Jimin colocó su bandeja con comida sobre la mesa y luego se dejó caer pesadamente en la silla, soltando un largo suspiro pesado que llamó la atención de sus amigos.

—Odio la universidad —anunció mientras se quitaba su mochila y la dejaba en el asiento a su lado.

—Wow, creo que es la primera vez que te escucho decir eso —indicó Taehyung con sorpresa.

—Es que... Extraño a Yoonie —se quejó con un puchero.

—Solo llevamos poco más de una semana desde que entramos —indicó Jungkook, divertido.

—Sí, pero no es igual a antes —refunfuñó tomando el servicio—. Habíamos establecido una rutina donde pasábamos toda la tarde juntos, y ahora con mi horario diverso y mis turnos en la cafetería, con suerte podemos pasar tiempo en la tarde solo si no tengo estudiar —expresó—. Incluso tuve que dejar de ir con Jin hyung.

—Bueno, dos trabajos de medio tiempo más los estudios y una relación es algo fácil de mantener —comentó el beta.

—Me gustaba trabajar en la veterinaria.

—Entonces deja el trabajo de la cafetería y ve a la veterinaria —solucionó Jungkook.

—Lo pensé —aceptó—. Pero me es más conveniente trabajar en la cafetería, y como queda cerca del trabajo de mi alfa lo puedo ver por casualidad y este me pasa a buscar en las tardes para irnos juntos a casa —explicó.

—Bueno, entonces solo es cosa de que te acostumbres y tengan una nueva rutina —expresó Taehyung colocando su mano sobre la suya—. Como nosotros —sonrió observando a su pareja.

—No es justo, para ustedes es un poco más fácil —refunfuñó—. Van a la misma universidad, tienen horarios similares y pueden pasar su tiempo libre juntos sin problemas.

—Hey, tenemos que aprovechar —pronunció el omega contrario—. El próximo año este tonto ya no estará estudiando y no lo podré ver tan seguido como antes.

—Tranquilo, bebé, me haré un tiempo para ti —prometió Taehyung lanzándole un beso sonoro.

—Idiota —gruñó un sonrojado Kook.

Soltando una risita, el pelirosa omega cubrió su boca con una mano para disimular cuando su amigo le observó con sus ojos entrecerrados.

—Ahora que lo recuerdo, hay un rumor muy interesante de ti saliendo con un motoquero —recordó Jungkook.

—Es cierto, yo también lo he escuchado junto a otros... No tan agradables —asintió la pareja de este.

—Eso fue porque Yoongi hyung me acompañó a pagar el resto de mi matrícula y cuando salimos me besó, uh... Algo apasionado —reconoció ligeramente sonrojado.

—¿Algo? —resopló el beta—. Según escuché, prácticamente te metió mano en público.

—Sabes que Yoongi no haría algo así.

—Lo dices después de haber tenido sexo en el auto —argumentó el otro omega.

—Fue una emergencia —protestó avergonzado—. Y lo dicen como si ustedes no hubieran tenido sexo en los cambiadores —refunfuñó.

—¿Cómo sabes eso? —exclamó Jungkook y luego observó a su pareja.

—Yo no le dije —prometió Tae alzando sus manos.

—Por favor —resopló—. El miércoles me dejaron abandonado en pleno receso y aparecieron casi al final apestando a sexo y con su ropa desordenada, luego escuché al conserje quejándose de lo desordenado que habían estado los cambiadores siendo que no hubo práctica y el único con llave aquí además del entrenador y el conserje eres tú —argumento observando directamente a Jungkook.

—Te dije que no era buena idea —torció sus labios el rubio omega.

—No me decías eso cuando terminamos —argumentó con una sonrisa pervertida y Jimin se rió observado como el dominante omega lo tomaba por el cuello con un brazo y le comenzaba a golpear juguetonamente.

Sintiendo una intensa mirada sobre su nuca, el pelirosa omega se dio vuelta y contempló a Yu-Na con su grupo de amigos populares pasar cerca de ellos con su comida.

—Lamentablemente, mi motoquero novio no es el único rumor que anda corriendo, ¿no? —murmuró volviendo a observar a sus amigos.

Observándose entre sí, lentamente la pareja se sentó correctamente y observaron al pelirosa omega.

—Son rumores estúpidos solamente —pronunció Jungkook.

—¿Cómo cuáles?

—Son sin sentido, Minnie —resopló Taehyung—. Vamos, conoces a mi hermano y él no es ningún motoquero asesino —indicó.

—¿Dicen que Yoongi hyung mató a Taemin? —exclamó con sorpresa enojada.

—¿No era ese del cual hablabas? —expresó confundido.

—No, pensaba en el que dicen que trabajé de puta en un bar para conseguirme un sugar daddy —respondió.

—¿Qué dicen qué? —exclamó el otro omega.

—Uh... Bueno, realmente parece que hay una diversidad de rumores corriendo por el campus —refunfuñó el pelirosa.

—Todo esto es tonto, como si fuera tu culpa que Taemin hubiera decidido dejar de asistir a la universidad y viajar a otro país —gruñó Taehyung.

—Lo que pasó es que contigo no pudo hacer lo que quiso al igual que con sus otras víctimas gracias a Yoongi hyung y se descubrió su verdadero rostro —espetó Kook—. Algo me dice que la vergüenza fue lo que le hizo dejar de venir y su padre lo envió a otro país —argumentó.

—Aun así...

—Kook tiene razón —apoyó el beta—. Recuerda Minnie, se descubrió que tú no eras al único que había acosado. Ahora, que sus amigos quieran seguir defendiéndole —observó al grupito de populares—, es solo porque son igual de malos que ellos.

—Ahora, si los estúpidos rumores siguen rondando, siempre le podemos decirle a tu rudo alfa motoquero que venga a darles una lección —planeó Jungkook sonriente.

—Nunca utilizaría a Yoongi hyung para eso —expresó frunciendo sus labios—. Además, solo son rumores, mientras no pase a algo más estaré bien —se encogió de hombros.

—Si, algo me dice que mi hermano no pensaría lo mismo —murmuró Tae.

—Y no le preocuparemos innecesariamente por esto —advirtió observándole con sus ojos entrecerrados.

—Como quieras —respondió no muy feliz.

—¿Quieren saber algo más interesante que los rumores? —preguntó Jungkook.

—Cualquier cosa es más interesante —resopló su pareja—. ¿De qué te enteraste?

—No es sobre lo que me enteré, más bien con quién me encontré —corrigió y observó directamente al pelirosa—. Yook Sung-jae —anunció—. Me encontré con él en los baños.

—¿Quién? —preguntó Taehyung, igual de perdido que su amigo.

—El alfa con el cual Jimin tuvo un flechazo en tu primer año —respondió Kook—. Ya sabes, el único tipo decente con el que salió.

—Ah, el tipo de las dos citas —recordó el beta.

—Yo diría que una y media en realidad —replicó Jimin—. Bien por él si volvió, supongo —se encogió de hombros—. A estas alturas ya cada uno siguió con su vida, no creo que haya vuelto con la intención de retomar lo que dejamos, digo... Ni siquiera creo que se acuerde de mí —expresó y sacó su teléfono.

Una gran sonrisa surcó en el rostro del pelirosa cuando contemplo la llamada entrante de su pareja.

—Ya me voy, nos vemos en el turno de la cafetería —se despidió levantándose de la mesa, contestando la llamada.

—¿Realmente alguien podría olvidar a nuestro Mochi? —expresó Taehyung pensativo.

—Si no lo hizo, creo que los rumores ya habrán hecho su parte en alejarlo —respondió la pareja de este.

—Entonces... —pronunció y observó a su omega—. ¿Quieres ir a los cambiadores?

—Idiota —refunfuñó golpeándole el brazo.

—¿Quieres un café? —ofreció Yoongi, observando a su jefe sentado detrás de su escritorio.

—¿Irás a ver a tu chico? —preguntó, alzando su mirada de los documentos en sus manos.

—Sí, quiero mantener un ojo en él desde que WonHo intentó ponerle dudas en su mente —expresó encogiéndose de hombros.

—Ya han pasado semanas de eso, ¿ha estado actuando raro? —indagó.

—Nada, sigue igual que siempre, pero nunca está de más prestarle atención, a Jimin le gusta y si está contento conmigo no tiene que estar pensando en mis "cualidades" Malas —explicó con una sonrisa ladina.

—Solo tráeme dos de esos pasteles de chocolate —pidió negando divertido, pero a la vez comprendiendo completamente al alfa dominante contrario, después de todo, era algo que el mismo había hecho con su pareja.

Saliendo de la oficina, Yoongi entró en el ascensor y saludó con un movimiento de cabeza a Hoseok.

—Uh... Sé que las cosas entre nosotros siguen tensas y eso, pero creo que debo decirte que WonHo intentó inmiscuirse en tu computadora —informó.

—¿Cómo lo sabes? —preguntó, observándolo.

—Tengo un programa que me avisa cada vez que alguien intenta meterse desde otro usuario o computador, seguí el rastro y me llevó hasta WonHo —explicó—. No pudo sacar nada si te preocupa —añadió rápidamente.

—Realmente no hay nada interesante ahí, pero gracias por avisarme —asintió tocando su hombro—. Él podría intentar meterse en otros archivos más importantes, ¿puedes detenerlo?

—Por supuesto —asintió sin dudar.

—Gracias, y recuerda, cada cosa que descubras es verdad, por lo que tendría cuidado si intentas ir más lejos de lo que te pedí —expresó con una adorable sonrisa amigable, como si no le estuviera amenazando para nada antes de bajarse del ascensor.

Despidiéndose de la recepcionista luego de ofrecerle un café, el alfa se dirigió a la cafetería donde trabajaba su omega.

Observado a su pelirosa chico detrás del mesón atendiendo, Yoongi sonrió leve y sinceramente antes abrir la puerta, logrando que la pequeña campanita sonara con ello y la atención de su pareja fuera inmediatamente hacia él.

—Hyung —musitó Jimin, con la sorpresa y alegría marcada en su rostro.

—Hola nene —saludó y abrió sus brazos, recibiendo justo a tiempo a su omega cuando este salió detrás del mostrador y se estrelló contra él.

—Te extrañé —susurró su pareja, restregando el rostro en su cuello.

Soltando una ligera risita, el alfa lo abrazó con fuerza.

—¿Me viniste a ver? —preguntó con ternura, saliendo de su escondite.

—Con la excusa de café y pasteles —asintió.

Sonriendo, el pelirosa omega observó alrededor de la tienda como si verificara algo antes de detenerse en su amigo.

—Kook, voy a tomar mi descanso ahora —anunció.

—Ya me preguntaba por qué no quisiste tomarlo antes —resopló, pero alzó su pulgar aprobándolo.

—Ah, ¿Podrías preparar un café para llevar y tres pasteles? —pidió el alfa al otro omega dominante, quien asintió mientras su pareja tiraba de él a una mesa.

Sentándose, Yoongi impidió que su chico se alejara para sentarse frente a él y lo tiró para que se sentara en su regazo.

—Yoonie —murmuró, colocando una mano sobre su pecho.

—Yo también te he extrañado —explicó, rodeándole con sus brazos—. ¿Estás incómodo?

—No, es perfecto —aseguró acurrucándose rápidamente contra él—. Me molesta un poco pensar que solo disfrutaré de esto unos minutos, pero es suficiente para recargar energías hasta que volvamos a casa —expresó.

—¿Día difícil? —preguntó, alzando una mano para colocarla en su nuca, acariciándole.

—Uhm, no tanto, las clases eran las mismas de siempre y eso, pero te extrañé realmente —explicó—. No es justo que Kook y Tae puedan verse todo el tiempo y nosotros no —refunfuñó.

—Está bien, nene, pronto nos acostumbraremos a este nuevo ritmo y entonces tendrás tus vacaciones —aseguró y besó su cabello.

—Lo sé, creo que es la primera vez que estoy tan emocionado con el término del año solo para poder pasar todo el tiempo contigo —expresó—. ¿Cómo te ha ido a ti hoy? —preguntó.

—Bien —respondió—. Con mi brazo en buenas condiciones otra vez, creo que en estos días Namjoon me volverá a poner en escena otra vez —explicó.

—Uh... No me gusta mucho la idea de que te vuelvas a lastimar —murmuró.

—Tranquilo cariño, difícilmente sucederá —prometió.

—Te lastimaste el brazo y hombro —le recordó, observando dichos lugares.

—Si hubiéramos esquivado ese golpe, tú habrías salido lastimado —argumentó.

No muy feliz, Jimin le observó con sus labios fruncidos.

—Eso no suena mejor —refunfuñó sacándole una risa al alfa.

—¿Jimin? —preguntó una tercera voz—. Eres tú, ¿verdad? ¿Park Jimin?

—Si, pero... ¿Quién pregunta? —respondió el pelirosa, observando al extraño alfa.

—Soy yo, Yook SungJae —se presentó con una sonrisa—. Volví para terminar mi último año aquí —explicó y luego sus ojos se trasladaron a Yoongi—. ¿Eres su hermano?

Sintiendo el cuerpo de su pareja tensarse contra él, Min lo estrechó con más fuerza entre sus brazos y besó su sien.

—No, soy su alfa —respondió—. Lamento no saludarte correctamente, Minnie nunca te nombró entre sus amigos como a Jungkook o Taehyung —expresó.

—Oh, no —pronunció y observó al pelirosa omega—. Nosotros solo salimos un tiempo.

—Fueron escasas dos citas —corrigió Jimin con un suspiro—. Es bueno volver a verte —pronunció, pero no había nada más que incomodes en su tono y expresión corporal.

—Digo lo mismo —sonrió automáticamente—. ¿Trabajas aquí? Te importaría...

—Yoongi hyung, tu pedido está listo —anunció Jungkook, interrumpiendo.

—Bueno, nene, creo que ya es hora de irme —anunció con pesar el mayor, golpeando suavemente los muslos de su pareja para que se levantara.

—¿Ya? ¿Tan pronto? —preguntó sin ánimo—. Pero si aún me queda algo de tiempo —se quejó y lo siguió cuando Yoongi se dirigió al mesón.

—Lo sé, pero piensa que en menos de una hora te vendré a buscar para ir a casa juntos —prometió mientras le pagaba a Kook.

—Pero aún falta para eso —refunfuñó tomando el pedido de su alfa mientras lo seguía fuera de la tienda.

Observando a la cariñosa pareja abrazarse y besarse, los ojos de Jungkook se posaron sobre el alfa que había sido abandonado en el interior.

—Mira, no digo esto con mala intención, pero Jimin es realmente feliz con Yoongi hyung, por lo que será mejor que te alejes si viniste con otras intenciones —expresó.

SungJae le observó.

—¿Realmente es su pareja? —preguntó, inseguro.

—Con marca y todo —asintió—. Y por si estúpidamente pensaste que una marca no lo es todo y te puedes meter con él, pregunta qué pasó con Taemin —comentó como si nada.

A pesar de que no había sido culpa de Jimin o Yoongi lo que le pasó a ese idiota, los rumores decían lo contrario y si eso servía para alejar a una posible molestia en la vida de su amigo, todo bien entonces.

Jimin no merecía más que ser feliz y Min Yoongi lo hacía fácilmente.