Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 45


Cuando Jimin abrió sus ojos, lo primero que contempló fue el color blanco del techo de la habitación.

Parpadeando un par de veces mientras intentaba enfocar bien su vista en lo que su mente adormecida trabajaba a un ritmo lento, giró su rostro a la derecha para contemplar un hermoso atardecer a través de la ventana.

—¿Ya has despertado, nene? —preguntó una cariñosa voz grave que inevitablemente hizo reaccionar tanto su cuerpo como a su lobo.

Bajando su mirada, el pelirosa omega contempló a su alfa acurrucado a su lado de costado, con su cabeza apoyada casi a la altura de su cintura. 

Las sábanas estaban enredadas en ambos cuerpos desnudos, tapando las partes esenciales de sus cuerpos, y las manos de Yoongi acariciaba con ternura sus muslos expuestos, llenos de marcas violáceas y rojas, con el suave patrón de dientes incluso.

Wow, esa era una vista digna de admirar y de pintar, y el menor no pudo hacer más que observar casi embobado.

—A caso, ¿me necesitas otra vez? —preguntó cuando no recibió respuesta, alzando su cabeza para observarle con aquellos profundos ojos azules.

Todo el cuerpo del pelirosa omega se estremeció suavemente en deseo, queriendo corresponder aquella mirada, pero la verdad era, que su celo finalmente había terminado.

Aclarando su garganta igual de resentida, alzó su mano derecha y la colocó sobre la cabeza de su pareja, enterrando sus dedos en aquel cabello oscuro como la noche.

—Gracias, pero creo que tuvimos la última ronda antes de caer dormido —le respondió con una pequeña sonrisa de labios.

—¿En serio? Yo pensaba que ibas a durar hasta la noche, considerando cómo me atacaste nuevamente —ronroneó bajando su cabeza, besando la piel cerca de su ombligo.

Jimin se sonrojó suavemente al recordar dicho momento y luego torció sus labios en dolor cuando todo su cuerpo se quejó en respuesta al intentar moverse.

Se encontraba totalmente dolorido y satisfecho, por lo que realmente no se quejaba de nada. Era la primera vez que pasaba un celo así de intenso y satisfactorio, no podía estar más feliz por ello.

—¿Necesitas algo? —preguntó su alfa, arrastrando sus labios por su costado de su cintura.

—Bueno, algo de comida estaría bien —murmuró cuando sintió el peso del vacío en su estómago.

—Uhm, sabía que no debí de haberme dejado convencer por saltarnos el almuerzo —chasqueó su lengua—. Afortunadamente, terminé de cocinar antes de ser convencido, por lo que solo debo de calentar nuestra comida —anunció besando y tocando su piel por última vez antes de sentarse y salir de la cama.

Observando como el mayor agarraba un bóxer del suelo, el omega mordió su labio inferior al apreciar las marcas de rasguños que había dejado en el cuerpo de su pareja, desde sus hombros, brazos y espalda.

Joder, incluso había algunas en sus nalgas, pero Yoongi no parecía especialmente molesto por ninguna y los codiciosos ojos del menor le siguieron hasta que abandonó la habitación.

Rayos, tal parecía que había sido tan intenso como su alfa, aunque por supuesto, no creía que superara al mayor considerando las múltiples marcas que podía apreciar en absolutamente todo su cuerpo.

Intentando sentarse, el pelirosa omega se estremeció suavemente cuando su trasero se apoyó contra el colchón y acomodó las almohadas a su espalda para apoyarse en esta.

Rascando distraídamente su pecho, contempló arrugando su pequeña nariz al encontrar rastro de semen seco en este.

De pronto, en su mente apareció como en el último instante de su celo le dio por estar cubierto con el semen de su alfa, porque en su pequeña cabecita, se aferró a la idea de que esa era la única forma en la que así iba a estar totalmente envuelto en su adictivo aroma.

—Dios, no sabía que podía ser tan pervertido —murmuró cubriendo su rostro con sus manos, completamente avergonzado.

Y a pesar de estar todo sucio, sudado y apestando a sexo... Aún no sentía la necesidad de tomar una ducha, no cuando eso significaba que se quitaría de encima el aroma de su pareja, algo a lo que se rehusaba absolutamente.

Torciendo sus labios, bajó sus manos y se sobresaltó cuando sintió un agudo dolor leve en su cuello al pasarlo a llevar. Frunciendo el ceño, tocó tentativamente con sus dedos la zona y su corazón se comenzó a acelerar al percibir las marcas de dientes.

Tirando de las sábanas hacia atrás, rápidamente se levantó de la cama ignorando el dolor de su cuerpo en protesta y entró al baño para observar su reflejo en el espejo.

En un instante, su mirada capturó primero las múltiples marcas de besos, contusiones de dedos y mordidas en cada parte de su cuerpo, realmente no existía ningún espacio que no estuviera marcado.

Luego, sus ojos fueron hacia su cuello, donde contempló no sólo los chupetones, sino que la reconocible mordida de apareamiento, una que anunciaba que Yoongi lo había reclamado como su omega.

La emoción recorrió todo su cuerpo de forma instantánea mientras admiraba la marca resentida, que se notaba que había sido mordida más de una vez, y al mismo tiempo, el miedo superó toda felicidad.

¿Y si su Hyung solo lo había mordido por la emoción del momento y nada más?

—Aquí estás —pronunció el mayor, entrando en el baño y cubriéndolo por la espalda con su cuerpo—. ¿Qué haces, nene? —preguntó abrazándolo y apoyando su mentón en su hombro para observarle a través del espejo.

Girando el rostro, admiró la misma marca que Jimin no dejaba de apreciar y la besó con ternura y orgullo, lo que confundió y a la vez calmó al menor.

—¿No estás enojado? —preguntó, inseguro.

—¿Debido a que te levantaste de la cama? —alzó una ceja—. ¿Por qué estaría enojado por eso?

—No, eso no —pronunció y alzó su mano para tocar cuidadosamente la marca que adornaba ahora su cuello para siempre—. Por esto —anunció—. Me mordiste, me reclamaste como tu omega —añadió, como si fuera necesario.

Yoongi suspiró y en vez de alejarse, solo lo abrazó con más fuerza mientras apoyaba su mejilla en un costado de su cabeza.

—Lo lamento, sé que no hablamos de ello antes de que el calor nublara parcialmente tu juicio, pero cuando hicimos el amor sin ninguna protección y me ofreciste tu cuello rogándome por ello, simplemente no me pude controlar —explicó.

—Mierda —exclamó el pelirosa omega, observándole con horror—. Yo, no... Lo lamento —dijo horrorizado.

Yoongi frunció el ceño y rápidamente lo borró al comprender cómo había sonado.

—No, bebé, no entiendes —anunció el alfa, abrazándolo con más fuerza cuando este hizo el intentó de separarse.

—Sí, lo hago, yo te obligué a hacerlo a través de mi calor —expresó horrorizado.

—No hice nada que no quisiera hacer —argumentó.

—Fue solo por el calor del momento —negó el menor—. Te obligué a aceptarme como tu omega —exclamó.

Soltándolo, el mayor le dio vuelta y atrapó su rostro entre sus manos para callarlo con un beso profundo y con un toque rudo.

—No me obligaste a hacer nada —dijo con firmeza sobre sus labios algo hinchados—. Parece que has olvidado que soy un alfa diferente a los demás, yo no te culparé ni a ti ni al celo por lo que hice, te mordí porque así lo quería y nada más —aclaró observando fijamente aquellos ojos—. ¿Quedó claro?

—Pero... Ahora estas atado a mí —susurró, observándole con ojos brillosos.

—Sí —asintió—. ¿Y no suena eso maravilloso? —sonrió abiertamente, mostrando sus encías—. Te dije cuánto tiempo he sabido que eras para mí, Jimin, el día en que mi lobo te reclamó para nosotros. Esto —acarició suavemente la marca, estremeciendo a su chico—, solo lo hace un hecho, pero yo no me arrepiento de nada. Desde un principio te advertí cómo me sentía por ti, lo que haría por ti, y si ahora tienes miedo por esto, de mí... —juntando sus labios, intentó bajar sus manos.

—¡No lo tengo! —exclamó apresuradamente y se empujó a los brazos de Yoongi, enterrando su rostro en su cuello—. Lo siento, debí de confiar en ti y recordar que no eras igual a los otros idiotas que han entrado en mi vida —expresó cerrando sus ojos—. Solo... Estoy tan acostumbrado a que me abandonen que... Si tú me dejaras ahora, no creo que pudiera soportarlo.

—No, nene, nunca te dejaría por nadie más —prometió abrazándolo con fuerza—. ¿Y sabes por qué?

Jimin negó y alzó su cabeza cuando su alfa colocó una mano en el costado de su rostro para observarlo fijamente a sus ojos.

—Porque te he deseado durante tantos años, te he anhelado por tanto tiempo, y amado hasta el punto de lo imposible que no me importa lo que tengo que sacrificar ni a quienes en el proceso con tal de que pases una vida a mi lado —expresó, y sus ojos brillaron en dorado ante su promesa.

El pelirosa omega se estremeció y gimió suavemente al sentir los sentimientos de su alfa fluyendo hacia él, demostrando que sus palabras eran sinceras.

—¿Me amas? —preguntó casi en un sollozo.

—Te amo hasta la obsesión —anunció besando su frente—. Te quiero hasta un punto inimaginable y poco racional —expresó, colocando un beso en su nariz—. Eres la única cosa en la que pienso en cada mañana, por las tardes y durante la noche. En cada momento libre, mi mente está ocupada con cada parte de ti, desde tu personalidad dulce, tu amor, sumisión, tus bellos ojos, tu cuerpo, tus labios —suspiró, besándolos directamente de forma casta—. Si hubiera una forma de mantenerte siempre cerca o bajo mis ojos, haría hasta lo imposible para hacerlo realidad —expresó desgarradoramente sincero, transmitiendo todos sus sentimientos hablados a través de su unión.

Cerrando sus ojos un momento mientras se bañaba en los sentimientos de su alfa, el pelirosa omega tomó una profunda respiración y luego lo forzó a salir con ayuda de una risita.

—Esto debe de ser lo más oscuro y dulce que alguna vez alguien me ha dicho —expresó observándolo, pero no estaba para nada asustado con el asunto, es más, estaba completamente feliz y satisfecho.

Aquella parte necesitada de amor dentro de él se encontraba completamente cautivada por las palabras de su alfa, sin importar que no serían algo que diría una persona normal.

Pero... ¿Desde cuándo Yoongi era alguien normal?

Y más importante, ¿desde cuándo eso importaba, cuando prácticamente le estaban dando todo lo que siempre había deseado?

—¿Fui muy sincero? —preguntó de pronto el alfa.

—Sí, pero fue justo lo que necesitaba escuchar —aseguró besando su cuello, sintiendo cómo sus ansias desaparecían para ser cubiertas en un mar de calma—. Solo te pediré algo.

—Cualquier cosa —anunció con seriedad el mayor.

—Estando solos puedes ser así de sincero conmigo, pero frente a otros, omite la última parte obsesiva psicópata o los demás pensarán que es raro, ¿de acuerdo?

—Puedo hacer eso —asintió—. Olvidas que he vivido toda una vida siendo encantador —le recordó, aunque omitió la parte en que muy probablemente echaría a perder esa tapadera si alguien intentaba arrebatarle a su omega—. Ven, volvamos a la habitación para que comas algo —anuncio soltando su cuerpo para tomar su mano y guiarlo.

—Uh... Solo por curiosidad, ¿cuántas veces te viniste en mi interior? —preguntó casi temiendo de la respuesta y lo que significaba.

Recordaba solo una, pero en medio de su celo no tenía certeza de recordar todo.

—Una —respondió tomando asiento y abriendo sus piernas para que su chico se sentara entre ellas.

—¿Una? —repitió con sorpresa, tirando de las mantas para tapar su desnudez.

—Sí. Cuando te mordí también me pediste hacerlo, pero sabía lo que significaba que tomaras mi marca y además mi nudo, por lo que me negué y cómo estabas obsesionado con llenarte de mi esperma, lo olvidaste rápidamente al venirme sobre ti —explicó colocando la bandeja con comida en su regazo—. Pero ya casi al final, me lo volviste a pedir y cómo sentí que todas las feromonas de tu celo ya habían disminuido, me permití ese placer culposo también —confesó.

—Oh... Supongo que eso es mucho mejor de lo esperado —suspiró de gusto—. Aunque si tomé tu nudo, de igual forma hay una posibilidad, ¿no?

—Existe —aceptó el mayor—. Por lo que sería bueno conseguir una hora con el médico y así comenzaras un tratamiento de anticonceptivos —comentó besando su cuello, el lado contrario de su marca—. Solo para prevenir hasta que ambos estemos listos.

—Sí, eso suena bien —aceptó feliz—. Pero... ¿Tú estás bien con ello?

—En este momento, solo quiero ser un alfa egoísta y tener toda tu atención y amor para mí —reveló como si nada.

El pelirosa omega solo sonrió en respuesta, regocijando de la atención de su pareja.

—Bueno, tenemos hasta mañana para seguir siendo solo nosotros dos —indicó y abrió su boca para recibir algo de comida cuando Yoongi alzó su mano con el servicio.

—Para que tu cuerpo esté mejor, querrás decir —corrigió y una mano acarició su cintura—. Casi pareciera que convertí tu celo en el mío —comentó, pero no había tono de disculpa ni arrepentimiento de ello.

—Uh, dentro de todo, recuerdo tus cuidados y preocupación por mí —pronunció girando e intentando restregar su mejilla en el hombro de su pareja—. Fuiste tan rápido o lento cómo te lo pedí, tan despiadado y compasivo como lo necesitaba, fuiste la primera persona que realmente se preocupó por mí —expresó—. Quiero decirte que también te amo, pero siento... Que debería de hacerlo en un momento más importante.

—Lo acabas de hacer —indicó sonriendo satisfecho.

El menor guardó silencio y luego resopló, divertido.

—Sabes lo que quiero decir —refunfuñó.

—Lo sé —sonrió abiertamente, encerrándolo en sus brazos.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro