Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31


—¿Puedes hacer algo más que solo mirar tu teléfono con una boba sonrisa y ponerte a trabajar? —cuestionó LuHan, parándose frente a Jimin desde el otro lado del mesón con una mano en la cintura y un paño en la otra.

—Perdón, ¿qué? —preguntó el pelirosa, parpadeando un par de veces en dirección al otro omega.

Resoplando molesto, LuHan estiró su mano dispuesto a quitarle el teléfono a su compañero, quien inmediatamente se echó hacia atrás, saliendo de su alcance.

—Te dije que trabajaras —refunfuñó golpeando el suelo con su pie.

—Ya he hecho todo lo que tenía que hacer —respondió Jimin y su mirada viajó hacia su celular nuevamente cuando este vibró en su mano, sonriendo automáticamente al encontrarse con otro mensaje de su Hyung.

—¡Mentira! —exclamó ruidosamente—. Todavía te quedan esas mesas por limpiar —las señaló y gruñó con frustración cuando contemplo a su compañero perdido con su atención en el teléfono otra vez—. ¡Jimin-ah!

—Deja al chico en paz —ordenó la señora Song cuando salió de la cocina con una nueva ronda de cupcakes y galletas.

—Pero él no está trabajando —se quejó.

—Corrección, no está haciendo tu trabajo, que eso es lo que te molesta —indicó y le observó duramente.

—Uh, tengo mesas que ir a limpiar —anunció el menor, retirándose rápidamente al verse descubierto.

—Gracias por eso —le sonrió Jimin a la mujer mayor, inmediatamente ayudándole a guardar las cosas dentro de los aparadores de vidrio.

—Está bien, no me molesta que utilices en tu tiempo libre tu teléfono, pero no abuses de ello para hablar con tus amigos —indicó.

—Lo siento, no estaba hablando con ellos —pronunció y se sonrojó adorablemente.

—¿Oh? ¿Entonces finalmente te conseguiste un alfa? —preguntó con una sonrisa, sus ojos viajando a la marca de un indudable chupetón en el cuello del menor.

—¿Quién tiene un alfa? —cuestionó LuHan, interesado.

—No es tu asunto —le regaño la alfa, levantándose y volviendo a la cocina.

—Juro que me odia —se lamentó el joven omega negando y luego se concentró en Jimin—. ¿Y entonces? —preguntó, inclinándose más cerca mientras apoyaba los antebrazos en el mesón.

—¿Y entonces? —repitió el pelirosa, sin mirarle mientras terminaba de ordenar los cupcakes.

—Ya sabes, ¿realmente te conseguiste un alfa o es algún cliente de tu segundo trabajo? —cuestionó.

Las manos de Jimin se congelaron ante la mención de ello y su mirada quedó fija en los pastelitos.

Lo únicos que sabían de su segundo trabajo eran sus dos amigos, su abuela y Yoongi, nadie más.

—¿Cliente? —preguntó.

—Pff, ya sabes —se inclinó más cerca—. En el prostíbulo ese —susurró y se volvió a enderezar—. Los susurros han llegado hasta aquí, no es que yo realmente crea en ellos, pero es un poco difícil de no hacerlo cuando te presentas empapado con el aroma de otros sobre ti —se excusó observándole con inocencia.

Tragando, Jimin terminó de acomodar los cupcakes y se enderezó. Evitando a LuHan, miró a su alrededor, tratando de encontrar algo qué hacer para no seguir con esa conversación, pero a esa hora casi no había personas en la cafetería.

—No sé de qué me hablas —contestó y se alejó para tomar un trapo y limpiar sus mesas que ya se encontraban limpias.

—Oh, vamos —exclamó su compañero, siguiéndolo—. Ayer no viniste a trabajar y hoy has aparecido envuelto en el aroma de un alfa que advierte que has sido tomado, sin contar que tienes una clara marca de propiedad en tu cuello —indicó señalándose a sí mismo donde estaba el chupetón del pelirosa.

—Eso es porque tengo un novio —respondió simplemente.

—¿Y él está bien con que trabajes por las noches en ese tipo de lugares? —cuestionó incrédulo—. O acaso es alguien que conociste en el... Prostíbulo —dijo con voz baja.

Molesto, Jimin apretó el paño entre sus manos y le observó con disgusto.

—Yo no trabajo en ese tipo de lugar y mi alfa no es nada de lo que dices —reprochó y se alejó volviendo detrás del mesón.

—Hey, pero no te enojes por simplemente preguntar —se quejó, siguiéndolo, comenzando a irritar un poco al omega pelirosa.

—Hace tu trabajo, LuHan —indicó, observándole con seriedad.

—Bien —exclamó con molestia—. Solo estoy preocupado por ti y así es como me tratas —refunfuñó, finalmente dejando solo a Jimin.

Negando suavemente, el pelirosa omega alzó su cabeza cuando la campanita de la puerta sonó avisando la llegada de nuevos clientes, y contempló a sus mejores amigos entrar en la cafetería.

—Ahí estás —exclamó Taehyung al verle.

—¿Qué sucede? —preguntó, confundido.

—Hemos estado intentando contactar contigo todo el maldito fin de semana y no obtuvimos respuesta alguna —se quejó el beta.

—Incluso fuimos a tu casa, pero la bruja de tu abuela no nos dejó subir —añadió Jungkook, con sus cejas fruncidas—. Estaba siendo más perra de lo normal.

—Oh, ella... —torció sus labios—. Pudimos haber discutido el sábado antes de ir a trabajar —confesó.

Sin contar que había desaparecido completamente el domingo y solo ese día apareció por un cambio de ropa para luego salir nuevamente en la motocicleta con su alfa, quien le llevó a su trabajo antes de ir al propio.

—¿Tú con ella? ¿Realmente? —preguntó Tae, observándole con sorpresa.

—Si —observó sus manos—. Dijo algunas cosas desagradables de mí y mi madre por mi segundo trabajo —dijo con tristeza—. Sé que ella no ha sido la mejor abuela del mundo ni nada, pero... Hasta el momento la había estimado por quedarse conmigo aun si no me quería con ella —suspiró.

—Ella ya abusó demasiado de tu amabilidad, Minnie —pronunció el otro omega—. Si quieres, puedes venir a quedarte conmigo a mi departamento hasta que puedas encontrar un lugar propio.

—Es cierto —apoyo Taehyung—. Creo que ya le has más que devuelto la falsa amabilidad que te dio, puedes seguir adelante, Minnie-ah.

—Gracias por la oferta, pero por ahora me seguiré quedando con ella. No se preocupen, ya estoy haciendo planes para mudarme —añadió rápidamente—. Solo estoy esperando a tener algo de dinero extra reunido para ello —explicó.

Aunque... Una parte de él ya estaba haciendo planes para mudarse con su alfa, lo cual era un poco tonto. Sí, ambos se conocían desde mucho tiempo, pero solo recién habían comenzado a salir, por lo que no podía simplemente adelantarse tanto.

—Y hablando de dinero extra —pronunció el beta—. Necesitamos hablar de tu otro trabajo —anunció con seriedad.

—Uhm... Sí, eso... —balbuceó.

—Espera —pidió Jungkook y luego su cabeza giró hacia la derecha—. ¿Te importa? Es una conversación privada entre amigos —le reprochó al joven omega.

—Qué cruel, yo también soy amigo de Minnie —dramatizó tocando su pecho.

Jimin torció sus labios y evitó mirarlo.

—¿Has estado molestando a Jimin-ah? —cuestionó kook frunciendo el ceño de forma amenazadora.

—¿Yo? ¿Cómo se te ocurre que lo molestaría? Yo solo estaba preocupado por él —se defendió.

—¿Puedes simplemente irte al otro extremo de la tienda mientras nosotros hablamos? —pidió Taehyung, no siendo muy amable al respecto como veces anteriores.

Jadeando indignadamente, LuHan finalmente se retiró dejando a los tres.

—¿Estás bien? —preguntó Tae.

—Sí, gracias —les sonrió—. Estaba siendo un poco molesto y no me dejaba tranquilo —explicó.

—¿Se enteró de tu trabajo en el bar? —cuestionó Jungkook.

Jimin bufó—. Cree que trabajo en un prostíbulo y me preguntó si me acostaba con mis clientes —respondió con un amargo sabor en su paladar.

—Listo, yo lo golpearé —gruñó el rubio omega, observando al molesto chico quien, al sentir su mirada de odio, inmediatamente se apartó más ocultándose en la cocina.

—No lo escuches, solo está siendo un idiota, más de lo usual —descartó el beta y se concentró observando al pelirosa—. Con Kookie no creemos que sea buena idea que sigas trabajando en ese lugar —indicó.

—Estuve investigando y ese bar es el peor en el que puedes trabajar, Jimin-ah, sin importar lo bien que paguen —comentó Kook, igual de preocupado.

—Podemos ayudarte a buscar más trabajos si quieres, pero por favor, ya no vuelvas ahí —pidió Taehyung, tomando su mano.

—Está bien, ya he renunciado —prometió observando a ambos contrarios—. Simplemente no podía seguir trabajando ahí, odiaba la sensación suciedad que quedaba en mi tras terminar mi turno y... No era un ritmo que iba a poder mantener por mucho más tiempo —se encogió de hombros.

—Por supuesto que no, trabajas toda la mañana aquí, tenías un par de horas y luego ibas a ese bar hasta la madrugada —negó Jungkook—. No tenías tiempo para dormir bien, ni comer, ni descansar.

—¿En serio lo dejaste o es algo que dices para que te dejemos tranquilo? —cuestionó Taehyung con sus ojos entrecerrados.

—No, realmente lo dejé —prometió con una ligera sonrisa.

Inmediatamente el beta tiró de él sin importarle el mesón entre ellos y lo capturó en un abrazo junto al otro omega.

—No sabes el alivio que me da escuchar esto —exclamó Tae, soltándolo—. Después de que Jungkook me lo dijera, me acostaba imaginándome las cosas desagradables que podrían hacerte en ese lugar.

—Está bien, ya no volveré —prometió feliz.

—Uh, ¿Jimin? —llamó Jungkook.

—¿Qué sucede? —le observó.

—¿Por qué estás inundado en el aroma de un alfa? —cuestionó—. Y no cualquiera, sino que del hermano de Tae si no me equivoco —añadió.

—¿Qué? ¿Es así? —exclamó con sorpresa el beta.

—Sí —asintió Jimin—. Y eso es porque nosotros estamos saliendo —contestó alegremente, perdiendo sus ojos en el acto.

Ambos amigos se observaron entre sí antes de mirar al pelirosa omega.

—Uh, Jimin-ah, según recuerdo... No te has hablado con él en semanas y estabas convencido de que pronto comenzaría a salir con alguien —indicó Tae.

—Oh, eso fue solo un malentendido de mi parte —pronunció agitando sus manos—. Resulta que no me estaba haciendo ilusiones por nada, Hyung realmente estaba y está interesado en mí, yo fui el que arruinó un poquito las cosas solo asumiendo sin preguntar —explicó—. Pero el sábado nos... Encontramos y me explicó todo, ayer me pidió que saliéramos —suspiró enamorado.

—¿Estás seguro de que solo era un malentendido? —preguntó el beta—. Había estado bastante seguro de ello —le recordó.

Jimin torció sus labios con algo de culpa.

—Sí, todo fue un malentendido por mi parte —asintió con firmeza—. Yo solo asumí que Yoongi hyung querría salir con alguien mejor que yo, cuando él solo quería estar conmigo —explicó.

—¿Y por qué no apareció antes para resolverlo este malentendido en vez de desaparecer por tanto tiempo? —cuestionó Jungkook—. No habrías sufrido tanto de ser el caso —indicó.

—Es por su trabajo —respondió—. Hyung trabaja como guardia de seguridad y le tocó un trabajo importante afuera —defendió—. Intentó llamarme, pero como mi teléfono murió y él no tenía mi nuevo número... —se encogió de hombros.

Cuando la campanita de la puerta sonó anunciando un nuevo cliente, el rostro del pelirosa omega se iluminó completamente.

—Yoongi hyung —susurró, encantado de verlo.

Saliendo detrás del mesón para ir al encuentro de su alfa, Jimin se detuvo y contempló al igual que sus amigos como LuHan se adelantaba saliendo de la nada e interceptaba a medio camino a Yoongi.

—¿En qué puedo ayudarte? —preguntó con una sonrisa coqueta.

—Busco a mi novio —sonrió—. ¿Sabes dónde está Park Jimin? —preguntó a pesar de que lo estaba viendo directamente.

Ocultando su sonrisa, Jimin inmediatamente se adelantó cuando su alfa pasó por al lado de su compañero de trabajo y lo abrazó con emoción contenida.

—Hola, hyung —saludó inclinando su cabeza hacia atrás para observarle.

—Hola, nene —respondió y enseguida plantó sus labios juntos mientras sus manos se apoderaban de su rostro—. Uhm, estuviste bebiendo un café —saboreó y mordisqueó juguetonamente ese relleno labio inferior.

—Hyung —rió suave, apartándose ligeramente—. ¿Viniste a verme o a comprar algo? —preguntó observándole hermosamente alegre.

—¿Ambas cosas? —respondió, acariciando con su nariz la más pequeña de su omega.

—Yoongi hyung —se carcajeó y le robó un beso dulce y corto—. Dime que quieres.

—Tú.

—Hyung —se sonrojó alzando sus manos para dejarlas sobre las que apresaban su rostro—. Sabes a lo que me refiero —susurró.

—Lo sé —sonrió y besó su frente antes de finalmente darle algo de espacio—. Quiero dos americanos, un café descafeinado simple, tres pasteles de chocolate y saber a qué hora sales para almorzar juntos —anunció.

—Estaré listo en una hora más —respondió alejándose para comenzar a preparar el pedido.

—Perfecto, ¿almorzamos juntos? —preguntó siguiéndolo—. ¿O ya tienes otros planes? —observó a su hermano y al otro omega.

—Almorzamos juntos —respondió rápidamente y se sonrojó cuando sus dos amigos le observaron—. ¿Qué? Él preguntó primero —se excusó y volvió a su trabajo.

—No sabía que no estabas en Seúl —indicó Taehyung, observando a su hermano.

—No es como si me llamaras para saber cómo estoy —respondió, observándolo.

—Tampoco es como si te pasearas muy seguido por la casa para saber cómo estás —se defendió.

—Tae, estás siendo molesto —indicó Jimin, dejando los cafés sobre el mesón para seguir con los pasteles.

—Está bien, seguramente está preocupado por todo lo que me contaste ayer —le excusó el alfa dominante, observando a su pareja dejar los pastelitos.

Taehyung frunció el ceño.

—¿Hace cuánto llegaste entonces? —cuestionó Jungkook.

—Unos días —respondió Yoongi, entregándole el dinero a su pareja—. Intenté llamarlo, pero no hubo caso, entonces lo fui a buscar y bueno, me enteré por una bruja donde se encontraba a esa hora —explicó, logrando que su pareja bajara la cabeza mientras le entregaba su vuelto

—Ella... Dijo cosas feas de mí, ¿no? —preguntó bajo.

—Y no creí absolutamente ninguna de ellas, por eso te fui a buscar —indicó, capturando su mentón entre sus dedos para alzarle la cabeza—. Así que no pienses más en ello, ¿bien? —ordenó, acariciando ese relleno labio inferior con su pulgar.

Sonriendo suave, su chico asintió y el alfa dominante lo recompensó con un beso dulce y corto.

—Vendré por ti en una hora más, me avisas cuando estés listo —pidió Yoongi, observando a su omega antes de tomar su pedido e irse.

—Espera, Tae, ¿a dónde vas? —preguntó Jungkook, observando al beta alejarse.

—Necesito con firmar algo —anunció y siguió a su hermano fuera de la tienda—. ¿Puedes explicarme una cosa antes de irte? —pidió—. Porque realmente hay algo que no entiendo.

—Pregunta —aceptó Yoongi, observándolo.

—¿Sigues fingiendo salir con ese tipo? —preguntó—. No le he querido decir nada a Minnie porque sé que lo iba a lastimar más, pero nuestra madre prácticamente está saltando de felicidad mientras hace planes para ti con tu supuesta pareja —explicó.

—No, yo dejé de fingir hace tiempo, aunque admito mi culpa por no haber aclarado las cosas con ellos —aceptó su hermano—. Lo olvidé entre mi trabajo y buscar a Jimin cuando llegué.

—Bien, decidiré creerte —anunció—. ¿Pero por qué esforzarte tanto en fingir salir con alguien? —indagó, queriendo saberlo desde la propia boca de su hermano.

—Porque mis padres me estaban presionando para que saliera con alguien y mi amigo se ofreció a ayudarme, cuando vi que eso estaba afectando mi relación con Jimin, le dije que el acto se terminaba —explicó tranquilamente.

—Eso no tiene sentido —negó—. ¿Por qué nuestros padres te molestarían por una pareja más que a mí? —cuestionó.

—Porque ellos saben que siempre me ha gustado Jimin y no quieren que esté con él —respondió y se encogió de hombros.

—No comprendo —frunció el ceño ante la inesperada respuesta.

—Realmente me gustaría sentarme contigo y explicarte, pero tengo que volver al trabajo —anunció—. Solo te aseguro de que ya no es necesario que te preocupes más por Jimin-ah, ahora yo estoy a su lado y es mi trabajo hacerlo —prometió—. Deberías de concentrarte más en el otro omega, ayer lo vimos en una cita con otro chico —informó.

—Eso no es cierto —negó inmediatamente.

—Pregúntale a Jimin —dijo y se despidió siguiendo con su camino.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro