se dirigió a la pequeña salita de descanso y tomó asiento mientras Jungkook servía el desayuno.

—¿Cómo te fue en el cumpleaños de la madre de Tae? —preguntó curioso el menor, tomando asiento frente a él.

—Bien, si no contamos las veces que escuché a sus tías pidiéndome que invitara a salir a Tae y los tontos intentos de ligue de sus primos —se encogió de hombros—. Tengo que reconocer que fueron algo inteligentes esta vez, esperaban que me alejara de Taehyung antes de decir algo —sonrió divertido.

—Son tan molestos —resopló—. Conmigo o intentan demostrarme que son mejor o coquetean asquerosamente mal —gruñó.

Jimin rió suave—. Aunque al final no resultó ser solo un cumpleaños, también fue una bienvenida para Yoongi hyung, por lo que si hubo más personas que otras veces —comentó.

—¿Quién es Yoongi? —preguntó confundido el contrario.

—Cierto, nos hicimos amigos en el mismo periodo de tiempo en el que Hyung se fue —recordó tomando un pastelito—. Yoongi es el hermano mayor de Taehyung, es un alfa que se enlistó en el ejército, pero parece que ya ha vuelto —explicó.

—Oh, no sabía que tenía un hermano mayor —murmuró observando su taza de café.

—No es que no te lo quisiera contar —se adelantó el castaño omega—. Es solo que Tae tiene un poco de sentimientos encontrados a pesar de que no lo admita —expresó.

—¿Cómo es eso? —preguntó curioso.

—Bueno, Yoongi hyung es un alfa y sus familiares, bueno... A veces hacen comentarios comparándolos —explicó—. Tae finge que está bien y se ríe, pero sé que de alguna forma le molesta. Afortunadamente, sus padres los quiere a los dos por igual, por lo que no hay diferencias.

—Ya lo he dicho antes y lo vuelvo a decir, algunos familiares de Tae son idiotas —resopló rodando sus ojos.

—No le digas a Tae que te lo dije —pidió—. Él realmente ama a su hermano y al igual que sus padres está orgulloso de Hyung —expresó.

—De aquí no saldrá —prometió con una sonrisa y luego revisó su celular al igual que Jimin cuando ambos sonaron con un mensaje.

El castaño omega sonrió divertido al leer un mensaje de Taehyung en el grupo de los tres, exigiendo que le vendieran desayuno con emoticones llorando.

—Es un tonto —rió Jungkook antes de levantarse de la mesa—. Le traeré café.

—Entonces yo le abriré —anunció levantándose también.

Volviendo a la puerta trasera, Jimin la abrió y encontró a su amigo del otro lado esperando.

—¿Por qué tardaron? No ven que me sentí solito —refunfuñó mientras entraba.

—Pensé que hoy no tenías clases temprano —se rió siguiéndolo.

—Yo igual, pero a última hora un profesor envió un correo diciendo que quería sus ensayos a primera hora en su escritorio y que no los estaría recibiendo después —gruñó—. Tuve que levantarme e irme sin desayunar para entregárselos de los primeros —se jactó.

—Entonces podrías habérselo entregado un poco más tarde —indicó Jungkook entregándole un café—. Solo querías ser el primero.

—Hey, de alguna forma hay que conseguir puntos extras —argumentó corriendo una silla para sentarse con sus amigos—. Además, él no dijo exactamente a qué hora, solo dijo temprano.

Negando con una sonrisa, Jimin mordió su pastelito y observó al beta cuando este se le quedó mirando.

—¿Qué? —preguntó, lamiendo sus labios.

—Nada —sonrió inocente—. Solo estaba esperando que me preguntaras por mi Hyung —respondió.

—¿Por qué te preguntaría por tu hermano? —preguntó Jungkook mientras él esquivaba su mirada.

—Porque Yoongi-ah fue el primer amor de Minnie y en la fiesta no dejó de mirarle por más que intentaba disimular —se rió.

—Eso no es cierto —se quejó el castaño omega.

—Si lo es —se carcajeó Taehyung—. Y ni siquiera intentes invitarte a mi casa con la excusa de verlo porque Yoongi tiene su propio departamento —se burló.

—Yo nunca haría eso —refunfuñó.

—No lo sé, yo si te veo inventando una excusa para ir a su casa —se burló Jungkook, siguiéndole el juego a Tae.

—Los odio, chicos —gruñó levantándose con su café—. Y para su información, hace tiempo que superé mi amor por Yoongi hyung —anunció saliendo de la habitación.

Ahora, si sus palabras pudieran estar acorde con su corazón, todo sería perfecto.


1/2

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro