Jimin.

Me adentro en el bosque oscuro mirando hacia atrás a cada segundo, porque ellos me persiguen.

Están hambrientos y salvajes.

Tengo miedo, mucho miedo. No quiero que me atrapen.

Mis pequeñas piernas tratan de correr con rapidez en lo que mi respiración me comienza a cobrar factura. No puedo ver nada y por favor que alguien me ayude, ya no puedo más, me aterra lo poco que veo en mi campo de visión.

El ruido de las hojas secas crujen cada vez que paso sobre ellas, y las ramas secas se quiebran en mi trayecto. Siento que me voy a desmayar.

Ayúdenme por favor.

Nadie me escucha, y deseo desde lo más profundo de mi ser que esto solo se trate de una pesadilla.

Sigo avanzando sin mirar atrás con las esperanza de encontrar una luz, una casa, a alguien.

No se donde estoy, pero llevo corriendo sin parar un poco más de media hora, y por cada paso que doy, el bosque se hace mas recóndito y frondoso.

Los árboles siguen pasando a mi alrededor como si no tuvieran fin, mientras que el viento salvaje e indómito alza mi caperuza roja, gracias a la velocidad de mis movimientos.

Me siento en la escena de una pelicula de terror, en donde el protagonista huye de su asesino, o en mi caso, asesinos.

De haberle hecho caso a mi madre en lugar de Taehyung, ya me encontraría en casa, tomando un delicioso chocolate caliente, y terminando mi libro de Agatha Christie. Pero desde niño soy un imprudente curisoso, haciendo travesuras con mi único primo.

Juro que si salgo vivo de esta, las ordenes de mis padres serán ley.

Me detengo abruptamente, en tanto mis manos se apoyan en mis fragiles rodillas. Siento las gotas de sudor descender lentamente desde la sien hasta culminar en mi cuello. Mi aliento se vuelve cálido, no obstante en mi pecho se aloja una sensación de frialdad. Ya no conservo fuerza en las piernas, y presiento de que si doy un paso más, caere de bruces en la tierra.

De repente, escucho varios aullidos agudos. Al parecer están llamando a más de ellos. Tiemblo de pavor de tan solo imaginar como esos animales serán capaces de romperme el cuello de una mordida, y luego convertirme en su cena.

Miro a mi alrededor mientras me apoyo con uno de mis brazos en el árbol más cercano, e intento recuperar el aliento.

Finalmente a los lejos diviso una cabaña. Seguro vive alguien, y a lo mejor sirve de refugio mientras llega la mañana.

Doy mi último aliento para correr y llegar allí. Cruzo la cerca que rodea la pequeña casa, pero mis piernas ya se encuentran muy débiles, e inmediatamente tropiezo con algo puntiagudo.

Mi rodilla y el brazo izquierdo, son los primero en aterrizar estrepitosamente en el suelo, continuando con el resto de mi cuerpo. Libero un quejido de dolor, y pierdo la poca fuerza que me queda.

Cualquier esperanza de vivir se fue por el caño. Escucho como a pocos metros de mi blandengue cuerpo, se quiebra una rama, continuando con un gruñido.

Me volteo con rapidez y es entonces que noto que estoy rodeado por una manada salvaje de cambia formas.

Está muy oscuro, y muy escasamente puedo ver, pero aún así aquellos colmillos blancos resaltan entre las penumbras de la noche. Sus ojos amarillos me observan como la exquisita, y fácil presa que soy.

Estoy rodeado por ellos, y mi miedo no me permite mover siquiera los dedos de mis pies.

Este el fin. De saber que moriría devorado por una jauría de lobos, me hubiera despido de mi familia y amigos como era debido.

No le hubiera hecho caso al primo Taehyung, y hubiera continuado en el sendero correcto como siempre hice la mayor parte de mi vida.

Visitar a mi abuela a la mitad de un bosque nunca fue un problema. A veces en compañia de mis padres, o incluso solo, pero siguiendo el camino correcto.

Solo bastó para que Taehyung me retara a llegar más rápido que él a casa de la abuela, y de idiota creerle cuando me recomendó irme por el sendero más corto.

Es mi culpa.

Me arrastro hacia atrás con mis brazos y aprieto los ojos en la espera del último minuto de mi vida. Siento como aumenta mi pulso y mi pecho se mueve con sofocación. Las lágrimas ya comenzaron a recorrer por mis mejillas, con la luna llena reflejándose en ellas.

Pero, las mordidas no llegan. Los dientes que creí que ya estarían clavados en mi piel, no lo hacen. Siquiera un arañazo.

Ahora todo se torna en un profundo silencio, siendo las hojas de los árboles las que brindan el único sonido del solitario y temible bosque, moviendose al compas del viento. Debería sentir alivio, porque quizás ya no me veía tan delicioso, y decidieron no comerme. Sin embargo mi instinto pobre de superviviencia me dice que no abra los ojos, o de lo contrario eso será señal para que esos animales se me vengan encima.

Primero entre abro uno de ellos, y al notar que el lugar en donde anteriormente se encontraban los lobos esta vacío, finalmente abro ambos.

Mi respiracion aún se encuentra errática. Observo a mi alrededor en busca de los animales, y lo último que veo es como el único lobo que quedaba, hace un tipo de reverencia, para seguidamente retirarse.

Eso fue muy raro, debo admitir.

Con un suspiro de alivio sacudo mis manos y me levanto. Quito la tierra que se alojó en mi cuerpo gracias a la caída, y me volteo en dirección a la cabaña.

La observo comenzando desde el techo, hasta terminar en el suelo de madera con las escaleras que dan al pórtico. Es una casa antigua. Lo puedo notar por la pintura desgatada en las paredes, y las ventanas devoradas por las termitas, pero tampoco tan vieja como para estarse cayendo a pedazos.

Es humilde y acogedora, perfecta para pasar una noche escondiendote de lobos salvajes y hambrientos.

Aún con mis piernas débiles pero mi respiración más calmada, subo las escaleras y me coloco enfrente de la puerta. Toco tres veces, pero pasados los minutos nadie me abre.

Rodeo la casa buscando señales de vida mirando a través de la ventana, pero nada.

Puedo escuchar cerca a los lobos, y aunque sé que por alguna razón se abstuvieron a pasar las vallas, tengo que esconderme.

Intentaré abrir, y si el dueño de la casa llegara aparecer, le explicare mi delicada, y casi mortal situación. Seguro entendera.

Sostengo la manija entre mis manos rezando a todos los dioses para que no tenga seguro, y suspiro con alivio al ver que cede al primer intento.

"Aquí estaré a salvo"

Me adentro en la casa, en tanto voy retirando la capucha de mi cabeza.

Mis pies me hacen explorar lo que parece ser una sala. Hay un viejo sillón cubierto de telarañas en una esquina, y a su lado una pequeña mesita de madera, siendo tragadas por las termitas, así como las ventanas del exterior.

Parece ser una casa abandonada.

Por fuera quizás se ve algo desgastada pero habitable, en cambio su interior si esta bastante descuidado. Lleno de polvo y suciedad.

Algo me detiene. Más especificamente un recuadro con la foto de una familia, y extrañamente, es el único objeto sin una pizca de polvo.

Me acerco paulatinamente, para comprobar que es el recuerdo de una familia.

Sin embargo mi vista se enfoca en un chico joven de cabello azabache y ondulado, alto, musculoso, mirada penetrante e indescifrable, y el rostro sin querer dar ni una señal de sonrisa.

Es muy atractivo, y a mis dieciséis años es la primera vez que siento cautivado por un hombre.

Acerco mi mano a su rostro, pero antes de poder tocar el objeto, escucho como la puerta que creí haber cerrado, se estrella con fuerza ocacionando que salte en el lugar, y deje escapar un chillido.

Escucho una respiración profunda, pero mi vista no logra enfocar su cuerpo. Esta completamente oscuro.

Es entonces que unos ojos rojos y brillantes se dan paso a través de la oscuridad, mientras me observan fijamente.

Mi cuerpo comienza a temblar de pies a cabeza, y mi boca se abre en el intento de gritar, más lo único que consigo, es soltar un jadeo bajo.

Aterradora no sería la palabra indicada para describir como me siento justo ahora. Y si los lobos del exterior me provocaron miedo, ahora siento un pánico tremebundo.

Como si no fuera suficiente, la criatura desconocida me gruñe en tanto se acerca paulatinamente hacia mí. Logro mover mis piernas pero solamente para deslizarme hacia atrás, dejandome acorralar como si fuera una presa.

Ahora entiendo porque los lobos se limitaron a cruzar el territorio de la cabaña. Lo que vive aquí es mucho peor que ellos.

No escape de nada. Solo me ofrecí en bandeja de plata como si fuera una jodida carnada.

-- Me pregunto que hace un niño bonito como tú por estos lares.

Su voz es tan grave y autoritaria, que logra debilitar todos mis sentidos sin tan siquiera darme cuenta.

-- Yo...yo creí que...-

--¿Que estaba deshabitada? Acaso no te enseñaron tus padres que en casas ajenas no se entra sin permiso.

La imponente figura finalmente sale de aquella esquina en tinieblas, y ahora lo que veo es a un hombre sumamente alto y musculoso. Cabello ondulado y negro, sujeto en una coleta. Ojos medianos, redondos pero un poco rasgados, nariz larga y labios pequeños pero muy carnosos.

No lleva la parte superior, en cambio, solamente lleva unos pantalones de tela ajustados a su cadera, junto a un cinturón de hebilla plateada.

Su torso está bien trabajado, pectorales marcados pero no abultados; ancho de hombros con brazos bien marcados. Abdomen grande y trabajado, con un six-pack perfecto . Manos con sobresalientes venas, y aparentemente toscas.

Su parte inferior posee una abundante musculatura en las piernas, a punto de romper el pantalón que las cubre. No son exageradamente largas, pero tampoco pequeñas

Le pondría que al menos mide diez centímetros más que yo.

La boca se me hace agua. Este hombre es un pecado en persona, y con sus ojos rojos como la sangre, y el torso desnudo repleto de sudor iluminado por la luz de la Luna que se cuela por las ventanas, parece el mismísimo Lucifer que llegó a la tierra para hacerte pecar.

-- ¿Te hice una pregunta? --

La interrogante me hace regresar a mi realidad. Estuve vacilando a este cuerpo profanador, siquiera sin disimular.

Malditas hormonas adolescentes.

-- Lo siento mucho, señor...-- le digo con voz temblorosa.

Podrá ser muy atractivo y Adonis, pero es un jodido hombre lobo, que no lo pensará dos veces en deborarme como los de afuera.

--Esa palabra no arregla nada. Lárgate de aquí.

Camina dos pasos hacia adelante, pero yo retrocedo dos hacia atrás.

Su rostro se ilumina mejor cuando queda parado en medio de una ventana, y es entonces que me percato que es el mismo chico de la foto. Solo que ahora está mucho más desarrollado, y con aires de hombre por donde quiera que lo mires.

-- No me coma por favor -- el miedo comienza a surgir nuevamente, y sé que estoy a punto de llorar. Pero una sonrisa burlona se aloja en su rostro, como si hubiera dicho algo chistoso.

Posiblemente este feliz porque llegó su cena, y no tuvo que salir a cazar.

-- No devoró niños maleducados con una caperuza roja, que entran a las casas sin permiso. Eso, y que no como personas.

En otro momento me hubiera sentido aliviado. Pero algo me dice que este sujeto miente, y posiblemente me despelleje ni bien avance un paso.

-- ¿No va a comerme? -- quizás las pregunta es tonta y algo ridícula, pero es lo primero que sale de mis labios.

-- No. Ahora dime qué haces aquí.

-- Lo siento mucho señor, no quería irrumpir su casa de esta manera. Pero una manada de lobos estuvo a punto de hacerme su cena, y este fue el único lugar que encontré como refugio.

-- Una casa abandonada en medio de la nada...-- menciona con burla -- deberías ser menos imprudente...

-- Eso mismo me digo yo...-- mi intención era pensarlo, no decirlo en voz alta. Pero como siempre soy un idiota que lo hace primero, y luego lo razona...

- Mira niño no tengo tiempo para lidiar con un adolescente, será mejor que te largues ahora.

- Pero el bosque está oscuro, y siquiera se donde estoy.

- Eso no es mi problema.

Este hombre no sólo tiene una apariencia malvada...

- Por favor, juro no molestarlo. Solo deme un lugar para dormir, y me iré a primera hora de la mañana.

El sujeto parece pensarlo por unos segundos, sin embargo, algo lo retiene.

Se nota enfermo y cansado. Anteriormente no me percaté de sus notables ojeras, y mejillas sonrojadas, pero me indican que debe tener fiebre.

En todo caso que haría a la mitad de la nada, solo, y sin la supervision de alguien más.

Tal ves si le ofrezco mi ayuda para cuidarlo, me de alojamiento hasta la mañana. Mi madre es doctora, y yo voy por el mismo camino, por lo que con los años adquirí los conocimientos suficientes de primeros auxilios.

- ¿Necesita ayuda? quizás yo pueda...

- No niño solo largate por favor, no quiero hacerte daño...-

De que manera me haría daño, si ya me dejo muy en claro que no me iba a devorar.

Repentinamente, escucho un gruñido, uno que me indica que debo correr.

Sus iris esta vez se tornan de un naranja intenso, y de inmediato me hace sentir como si estuviera encima de una llama ardiente.

De sus labios, surgen unos notables colmillos, muy filosos y blancos, en tanto su respiración se acelera. Pareciera que corrió un maraton.

Confundido por lo que esta sucediendo, veo que se dirige al marco de la ventana más cercana, apoya su brazo en ella, y recuesta la cabeza.

Un golpe de olor me llega sin esperarlo. Algo parecido a una mezcla de vainilla y café. Jamás me había sucedido algo asi en mis dieciséis años, por lo que mi primer movimiento es llevar mis dedos a la nariz en el intento de no sentir ese exquisito olor delicioso, pero demasiado intenso.

- Demonios ¿Qué es ese olor?

- Lar-gate, ahora, por favor...

Sus palabras parecen estar suplicando. Sin embargo no puedo irme, sea lo que sea que le este pasando, tendré que lidiar con eso.

- Señor enserio puedo ayudarlo. Si me dice lo que siente, hayaremos una solución.

Inesperadamente todo queda en silencio, siendo el canto de los grillos y las hojas de los árboles, el único sonido que nos acompaña.

Aún con mis dedos en la nariz me intento acercar al desconocido, que por alguna razón dejo de hablar.

- Te dije que te largaras...

Esa voz tan grave y conminatoria, me hace temblar de pies a cabeza.

- ¿Perdone? -

- Eres un niño muy insistente e imprudente, y ahora tendrás que lidiar con las consecuencias de tus actos.

Mis ojos se abren de par en par.

¿ A que diablos se refiere con eso ?

Acaso me mintió y enserio va a comerme.

Será mejor que me largue. Tal vez tenga más esperanza de vida en un bosque abierto.

¡Demonios Jimin! ¿Por que siempre tienes que meter la pata hasta el fondo?

Lo observo de reojo, y me provoca tanto miedo al ver como esta vez se encuentra parado, y mirando por la ventana. Sus ojos naranjas son lo único que puedo identificar a través de ella.

La puerta está a unos metros de él, y si me muevo con agilidad podré escapar a tiempo.

Retiro los dedos de mi nariz, le doy una última mirada, y corro los más rápido que puedo hacia la puerta.

Decir que estuve a punto de lograrlo sería una mentira. Ese hombre ni bien avance tres pasos fue capaz de alcanzarme y acorralarme en la pared que se encontraba al lado de la puerta.

Sus manos fuertes y callosas me sujetaron los brazos a cada lado del cuerpo, y su rodilla se colo entre mi entrepierna.

- ¿ A dónde vas pequeño corderito ? Ahora si quieres huir.

- Sueltame por favor. Me iré, juro que lo haré. Pero no me comas, te lo ruego...

- Ya te dije que no como personas. O bueno, no como lo piensas.

No estara insinuando que...

Mi mirada, que anteriormente se encontraban fijamente en el suelo, ahora se encuentran con esos ojos aterradores que deben tener alguna especie de magia, porque ni bien me cruzo con ellos mi cuerpo se enciende de inmediato. Es como si esa llama ardiente que se colo dentro de sus iris, traspasara a mi cuerpo.

Algo hace click en mi interior. Es unos años mayor que yo, pero es joven, y malditamente guapo.

De tan solo imaginar lo que mis labios harían con ese cuerpo...

Nuevamente otra ola de olor me golpea, pero esta vez gimo de placer provocando que me muerda el labio inferior ante la vergüenza.

¿Qué me sucede?

- ¿Puedes sentir mi olor, no es así?

No soy capaz de responder. Apenas y puedo mantenerme en pie.

Su rostro se acerca lentamente hacia el lateral de mi cuello, y con su nariz, hace un recorrido parsimonioso como si se estuviera dando un festín.

- Desde que entraste por esa puerta hice lo posible por mantener la cordura...- Dios mío. Esa voz tan grave junto al aliento cálido sobre mi piel, no me ayuda mucho- Pude sentir tu olor de igual manera, y déjame decirte que la palabra "exquisito", me quedaría corta.

- ¿A que te re-fieres?- le pregunto como puedo. Mi cuerpo ahora entro en un estado de calma y algo más que no puedo describir. Solo se que esto último me está provocando una dolorosa erección, con ganas de ser liberada.

El sigue olfateando deliberadamente hasta llegar al lobulo de mi oreja, en donde se detiene para morderlo suavemente, y regresar a la corbatura de mi cuello, mientras roza sus colmillos.

~Mgm - son tantas las sensaciones que este hombre mi provoca, que ahora solamente me estoy dejando llevar.

- Hueles a inocencia y castidad. - me dice en tanto se acerca a mis labios.

Su mirada nuevamente se encuentra con la mía, y mi corazón se desenfrena. Ahora cualquier sensación de placer es reemplazada por algo extraño que tampoco soy capaz de describir. Unas ligeras coquillas se alojan en mi estómago, como si miles de mariposas revolotearan en el.

Posee una mirada tan seductora y atractiva, que es capaz de atraer a cualquier animal o ser viviente sin tan siquiera notarlo.

Me acorrala entre la pared y su cuerpo liberando mis brazos de su fuerte agarre. Estamos a punto de besarnos. Siquiera se lo que estoy haciendo. Pero nuestros rostros se magnetizan como dos imanes, así que no puedo evitarlo.

Su belfo esta punto de hacer contacto con el mío. Cierro los ojos e inclino la cabeza hacia un lado esperando a que llegue mi primer beso, cuando de repente...

- Es hora de despertar muñeco.

Abro los ojos de golpe - ¿Qué...?

- Ya es hora de que despiertes, Park Jimin...

Hola solecitos❤🌞

Regresé con una historia nueva y algo distinta como lo pueden notar.

Es Omegaverse, y es la primera vez que escribo algo así❤🙈

¡No me juzguen! :'V

El reto viene de un Club al que pertenezco desde hace unos días, y la creadora es JKJMSHIP.

Teníamos que crear una historia fuera de nuestra área de confort, o para dejarlo más en claro, algo que nunca escribimos.

En mi caso, el Omegaverse🐺

Espero que les guste❤🙈🌞