Holmes Chapel, Inglaterra.
1 de Febrero, 2008.

Me miré al espejo por última vez y ajusté el corbatín azul pantone que acompañaba mi traje gris tras dar un suspiro de pesadez, para luego ver a mi madre en el umbral de la puerta con una triste sonrisa en su rostro.

- Luces muy guapo. -Habló mientras se adentraba despacio en la habitación hasta quedar a mis espaldas.-

Me limité a bajar la mirada y juguetear con mis dedos sin emitir palabra alguna, ella recargó sus manos en mis hombros de forma reconfortante.-

- No puedo creer que ya cumplas veintiséis.       -Pude notar un deje de nostalgia en su voz y esta vez la mire a través del espejo acariciando una de sus manos en mis hombros.-

- Siempre seré tu pequeño, es decir mírame, Nisiquiera puedo valerme por mí mismo.
-Dije con cierto deje de humor negro y ella me lanzó una mirada compasiva.-

Detestaba esa mirada,
era una mirada de lástima.

- Eres más fuerte de lo que crees, vamos.
-Dijo tomando ambas manillas de la silla de ruedas para luego arrastrarla hasta la salida.-

Al bajar por el pasillo destinado para la silla de ruedas, ya todos se encontraban allí, estaba mi hermana Gemma quien había viajado desde el otro extremo de Londres solo para estar en mi cumpleaños y hasta Niall y Zayn, no pude evitar sentir cierto estruje en mi pecho al no ver a Louis allí, habían pasado diez años desde su muerte y aún dolía como el primer día.

Todos sonrieron abiertamente al verme y se acercaron a saludar, Gemma me dio un gran abrazo y yo la abrazé de la misma manera, se había casado y tenía seis meses de embarazo, estaba hermosa y feliz, y yo también lo estaba por ella.

La noche transcurrió y todo iba tranquilo, felicitaciones por aquí y por allá pero yo no entendía el motivo de celebración, para mí solo era un día más, le había perdido el sentido al "cumpleaños" hacía ya mucho tiempo.

- Feliz cumpleaños, hermano. -Expresó Niall acercándose junto a Zayn para luego darme un cálido abrazo.-

- Como te sientes? - Habló el moreno mientras tomaba de su cerveza.-

- Cansado. -Expresé ocasionando un leve silencio en el grupo.- Pero no se preocupen, su viejo amigo está feliz de tenerlos aquí.- Proseguí ganándome una sonrisa por parte de ellos esta vez.-

- Eres un amargado, yo ya estaría en un bar rodeado de chicas. -Habló el rubio para recibir un zape en la cabeza de parte del moreno.-

-No seas idiota, Harry tiene a Leyla.
-Dijo y los tres reímos.-

- Hey, hace cuando no...?
-Preguntó con indiscreción el rubio y lo miré con el ceño fruncido.-

- Tengo mis métodos. -Me encogí de hombros.-

- Oye pero, y como le haces? - Bromeo Niall y Zayn lo miró como si fuese estupido.-

- Existen el oral y las manos sabes? - Dijo Zayn y sentí mi rostro enrojecer de cierto modo cuando recuerdos llegaron a mi cabeza.-

- Ya, cállense. - Dije peinando mi cabello hacia atrás para luego mirar alrededor y asegurarme de que nadie estuviera mirando.-

- Bueno bueno ya, mejor cambiemos de tema, Cuando piensas decirle todo?

Suspiré y los mire de forma nerviosa.

- Hoy.

- De qué hablan? -Preguntó Niall de forma confundida haciendo que ambos de nosotros pudiéramos los ojos en blanco.-

- Ya lo verás querido amigo, ya lo verás.

Les di una media sonrisa y mi vista se posó en la hermosa imagen que tenía en frente, Leyla entro a la sala tan bella y radiante como siempre, llevaba puesto un ceñido vestido rojo pasión con una gran sonrisa en su rostro y su mirada chocó con la mía con aquel destello rebelde en ellos, esa mirada que era capaz de quitarme el aliento en segundos.

Por primera vez en la noche sonreí abiertamente cuando la vi acercarse a mí.

- Harry! -Habló aquella hermosa rubia para luego plantar un beso sobre mis labios.-

- Princesa! -Sonreí como idiota enamorado tras saborear sus delgados y rosados labios.-

- Feliz cumpleaños! - Dijo mientras se agachaba a mi altura y me entregaba una caja dorada adornada con un gran moño azul y una nota enganchada.-

"Para el mejor hombre del mundo, gracias por todos esos hermosos momentos que hemos vivido juntos, muchas felicidades y que cumplas muchos años más,
Te ama. - Leyla. xoxo"

Sonreí por la nota y la mire a sus grandes y hermosos ojos azules para luego abrir la caja y ver un marco con una foto nuestra, era la primera foto que nos tomamos, cuando teníamos trece años.-

Miles de recuerdos, desde tristes a hermosos invadieron mi mente y sentí mi corazón estrujarse queriendo volver el tiempo atrás, haciendo que soltara un suspiro de nostalgia.

- No te gustó, amor? -Preguntó en tono preocupado y la mire negando rápidamente con la cabeza.-

- Me encantó, gracias. - Dije para luego tomarla de las mejillas y besarla dulcemente haciendo que ella sonriera en medio del beso.-

- La cena ya está lista, vamos, vengan!
-Anunció mi madre con entusiasmo y Leyla se encargó de llevarme junto a ella hasta la mesa.-

Tome la mano de Leyla en un gesto dulce y plante un beso en su dorso una vez que se sentó a mi lado recibiendo un guiño de su parte.

El sonido de una copa siendo golpeada delicadamente con algo llamó la atención de todos hacia mi madre quien se encontraba parada frente a la gran mesa familiar.

- Quisiera hacer un brindis por mi hijo.
-Empezó haciéndome sonrojar y haciendo que todos sostuvieran sus copas hacia arriba en forma de brindis incluyéndome.-

- Por ti mi niño, por que además de ser el chico más dulce y noble del mundo eres un héroe, eres fuerte y capaz, humilde y caballeroso, tan lleno de buenas virtudes... espero que nunca cámbies, tú y Gemma son el regalo más preciado que tengo, que Dios te permita alcanzar todo lo que te propongas y recuerda, para ser feliz no es necesario tenerlo todo. Feliz cumpleaños! y que sean muchos más!  -Dicho esto alzó su copa, todos brindamos, yo le lanze una pequeña sonrisa y murmuré un "gracias".-

Tenía a la mejor madre del mundo.

Mi madre había preparado mi comida favorita y la disfrute como nunca, mis manos sudaban y tomaba de mi copa cada cinco segundos mientras mis dedos chocaban contra la mesa creando un sonido arrítmico.

Miré a los chicos los cuales me dieron asentimientos y señales con la cabeza en señal de apoyo y le di un último sorbo al agua para luego carraspear de manera que la atención de Leyla se posó en mi.

-Te encuentras bien? -Me miró a los ojos haciendo que tragara en seco.-

- Y-yo... Eh...si, si, Solo... Quería hablar contigo. - Ella frunció el ceño pero posó toda su atención en mí tomando mi mano izquierda entre la suya.-

- Entonces Adelante. -Dijo con una media sonrisa en sus labios.-

- Podría ser a solas? -Mordí mi labio inferior con incertidumbre y ella asintió excusándonos para luego salir de allí arrastrándome con la silla.-

Llegamos a la terraza y los nervios me asaltaron, no sé si sería capaz de hacer esto... No quería que confundiera las cosas... Pero necesitaba ser honesto con ella, Ya no aguantaba más opresión en mi pecho.

- Y bien? Habla ya! Me tienes intrigada con tanto misterio! -Dijo en ese tono chillón y adorable que la caracteriza.-

Tras un suspiro decidí mirarla a los ojos y tomar sus manos entre las mías, a lo que ella se sentó frente a mí mirándome también.

- Leyla... tú y yo nos conocemos desde niños, hemos estado juntos desde que tenemos catorce años, has estado allí para mí incondicionalmente y has soportado mucho más que mis cambios de humor. -Dije refiriéndome a mi actual condición y ella simplemente asintió incitándome a continuar.-

- Eres hermosa... Eres tan hermosa que aveces pienso que soy poco para ti, eres todo lo que alguna vez soñé... -Llevé ambas de sus manos a mis labios y besé sus nudillos.-

- Harry... -Ella habló pero la interrumpí poniendo mi dedo índice índice sobre sus labios a lo que calló.-

- Shhh... -Acaricié sus labios con mi dedo índice y mire sus ojos azul mar los cuales irradiaban miles de emociones ocultas.-

- Eres todo lo que un hombre puede desear... Eres lista, noble, hermosa, fuerte y a la vez tan delicada... -Coloqué un mechón de pelo detrás de su oreja y ella apretó mis manos entre las suyas mirándome profundamente mientras sus ojos me miraban cristalizados.-

- Me haces tan feliz... -Dije terminando de acortar la distancia entre nosotros con un cálido roce contra sus labios y un sollozo salió de estos.-

- Podré no tener la vida perfecta...Pero a tu lado siento que lo tengo todo...

- Harry... -Me interrumpió en un susurro mientras me separé para mirar sus ojos.-

- Cásate conmigo, Leyla. - Dije tomándola de las mejillas y limpiando sus lágrimas pero ella solo sollozo repetidas veces más mientras un mar de lagrimas comenzaba a deslizarse por sus sonrojadas mejillas.-

- Harry, yo...

-Prometo hacerte feliz, continuaré la terapia y te daré esa familia que tanto quieres mi amor, serás mi reina, te lo prometo. -Dije mientras llenaba de besos sus manos.-

-No lo entiendes... -Dijo entre sollozos y yo la miré confundido.-

-No entiendo?... Que no entiendo, amor?

- No puedo... -Dijo evitando mi mirada.-

-No puedes?... No puedes que? -Dije confundido y con un deje de temor en mi voz.-

-Esto... No puedo Harry, No puedo casarme contigo... -Dijo cerrando sus ojos con fuerza mientras lágrimas como cascada sé resbalaban por sus mejillas.-

-Que?... Por qué?...

-Harry es que no está bien, nada de esto lo está...

- Avanzaremos juntos... Como lo prometimos mi amor...

- Harry eres inválido! - Gritó haciéndome callar y escuché el sonido de mi corazón quebrarse.-

Bajé la mirada y cerré mis ojos con fuerza y solté sus manos para arrastrar la silla hasta darle la espalda.

Sus sollozos podían escucharse haciendo el nudo en mi garganta más grueso y denso cada vez, mientras mis manos se formaban en puños apretados hasta ver cómo mis nudillos se tornaban blancos.

-Esto ya no tiene remedio... -Sollozó.-

-Eso es lo que soy verdad?...

Gire la silla hasta encararla y encontrar sus ojos con los míos, el mar y las esmeraldas mezclándose en un millar de emociones y sentimientos.

- No soy más que un inválido. -Dije con desprecio y ella bajó la mirada guardando silencio.-

Minutos o quizás horas pasaron en silencio, no medí la noción del tiempo pero cada segundo que pasaba, su rechazo dolía más.

-Tu jamás serías capaz de darme una familia.. Yo... tengo una vida por delante, tengo que estudiar... Quiero ver el mundo, necesito a alguien que me proteja... No a alguien a quien yo tenga que proteger Harry... Yo... Lo siento...

- Lo prometiste... -Dije mientras una lágrima se resbalaba por mi mejilla y ella cerró sus ojos con fuerza dándome la espalda esta vez.-

El toque de la ventanilla de cristal de la terraza fue tocada y limpie con mi manga el rastro de mis lagrimas viendo a mi madre desde el otro lado.

- Adelante. - Anuncié y mi madre entró con cara muy confundida.-

- Está todo bien? - Nos miro a ambos y Leyla seco rápidamente sus lágrimas y tomó su bolso para dirigirse a la salida sin más, dejándome allí... solo y roto.-

- Que acaba de pasar?... -Preguntó mi madre acercándose a mí y saqué de mi bolsillo la pequeña caja color azul terciopelo y se la entregué para salir fuera de allí.-