Capítulo 37
Cuando Yoongi leyó el mensaje de su omega, automáticamente frunció el ceño.
Jimin había estado bastante emocionado al saber que se encontrarían después de su trabajo, y él también desde que había pensado en unos maravillosos planes que involucraban directamente una cama y el cuerpo desnudo de su chico.
Su pareja había sido muy traviesa esa mañana tras enviarle esa foto caliente, y el alfa dominante había estado esperando eso, que Jimin se relajara lo suficiente en su relación para comprender que él era diferente a los demás idiotas con los cuales salió en el pasado, y que no lo presionaría ni lo obligaría a que le diera nada más a menos que su chico quisiera, por lo que pacientemente había esperado.
Pero su omega ya había dado el primer paso esa mañana tras enviarle ese mensaje dulce, y ya no había vuelta atrás, ahora que Jimin lo había comenzado, simplemente no podía contener sus propios deseos junto a los de su lobo por marcar en todo sentido de la palabra a su joven pareja.
Jimin aún no entendía que se había metido en la boca del lobo, pero para cuando lo hiciera, no querría salir nunca más de ahí, sin importar cuántas mordidas recibiera.
Una sonrisa malvada surcó en el rostro de Yoongi al pensar en todo ese maravilloso cuerpo que solo había podido apreciar y sentir a través de la ropa, completamente desnudo, a su disposición y marcado por él.
Y así como él estaba emocionado con juntarse con su pareja, sabía que el menor también lo había estado para encontrarse con él, por lo que ese último mensaje, pidiendo retrasar su salida por unas horas más, le había molestado.
Había intentado llamarlo, pero Jimin no contestó su teléfono, lo que por supuesto lo llevo a ir a comprobar qué estaba mal.
No había ido directamente a la casa, sino que se quedó afuera, a una distancia considerable para no ser reconocido, pero lo suficientemente cerca como para poder apreciar qué estaba sucediendo.
Observar a su chico trabajar limpiando la casa mientras esa bruja conversaba con otro hombre, le había molestado e irritado.
Su joven omega no tenía por qué estar limpiando solo cuando esa mujer irritante perfectamente podía moverse para hacerlo.
Pensar en ello le irritaba, pero sabía que no lograría nada con interrumpir en ese momento.
Si había podido deshacerse de la basura de Taemin, perfectamente podría hacerlo con esa mujer también, solo que tal vez no de la misma forma en que lo hizo con el arrogante alfa.
Golpear, romper y mutilar cada parte del cuerpo de ese idiota si había sido divertido, pero... Esa bruja frente a él, cuando llegara su momento, tendría que sufrir mucho más.
Enviándole un mensaje a Jimin para confirmarle que su cita no se cancelaba y que iría en un par de horas más por él, chasqueó su lengua al contemplar la llamada entrante de su padre.
Sin mucha emoción, contestó la llamada.
—Padre —anunció.
—Es bueno oír tu voz, hijo —saludó—. Últimamente, no te has dado una vuelta por la casa, desde que viniste con tu pareja —comentó.
—Compañero de trabajo —corrigió, observando como Jimin salía y rodeaba la casa para ir al jardín trasero, evitando ir por la cocina donde la bruja hablaba con el otro hombre.
Eso era interesante. ¿Estaría enojado su pareja con su abuela por haber retrasado su cita?
—Si, bueno. ¿Por qué no te vienes a dar una vuelta si no estás trabajando? —propuso—. Me gustaría ver tu rostro, a pesar de que volviste del ejército, pareciera que no hay mucha diferencia con el antes —expresó.
—Con la última visita que tuve y el actuar de mamá, creo que te haces una idea ¿no? —chasqueó su lengua.
—Solo estamos preocupados por ti —se excusó.
—Esa es su excusa de siempre, pero ya no soy un chico de dieciséis años al cual pueden alejar del mundo y encerrarlo —expresó sin acusación, solo estaba diciendo un hecho.
—Lo hicimos por tu bien —dijo con firmeza.
—Y ahora soy un hombre adulto que puede pensar por sí mismo y sabe quién y qué es —aclaró.
