YoonGi despertó de forma abrupta mientras sentía una especie de dolor recorrerle el cuerpo de arriba abajo, su mirada se abrió y cerró varias veces mientras sentía el desconcierto de su lobo en su interior.

¿Dónde estaba?

— No es tiempo para que piense en donde está. — YoonGi parpadeó confuso mientras intentaba localizar la ubicación de la persona que le estaba hablando. — Me van a matar si nos consiguen.

— ¿De qué está hablando? — El beta suspiró profundamente mientras veía la hora en la pared.

— En estos momentos mi jefe y sus personas más cercanas están ocupados. — Mencionó sin querer explicar más detalles. — Yo solamente quería un puto trabajo, no quería estar cuidando de un hombre al que posiblemente matarían, no soy de ese tipo. — Mencionó tratando hacerle entender al alfa.

— ¿Jimin? — El beta parpadeó confuso. — ¿Jimin? ¿Dónde está Jimin? — YoonGi se removió incómodo en el asiento. El beta le hizo una señal para que se detuviera.

— No sé quién es Jimin, usted llegó solo a este lugar y me tocó ver la forma en la cual lo doblegaron. — Mencionó con algo parecido a la compasión en su tono de voz. — Si hubiese recibido la paliza que usted recibió, estaría muerto justo ahora. — YoonGi asintió mientras veía la figura de un hombre acercándose a pocos pasos. — Liberaré las cadenas aislantes, eso hará que su lobo regrese a usted, luego tendrá que hacerme caso en cada momento si quiere que salgamos de aquí.

— Necesito llamar a Jimin. — Pidió. El beta negó.

— ¿Qué puede hacer su pareja para ayudarle? — Preguntó de forma sincera. El beta desconocía quién era la persona frente a él o por cuales motivos estaba ahí, él solamente estaba encargado de cuidarlo y no dejarle escapar como lo estaba haciendo ahora.

— Mi pareja es un jodido loco que debe estar buscándome debajo de cada piedra que esté en Seúl. — Sonrió confiado mientras a su mente llegaba la imagen de Jimin. — Mi chico vendrá por mí, él nunca me dejaría. — Aquello sonó tan crudamente seguro que el beta no dudó en sacar su teléfono y extenderlo al alfa.

— Por favor no deje que me metan preso. — Pidió. — Yo realmente no quería... — YoonGi negó sin dejarle terminar.

— Me estás ayudando a salir de aquí y regresar con mi omega, tú para mí eres una persona completamente diferente a toda la mierda que nos rodea en este lugar. — Mencionó mientras movía sus manos y dedos para hacerlos destensarse. Cuando estuvo listo tomó el teléfono y simplemente marcó el número que se sabía de memoria.

...

Jimin se dejó caer en su escritorio mientras sentía los nervios hacer estragos en su cuerpo, estaba que se moría. Literalmente.

Había tenido la conexión de YoonGi tan cerca y la había perdido en cuestión de segundos, incluso sintió los deseos de su lobo por cambiar y rastrear a su alfa, pero con solo tener una probada del aire a su alrededor supo que aquello sería como buscar una aguja en un pajar.

Por muy exquisito que fuera el olor a robles y tierra mojada, habían otros olores que alteraban la escena.

Y el tiempo seguía corriendo.

Cuando su teléfono vibró sobre la mesa de su escritorio, por un instante quiso ignorar la llamada. Pero un algo dentro de él lo hizo hacerle una seña a JungKook que el menor claramente entendió.

En lo que estuvo seguro que todo estaba listo, contestó la llamada sin dudar.

— ¿Hola? — Respondió dudoso.

— Jimin. — La voz grave de su alfa le hizo levantarse de forma abrupta. — Tengo poco tiempo y estoy como la mierda. — Expresó. Aquello arrebató una sonrisa sincera por parte de Jimin. — Estoy en una de las bodegas de un socio de Kang, hay alrededor de diez hombres dentro del edificio, no sé cuántos estén afuera.

— ¿Cómo estás? — Preguntó sin poder evitarlo. Un suspiro sonoro se escuchó del otro lado de la línea.

— Te dije que estoy como la mierda, me duele todo el maldito cuerpo y no sé cuánto pueda avanzar sin desmayarme. — Mencionó. Jimin apretó las manos en puño mientras sentía a su lobo revolotear desesperado en su interior. — Me está ayudando alguien, intentaré cambiar para ver si con ello algunas heridas ceden y me dejan movilizarme con más libertad, no tengo que pedírtelo pero... — Jimin sonrió.

— Sabes que iré por ti a donde sea hyung, no puedes dejarme solito ahora. — Susurró cuando vio la señal afirmativa por parte de JungKook.

— Lo sé. — Mencionó finalizando la llamada. Jimin no necesitó decir más. NamJoon simplemente asintió.

— Vamos por las cosas, tenemos que buscar a YoonGi.

...

YoonGi se mantuvo en silencio la mayor parte del tiempo mientras seguía al beta frente a él, no podía evitarlo pero sentía miedo, en otras condiciones quizás hubiese tenido una perspectiva diferente de toda la situación que estaba viviendo.

Pero ahora no podía hacer mucho, incluso en su forma animal cojeaba por la falta de descanso y aquellas cadenas habían logrado aislar por completo a su lobo.

— ¿Estás seguro que tu chico vendrá? — Preguntó el beta viendo con desconfianza el largo pasillo por el cual debían pasar. — No quiero tentar más de la cuenta a la suerte que nos acompañó desde el salón de abajo hasta aquí.

— ¿Alguna vez escuchaste sobre la mujer del alfa que te contrató? — Preguntó YoonGi manteniéndose alerta ante cualquier movimiento que no viniera de ellos dos. El beta asintió un poco inseguro.

— ¿La dueña de la casa de muñecas no? — Cuestionó el beta. YoonGi asintió. — ¿Qué tiene que ver ella con tu pareja?

— Mi pareja la mató. — Mencionó serio. — Era su vida o la de la mujer, mi omega no dudó en defenderse, tenía que regresar a casa.

— ¿Por eso estás aquí? — Cuestionó viendo el pasillo. Aún no había ningún movimiento por parte del personal. — ¿Crees que puedas caminar más rápido? — El pálido negó.

— No puedo cambiar a mi forma animal todavía, el estado de mi lobo no es del todo bueno para forzarlo a cambiar. — El beta asintió comprensivo.

— ¿Y esto que se supone que es? — La conocida voz de Kang resonó por el pasillo. — ¿Los ratones están haciendo fiesta mientras los gatos duermen? — YoonGi maldijo cuando no pudo notar la presencia del contrario a su alrededor. — ¿Pensabas que podrías escapar querido YoonGi-ssi? Eres mi boleto para tener al lindo Jimin conmigo.

— ¿Qué te hace pensar que Jimin quiere estar contigo? — Preguntó el alfa. — Conociéndolo, estará molesto. — Sonrió. Kang quiso responder pero no le dio tiempo, el sonido de cristales rompiéndose lo alertó en primera instancia.

— Y mi alfa me conoce muy bien. — La voz característica del omega se escuchó por la sala, seguido de este estaban los amigos de YoonGi, cada uno apuntando a la misma dirección. — Estás jodido.

...

¡Hola! Gracias por leer, votar y comentar.

Me alegra mucho el cariño que le han dado a esta corta historia que finaliza en el próximo.

Disculpen cualquier error que se me pudiera pasar.

¡Nos leemos pronto!