Pov. Normal.

Poco a poco abrió sus ojos, una luz blanca lo inundó, estaba en una habitación blanca, cortinas de un tono azul claro eran movidas por una suave brisa de una ventana abierta, un sonido constante de una máquina conectada a él, su mano izquierda con dos tubos de plástico, los cuales iban a dos bolsas, una cristalina y otra roja, una molestia en su nariz, sintió un tubo en esta al llevar su mano derecha a su rostro, sintió una venda en su cabeza junto con un dolor, más vendas en sus brazos, y una pierna enyesada y otra vendada. ¿Que había pasado? ¿Que hacia en ese lugar?

Otro ruido se escuchó, dos personas entraron, dos chicos, uno más alto que el otro y aparentemente mayor también. El segundo chico, al verlo despierto sonrió aliviado, luego cambio a preocupado, después asustado, terminó frunciendo el ceño y mirando a la nada, evitando la mirada azulada y confusa del chico en la camilla.

-Lance.-hablo el más alto acercándose a él.-Me alegra que estés despierto. Debes estar confundido y adolorido.-decía con una sonrisa aliviada y acercándose.

Solo lo miro confundido, frunciendo el ceño mirándolos a ambos, en especial al chico de greñas.

-¿Que? Se que soy a quien menos quieras ver, pero no es para que me pongas esa cara.-contestó en modo de autodefensa el greñudo

-¿quienes son?-su voz era baja pero entendible para ambos chicos, quienes abrieron los ojos de par en par y se acercaron más al moreno.

-Lance, esto no es gracioso si es una de tus estupidas bromas.-dijo el coreano molesto al lado derecho del moreno.

-¿Quien es Lance? ¿Quien eres tu? ¿y tu? ¿que hago aqui? ¿donde estoy?-decía confundido y mirando a los lados, se estaba alterando un poco.

Los dos chicos se miraron preocupados.

-Shiro...no me digas que...

-Tal vez...Lance, ¿de verdad no recuerdas nada?

-No se quien es Lance...no se nada.-se notaba su miedo y desesperación al moverse en un intento de levantarse, cosa que los chicos impidieron.

-No te muevas. Iré a hablar con el doctor que te atendió. Keith, quédate con Lance.-dijo el mayor serio y saliendo de la habitación.

Lance miraba a Keith confundido, pasaba su mirada por todo el lugar y volvía al chico. En verdad no sabia nada, ni quien era, que hacía alli, que había pasado, quienes eran ellos, nada de nada. Keith suspiro y se sentó en la camilla al lado del moreno.

-Lance...-no sabia que decir, era algo incómodo.-¿te...duele?-pregunto refiriéndose a sus vendajes y pierna enyesada.

-...-un silencio por unos segundos mirándolo directo a los ojos.-Si...me duele todo. La cabeza, los brazos, las piernas, esta cosa en mi mano.-volvió a su silencio viendo por quinta vez toda la habitación, como si esperara que algo cambiará.-¿Keith, verdad?-el mencionado asintió.-¿Que me paso? ¿Quien eres? ¿quien era ese...emm...¿shico? ¿shino? ¿shi...

-Shiro.

-Shiro...¿quien era? No entiendo que pasa.

-Ammm...no se si sea bueno decirte todo de golpe, leí que en casos de perdida de memoria no se debe decir todo de golpe o es malo para el paciente.

-No me des detalles, solo dime al menos quienes son y que hago aquí.

-...bueno, para resumir yo...nosotros somos amigos tuyos, tuviste un accidente hace...hace 6 meses y...te quedaste en coma.

-¿6 meses? Tanto tiempo...en verdad no puedo recordar nada...

-¿Ni siquiera a tu familia?

-¿Mi familia?

-Tus hermanos, Luis, Marco, Verónica, tus padres Maria y Jesus, tus sobrinos no recuerdo el nombre de todos...pero una sé llamaba Rachel, tus abuelos. ¿No los recuerdas?-Lance negó.-...ellos son importantes para ti Lance.-dijo bajando la mirada preocupado, no podía creer que el moreno olvidará a su amada familia.

-¿Tu los conoces? Dijiste sus nombres.

-Si...nos conocemos desde hace años, por eso conozco tu familia y ellos a mi.

-...tuve un accidente...¿que fue lo que paso? Tuvo que ser algo feo, mírame, estoy hecho mierda.

-...no se si sea bueno explicarte. No creo que sea bueno para ti. Mejor...mejor intenta relajarte, esto debe ser pasajero.

-...es solo que...no me gusta estar asi. No se nada, me siento como una planta, o una mota de polvo que ni existe.-estaba decaído, desesperado por no saber que pasaba, ni quien era, ni nada.

-Lance...-se atrevió a rozar su mano con la punta de sus dedos, para después tomarla y apretarla.-Tranquilo, todo estará bien. Confía en mi, todo estará bien, ¿si?-dijo con una sonrisa algo triste.

El moreno lo miro y sintió una corriente relajante. Asintió sin dejar de ver el rostro del coreano.

-Bien. Iré a ver que sucede con Shiro y el doctor. Ya vuelvo.-dijo recibiendo un "si" como respuesta.

Keith salió de la habitación, afuera dio un suspiro y camino en busca de Shiro y el doctor que atendía a Lance. Los encontró rápido, duró seis meses en ese lugar y ya casi lo conocía totalmente.

-Keith, no debiste dejar a Lance solo.-dijo el mayor viendo a su amigo.

-Tardabas mucho y quiero saber que le pasa.-contestó cruzándose de brazos y sonando serio.

-Bueno, como estaba diciendo.-hablo el doctor llamando la atención de ambos chicos.-El accidente de su amigo fue muy grande, ya saben que tuvo suerte de salir vivo, y más suerte aún porque logró despertar. La pérdida de memoria es normal, le haremos unas tomografías para ver si no hay daño en el cerebro, y un psiquiatra lo verá para ver si necesitará algún tratamiento, pero quizá la pérdida de memoria sea permanente.-al escuchar eso, Keith sintió un escalofrío.-pero eso lo veremos con las pruebas. Por ahora, lo mejor es que descanse, y poco a poco contarle todo lo que no recuerde. Se quedará aquí una semana mas, después lo mejor es que vaya a su casa para que su mente fluya y quizás recuerde algunas cosas.

-Él vivía en una pequeña casa cerca de la universidad con su compañera de piso, pero ella se fue. ¿Es bueno dejarlo sólo?-pregunto Shiro no muy convencido de dejar a su amigo sólo.

-¿No tiene familiares aquí?

-Toda su familia esta en Cuba.-contestó Keith de inmediato, él tampoco quería dejar sólo a Lance, al menos no en la situación en la que esta.

-Lo mejor es que este en un lugar conocido, pero si hay problemas, podemos mandarle alguna enfermera que lo cuide.

El coreano hizo una mueca de disgusto, no quería que alguien más cuidará del cubano, ya era suficiente con las enfermeras que cuidaron de él aquí.

-Quizá yo me pueda quedar con él.

Shiro lo volvió a mirar, esta vez sorprendido por lo que dijo.

-Bueno, eso lo veremos en una semana. Por ahora, iré a preparar las cosas para hacer su tomografía, Shirogane, ve a radiografía y lleva el expediente de Lance.-fue lo ultimo que dijo el hombre antes de irse.

Shiro trabajaba alli, estaba estudiando para ser doctor, y por ahora estaba haciendo sus prácticas como enfermero en ese hospital, gracias a eso fue que Keith pudo pasar días completos al lado de Lance.

El coreano se disponía a volver a la habitación del cubano, pero el mayor lo detuvo.

-Keith espera. ¿De verdad de quedaras con Lance? No creo que sea buena idea. Después de todo lo que paso...-se notaba su preocupación por él, era como su hermano menor después de todo.

-Shiro. Yo se lo que hago, ¿si?-contestó sin mirarlo, estaba más que consciente de todo lo ocurrido.

-...Esta bien. Solo...no hagas nada de lo que te arrepientas después, ¿esta bien?

-Si, ya lo se.

El mayor, no muy seguro, se fue a hacer lo que el doctor le pidió y seguir en su turno, mientras que el coreano volvía a la habitación del cubano.

Al estar nuevamente frente a la habitación, Keith dio un suspiro y entro, volviendo a ver a Lance igual que como lo dejo, sentado viendo por la ventana algo confundido. Sus ojos azules parecían brillar con luz que entraba por la ventana, sacudió su cabeza ignorando esa idea que se le cruzó por la mente y camino para volver al lado del cubano.

-Lance.-lo llamo haciendo que el nombrado lo volviera a mirar, esta vez sin tanta duda. No lo recordaba, pero algo le decía que podía confiar en él.

-¿Que paso? ¿Te dijeron algo?

-Sólo que te harán unos análisis y un psiquiatra te vendrá a ver, para saber si esto es temporal o...

-¿Me voy....a quedar asi? Sin saber ni quien soy...la familia que dices que tengo...mi vida hasta ahora...

-Tranquilo. Todo estará bien. Te ayudare en todo lo que pueda. En una semana te podrás ir de aquí, pero para que no estés sólo, me quedare contigo. ¿Está bien?

-...si, claro. Perdona si no te recuerdo Keith, ni siquiera se porque haces esto.

Keith guardo unos segundos de silencio, la culpa le carcomia por dentro.

-...somos...Somos amigos desde hace tiempo, nos conocemos bien, por eso...no quiero dejarte sólo.

-Te creo Keith. Aunque no lo recuerde, yo te creo en lo que me dices.-sonrió confiado, no importaba si no lo reconocía, con escuchar la voz del coreano decir cualquier cosa, algo en él le decía que era verdad.

Keith sintió un remordimiento, un revoltijo en el estómago, esta era...la primer mentira que decía.