—Entonces, perfectamente te puedes venir a dar una vuelta y demostrarle precisamente eso a tu madre, ¿no?
—Podría si ustedes prometen no pasar a llevarme y tratarme como un niño que no sabe pensar por sí mismo —propuso.
De todas formas, tenía que encontrar la forma de matar el par de horas antes de ir por su omega.
—Hecho —aceptó su padre.
—Ah, y no me quedaré a cenar por lo que será mejor que no hagas planes más allá —indicó.
—Está bien, te estaremos esperando entonces —anunció y se despidió cortando la llamada.
Alejando su celular, Yoongi revisó el chat de Jimin, encontrando que su chico había respondido positivamente a que fuera por él dentro de dos horas más.
Observando la casa, el alfa contempló como su omega salía nuevamente cargando con él un par de bolsas de basura.
Guardando su celular, se colocó el casco y echó a andar nuevamente su motocicleta, dirigiéndose a la casa de sus padres para matar rápidamente aquellas horas.
Estacionándose detrás del auto de su padre, el alfa se bajó de la moto y se quitó el casco.
—Hey, no pensé que mostrarías tu rostro por aquí —expresó Taehyung, sentado en el primer escalón en el porche de la casa.
—Papá me llamó —se encogió de hombros—. ¿Fuiste a reclamar a tu omega o solo te quedaste sentado? —indagó alzando una ceja.
Después de todo, no quería que interrumpiera su tiempo con su pareja por un mal de corazón que perfectamente podría haber arreglado con algo de decisión.
—Hablamos —anunció y evitó su mirada con una sonrisa—. Después de insultarme un poco por ser un idiota, finalmente me dio la oportunidad.
—¿Y qué haces aquí? —preguntó—. ¿Por qué no estás con él?
—Estaba en la cafetería con él, pero la jefa me echó porque distraía a Kookie y porque molestábamos a LuHan —explicó con una mueca.
—¿Quién? —frunció el ceño.
—LuHan es un compañero de trabajo que coqueteaba conmigo, pero ese omega coquetea con todo el mundo, por lo que por supuesto que lo ignoraba, pero eso no dejaba de molestar a Jungkook y hoy que volvió a coquetearme, casi se le lanza encima a ese chico —contó con una sonrisa.
—Jungkook sabe lo que quiere mejor que tú —se burló.
—Es su lado dominante —explicó con su sonrisa agrandándose aún más de ser posible—. ¿Y tú? —preguntó.
—¿Yo qué? —respondió.
—Yoongi, qué sorpresa verte por aquí —exclamó su madre tras aparecer por la puerta.
—Hola mamá —saludó observándola—. Papá me llamó y tenía algo de tiempo libre —explicó.
—Estupendo —aplaudió—. ¿Has venido solo? ¿Te quedarás a cenar? —preguntó.
—He venido solo y me iré dentro de un rato más, tengo otro compromiso —se excusó.
—Oh, es entendible entonces —asintió—. Pensé que podríamos tener una cena en familia, hace tiempo que no estamos los cuatro reunidos —expresó observando también a Taehyung, quien se había levantado del suelo.
—Está bien si no puede quedarse —dijo el beta, encogiéndose de hombros no muy interesado—. Yo también tengo que salir en un rato más y no es como si no viera constantemente a Yoongi —comentó antes de entrar a la casa.
—¿Te has dado unas vueltas cuando no estamos? —preguntó su madre con sorpresa.
—No, pero me he encontrado con Taehyung por ahí —respondió y se acercó cuando su madre se movió, indicándole que entrara también.
—Bueno, supongo que ahora que no estás en el ejército hay más posibilidades de que nos encontremos casualmente que antes —sonrió dejándole un par de pantuflas de interior.
—Supongo —respondió no muy interesado.
—Sé que dijiste que no te quedarías a cenar, pero un aperitivo no podrás rechazarlo, ¿no? —preguntó su padre alfa saliendo de la cocina con una bandeja.
—¿Has hecho helado? —preguntó Taehyung alzando ambas cejas con sorpresa.
—No, lo he comprado yo —anunció Haneul, tomando asiento en el sofá individual—. Traje también unas galletas, pensé en que podrías invitar a Minnie-ah, desde mi fiesta de cumpleaños que no lo veo —expresó y observó a su hijo menor.
—Oh, pero él está ocupado —respondió Tae, tomando uno de los pocillos con helado—. ¿Quedó algo? —preguntó hacia su padre—. Me gustaría guardarle algo a Kook.
—En el refrigerador queda más —asintió JiSub.
—Oh, ¿a Hoseok le gusta este sabor? Tal vez puedas llevarle también algo —expresó la omega, observando a Yoongi.
—No sé qué es lo que le gusta —anunció el alfa dominante, comiendo tranquilamente helado.
—Bueno, recién se están conociendo, es normal que aún no sepas de sus gustos —asintió comprensiva—. ¿Cuándo lo volverás a traer?
—Nunca.
—¿Nunca? —balbuceó con sorpresa—. Pero... ¿Por qué?
—Porque simplemente no funcionó —respondió, y alzó una ceja esperando que su madre dijera algo.
—Está bien, pronto podrás encontrar a la persona adecuada para ti —interrumpió su padre, quitándole importancia.
—Sí, tienes razón, cariño —asintió su esposa—. No desesperes, pronto podrás tener algo como lo que tienen Jimin y Taehyung —consoló.
Yoongi torció sus labios con algo de molestia y observó a su hermano alzando una ceja.
—Ya les dije que nosotros no estamos saliendo, pero como que nadie en esta familia lo quiere entender —se defendió el beta, alzando sus hombros.
—Pero no le has dicho que estás saliendo con tu otro amigo, Jungkook —anunció.
—¿Qué estás saliendo con quién? —exclamó Haneul.
—Jungkook, el otro omega que traía a casa, mi otro amigo —explicó algo sonrojado—. Es algo nuevo.
—Ese chico era bastante hermoso y con personalidad, puso a tus primos en sus lugares más de una vez —asintió su padre como si lo aprobara.
—Pero... Pensé que estabas en algo con Jiminnie —pronunció su madre, confundida.
—Nunca tuve algo con él —blanqueó sus ojos—. Solo somos mejores amigos, hermanos sin la misma sangre y eso es todo, desde siempre —aclaró—. Pero está bien, no tienes que preocuparte por perderlo de la familia, ya que Yoongi aquí lo ha reclamado para si —rió moviendo sus cejas.
Pero en vez de lograr que la alegría estallara como esperaba, una tensión no escrita creció inmediatamente en el ambiente, llenando la sala de estar.
—¿Qué sucede? —preguntó confundido.
—¿Qué es eso que dijo tu hermano? —preguntó Haneul, perdiendo cada rastro amoroso de su rostro.
—Es justamente lo que dice —respondió el alfa dominante, dejando su pocillo sobre la mesa de centro—. Estoy saliendo con Jimin hace varias semanas ya —anunció.
—Termina con él —ordenó su madre como si tuviera todo el derecho.
—No lo haré. —negó.
—Hijo —pronunció su padre.
—¿Qué fue lo que prometiste cuando te dije que vendría? —cuestionó observando a su padre.
—Pero eso no aplica en este caso —argumentó apretando sus labios.
—¿No aplica? —resopló—. Soy un hombre adulto e independiente, no pueden ordenarme lo que puedo o no hacer, ni mucho menos escoger mis parejas por mí —destacó observando a su madre.
—Jimin te hace mal, lo alejamos por el bien de cada uno —expresó su madre, firme.
—¿De qué están hablando? —cuestionó Taehyung, perdido.
—Nuestros padres creen que Jimin me transforma en alguien malo y que me dañará si estamos juntos —resopló Yoongi.
—Eso es una tontería —estalló el beta—. Jimin es la persona más dulce y amable que pudieran haber conocido, los dos lo saben —acusó observando a sus padres.
—No es exactamente eso de lo que estamos hablando —negó el alfa mayor.
—¿Entonces de qué es? —gruñó.
—Tu hermano no es una persona a normal —anunció la omega—. Y la presencia de Jimin, solo logra que esa presencia mala dentro de él estalle —explicó.
Yoongi resopló.
—¿Por qué no dicen lo que realmente piensan de mí? —cuestionó—. Desde el día en que lo descubrieron me han visto como un monstruo asesino —les recordó.
—Mandaste a un niño al hospital y no te arrepentiste de eso siendo que eras mucho mayor —acusó su madre.
—Y el día de hoy sigo sin arrepentirme de ello, molestó y golpeó a Jimin aprovechando que se encontraba solo, se merecía lo que recibió —expresó fríamente, sorprendiendo un poco a su hermano, quien observó con sorpresa como Yoongi cambiaba frente a sus ojos, mostrándose como otra persona desconocida.
—¡Ves! —exclamó su madre—. Tener a Jimin cerca te transforma en un... En un...
—Dilo, madre, sin pelos en la lengua —se burló—. Piensas que soy un asesino, pero ¿qué crees? No te equivocas del todo, ya que ¿qué piensas que me enseñaron en el ejército? —cuestionó con una bonita sonrisa malvada.
—Eso no puede ser cierto —negó su padre.
—Por favor, ambos sabían lo que estaban haciendo cuando me inscribieron sin mi consentimiento —resopló—. ¿En verdad no creían que ellos serían capaces de reconocer que soy un alfa dominante? Sin importar lo que ambos me enseñaron, algunos lo vieron y sacaron provecho de ello, pero a diferencia de ustedes, ellos comprendieron que no soy una máquina asesina que estallaría en cualquier momento, porque estoy entre ese escaso por ciento, que no es un psicópata asesino —anunció levantándose—. Algo que ustedes nunca quisieron ver ni entender —les observó con desagrado.
—Espera, yo... Me he perdido un poco —pronunció Taehyung siguiéndolo cuando se alejó.
—¿En qué parte? —preguntó saliendo de la casa.
—¡En todo! —exclamó—. ¿Qué es eso de que te inscribieron en el ejército sin que lo quisieras y que eres... Ya sabes qué? —bajo la voz.
—Lo que escuchaste —respondió recargándose en su motocicleta—. Siempre fui un poco diferente a los demás alfas, pero no fue hasta que Jimin apareció por esa puerta, que lo descubrí y mis padres también —anunció—. Ellos como que creen que Minnie es la razón por la que me vuelvo loco y por eso decidieron alejarnos luego de aquel accidente con ese niño, pero no es así —explicó.
—¿No lo es? —preguntó, confundido.
—No soy un psicópata sediento de sangre, Taehyung —sonrió ladino—. Mis emociones están, pero lo que es la empatía, arrepentimiento, culpa y toda esa mierda, está mucho más baja que la de una persona normal y cuando se trata con Jimin, simplemente no existen.
—¿Qué significa eso?
—Significa que, si alguien molesta o lastima a Jimin, yo ni siquiera pestañearía al romper su cabeza en el suelo —respondió tranquilamente—. Y esto es algo que solo sucede con él y nadie más, porque él es mi omega y pareja, Minnie nunca va a sentirse tan protegido y amado que como conmigo, nunca lo dañaría a él, pero ellos —señaló la casa—. Creen que Jimin es el mal dentro de mí y por eso me alejaron.
—Yo... —respiro profundamente—. Creo que necesito un momento para asimilar todo esto —expresó—. Jimin... Él estará en buenas manos contigo, ¿cierto? —preguntó, inseguro.
—¿Has visto a esa basura de Taemin dando vueltas últimamente? —preguntó.
Y Taehyung entendió inmediatamente lo que le estaba diciendo.
—Comprendo —asintió y le observó otra vez, como si estuviera viendo a una persona totalmente nueva antes de retirarse dentro de su casa, donde sus padres discutían.
Resoplando, Yoongi le envió un mensaje a su chico avisándole que iría por él sin importar si aún faltaba o no para ello, necesitaba una distracción y qué mejor que su pareja.
____________________________________________
Espero que tengan un buen fin de semana largo, mis copitos, se me cuidan un montón y disfruten!<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro